🔥Plan de escape 🔥
16
“Los monstruos no viven debajo de tu cama. Viven dentro de tu cabeza”
Después de que Victor se alejó de mí. Me quedé un rato más recostada en el árbol hasta que una celadora me llamó y me dijo que tenía que sacarme las vendas de la cabeza. Fuí hasta enfermería. Mientras iba me acordé de lo que había dicho Victor que la oficina del director estaba cerca.
Subí hasta el segundo piso y caminé hasta enfermería, quería escuchar algo como todos habían escuchado, pero fue inútil no escuché nada. Me sacaron las vendas y me curaron.
Las enfermeras comentaban que el doctor se había ido antes ayer que estaba cansado que dijo que las cosas no le estaban saliendo bien. No sé bien a que se refería. Que ya no había más provisiones, que ya no había más chicos.
También comentaron que a Dorian lo tenían encerrado en un calabozo en el sector cuatro. Necesitaba verlo, quería ayudarlo a escapar de ese lugar, ¿pero cómo? Escuché que lo tenían vigilado a través de las cámaras.
Me fuí triste sabiendo todo lo que estaba pasando.
Volví al patio y me acerqué a Víctor.
—Necesito que me ayudes.
—¿A entrenar para la prueba de mañana?
—No, a liberar a Dorian.
Victor tragó saliva.
—¿Qué? No, eso sí que no, no cuentes conmigo.
—Sé que te ha hecho daño, pero no lo conoces él es una buena persona...
—Dices eso porque estás enamorada de él.
—Es largo de explicar, sólo dime si podrás ayudarme, esta vez será la última vez.
—¿Van a escapar?
—Eso intentaré, si logro sacarlo.
A Víctor le entró curiosidad si lograban escapar, él también podría escapar con ellos, no perdía nada en intentarlo.
—Esta bien, lo haré, pero te olvidas de las cámaras... Tendremos que llamarles la atención para que se distraigan en otra cosa..
—¿Y si quemamos el hospital?—dijo Agnes
—Podemos intentarlo...
Primero debemos colapsar el sistema.
—¿Cómo lo haremos?
En la parte de atrás del hospital se encuentran las cajas de electricidad. Debemos abrir y romper una.
—Esta bien iré yo, tú distraelos...
Victor empezó a distraer a los celadores que miraban las cámaras. Hizo bailes extraños. A Agnes le causó un poco de gracia. Los celadores también se distrajeron viéndolo bailar.
Mientras tanto Agnes fue corriendo atrás del hospital. Encontró las cajas de luz y justo cuando estaba por abrir una, uno de los perros del doctor se acercó con el único objetivo de atacar, se le veía los dientes afilados.
—Hola lindo perrito— decía Agnes inútilmente, ya que el perro se acercaba cada vez más y ladraba queriendo atacarla en cualquier momento.
Cuando el animal se abalanzó sobre ella, Agnes cerró los ojos pensando que iba a ser devorada por el feroz animal pero nada de eso sucedió.
Victor apareció y comenzó a luchar con el animal.
—Hazlo, abre la caja Agnes.
Agnes abrió los ojos y vió que Victor le había salvado la vida. Se apresuró en abrir la caja y había muchos cables de colores.
—¿Y ahora que hago?
—Rompe los cables.
Agnes obedeció arrancó los cables y el hospital se quedó sin electricidad.
—Lo lograste Agnes—gritó Victor quien ya tenía bajo control al perro, aplastándolo con una de sus pies y que luego mató cuando lo aplastó por completo.
—Malditos perros...
—Bueno ahora que el hospital quedó sin electricidad debemos ir a buscar a Dorian
Victor me indicó el lugar y fuí corriendo.
Cuando llegué, ahí estaba Dorian yacía sobre el suelo atado con unas cadenas. Grité su nombre, parecía que estaba dormido, lo moví varias veces y no se movía, lo habían drogado.
—¡Dorian, Dorian! ¿me escuchas?—preguntó Agnes
Agnes comenzó a llorar porque Dorian no despertaba. Se recostó sobre su pecho.
—No puedo vivir sin tí, por favor, tienes que despertar—dijo entre sollozos Agnes.
—Y yo tampoco puedo vivir sin ti Agnes—se escuchó una voz, era la de Dorian.
—¡Dorian estás bien, gracias a Dios!—gritó de alegría Agnes tocando su rostro
—Gracias a tí...—aclaró él.
Ella asintió.
—Escúchame, el hospital se quedó sin electricidad, debes liberarte de las cadenas, debemos escapar, es ahora o nunca.
—¿Estás segura?
—Si, yo misma arranqué los cables de la electricidad.
Dorian se dió cuenta que era verdad, hasta la puerta de la celda se encontraba abierta. Entonces intentó liberarse de las cadenas pero sus esfuerzos fueron inútiles.
—No tengo fuerzas—dijo Dorian triste al ver que no podía
—Por favor, Dorian, no me iré sin tí.
Dorian haría un último esfuerzo.
—Abbadón está enojado conmigo por eso no me está ayudándome.
Agnes no entendía.
—¿Cómo es eso?
—Es que él sabe yo quería deshacerme de él...
—Deshacerte de él, implicaría...
—Así es, implicaría matarme.
—Estas loco.
—Bueno, además, quería darte una sorpresa...
—¿Suicidánte?
—No, le pedí al doctor que me ayudara...
—No confío en ese doctor...
—Yo tampoco pero era mi última opción.
—Yo te amaré Dorian, no me importa si tienes a Abbadón en tu cabeza. Pídele perdón, necesitamos salir de este lugar ahora.
—Tengo miedo de hacerte daño Agnes...
—Yo estaré bien, confía en mí.
Dorian le pidió perdón a Abbadón.
—Tú ganas, sal por favor, ayúdame, prometiste ayudarme a proteger a Agnes, has fallado la primera vez, tienes otra oportunidad de hacer las cosas bien.
Abbadón lo escuchó y lo ayudó.
Se deshizo de las cadenas. Gritó y rompieron las cadenas que lo sujetaban.
Agnes se sorprendió de la fuerza que tenía Abbadón.
Este la miró fijamente.
—Le prometí la Dorian que lo ayudaría a que escapes, ahora que hacemos.
—¿Dónde está Dorian?
—Él está dormido ahora.
Agnes asintió.
—Sígueme.
Ambos jóvenes salieron del sector cuatro. Afuera estaba Victor esperando.
Abbadón y Victor escucharían atentos las indicaciones de Agnes de como proseguirían el plan de escape.
Canción: Monsters—Ruelle
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