Capítulo 1.
Inglaterra, 1670.
—Padre, déjame ir contigo —junte mis manos.
El caminaba de un lado a otro y yo iba de un lado a otro con el.
—Freya, dije que no.
—Pero padre —se detuvo y me miró—. Estoy harta de estar encerrada en casa todo el dia, todos los días. Déjame acompañarte a Francia.
—Hija mía, el viaje es demasiado largo —se colocó sus botas—, puedes ir con tus primas a la finca a divertirte.
—Padre, no pienso ir con mis tontas primas que solo hablan de hombres y esas cosas... Si me amas, me dejaras ir contigo.
—Eres tan manipuladora —rio—, esta bien —sonrio—, irás conmigo a Francia.
—¡Si! —aplaudi.
—Pero no haras una tonteria en Francia, ire solo por viajes de negocios.
—No te preocupes, seré buena, lo prometo.
Deje un beso en su mejilla y salí de su habitación para dirigirme a la mia totalmente emocionada por que al fin podría conocer Francia.
—Nana —dije cuando entre—, iré con mi papá.
—Eres buena convenciendo —negó— ¿cuantos dias seran?
—Solo tres —me senté en el taburete—, busca los vestidos más lindos que hayan, espero poder conocer Francia.
Mi padre iba a hacer planes a Francia, yo iría a conocerla, desde niña siempre quise hacerlo pero el siempre fue tan sobreprotector que no me dejaba salir a casi ningún lado.
Mi padre pertenece a una larga dinastía de condes, pero a diferencia de todos los demás, el es un respetado General que trabaja para la corona de Inglaterra, mi padre renunció a su puesto de conde por mi madre, ya que ella era una plebeya de la cual se había enamorado sin pensarlo. Entonces renunció a su puesto como conde para quedarse con ella.
Por suerte mi padre fue listo y guardó el dinero suficiente para poder sobrevivir, luego de eso sirvió voluntariamente a la guerra siendo así, uno de los pocos sobrevivientes. Le dieron el puesto de General del Rey y ahora es uno de los hombres más ricos de Inglaterra.
Aunque sea una persona poderosa en el aspecto del Rey, es uno de los más odiados de Inglaterra, solo por que mi padre no es esclavista.
Desde que se casó con mi madre, dejó de comprar esclavos por que a ella le parecía muy cruel lo que muchos hacían con los esclavos, al principio no lo entendia por que era una niña, pero a medida que crecía veía lo crueles que eran con esas personas.
Mi madre antes de morirse le hizo jurar a mi padre que jamas tomaria o compraría a ningún esclavo, mi padre hasta ahora, ha cumplido esa promesa.
Ahora tenemos empleados que antes fueron esclavos, todos ellos viven en los terrenos de mi padre, el mismo mando a hacer casas para ellos y reciben un sueldo como cualquier empleado, todos aquí respetan y quieren a mi padre por ello.
Me enorgullece que el mantenga esa promesa.
Muchos de los nobles de aquí, tratan muy mal a sus esclavos y si fuese por mi, los rescataria a todos, pero lamentablemente es imposible.
Mi nana es una francesa de piel oscura bastante hermosa, lleva en la familia unos quince años o tal vez más, ella es la que se ha encargado de cuidarme despues que mi mama murio. Actualmente tiene siete hijos que trabajan en la casa.
—Niña ¿has pensado en casarte?
—No nana —dije con disgusto—, no quiero casarme.
—¿Por qué? Si tu eres una chica hermosa y encantadora..
—Por qué los hombres se casan con una noble o de buena posición para obtener dinero, por eso no me he casado y no pienso hacerlo... El dia que lo haga, sera con un hombre que no le importe la posición de mi padre.
—Ay mi niña —mi nana rió—, ahora eso no importa ¿crees en eso del amor?
—Claro que si nana, creo en el amor verdadero, como el de mis padres.
—En eso tienes razon —me sonrio—, pero ya deberías pensar qué harás con tu vida mi niña, ya todas tus primas y la mitad de las señoritas están casadas.
—Todas ellas por obligacion, ademas todas se casaron con hombres mayores —hice una mueca de asco—. Yo quiero casarme, enamorarme. Pero por mi cuenta, no que alguien arregle mi matrimonio.
—Te escuchará tu padre.
—Tarde, ya la oi —ambas miramos a mi padre— ¿crees que te arreglaría un casamiento?
—No lo se, tu dime.
—Jamas hija, yo jamas haria una cosa como esa. Eres mi único tesoro, no te voy a entregar al primero que me ofrezca propiedades o dinero, tu vales mas que eso.
