Capítulo 13.
Atuq llevaba demasiado tiempo que se fue. La tarde está cayendo y el no ha regresado, eso estaba comenzando a preocuparme por qué el no suele tardar mucho.
Quiero pensar que el está bien y que no pasa nada malo. Pero mi mente estaba comenzando a hacerme una mala jugada, la cueva estaba iluminada por la fogata Pero aún así se sentía muy oscura, eso era por que el no estaba aquí conmigo.
Me moría de ganas por saber que estaba pasando, pero el me pidió que me quedara aquí, cosa que no quiero hacer por qué me da miedo, mucho miedo.
—Atuq —me acerque a él para abrazarlo, a penas lo ví entrar a la cueva lo abrace con fuerza.
—Estoy bien.
—¿Donde estabas? —lo miré.
—Estaba viendo algo. Debes venir conmigo.
—¿A la tribu?
—No, al mar.
No entendía bien por qué me estaba pidiendo eso, aún así le asentí. Comencé a vestirme para después salir con el de la cueva, cuando bajamos las rocas pude ver a sus hermanos completamente armados, ahí supe que nada estaba bien.
Atuq me tomó la mano y le hablo a sus hermanos, por lo poco que entendí el les estaba pidiendo que fuesen adelante.
Atuq estaba demasiado serio, parecía molesto y triste a la vez, definitivamente algo estaba sucediendo aquí.
Caminamos por la selva y la tribu, me pareció demasiado extraño que no hubiera nadie aquí. Caminamos un poco más para ir hacia el mar. En los árboles estaban oculto algunos de ellos, estaban armados y parecía que estaban esperando algo o alguien.
—Atuq ¿Que pasa?
No me respondió. Seguí caminando con el hasta que por fin salimos hacia el mar. Solté un jadeo al ver el enorme barco que estaba en el mar, conocía esas cruces, era un barco de la marina de Francia.
Atuq me llevo hacia un lado del mar, me solté de el al ver a mi padre a lo lejos junto a sus hombres, estaban rodeados de los hermanos de Atuq.
Corrí rápidamente hacia donde estaba mi padre, al verme se puso de pie, no pude resistirme y lloré, llore con mucha fuerza al ver a mi padre y estar entre sus brazos. El se aferró a mi con fuerza y escuché su llanto junto al mío.
—Freya mi niña, mi niña..
—Papá —nos separamos del abrazo— por Dios, estás vivo.
—Si, gracias a Dios que pude encontrarte —limpio mi rostro—, no perdí las esperanzas de encontrarte.
Más feliz no podía estar, pase mucho tiempo deseando poder verlo y saber si estaba vivo o no. Ahora estaba aquí, frente a mi.
—¿Cómo es que me encontraste?
—Es una larga historia —miró detrás de mi— ¿Estás bien? ¿No te han hecho algo?
—¿Dice que lastime a mi perla? —Atuq gruñó.
—No papá, no me han hecho nada... De hecho, estoy con Atuq, es mi pareja.
—Si, eso me ha dicho desde que me vió, te ha reclamado como suya, pero no es lo correcto, tu no eres un objeto Freya.
—Lo se papá, Pero ellos ven las cosas muy distintas a nosotros, creeme cuando te digo que estoy bien, no me han hecho nada... Solo quiero saber que pasó y cómo es que diste conmigo.
Mi papá me contó que después de aquella fea tormenta naufragaron por varios días, hasta que un barco que iba a Francia los encontró y los ayudo. Luego estuvo por varios tratando de encontrar un barco para poder venir.
El que encontró la pista de mi paradero fue Brandon, estaba ansioso por venir y encontrarme para que fuese su esposa, pero mi papá lo detuvo y que ellos planeaban venir con una embarcación Francesa para tomar a todos aquí.
El fue más astuto, mi padre robó el mapa y logro conseguir un barco, tomó a todos sus hombres y se vino a todo riesgo. Todo lo que hizo fue impresionante, todo para encontrarme.
Me alegra tanto que no se haya rendido y que haya venido solo con sus hombres, todos ellos son fieles a él. Me alegra que Brandon se haya quedado atrás, si no, la historia sería otra.
—Ay papá, pudiste haberte puesto en peligro.
—No me importa, lo único que quería era encontrarte.. —me abrazó de nuevo— viva o muerta, iba a hacerlo. Ahora que estás aquí, te llevaré a casa.
—¿L-Llevarme? —me aparté de el.
