Capítulo 20.- Pareja.
Editado: 04/ 03/ 2021
Pareja.
La tarde transcurría con tranquilidad mientras una tranquila charla era llevada en la sala de estar del palacio, Kankuro reía animado palmeando la espalda del caballero Lee en repetidas ocasiones mientras ambos reían metidos en sus aventuras de enfrentamientos y misiones. Gaara por su parte solo sonreía mirando de reojo a su pareja y la buena relación que llevaba con su familia, y al mismo tiempo ponía atención en la charla de su madre sobre la nueva decoración de la sala de descanso.
—Estas telas son muy buenas, y el color es muy relajante.
—Aunque me parece un color aburrido, hay mucha luz por aquí, sería bueno algo un poco mas obscuro mamá. —se inclina con sumo interés a las muestras de tela.
— ¿Así decoraras tu habitación con Shikamaru? —burlón se abraza al azabache a su lado.
—No, idiota, —le muestra la lengua con molestia —Tengo algo mejor preparado para eso, —sonríe con calma.
—Pero bueno... —menciona sonriente acomodando sus pelirrojos cabellos mientras sonríe en dirección de su madre —si quieren algo mas medido, ni tanta luz ni tanta obscuridad...
Con una sonrisa tranquila apunta unas telas en el álbum causando las amplias sonrisas de su madre y hermana que animadamente llamaban a los otros dos hombres de la habitación mostrando las telas con entusiasmo, ambos hombres dejaban su charla de lado mirando la felicidad en el rostro de aquellas damas; apenas la madre de los chicos comenzaba a compartir sus ideas sobre la decoración cuando las puertas se abrieron de par en par atrayendo la atención de todos ante el anuncio de entrada del emperador, todos se levantaron con prisa dando la debida reverencia para luego enderezarse y mirarlo un segundo al rostro.
—No se preocupen tanto, solo he venido por Gaara... —su mirada viaja sobre los presentes —y Lee.
Los nombrados asintieron con nerviosismo y luego de mirarse entre sí, avanzaron al ritmo del emperador hacia una habitación distinta; madre e hijos se miraron con algo de nerviosismo, pero al suspirar recordaron que aquel hombre ya había cambiado su actitud.
—Aun no me acostumbro a esto —suspira rascando su nuca —... es raro.
—Puedo decir lo mismo —sonreía con gracia la rubia —casi lo detengo e inicio una pelea como era costumbre.
Con una sonrisa, la mayor toma asiento —No puedo culparlos... Rasa de verdad había logrado hacerme odiarlo... —confiesa con tristeza —desconfiar de él.
Ambos chicos se acercaron a su madre consolándola de los recuerdos hirientes del pasado. En una habitación distinta, ambos jóvenes entraban tras el emperador quien hacia vaciar la sala quedándose a solas con ambos chicos; Gaara sostuvo con inquietud la mano de su pareja mientras el azabache le dedicaba una sonrisa tranquila a su príncipe; con un suave suspiro ambos tomaron asiento frente a su emperador.
—Lamento interrumpirlos de repente, pero... quisiera platicar un poco con ustedes dos, —suspira con inquietud —sobre dos temas diferentes... claramente —sujeta su nuca, nervioso —uno me inquieta mas que el otro, así que... si me expresó mal o no se explicarme... por favor solo deténganme y díganlo sin miedo.
Aun entre su confusión, ambos jóvenes asintieron y una vez Rasa se deshizo de sus ropajes excesivos de la realeza inspiro profundo listo para dar inicio a la charla; uniendo sus manos dirige la vista hacia su hijo y la pareja a su lado.
—Primeramente, quiero hablar de lo mas sencillo... —mirando al pelirrojo aprieta levemente sus labios —Es sobre el nuevo imperio que estamos poniendo en marcha, —levemente muestra una sonrisa que sorprende a ambos chicos —se que todos los estudios del tema, y la información de las reuniones han sido dadas directamente a Temari, porque... bueno, sinceramente tu hermana es alguien que creí muy capaz de soportar todo el peso de las reglas, es una líder nata ante mis ojos...
