22. Un plan retorcido
Narra un desconocido
Flash Black
Cuatro años atrás, Madrid España, 18 de noviembre del año 2035.
Veo sus ojos perfectos y sonrisa de ángel al jugar con su madre y su nueva familia... No puedo evitar clavar los ojos en su madre, suelto un suspiro mientras termino de poner en marcha los últimos detalles de mi plan.
Si ella tan solo supiera que todo lo que ha pasado en los últimos años ha sido su subconsciente cuidándola de aquellos momentos traumáticos, todo fuera diferente y ella estaría conmigo y con su hermano. Miro fijamente sus manos sobre las cuerdas de la guitarra mientras su madre o mejor dicho la mujer que ha dañado su vida entera durante los últimos años la observa, solo necesito sacarla de la cárcel donde está y mi princesa estará a salvo.
—Jefe, todo en orden para mañana—añade Carlos posicionándose a mi lado.
—Muy bien, Carlos—murmuro mirándolo de reojo y volviendo la vista hacia mi niña.
—¿Cree que seguirá abusando de ella si solo finge su muerte?—pregunta sin más, clavo mi mirada en él.
—Por el bien de su cabeza lo hará, siempre ha pensado más en ella y en el alcohol que en sus hijos.
Carlos asiente dándome la total razón—Además está de acuerdo en que mate a su propio esposa y a la mocosa solo para que yo no la asesine y le de dinero suficiente para vivir toda su miserable vida—gruño con asco volviendo la mirada hacia su sonrisa "perfecta" es un monstruo, solo que con otro tipo de disfraz.
Fin del flash back
--Hace unos meses--
Salgo de mis pensamientos y empiezo a escribir con cuidado la carta.
Cuatro años han pasado y han sido penosos, ya que, aún te tengo lejos de mi, princesa mía.
Pero, no es todo hoy hace cuatro años presenciaste la cosa que desató tu llanto y todo a causa de tu bienestar, sabes ame tener una oportunidad de mirarte, ver tus ojos preciosos y profundos. Sigues siendo hermosa, aun así no me agrada la idea de que me creas como el malo.
Suelto un suspiro mientras escribo cada palabra y oración, desatando una molestia en mi pecho.
Ella y yo fuimos los causantes ¿no es así? Ella causó daños colaterales y yo desate su muerte. No hay mal que por bien no venga, o eso dicen. Y he aquí un recuerdo de aquella noche tan maravillosa en la cual te volví a ver y te permití ser libre.
Dudo unos segundos antes de concluir y solo coloco mi inicial.
A.....
Miro con detenimiento el sobre y termino guardando la carta allí, me levanto del escritorio y bajo las escaleras dándole la carta a Cross, el suele ser más discreto a la hora de entregar mensajes anónimos así que por eso lo uso a él para este tipo de cosas. Bajo directamente a los calabozos que hay en lo más profundo de la mansión y escucho su llanto al pisar el último escalón. Pobre retoño. Su madre ha sido demasiado cruel con ella y a mi lo último que se me ocurrió en esos años de desesperación por parte de ella fue traerla aquí.
—Sei bellissima mia piccola bambola macabra— (eres hermosa mi muñequita macabra).
Sus ojos me reparan con miedo, a veces me pregunto porque ella hizo lo que hizo, después de todo es su sangre, claro tomando en cuenta que hizo lo mismo con nuestra hija en más de una ocasión no me sorprende.
—¿No me saludas?—pregunto abriendo la celda y acercándome a ella, sus ojos me reparan y sin pensarlo dos veces se lanza hacia mí y me abraza, acarició su pelo y su cuerpo tenso se relaja de inmediato.
—Hola—susurra con la voz ronca, sonrió levemente y me aparto de ella dejando un beso sobre su frente.
—Ella estará aquí en unas semanas—añado cuando el silencio reina entre ambos. Sus ojos son apoderados por la rabia y el remordimiento mientras que yo la observó con detenimiento.