—Si Freya, debes volver a casa conmigo, debes estar en Inglaterra conmigo.
—No —dijo Atuq, me tomó de la mano y me puso detrás de el—, nadie se lleva a perla ¡Nadie! —alzó la voz.
—¡Ella es mi hija!
—¡Ella es mi mujer, mía! —volvió a gritar.
—¡Ya basta! —exclame— Papá, no puedo irme de aquí. Mi vida está con Atuq aquí.
—¿Que? Pero Freya..
—Papá no lo entiendes, el y yo no podemos separarnos.. Se qué es difícil de creer lo que te diré pero, el y yo estamos destinados a estar juntos.
Mi padre me miraba como si estuviese loca.
Con mucha calma, comencé a explicarle sobre mi llegada aquí, de cómo Atuq y yo de cierto modo, estamos conectados, de que si nos separamos todo aquí sería un caos.
Mi papá es una persona muy escéptica y creer en esas cosas, para el es imposible. Debe entender que el y yo no podemos separarnos. Que debemos estar juntos bajo todas las circunstancias.
—Atuq me ama y yo, lo amo a él —dije—. No podemos estar separados papá. Si quiero estar contigo, pero no puedo abandonarlo a él.
—Freya hija, no puedo simplemente irme y dejarte aquí.. He pasado meses buscándote.
—¿Meses?
Ni siquiera se cuánto tiempo llevo aquí, y por lo visto que demasiado ya que mi papá lleva meses tratando de buscarme, pensé que llevaba semanas aquí, pero veo que no. Mi papá se veía muy triste, además de delgado y lleno de ojeras, puedo ver lo cansado que está.
Me siento tan mal por no poder hacer más por el o irme como el lo quiere, pero no puedo irme, no puedo simplemente dejar a Atuq aquí, la tribu. No, no puedo hacerlo. La chamana me mostro lo que pasaría si nos separamos, no puedo dejarlo.
No puedo, simplemente no puedo.
(...)
Horas después:
Mi padre decidió quedarse aquí en las arenas del mar acampando con el resto de sus hombres, por más que le dije a Atuq que mi padre no era malo, no quiso bajar la guardia. No confiaba en el y esta bien que lo haga, no están acostumbrados a ver a los blancos.
Justo ahora el estaba lejos de mi, viendo las armas que tienen los hombres de mi padre, junto con sus hermanos veían con curiosidad aquel artefacto.
—Entonces, se ha portado bien contigo.
—Si papa, me ha protegido desde que llegue... Lo amo, creo que es mas fuerte que yo este sentimiento. Lo ves así, enorme y fortachon pero es muy dulce y me entiende, me escucha.
—¿Qué hay de su tribu? ¿Te aceptaron?
—Si aunque no fue sencillo, ya ves que soy blanca —me encogí de hombros— pero me hice respetar y obtuve un lugar en su tribu, ahora soy una de ellos.
—Lo entiendo —murmuró— Freya ¿De verdad no quieres regresar? —lo mire— Quiero que estés en casa hija, no sabes lo duro que ha sido para mi estar sin ti todo este tiempo.
Era la primera vez que veía a mi papa quebrarse. Siempre se ha caracterizado por ser alguien fuerte y recto. Pero ahora puedo ver que esto ha sido para el, pero por mas que desee regresar, no puedo hacerlo.
Las palabras de la chamana eran claras.
—Descansa papá, ha sido un duro viaje para ti.
Al inicio no dijo nada, pero luego asintió. Se veía a metros que necesitaba dormir, le prometí que tendría seguridad y que nadie le haría daño. Los demás hombres también se fueron a descansar, yo me acerque a Atuq, sus hermanos se fueron al bosque a hacer guardia en caso de que llegue a suceder algo.
Atuq me tomó de la mano para sentarme entre sus piernas y abrazarme de manera protectora.
—Atuq se siente molesto por que ellos están aquí y quieren llevarte de mi lado —gruñó.
—Estoy bien, mi papá entenderá que no debo irme —susurré—, el no me va a obligar a nada, eso te lo prometo.
Estaba triste, me sentía triste de no poder hacer nada al respecto. Pero ahora tengo una enorme responsabilidad, que es quedarme al lado de Atuq. Al menos me queda el consuelo de que mi padre esta bien, que podra regresar a salvo a Inglaterra, es mejor que se vaya sin mi, ya podrá estar tranquilo de que yo aquí estoy bien.