El menor asintió mostrando una leve sonrisa mientras el azabache a su lado dudaba respecto a su estadía en aquel lugar escuchando tales cosas de la realeza.
—Pensé que ella sería perfecta para protegerlos... —duda cabizbajo —yo quería irme... —baja la mirada con arrepentimiento —lo siento por eso, —eleva la palma de su mano mientras cubre su boca —pero sinceramente solo quería irme... estar en el trono es muy duro Gaara, en especial de la forma en la cual yo llegue al trono... es algo que te puede cambiar... que a veces te hace cometer acciones horribles aunque no quieras, y aunque la idea de cargar tal peso sobre los hombros de tú hermana no me gustara por completo... sinceramente quería marcharme con tu madre e intentar iniciar de nuevo... —exhalando un suspiro se inclina con culpa —yo de verdad amo a tú madre, yo hice tantas cosas para estar con ella y al final... —eleva las manos mostrando el lugar —cuando obtuve todo esto, ella me odió, —niega entre una sonrisa arrepentida —porque se enteró de la forma en la que lo obtuve... —suspira —jamás pase tanto tiempo con ustedes, no se las cosas que les gustan a mis hijos... y nunca tuvimos recuerdos agradables de familia... todo este tiempo me he sentido como un mal padre... ¡Y se que mi pensamiento de dejarlos y huir con su madre no fue el mejor! —aprieta sus parpados arrepentido —pero estaba desesperado, mi vida se sentía un fracaso y sentí que solo necesitaba verla sonreír de nuevo... —su sonrisa se desvanece por completo —pero realmente no tengo excusa, soy lo peor...
Con un tranquilo suspiro sostiene el hombro de su padre —Papá, se que todo fue difícil para ti, mas de una vez te vi luego de las reuniones con mamá o Temari... —abrazándolo da un beso en su mejilla —no fue tu elección subir en un principio, alguien te utilizo y tú lograste ser más listo y sobrevivir a su trampa... —se aparta sin soltar la mano de su padre —pasaron muchas cosas y quizá para Temari y Kankuro no sea fácil perdonar todo lo que pasamos, pero... mamá y yo estamos aquí para ti.
Con un fuerte abrazo el hombre abre los ojos mirando al azabache que incomodo permanece detrás de su hijo tratando de ignorar tal escena sentimental, algo avergonzado el rey se alejo arreglando su voz con total vergüenza pintada en el rostro.
—Lo siento, me desvíe un poco del tema... lo que quería decir es que yo quiero que tomes el control del nuevo reino Gaara, ahora existirá un reino mucho más grande hijo mío, las decisiones no solo serán tomadas por una persona y... nuestro reino necesita a un líder que sepa mantener la paz, cada reino a elegido a un portavoz, Kakashi por los Hatake, Sakura por las Haruno, Shisui por los Uchiha... —le dedica una sonrisa —y tú por nosotros —sujeta su hombro dirigiéndole una sonrisa —se que es algo sorpresivo y de seguro no te lo esperabas, pero he visto grandes cosas en ti, no eres solo fuerza... —sonríe orgulloso —eres cerebro, tú y ese chico Uchiha pensaron en unir a los reinos, algo que nadie había pensado hacer de forma pacífica, pero de la nada creaste un plan y con los días contados para ir contra un fuerte enemigo, además de que en el proceso rescataste a gente bajo el control de aquel líder, nos hiciste aliados a todos, así que... pienso que ciertamente, el más correcto para mantener la calma entre los distintos pensamientos de los portavoces eres tú, hijo mío, y tus hermanos parecen estar de acuerdo.
La mirada del pelirrojo de mayor edad se dirige hacia el azabache de la sala que orgulloso sonríe sin despegar la mirada de aquella confusa cara que se muestra a su lado.
—Pero padre... —menciona por lo bajo preocupado.
—Un rey siempre tiene ayuda, —sonríe tendiendo un papel —Desde un guardia de confianza, una mano derecha, sus mas fieles sirvientes y claramente su pareja.
El azabache eleva la mirada sorprendido mientras el rey entrega una pluma a su hijo, el chico observa dudoso el papel frente a él.
