20. Huecos, grietas y cicatrices.
Nix
Mis manos tiemblan mientras corro desesperadamente hacia su cuerpo, las lágrimas no dejan de salir.
—No, no, no—balbuceó una y otra vez cayendo arrodillada frente a su cuerpo sin vida.
—Por favor no te vayas, Logan no me dejes sola—susurro con dolor mientras tomo su rostro sin vida entre mis manos.
—Es tú culpa—susurran a mi espalda y niego con temor.
—Si lo fue así como es tu culpa que ti hermano murió, tu padre se fue y todos a tu alrededor mueren o se largan porque eres una asesina—exclaman y tapo mis ojos negando, todo a mi alrededor se vuelve negro y unos segundos después se ilumina todo, dejándome ver un charco de sangre frente a mi.
—¡Tu culpa!—gritan y niego.
—¡Tuya y de nadie más!
—¡Asesina!
—¡Defectuosa!
—¡No!—exclamó mientras mi respiración falla.
—¡Nix!—una voz demandante se oye a lo lejos.
—Pequeña diosa—susurran y abro los ojos llenos de lágrimas, cuando reaccionó me doy cuenta que Logan está a mi lado y estamos en su habitación, sin darle tiempo a reaccionar me lanzó sobre él abrazándolo con fuerza.
Mis lágrimas no cesan y mis manos tiemblan al pasar de los segundos no me logro calmar hasta que Logan levanta mi mentón y me mira a los ojos.
—Estoy aquí, pequeña—asiento ante su voz y me pierdo en sus ojos, aparto la mirada.
Hace tres días pasó lo de Ely y odio tanto a Carlos como a mi padre si es que esta vivo, tengo tanto miedo de que algo le pase a Logan o a mi familia o incluso a mis amigos, pero con Logan me siento segura no por eso debo bajar la guardia, si Carlos vino a verme no es bueno y tengo miedo de que le haga algo a Erik o a mis tíos. El funeral de Ely lo organicé yo con parte del dinero que tengo para pagar mi carrera universitaria, mi interior se comprime al recordar una de nuestras tantas charlas sobre "el futuro" y las imágenes trajo Carlos aún duelen como nunca.
—Cuando salga de aquí iré a la universidad, seré la mejor doctora del puto mundo—susurra y sonrió.
—Eso es increíble, pequeña luciérnaga—sonrió apretando sus manos.
—Te imaginas cuando salgamos de aquí y nos enamoremos de algún idiota—su risa se hace presente y yo niego entre carcajadas.
—Y luego llegue el indicado como en los libros—murmura y yo sonrió escuchando atentamente sus palabras.
—Sabes; me quiero casar toda vestida de blanco como en las revistas que dejan aquí para que nosotras las veamos—murmura con los ojos iluminados.
Mi pecho se hunde ante los cientos de recuerdos que tenía con ella, suelto un suspiro y recuerdo algo que le prometí, bueno nos prometimos hace un año.
—Cuando nos guste alguien con todo el corazón debemos contarle nuestro pasado ¿no es así?—pregunta mirando las estrellas.
—Bueno...supongo pero, a pesar de que esa persona esté en peligro por todo lo que nos rodea. ¿Lo haremos?
—¿Hacemos un pacto?
—No pienso invocar a nadie—aseguró incorporándome sobre el pasto del patio.
Ella ríe y niega.
—Eres una aburrida, pero este no es el caso. Haz y repite lo que yo—asiento y ella lleva su mano izquierda a su pecho, imitó su acción—Yo Ely.
—Yo Nix.
—Prometo que cuando quiera a alguien con todas mis fuerzas
—Prometo que cuando quiera a alguien con todas mis fuerzas— repito después de ella.
—Le contaré mi pasado así como le dejaré conocer todos mis huecos, grietas y cicatrices.
—Le contaré mi pasado así como le dejaré conocer todos mis huecos, grietas y cicatrices—ella sonríe, aparta su mano de su pecho y la escupe, hago una mueca y río para luego imitarla.
Apretamos nuestras manos y hacemos una mueca de asco luego de apartar nuestras manos y nos empezamos a reír con fuerza.
—¿Cómo sabremos quién es la persona indicada? —murmuró y ella mira al cielo.
—Pues no sé, nunca me he enamorado—se encoge de hombros.