—La odio—murmura con asco y asiento.
Selene, su cabello negro y crespo, de tez blanca y suave, pero dañada con cicatrices causadas por años de maltrato, sus labios finos y agrietados por la falta de agua y comida y ojos verdes tal y como los de ella... Su madre... Su verdugo, una sombra que la atormentó por años. Aún recuerdo cuando me confesó que tenía otra hija y que la odiaba con toda su alma, en ese instante me confesó que estaba embarazada de mi primogénito.
Le pedí que me explicara y solo me dijo que fue violada cuando tenía dieciocho y desde allí su vida se volvió una mierda, según ella. Desde entonces moví mis influencias en la mafia hasta dar con la pequeña de seis años, recuerdo que Carlos fue el que la encontró...
Flash Black
Hace dieciocho años (2021- Italia)
Sus ojitos asustados y los moretones en su cuerpo me hacen querer matar a la supuesta mujer que amo con mis propias manos... Su cabello oscuro y sucio al igual que los trapos que trae puesto me hacen estremecer de ira.
—Hola preciosa—susurro acercándome a ella y se esconde detrás de Carlos para abrazarlo, me fijo en él y este le sonríe.
—¿Qué hiciste para que se encariñe contigo tan rápido?—inquiero mirando como ella se aferra a su pierna.
—Le compré agua y comida—dice y se encoge de hombros.
—Llévala a cualquiera de las criadas y haz que la cuiden, después ven conmigo—me dirijo a subir a mí despacho. Al cabo de unos minutos la puerta se abre y Carlos se adentra en la oficina.
—Quiero que la vuelvas una asesina, necesito que tenga las habilidades de una asesina retorcida y el odio que tiene ante su madre será lo que usarás como motor para que lo sea— le ordenó y el asiente con una sonrisa.
—Cross te ayudará, después hablaré con él—añado y le aclaro que puede retirarse.
Fin del flash back
Actualmente ella tiene veintiséis años y su medio hermano veintiuno, mientras que mi pequeña Nix tiene apenas diecisiete, aunque falta poco para los dieciocho y por ese motivo pondré todo en marcha e inconscientemente ella será una de las piezas claves para demostrar que su madre siempre ha sido peor que yo. Y claro está que el rencor que le ha guardado siempre será un detonante más.
Su madre es cruel, una mujer con la capacidad de crear un plan y vender al pobre infeliz de Sebastián a la hija, que ni recuerdo el nombre y a Nix por dinero no es más que una hija de perra, claro, yo entre en su juego, pero solo para proteger a mi hija. La cual necesito de vuelta, porque aunque sea la menor ella será mi heredera y tiene que tener unos conocimientos un tanto interesantes porque el mundo de las mafias es más complejo que sólo dirigir una red de drogas.
—Te voy a necesitar y en cuanto ella llegue tu saldrás de aquí—añado y ella asiente mirando a la nada.
Siempre la hemos entrenado con el fin de que sea una asesina y así es, lo único que no sabe es que tiene hermanos y eso yo lo usaré a mi favor.
♪♪♪
Bajo a las celdas y ella está recostada mirando el techo sucio y lleno de humedad, en cuando introduzco la llave y suena la cerradura está suena y ella se levanta con tranquilidad.
—Es hora mi pequeña asesina—ella sonríe y asiente con delicadeza.
—Por fin volveré a verte, madre—susurra de manera oscura.
Subo con ella los escalones y sin más ella se pierde por el pasillo hacia los baños, ella conoce este lugar al pie de la letra y he aprovechado que mi hijo no está aquí para que ella se pueda mover con tranquilidad.
Si algo siempre he sabido es manipular a la gente y el dinero mueve al mundo, todo es más simple.