Atuq me cuida y es más que suficiente.
(...)
Al dia siguiente:
Estaba comiendo con mucho gusto. Hace mucho que no comía pan con mermelada. Esto estaba delicioso, aunque me trate un poco de nostalgia, es difícil de explicar. Mi padre me había dicho que debía irse pronto, el sabe que Brandon pudo haberlo seguido hasta aquí, si llegan a ver el barco aquí, llegarían y todo seria un caos.
Atuq estaba encerrado en la choza hablando con su padre y la chamana sobre lo que pasaría, el padre de Atuq se negó a hablar con mi padre ya que ningún blanco le agrada y quiere que se vayan pronto.
No es para menos, esta practicamente rodeado de personas blancas, mi papa no es malo, no es esclavista, pero ellos no me van a creer por más que se lo diga.
Al menos estaba agradecida con que mi papa haya dejado suministros como alimento, semillas y algunas cosas para mi, para poder asearme.
—Mi perla —Atuq entró a la choza.
—Hola precioso —sonreí un poco— ¿Todo bien?
—Debemos hablar —se puso de rodillas ante mi.
—Esta bien.
—Atuq es observador —miró sus manos y luego a mi—, vio a su perla estar triste.. Y es por su padre.
Iba a hablar pero el no me dejo, iba a dejarlo a hablar.
—Escuche como extrañas de donde vienes y ayer cuando te vi con tu padre, supe que Atuq era un egoísta —me miró de manera triste—. Que pensaba solo en uno, no en dos...
—No entiendo..
—Que quería que perla se quedara aquí con Atuq, pero siento que no eres feliz completa. Pensaba que no te arrebataran de mi lado, que no pensé en ti, solo en mi —miro de nuevo sus manos— por eso es mejor que te vayas con tu padre.
—¿Que? —lo que tenia en mis manos cayó al suelo— ¿Que estas diciendo Atuq?
—Es lo mejor..
—No —me puse de pie y me recargue de la mesa, sentí mis ojos empañarse—, no puedes dejarme ir... Es injusto.
—Mi perla..
—No —dije con rabia—, no me iré, no pienso irme y dejarte aquí.
Sentí como Atuq me volteo, para este punto estaba llorando. No puedo creer que me haya dicho eso, quiere que me separe de el y no quiero. No quiero separarme de el.
—No llores mi perla —murmuró—, lo lamento, pero...
—No, no me digas que lo sientes —me aleje de el.
—Pero no me dejas hablar —me tapó la boca—, lo que Atuq trata de decir es que si te irás, pero conmigo.
Me solté de el, lo mire de manera incrédula.
—¿Qué has dicho? ¿Estas loco acaso?
—No, lo que digo es verdad. No puedo dejarte ir sola, tenemos que estar juntos, solo iré contigo por días, pero hay que regresar.
—¿Por que quieres ir conmigo? Eso podría ser peligroso para ti.
—No, no lo es si mi perla me protege, quiero que estes feliz y si es irte, podemos hacerlo, pero debemos regresar ¿Podemos hacerlo?
No sabia que responderle, de verdad añoraba regresar. Pero pensaba en las personas de la tribu, en el padre de Atuq, en los peligros. Si quería ir al menos un tiempo y después regresar, allá podría conseguir más insumos y algunas cosas para todos.
¿Será que me arriesgo a irme? No.
—No podemos, si te ven conmigo, se darán cuenta en donde estuve todo este tiempo y podrían venir por ustedes, no —negué.
—No lo harán, te doy palabra mi perla. Entiende que Atuq ya no quiere ver a su perla triste —murmuró y me acercó más a el—, pase todo lo que pase. Debemos estar juntos.
No sabía si esto era una buena decisión. Una parte de mi, quería irse, otra no. Estaba teniendo un gran problema ahora.
No se que pensar ni qué hacer.
Hola, espero que esten bien y que el capítulo haya sido de su agrado jeje en un momento tratare de escribir otro, esperemos que me de tiempo de hacerlo. Por cierto, se vienen momentos intensos entre Freya y Atuq 🔥
Entre otras cositas mas.
Diganme ¿que tal les esta pareciendo la historia? ¿Que es lo que les esta gustando y que no? Dejenmelo saber.
Por cierto, hice algunas imágenes sobre Atuq y Freya.
LOS AMO ❤✨
Es que esta imagen 🔥
No olviden dejar sus votos y comentarios.
Besos, Ross.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top