Los días pasaban y Atena se mostraba indiferente con sus caballeros, se la pasaba en Tokyo atendiendo asuntos de la fundación Kido y quien daba ordenes en el santuario era el patriarca Shion.

Hades seguía yendo por las noches a visitar a Shun quien de ves en cuando también bajaba al Inframundo con él a visitar a Pandora y a los jueces gemelos.

Todos en el santuario habían estado notando la presencia de alguien a los alrededores, más de una ves se hicieron recorridos pero no encontraban al responsable de semejante cosmos, bueno, solo uno sabía pero obviamente no iba a decir nada. ¿O sí?

Días después

La tarde caía en el santuario, caballeros llegaban y otros iban de camino a donde se les necesitaran, en poco tiempo todo el lugar quedaría vacío.

Una ves caída la media noche Shun ya se encontraba esperando en los campos a Hades el cual no tardó en llegar.

—¿Has esperado mucho?— Hades, siempre tan cortante y directo.

—No, siempre llegas a tiempo— La sonrisa de aquel niño siempre ablandaba más el corazón de semejante dios que sucumbía poco a poco ante los encantos inconscientes del caballero.

—Andando, la noche nunca es para siempre— Hades tendió si mano para el caballero quien sin dudarlo la tomó y así, entre una densa niebla ambos cuerpos desaparecieron de los campos.

Aquella noche ambos se amaron por primera ves, ambos recorrieron la piel y cuerpo del otro sin descuidar ningún centímetro del cuerpo ajeno, tocando, besando, mordiendo y saboreando cada parte del otro. Los gemidos y jadeos se oían en la habitación, los sonidos obscenos y húmedos que emanaban por el choque de ambos cuerpos, el saber que no eran los únicos en el castillo les excitaba, en especial a Hades quien yacía entre las lechosas piernas del caballero Andromeda embistiéndolo con delicadeza y luego con fuerza ante el pedido del menor y así hasta terminar entre sus cuerpos y Hades dentro de Shun. 
Entre los brazos del Dios del Inframundo descansaba el caballero de Atena; Andromeda quien acariciaba el fornido pecho de Hades mientras este permanecía con los ojos cerrados.

—Hades...Atena, creo que sabe algo que me concierne saber a mi ¿Que es?— La voz preocupada del caballero alertó al Dios, sabía a lo que se refería y a lo que se atenía si se lo llegaba a contar.

—Es solo que está celosa, preferí a un caballero suyo antes que a ella. Su orgullo debe estar por los suelos pero no debes preocuparte por eso.—  Ante las palabras de Hades, Shun pareció calmarse, sabía muy bien de los sentimientos que su Diosa sentía por Hades, y aunque le doliera que no fuera correspondida, le alegraba en sobre manera que Hades lo eligiera como pareja.

Cuando el caballero de Andromeda regresó al Santuario todo el lugar estaba hecho un caos, todos los caballeros corrían de un lado al otro gritando su nombre.

—¡¡SHUN!!— Era Hyoga quien lo había encontrado primero en el camino a los campos. Al parecer fue tanta su alegría que al verlo lo abrazó.
—Shun creímos que algo malo te había pasado. Atena dio aviso que algún espectro había logrado entrar al santuario y solo faltabas tú —

Las palabras de Hyoga pusieron en alerta al caballero quien no pasó por alto eso, sabía que Atena sabía que no era un espectro sino Hades quien había subido a la tierra a llevarlo al Inframundo.

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Y bien? Perdonen que sea hasta ahora que publique esto pero estaba ocupada con una maqueta y un trabajo final para salvar el semestre (que por cierto pasé)
Pero bueno aquí les traigo esto xD