Por ello, hace unos años obligue a un médico a entregar un cuerpo falso como mi supuesto hijo y una cara de difusión a mi ex esposa Adelayla, luego de accidente fríamente calculado con intención de recuperar a mi descendencia y el único motivo por el cual Nix no está conmigo desde hace años es porque su hermano no me lo permitió, pero eso no me detuvo a estar presente en más de una ocasión , desgraciadamente la perra de su madre causo demasiado daño emocional, pero será una asesina a pulso, lo lleva en la sangre.
Las horas pasan y ella entra al despacho, su cabello perfectamente lacio cae por debajo de sus caderas, tiene un vestido negro hasta las rodillas el cual se ajusta a su figura esbelta, me dedica una sonrisa torcida a lo cual le correspondo igual, sus ojos negros se encuentran con los míos mientras no borra su sonrisa, se que volver a verla es su anhelo aunque preferiría matarla a que solo ver su rostro después de tanto.
—Estas preciosa mi pequeña asesina—la halago y esta asiente con una sonrisa.
—Puedes ir a tu habitación, comer algo, luego te avisaré cuando esté todo listo—aviso y asiente.
—Está bien—añade y sale del despacho.
Busco entre mis cosas y saco su expediente psicológico. Lo ojeo con tranquilidad como de costumbre, desde que ese muchacho apareció en su vida he movido muchas piezas del plan. Aunque podría quitarlo de mi camino con mucha facilidad, demasiada, en realidad, pero aún no es el momento.
Miro con detalle sus últimos avances, tengo que empezar a desequilibrarla nuevamente y no es algo nuevo de volver a hacer. Unos toques a la puerta me hacen salir de mis pensamientos.
—Accade—(pase)
—Jefe tenemos noticias de su...—levanto la mano para que no mencione su nombre, suelo manejar este asunto con mucho cuidado el guardia se calla automáticamente y asiento para que continúe.—La hemos encontrado—informa y sonrió ladidamente.
—Molto ben fatto, Cross (Muy bien hecho, Cross)—lo felicito y el asiente. Cross es mi mano derecha y sabe que hacer y que no, su lealtad es algo que admiro y que se recompensará cuando así se merece.
—Estuvo dispuesta a ir, pero por obvias razones no la dejare ir sola he mandado a Carlos con ella.
—Mandaste a una asesina con él—inquiero con molestia en español, el niega.
—Diez guardias de los mejores van como escoltas y es un asesino astuto dudo que ella lo mate primero y no al contrario—añade con rapidez y tranquilidad.
—Tráeme un radio y comunícame con el, ahora—demando con rapidez, Cross asiente y sale de mi oficina, al cabo de dos minutos él vuelve con una radio en mano.
—Está en línea, señor—informa entregándome el aparato.
—Jefesitoooooo—exclama del otro lado de la línea, hago una mueca de desagrado.
—¿Dónde mierdas están?—pregunto con clara molestia.
—Ese humor brillando como siempre —murmura con sarcasmo.
—Carlos—gruño con molestia.
—Uhg, vamos de camino—hace una leve pausa—la loca tiene muy mal carácter, ya me di cuenta porque...
—Cierra la puta boca Carlos—gruñe Cross y solo respiro hondo.
—Perdonen—dice sarcásticamente soltando una carcajada y cortando la comunicación.
—Aun admiro su paciencia—añade Cross rompiendo el silencio formado hace unos segundos. Asiento levemente mientras espero a Carlos.
El cual no tarda en llegar, detrás suyo entra ella su cabello rubio y ojos negros e imponente figura alta y esbelta, le sonrió y ella me dedica una cara de desagrado puro.
—No se cual es la necesidad de volverme a buscar Andrew—gruñe de mala gana. Cuando entra yo envío el mensaje directo a la habitación de Selene, avisando que se prepare para la próxima señal.
Sonrió rápidamente mientras ella sigue de pie junto a la puerta, Carlos y Cross se ubican a mi lado—¿No te alegra volver a ver a tu hija?—pregunto disfrutando su reacción, todo su cuerpo se tensa y resopla con enojo.