—Gracias padre —le sonreí—, es un alivio escuchar eso.
—Si tu valija esta lista, partiremos al amanecer, yo iré a reunirme con Brandon.
—Suerte padre.
Se despidio y salio.
Me sentía aliviada de saber que el me cuida a pesar de todo, yo no estaba apurada de encontrar el amor, solo me refugiaba en aquellos libros de romance en donde el mundo era perfecto. Ya tendré mi momento.
(...)
Al dia siguiente.
Iba en el barco realmente molesta, creí que este viaje seriamos solo mi padre y yo, resulta que ahora vino William. Y para empeorarlo, parece venía una tormenta.
Brandon Williams es el hijo del conde de Austria, lleva viviendo más de diez años en Londres. Es una de las personas más prepotentes que he conocido y eso que me he topado con muchos de esos en mis pocos años de vida.
Es guapo, eso hay que admitirlo, pero para mi nada compensa lo grosero que es. Además de que tiene una mentalidad de otra época, es el propio cavernicola.
—¿Sigues molesta? —lo mire.
—Si, no entiendo por que viniste.
—Por que es un asunto que me concierne preciosa Freya, cuando seas mi esposa, te lo diré.
—¿Tu esposa? —me rei— ¿Quien dice que seré tu esposa?
—Yo —sonrio con arrogancia—. Solo que aun tu padre cree que no es el momento —rodé los ojos—, pero no voy a descansar hasta que seas mi esposa, creeme que voy a domarte.
—Escucha, idiota —le pise el pie con fuerza—, tu a mi no me vas a domar ¿lo entiendes? Primero, no soy un animal y segundo, en tus sueños me haré tu esposa.
Regrese a mi camarote, se que está aquí para persuadir a mi padre de que lo tome en cuenta para ser un prospecto para mi, pero esta equivocado si cree que pienso ceder a sus caprichos.
Mire hacia el techo escuchando la lluvia, desde hace rato estaban sonando los truenos, ahora llovería.
Escuche pasos, muchos pasos, como pude tome mi vestido y salí. Jadeé al ver el mar ¿en que momento esto se puso asi? Todos los tripulantes corrían de un lado a otro con cuerdas.
—¡Freya! —mi padre corrió hacia mi— escóndete en el camarote.
—Pero padre...
Una enorme ola movió con fuerza el barco y este se balanceo haciendo que mi papa y yo cayéramos al suelo.
Mi padre me tomó de la mano para llevarme hacia uno de los barcos salvavidas.
—¡Papá! ¡¿Que haces?!
—¡Tienes que bajar!
No me dio tiempo de responder cuando el barco fue bajado con fuerza haciendo que este cayera de golpe al mar. Mi llanto no se hizo esperar mientras gritaba por ayuda y por mi padre.
(...)
Mis ojos se abrieron al sentir el agua sobre mi rostro. Al estar más consiente, me di cuenta de que estaba en la orilla del mar. Justo a mi lado estaba el barco hecho pedazos. Con un poco de dificultad me puse de pie y me metí a más a la arena.
Estaba mojada y llena de arena, mire a mi alrededor y estaba rodeada de piedras y vegetación, mire hacia el mar y no habia nada mas que agua.
—No —susurre.
Mi corazon empezo a latir con fuerza y sentí que no podía respirar.
—No —jadee—. Tienes que mantener la calma Freya.
No, no podía mantener la calma.
—¡Hola! —grité— ¡¿Hay alguien?!
No había respuesta por parte de nada ni de nadie. Solo se escuchaba el mar y las aves.
Tome aire y camine por la arena buscando algo, algún indicio de dónde demonios estaba. Regrese al barco totalmente asustada, busque entre la madera y encontré unas cajas con galletas, cerillos que estaban mojados.
—Por Dios ¿que hago ahora?
De pronto escuche algo entre los árboles, tome una madera entre mis manos, no se que carajos estoy haciendo pero esto no me gusta.
De los arboles salió una enorme figura masculina con algún arma en sus manos, se acercó a paso lento a mi. Mi llanto se hizo presente al igual que el miedo.
El hombre estaba frente a mi y puedo jurar que es demasiado alto. Su rostro estaba cubierto de marcas o quizá pintura, no tenía nada en la parte de arriba más que unas cuerdas o algo asi.
—ʻo wai ʻoe? (¿Quien eres?)
No se que lengua era esa, pero se escuchaba demasiado aterrador por la voz tan grave que hizo.
—Ua nīnau au iā ʻoe (Te hice una pregunta)
—No entiendo qué dices... —dice sollozando mientras negaba.
