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"Podré no tener nada en la vida, pero si te tengo a tí, lo tendré todo"

Dorian

Tenía que proteger a Agnes de Samuel, sé que no debe traer nada bueno entre manos. Sé que quiere sacarle información a Agnes y no es su amigo como yo. No la quiere como yo. No daría su vida como yo.

No ví a Agnes por ninguna parte. Me acerqué a un celador y le pregunté dónde estaba. Pero me dijeron que no se sentía bien y que hoy cenaría en su habitación.

Me tenía miedo pero yo iba a demostrarle que podía cambiar, y además el doctor iba a sacarme a Abbadón de encima. En el fondo lo consideraba un hermano que me hizo la vida imposible. Se metía en mi cabeza y no me dejaba pensar, en definitiva no me dejaba ser yo y sólo era él.

Mientras pensaba en Abbadón y también en Agnes. No quería que Samuel se enterara de nuestro plan de escape. Bueno no sé si Agnes aún quería escaparse conmigo. Después del daño que le hice... no creo que siga pensando en mi como yo seguía pensando en ella. Pero yo no me iba a dar por vencido, nunca lo iba hacer.

No me sentía triste, nunca lo estuve. Tampoco me sentía solo porque nunca lo estuve. Aún tenía posibilidades de recuperar a Agnes aunque ella no me quisiera ver ni en figuritas. Pero alguien interrumpió mis pensamientos.

-Hola, ¿podemos hablar?-preguntó Samuel parado frente a mí.

Lo miré con desagrado, justo era él a quien yo no quería ver ni en figuritas.

-¿Y tú qué quieres?-respondí de manera cortante.

-Todos queremos irnos de este lugar, hablemos en nombre de la paz.

-¿Ahora eres predicador?

-Sé que la quieres y harías cualquier cosa por ella- dijo señalando hacia arriba que daba a la habitación de Agnes.

Cuando miré hacia arriba de pronto la ví, Agnes estaba mirando por la ventana. Parecía que ya estaba mejor, aunque tenía una venda en la cabeza, algo le había ocurrido.

Pero me concentré nuevamente en la conversación con Samuel. Quería que se fuera.

-¿Y eso que tiene que ver?-Estaba empezando a enfadarme.

-Ella se acercó a mí porque te tiene miedo y te quiere alejado.

-No me digas y ahora tú eres su ángel guardián.

-Tienes que saber perder, ella ya no te quiere.

Eso me terminó de enfadar, miré hacia arriba Agnes ya no estaba en la ventana. Era el momento propicio para darle a este entrometido su merecido.

-Ya me hiciste enojar-dijo Dorian tomándolo del cuello.

Samuel quiso sacárselo de encima pero la fuerza de Dorian se había triplicado.

-Espera, espera...-trató de modular.

Dorian se apiadó y lo tiró al suelo con tal fuerza. Los chicos formaron un círculo alrededor de ellos. Comenzó a sonar la alarma.

Samuel estaba en el suelo, de su nariz brotaba sangre y Dorian disfrutaba golpearlo una y otra vez en la cara. Estaba poseído por Abbadón. En su cabeza sólo pensaba terminar con él.

-¡Muere, maldito entrometido!-gritaba Abbadón mientras le daba varios puñetazos en la cara.

Los enfermeros llegaron al lugar, los separaron.

Samuel se encontraba herido gravemente y con la cara destrozada lo llevaron a cirugía.

Mientras que a Dorian lo redujeron con una picana y quedó temblando tirado en el suelo. Luego se lo llevaron entre varios celadores.

-¡¿A dónde me llevan?!

Luego le dieron una inyección para que se duerma.

Al día siguiente se despertó. Lo encadenaron para que no pudiera salir. Estaba encerrado en un calabozo en el sector cuatro.

Le llevaron la cena como un preso y se lo pasaron a través de la rendija.

El doctor habló con los enfermeros que estaban a su cuidado.

-Manténgalo vigilado, no creo que pueda escapar.

-¿Qué hacemos con él?

-Lo necesito con vida para la tercera prueba.

-¿Y luego?

-Y luego nos deshacemos de él.

El doctor recapacitó ante sus palabras.

-Bueno, lo pondremos en un proceso de experimento. Mataremos a Dorian, sus sentimientos hacia Agnes, y sólo quedará Abbadón... El verdadero asesino.

-¿Eso es posible?-preguntó uno de los enfermeros.

-Si, acá todo es posible.

-Entonces, una vez tengamos a Abbadón, tendremos la enfermedad y la cura al mismo tiempo.

-Es la idea.

-¿Y qué haremos con Agnes?

-Aún tengo que ver qué es capaz de hacer. Y luego la aniquilamos...

Abrí un expedientey comencé a escribir el proceso de mis experimentos:

Las cosas no estaban saliendo como yo había planeado. Tendría que tener las drogas del mal, casi listas. Pero estaba retrasado, trabajar con enfermos mentales, no era lo ideal, pero era lo que había elegido para mis experimentos.

Primero Agnes había tenido un brote psicótico, ahora Dorian casi mata a Samuel, uno de mis elegidos para sacarle información a Agnes. Las cosas se me estaba yendo de las manos.

Después de la tercera prueba. Tendré que evaluarlos. Les prometí la libertad pero no puedo liberarlos en ese estado. Son sumamente peligrosos para la sociedad. En realidad yo he potenciado el mal que ya había en ellos. No me culpo por eso. Porque ahora solo obedecerán a mi llamado.

Mañana era la tercera prueba y la última. No habría una cuarta. Una cuarta implicaría que puedan escapar, pero eso no está en mis planes ahora. Veremos quién sobrevive mañana en la tercera prueba.

Samuel no podrá participar de la tercera prueba debido a su estado delicado.La tercera prueba seguirá en pie. Ya no quedan provisiones, los chicos que no habían superado las pruebas anteriores, sirvieron de alimento para los perros. Mis más fieles guardianes.

Escribí esto último en mi expediente y guardé la carpeta.

-Mañana será un gran día-dijo el doctor  y luego se retiró del establecimiento.

Canción: Fire meets fate -Ruelle