—Esté papel deja en claro quienes serán las personas que te acompañarán en el palacio central durante las reuniones importantes... es tú decisión, pero si no te sientes seguro puedes elegir a tu hermana como mano derecha y creo que... el lugar de Kankuro es claro para tu corte... —observa al azabache —y tú parte es mucho más clara que la de mi segundo hijo.
Aunque dudoso, el joven da un asentimiento rápido mientras sonríe, por su parte Gaara se muestra preocupado y dejando los papeles de lado pone su palma por delante haciendo detener las palabras de su padre.
—Por favor padre, detente y dame un segundo, por favor déjame hablar de esto... —exhala un suspiro con inquietud —Bien... —mira directo a su padre mientras pasa la mano entre sus cabellos rojos —lo haré, —Dice algo resignado —lo haré por ti padre... pero esto sinceramente no es lo mío, justo como has dicho, Temari será mi mano derecha y Kankuro mi caballero personal, pero no... no puedo permitir que Lee se vea envuelto en esto, no lo haré amarrarse a estas leyes tontas que te prohíben salir a las calles sin protección... —con tristeza aprieta los labios —No somos una pareja...
Tragando saliva, el azabache siente helar su piel, por su cuerpo recorren aquellas palabras haciendo temblar su centro... y dolido e inquieto entre abre la boca haciendo avanzar su mano hacia el joven pelirrojo que, aunque triste, mantiene la decisión sobre su padre en alto.
—Gaara... —con el entrecejo fruncido sostiene su muñeca — ¿Podemos hablar un segundo?
— ¿Qué?... —dudoso mira un segundo a su padre y solo aparta la mano del azabache para acercarse a él —Oye, no te preocupes por esto, puedo hacerme cargo de este tema —sonríe tranquilo —así que solo espera un segundo, —tragando grueso se gira hacia su padre —esa es la única condición padre, no quiero que Lee se vea envuelto en todo esté embrollo de reinos.
El hombre pelirrojo duda ante la mirada molesta y confundida del azabache que se encuentra detrás de aquella mirada llena de decisión y firmeza que porta su hijo. La mirada enfadada y firme del azabache toma dirección a los ojos del emperador sorprendiéndolo por tal seriedad, el hombre de dura presencia asentía a la mirada de aquel chico.
—Gaara dame un segundo —insiste tomando la mano de su pareja.
Sin esperar respuesta Lee jalo a su pareja fuera de aquella habitación, el azabache pide a los caballeros que cuidaban la habitación para apartarse por un rato, ellos se alejan dejando a un pelirrojo sorprendido por el poder de la palabra de su pareja sobre los caballeros.
— ¿Qué... qué ocurre Lee?
— ¿No somos pareja? —cuestiona con enfado — ¿Realmente no lo somos? —lo sujeta por los brazos mirándole con tristeza —Gaara, yo te amo.
Sorprendido, el pelirrojo sujeta los brazos de su pareja con terror del malentendido — ¡No me refería a eso! Yo también te amo Lee, eres lo mejor que me ha pasado en la vida... —aprieta la tela de la ropa ajena —pero dijiste que no querías quedarte atrapado por todas éstas normas y yo... —acaricia la cara de su amando —solo no quiero interponerme en tú camino... te amo... y me encantaría llamarte "Mi pareja" pero si yo hiciera eso... tu nombre debería estar en el papel junto a mi nombre, y ya no podrías salir con libertad, no podrías ser tu mismo... —baja la mirada decaído —y no quiero que cambies y te limites por mí
— ¿Y sí quiero hacerlo? —sus miradas se encuentran entre la decisión y la duda — ¿Y si quiero que me llamen "Tú pareja" aún cuando eso me limite?
—Pero...
Sujetando su mejilla sonríe —No necesito salir para ser libre amor mío, mientras este contigo ya me siento de ese modo —besa los labios ajenos con profundidad —Gaara... —une sus frentes entre un exhalar profundo —quiero ir a tu lado por el camino que decidas tomar, pero quiero que tú estés seguro y decidido a tomarlo por ti, no porque lo diga tu padre o tus hermanos, ni siquiera por mí, quiero que tú estés seguro de lo que harás el día de mañana... que disfrutes dirigir a su lado, que tampoco te encuentres apresado a nada.
