Desperté en una cama demasiado cómoda para mi gusto, las sábanas negras como la noche me decían en donde me encontraba, en ningún otro lugar había de este tipo. Con pesar me levanté e inmediatamente un dolor de cabeza me invadió, los recuerdos volvían poco a poco.

Un bosque, gritos, pasos que venían hacia mí, una guerra, Atena...mi boda, Guidecca... Hades...

Con mi mano cubrí mi boca ahogando un grito. Lo último que recordaba era estar en la escuela cuando el profesor de historia tocó mi frente. Ahora lo entiendo todo...

—Veo que ahora recuerdas todo, Rey del Inframundo — Volteé hacía la cama, en ella yacía Hades, mi esposo.

—Sí, ahora lo recuerdo todo.—

Narrador.

Todo comenzó la tarde de un día cualquiera en el Santuario en Grecia en donde todos los caballeros vivían después de la ultima Guerra Santa pues aún había Espectros que subían desde en Inframundo a irrumpir la paz de la tierra.

Atena sabía bien que era lo que se necesitaba para acabar con la guerra pero se negaba rotundamente a cumplir aquello. El Dios y Rey del Inframundo; Hades, había aceptado a renunciar a la tierra si se le daba lo que quería; al caballero y persona sobre la tierra con el corazón más puro...todos sabían que esa persona no era nada más y nada menos que Shun de Andromeda quien sirvió también como recipiente terrenal del alma de Hades, por eso la protectora de la tierra; Atena se negaba a entregarle a su caballero, pero, el mismo caballero de Andromeda había aceptado irse junto a Hades, Atena sabía algo, los caballeros dorados sabían...todos menos Andromeda sabía que ocurriría si se iba al lado de Hades.

Si él se iba...una nueva guerra daría inicio.

La tarde había dado lugar a la noche, todos los caballeros en el santuario y en las doce casas estaban preparados para descansar, Andromeda era la única persona que aún rondaba por los campos aledaños al santuario.

—Es una noche maravillosa ¿cierto?—

Sorprendido de escuchar de nuevo aquella profunda voz Shun gira su cabeza encontrándose con el dueño de aquella voz.

—Muy hermosa, debo decir. ¿Hace mucho estás ahí?— Con un pequeño conejo blanco entre sus brazos el menor se acerca hasta donde se encontraba el otro, siendo recibido entre sus brazos.

—No mucho. No te preocupes.—

Desde lejos alguien veía por la ventana del santuario. Atena no estaba en contra de su amor, pero el que el Rey del Inframundo y su caballero se vieran en una relación no convenía para ninguno de los dos, en especial porque ella sentía cosas por aquel arrogante Dios.
Definitivamente debía hacer algo por alejarlos, dos razones ¿Cual era la prioritaria? Ganarse el cariño de aquel hombre. Sus caballeros podían cuidarse solos ¿no? Para ello entrenaban día y noche, para protegerla a ella y a la tierra.

¿Desde cuando ella era así? Fácil. Desde que se enteró que Had s estaba en Shun. ¿Por qué no pudo ser ella? ¿No era lo suficientemente buena?.

Hades sabía quien era quién los veía, era aquella mujersuela cómo él la llamaba, aquella Diosa tonta y consumida por su ego.
Sabía también lo peligroso que era llevarse a su lado a su caballero, pero, ¿Como no? Si estaba sumamente enamorado que aquel pequeño humano que arriesgaría su vida por incluso una mariposa.

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Hola! Les ha gustado? Como estoy inspirada jajaja creo que la semana que viene tendrán por lo menos dos capítulos :3 los subiré mayormente por las noches ya que estudio en las tardes ggg

Tienen ideas? Sugerencias? Las pueden mandar por mensaje o en los comentarios que yo leo todos lol
Ustedes rolean? En mi perfil está mi fb para rolear un poco! :D

Gracias!!

Dobby fuera!