—¿Qué sucede?, ¿Fingir tu muerte y ser la causante de asesinar a tu ex marido no te deja dormir tranquila?—inquiero sin borrar la sonrisa de mis labios, observo detenidamente como sus ojos se oscurecen por odio.
—¿O piensas culparme solo a mí por sus traumas?, fue divertido ver como no soy el único hijo de puta, bueno a ella siempre le hiciste creer eso—sonrió haciendo una pausa. —Te recuerdo que su madre también es una hija de perra, igual que yo—y eso es su detonante.
—¡CIERRA LA PUTA BOCA!—grita Adelayla y luego desarma a uno de los guardias y revienta la botella de whisky que había encima de mi escritorio, para luego apuntarme con el arma. Cross le apunta rápidamente y Carlos mantiene una sonrisa torcida.
—Baja el arma, Cross—dice Carlos mirándolo con una sonrisa y yo asiento, termina haciéndome caso y bajando el arma.
—Hazlo que quieras—demando retándola con la mirada y ella apunta a mi cabeza.
—Dejarías a tu hija sin padre por segunda vez—digo con dolor en mis palabras. Uno que claramente no siento.
—Mira que suficiente trauma le creamos juntitos como sus amados y perfectos padres—la debilitó con mis palabras y sus ojos se llenan de lágrimas, está a nada de quebrarse.
—¡CIERRA LA BOCA , NO SABES TODO LO QUE HE SUFRIDO ESTOS AÑOS!—exclama soltando varias lágrimas junto a sus palabras.
—¿En Alemania o en el Caribe?, es un poco difícil sufrir en Europa o en Asia—ironizo negando levemente.
—Tú me obligaste—susurra con las manos temblorosas.
{Tres...}
—Oh no cariño tú eres un monstruo igual que yo—sonrío y ella baja el arma unos segundos.
{Dos..}
—¡NO LO SOY!—grita y da pasos lentos y temblorosos hacia mi. Sonrío y niego. En cuanto él estaba cerca, le ordeno a Selene que empiece a subir las escaleras.
{Uno.}
—Padre—su voz se hace presente en la habitación mientras sonrió con amplitud, ella por su parte se queda helada y palidece poco a poco.
—Hijo—susurra y se da la vuelta mirándolo y dándome la espalda. Disfruto el espectáculo y Carlos sonríe aún más.
—Madre—su voz se escucha con nostalgia y pongo los ojos en blanco.
En cuanto ella trata de acercarse a él, la puerta se abre y ella se adentra en la habitación...
Adelayla frunce el ceño y me mira con asco.
—¿Una puta nueva?—inquiere con sarcasmo y asco.
—No—respondo con tranquilidad.
—Es una vieja conocida—añade Carlos con una enorme sonrisa, Selene la mira con desprecio puro y mi hijo busca mi mirada en forma de pedir respuestas.
—¿Quién eres tú?—pregunta con asco.
—¿No me recuerdas?—hace una pausa—, madre—añade Selene con una sonrisa torcida.
—Cuánto tiempo ha pasado pequeña Selene—añade Cross y ella sonríe con tranquilidad al igual que yo. La mirada de su madre se clava en mí con miedo y confusión.
—Bienvenida nuevamente pequeña asesina—Carlos añade más leña al fuego.
—¿Me explican quién mierdas es esa mujer?—interrumpe mi hijo— ¿Y que mierdas hace ella aquí?—señala a su madre con molestía.
—Que bonita reunión de víboras venenosas—habla Carlos en voz alta, se lleva una mala mirada de mi parte y otra de Cross.
—Solo falta la presa, esto será divertido—murmura nuevamente con una sonrisa torcida.
—¿Y yo qué cabrón?—su cabellera rojiza se hace presente y ahora sí sonrió con amplitud.
—La que faltaba, ahora sí que empiece el juego—añade Carlos con una sonrisa juguetona.
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