Con la mirada pensativa siente el tomar de su mano y como su pareja lo guía al interior de la habitación en donde un rey cabizbajo sube la mirada entre un suspiro.
—Gaara... —menciona apenado — ¿Te gusta vivir aquí?
Dudoso, toma asiento al lado de su pareja —Si, padre.
—Y... sinceramente... —su mirada se suaviza — ¿Te gustaría ser el portavoz del reino Subaku? Yo no quiero obligarte a esto... a ninguno de los tres... yo... —inquieto juega con sus manos —lamento si parece que te obligo, simplemente... me gusta pensar que serás un líder extraordinario, si tú decidieras hacerlo, no te quedarías solo hijo mío, tendrías la visión de tus hermanos... y tú madre y yo siempre estaremos ahí para ti cuando lo necesites.
Entre su pensar el joven sonríe levemente por lo bajo —Quiero hacerlo, pero... tengo un poco de miedo, —busca la mirada de su padre —Con un reino tan grande será imposible salir sin correr el riego de ser asesinado... y yo aun no quiero morir... no ahora... —sujeta la mano de su pareja —y tampoco deseo permanecer mas tiempo encerrado, yo quiero salir a pasear al lado de Lee, quiero ver a mi pueblo de cerca y convivir con ellos, quiero ver de frente los avances de nuestro nuevo reino.
El azabache sonríe complacido —Mi rey, si me permite... —pide la palabra que le es cedida —Me comprometo a proteger a su hijo así que... Estoy dispuesto a poner mi nombre en esa hoja y convertirme en su pareja oficial.
Con una risa asiente —O, pero hijo, no es en esa hoja en la cual debes poner tú nombre... —con cuidado entrega un pergamino al joven —Está hoja lleva el nombre de toda nuestra familia, aún no somos muchos, —bromea —y de hecho, esto me lleva a la segunda platica que pareces decidido a tomar la responsabilidad por nuestro reino —sujeta el hombro de su hijo —que confío en que lo harás bien.
—Gracias padre.
Curioso el pelirrojo se sujeta al brazo de su pareja mirando la hoja que le había sido entregada, en ese papel se podía ver el nombre y fotografía de su abuelo paterno, la unión de su madre y padre, el nacimiento de ellos tres y la unión de su hermana mayor con el chico Nara.
—Es el árbol familiar —sube su sorprendida mirada —Pero Lee... ¿Él puede estar ahí? La ley dice que...
—Lo sé, pero al demonio, —Dice animado —serás el primer príncipe en contraer matrimonio con un concubino, y resulta ser el momento perfecto para hacerlo con la llegada de este nuevo reino con nuevas leyes, pero...
La alegría se borra del rostro del pelirrojo por el momento, y rendido solo regresa la mirada hacia su padre resignado a escuchar malas noticias.
—Ya que estas dispuesto a ser el portavoz del reino, y dudo mucho que tengas objeciones respecto a la unión con Rock Lee, necesitan que los otros reyes y reinas aprueben su matrimonio por igual... esto será una buena oportunidad para que los conozcas y para que pruebes un poco de una reunión en este nuevo circulo.
—Si... suena bien. —Dice algo inseguro.
—Entonces... ¿De verdad nos está dando su bendición? —menciona esperanzado.
—Claro que sí, mi hijo es feliz a tú lado, se siente seguro y... a luchado contra todo un reino por quedarse a tu lado... jamás olvidare aquel día, cuando volviste herido y a punto de desmayarte, —sonríe agradecido —habías perdido mucha sangre, pero aun así no paraste de correr hasta llegar y poner a mi hijo a salvo, y luego te quedaste a su lado aun cuando tenías tus heridas abiertas, le hiciste compañía... estuviste dispuesto a dar tu vida para que él siguiera viviendo, y eso no fue por ninguna ley o el puesto, lo hiciste por él —sujeta su mano —y no creo encontrar a una mejor persona para estar al lado de mi hijo, para cuidarlo y velar por su amor y salud.