Mi vista se fue hacia su enorme hacha que estaba cubierta de sangre.
—Yo, hice pregunta —lo mire— ¿Quién eres?
Entiende mi idioma.
—M-Me llamo Freya, soy Freya.
—Freya ¿de donde viniste?
—Mi barco se perdió en una tormenta —dije con voz temblorosa—. No se donde estoy...
—Aquí no pasa tormenta —dijo con voz firme y molesta— ¿Hay mas blancos como tu?
—No lo se, no se si hay más personas...
—Estás en territorio sagrado, blanca. Tu irte —señaló hacia el mar.
—¿Irme? Pero ¿a donde? —mire hacia el mar—, no tengo a donde ir.
—No ser mi asunto —se dio la vuelta y empezó a caminar hacia los árboles.
—Oye espera —alce mi vestido un poco y empecé a seguirlo como pude—, estoy perdida ¿si? Dime al menos en donde estoy..
—No —masculló—, odiamos a los blancos, son bestias mortales.
—Oye, eso sonó ofensivo —aun seguía yendo detrás de el—. No me conoces como para afirmar tal cosa... Mi barco se perdió en la tormenta y no se en donde estoy... Por favor ayudame.
—¿Por que blancos hablan sin parar? —murmuró.
—Escuche eso —lo mire mal aunque el no me mirase—, hablo en serio, estoy perdida.
El detuvo su andar y se volteo. Me quede fría al ver esa mirada intensa, me daba escalofríos que me miraba con mucho odio. Luego se acercó a mi hasta quedar frente a mi. Alce mi rostro para poder verlo mejor.
El ladeo un poco su cabeza mientras que sus ojos no se despegaban de los míos.
—Eres muy blanca.
No sabia que responder a eso.
—Tus ojos son del cielo —murmuró— y tu boca ser rosa como las fresas de las cosechas.
Tampoco entendía bien que era lo que me quiso decir con eso.
—Freya, tu ser Freya.
—S-Soy Freya.
Me paralice cuando acerco su nariz a mi rostro y empezó a olfatearme, su nariz descendió hasta mi cuello y luego hasta el valle de mis senos. Y por último, volvió a mirarme.
—Tu oler extraño.
Mi ceño se frunce al escucharlo, alce mi brazo para olerme, no notaba nada extraño en mi.
Solté un grito agudo cuando me tomo del mentón con fuerza para empezar a detallar mi rostro, yo no sabia que demonios hacer, por que el me doblaba el tamaño y se notaba que podía matarme de un solo golpe.
Aunque no creo que me mate, digo, ya lo hubiese hecho antes.
—Eres muy blanca —dijo, suave— eso es problema.
No entendía bien el por que, pero luego lo entendí cuando de la nada aparecieron mas hombres como el, pero esa vez más armados. Todos ellos gritaban de una forma aterradora mientras nos rodeaban.
Pude contarlos, hasta ahora eran ocho, todos igual o casi que el hombre que esta frente a mi.
—Mai hoopa oe, na'u no. (No la toquen, es mía) —dijo el y se escuchó molesto.
—E ke kaikaina, ma hea ʻoe i loaʻa ai iā ia? Me he momi lā, kekahi o nā momi nani loa. (Hermano ¿donde la encontraste? Parece una perla, de las más hermosas que hemos visto)
—Ua olelo au, na'u no (He hablado, es mía)
Todos ellos no dejaban de mirarme, unos con curiosidad, otros con recelo y otros con odio, mucho odio.
Ahora me estaba haciendo miles de preguntas.
¿Dónde está mi padre?
¿Donde demonios estoy?
Estoy demasiado asustada como para pensar en eso ahora, tengo que mantener la calma como siempre me lo ha enseñado mi padre. En situaciones de peligro debo mantenerme en calma y no perder la cordura.
Solo espero que mi padre y todos en el barco esten bien.
Hola hola, espero que esten bien, se preguntaran ¿por que hice esta historia? Pues estoy participando en un concurso de historias fuera de Wattpad. Me pidieron crear una historia desde cero y llegar a una meta de muchos votos y muchos comentarios.
Habran muchos premios, pero el mas importante es el primer lugar de un dinerillo y la oportunidad de sacar 50 tomos de un libro, así que espero que me ayuden mucho con esta nueva meta. ✨
Espero que todas me ayuden con sus comentarios y votos, esto significa mucho para mi Empiezo con la cabeza fría, pero con las mejores actitudes. Asi que deseenme suerte.
No olviden dejar sus votos y comentarios.
Besos, Rosslix.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top