El chico sonríe agradecido por aquellas palabras y se pone de pie tomando camino hasta el emperador que recibe su abrazo, el rey se mostraba algo incomodo con el acercamiento, pero lo aceptaba. Al separarse del abrazo el azabache se volvía hacia su pareja sonriéndole con ánimos y recibiendo la misma acción por parte de su pareja.
—Mmm... padre, sobre la reunión, ¿Cuándo se llevará a cabo?
El hombre asiente —Primeramente tendrás clases sobre leyes imperiales incluidas en tus clases de defensa y lucha, las clases serán por la mañana y terminarán luego del medio día, esto es solo para que te pongas al corriente, tus tardes estarán libres así que disfruta del momento y si quieres sal del reino con tu esposo a mirar más de los alrededores —recomienda animado —antes de que lo olvide, mas tarde Temari te entregará el tratado de los reinos y te explicará los puntos y el día de la próxima reunión, creo que te sentirás más tranquilo al hablar con ella.
Entre un asentimiento se pone de pie junto a su pareja —Aun tengo una pregunta mas padre... ¿acaso tú... no tienes planeado vivir con nosotros en el nuevo palacio?
Rascando su sien sonríe —No estaré lejos, no voy a huir así que no te preocupes... hace tiempo que no vivo como lo que soy, y quiero volver a ser un pueblerino común para estar con tu madre... además creo que es mejor, quizá no lo sepas, pero el emperador Hatake no tiene padres, la emperadora Haruno por igual y el emperador Shisui tampoco... todos son menores, sería incómodo ser los únicos adultos del lugar...
Entre una risa el chico se acerca para abrazar a su padre con cariño, mientras Lee toma los papeles que debían Gaara se despidió de su padre y la pareja salió de la habitación con una sonrisa en cara mientras se dirigían a la habitación del príncipe; apenas la puerta detrás suya se cerró, Lee tomo a Gaara en brazos elevándolo entre hacerlo girar, ambos reían y Gaara se aferraba al cuello de su pareja con cariño.
—No puedo creerlo, nos vamos a casar —besa los labios de su pareja —Gaara, nos vamos a casar.
Entre su alegría el pelirrojo siente tocar el suelo, y seductor toma la mano de su pareja para dirigirlo hacia la cama de la habitación, Lee lo sigue completamente animado y apenas el pelirrojo toma asiento Lee se hinca para besar su mano con cariño.
—Ahora mismo... desearía haber tenido tu primera vez en un lugar mucho mas especial... para que lo recordarás con una sonrisa.
— ¿Y tú crees que no lo recuerdo con una sonrisa? —acaricia la mejilla de su pareja guiando la mano de él sobre su pierna —Lo recuerdo... con tanto cariño —sonriendo suelta los lazos de su Yukata.
Lee sonríe entre el admirar ese pálido y bien delineado cuerpo sentado frente suyo; manteniéndose sobre su rodilla desliza su mano por la pierna del chico hasta sujetar firmemente la cintura de su pareja, y con una sonrisa se acerca al cuello del pelirrojo besándolo suavemente; los pezones de su pareja no se hacen esperar y rápidamente se endurecen encendidos en la excitación del momento mientras las manos de Lee viajan por aquel cuerpo, suavemente Lee comienza a palpar el pecho ajeno causando el contraer de su amado.
— ¡Mngh! —cubre su boca aferrándose al cabello de su pareja —Lee...
El mayor admira embelesado la belleza de su pareja y sube entre un suspiro atrapando los labios ajenos entre un apasionado beso que acceden sin remordimiento a tal esperada unión. Poco a poco ambos cuerpos terminan tumbados en la cama permaneciendo desnudos mientras al compás mueven sus caderas entre vaivenes lentos y profundos, sus manos dibujan el cuerpo contrario mientras sus suspiros forman el nombre de su pareja en un tono lleno de necesidad; con la sensación eléctrica recorriendo ambos cuerpos, las manos gruesas de Lee se aferran a las caderas color perla de su pareja, entre quejidos de ambas bocas los vaivenes comienzan a ser mucho mas recios obteniendo como fruto los gemidos de su pareja, el pelirrojo oculta su rostro entre las almohadas intentando contener las fuertes sensaciones que llenan su cuerpo.
— ¡Aah, Lee... Lee... —extiende la mano sujetando la mano sobre su cadera —justo ahí, sigue... sigue golpean... ¡Aaah... ahí! ¡ahí!
Sus pequeñas manos de pronto se aferraban a las sábanas mientras aquel azabache mordía sus labios conteniéndose de explotar en excitación, sus gruñidos resonaban profundos en la habitación y deslizándose sobre la espalda de su pareja comenzaba a besar sus hombros y su oreja mientras acariciaba sus pezones obteniendo gemidos aun mas profundos, Gaara se movía bajo su cuerpo, sus caderas seguían las embestidas del azabache.
— ¡Ya... ya casi...! —expresaba el azabache.
Perdido en su placer comienza a masturbarse —Yo... yo también...
El trasero del príncipe se apreto y Lee no pudo contener por mas tiempo su placer, entre respiraciones agitadas ambos terminaron viniéndose y acostándose al lado del otro, con una sonrisa en cara se miraban con cariño y alegría; Gaara se gira dándole la espalda a su pareja que se acerca abrazándolo con cariño mientras cubre su cuerpo.
—Se que serás un buen Rey... —susurra en su oído.
Sonriente cierra los ojos —Contigo a mi lado lo haré mucho mejor.
—Gaara... —besa su hombro — ¿Quieres ir a pasear mas tarde a caballo? Podemos ir a la laguna de siempre...
—Mm... —Dice adormilado —Me encantaría... ¿Podrías despertarme más tarde?
—Lo haré para la cena —descansa su barbilla sobre la melena roja de su pareja.
El pelirrojo termina dormido entre los brazos de su pareja manteniendo una sonrisa complacida sobre su rostro. El emperador Rasa se detiene frente a la sala de descanso de su familia y se adentra con una leve sonrisa.
—Temari.
La rubia se levanta y después de arreglar su vestido avanza hacia su padre asintiendo.
—Gaara accedió a ser el portavoz de nuestro reino, sus clases inician mañana, y ya que oficialmente se casará con su caballero, quisiera que les informaras sobre los otros portavoces y el lugar de reunión, tiene que presentar un anuncio formal hacia los otros dirigentes para convencerlos de aprobar la boda entre plebeyos y reyes.
Desde la mitad de aquellas palabras todos se habían quedado sorprendidos, pero apenas el emperador dejo de hablar los tres presentes se miraron entre si para comprender si lo mencionado de verdad había pasado; de pronto todos sonrieron llenos de alegría levantándose de sus asientos.
— ¿¡Realmente se van a casar!? —se abalanza con euforia a abrazar a su padre — ¡No puedo creerlo! —se aparta tomando las manos de su hermano — ¡Lo vamos a ver vestido de lujo al lado de Lee!
—Haaa... —sonríe dudoso —si... que alegría... —gira la mirada no muy convencido de su emoción.
— ¡Por favor Kankuro! —se acerca sujetándose al hombro de su hijo — ¡Tu hermanito se va a casar!
—Eso es... lo que no me agrada tanto... —sonríe incómodo.
Todos ríen divertidos por la actitud sobreprotectora del castaño sobre su hermano menor, el castaño les sigue entre la emoción aun cuando una sensación de perdida le llenaba el pecho.
—E... entonces, —recupera la idea — ¿Va a verse con todos?
—Si, iban a tener una reunión pronto sobre... —su sonrisa disminuye —los hyuga, ¿No?
—Si... —tragando grueso entristece por igual —pero... ¿Crees que sea un buen momento para que lo diga? Los Hyuga son...
—Tiene que decirlo cuanto antes, los tratos están hechos y la construcción del muro iniciará cuanto antes... además debe de entregar el papel con la información de la gente que vivirá en el palacio junto a él, y Rock Lee también debe estar allí.
Todos se miraron sorprendidos, y aun que su festejo se apagara un poco, todos sonreían por lo bajo dándole la razón mientras seguían festejando y pensando en como arreglar el lugar para la nueva unión.
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