—Pero, supongo que no harán falta las palabras para decir lo que nos pasa al estar con esa persona, la conexión que tendremos en ese momento será como un boom y nos sentiremos amadas a pesar de que estamos rotas—murmura luego de un rato largo de silencio, asiento y la abrazo.
—Te quiero—susurro aun abrazadas.
—Yo también te quiero pequeña luciérnaga —ella me sonríe.
Suelto un pequeño suspiro y luego me aparto de sus brazos.
—Ahí cosas que debes saber—susurro, él asiente y como puedo calmo mi respiración.
—Cuando era pequeña mi vida era un caos, mis padres discutían todo el tiempo, mamá me culpaba por esas discusiones...—mis palabras se traban en mi pecho y respiro hondo para continuar, él sujeta mi mano—aunque nunca me culpe realmente por todo lo que sucedía mi hermano siempre me sacaba de la casa con estúpidas excusas y ahora entiendo el porque, cada vez que volvíamos a casa mamá no estaba o de vez en cuando mi padre, de hecho algunas veces ninguno de los dos estaban ahí, mi padre siempre estuvo conmigo sin importar lo que pase entre él y mamá, pero mi madre me repetía mucho que era un desastre, por mi heterocromía y empecé a usar los pupilentes desde que tenía memoria, pocas veces me los quitaba, mi padre se hartó de mí o bueno, eso dijo mi madre. Desde que tengo memoria he ido a distintos psicólogos porque tenía sueños horribles con mis padres, además de los ataques de ansiedad y mi padre me llevaba a terapia, mi hermano me solía acompañar porque mamá aseguraba que yo estaba tan defectuosa que no valía la pena, cuando papá se fue ella siempre fue distante conmigo, pero con mi hermano las cosas cambiaron de lugar ella lo ama con todo el corazón y luego estaba yo...—hago una pausa y ahogó un sollozo
—Que solo recibía pequeñas migajas de todo lo que él recibía y cuando murió todo se derrumbó...fue un día después de que mi psicóloga dijera que estaba avanzando...él me llevó a comer helado y cuando íbamos a regresar a casa, paso una tragedia, solo tengo pequeños recuerdos de eso...él murió y mamá decayó, me culpo durante días o mejor dicho meses y mentiría si diría que no me culpe de la misma manera que ella lo hizo, me sacó de las terapias y allí empeore, los ataques, las pesadillas jodieron todo el tiempo que había pasado en terapia, esa vez creí que me iba a morir, ella estaba ebria la mayor parte del tiempo y me daba miedo, recuerdo que cuando eso pasaba yo me escondía bajo de la cama y lloraba durante horas y horas rogándole a Dios que ella dejará de golpear la puerta de mi habitación mientras me repetía lo mala persona que yo era, pero luego de mucho tiempo llegaron dos personas a mi vida a las cuales ame como a nadie, Sebastián y su hija la cual era unos añosmayor que yo, se llamaba Patricia, pero yo le decía Past y prácticamente se convirtió en mi pilar más grande, ella fue la que me hizo sentir que no estaba rota como lo decía mamá constantemente, me hizo sentir amada otra vez, me hacía reír, me apoyaba en mis pequeñas locuras y cuando mamá se caso con él y ellos estaban cerca todo cambió y para bien...
Miro de reojo a Logan y él me mira atentamente suspiro y continuó
—Pero aquella noche llegó y Past tenía una presentación de patinaje, aún recuerdo que se veía hermosa con aquel traje rosado y todo era perfecto mamá me había dicho que me quería y me sentía en el cielo, la noche estaba húmeda con indicios de lluvia pero nada más, no llovió en toda la noche y no me esperaba nada de lo que pasó después...—aprieto su mano y mi pecho se hunde ante mis siguientes palabras—era de madrugada y yo me había dormido en brazos de papá, porque así comencé a considerar a Sebastián él había ''curado'' a mamá y la había enseñado a quererme y yo con el tiempo también los quise y les di todo lo que mamá nunca me dio y eso me destruyó aun más, aquella madrugada todo se volvió negro, recuerdo las palabras que se hicieron presentes en frente de la puerta de mi habitación "No toquen a Nix, solo céntrense en su madre, los demás serán daños colaterales" eso me aterro tanto y cuando quise salir de mi habitación las luces se apagaron por culpa de los rayos, salí aterrada y cuando iba por los pasillos, específicamente en las escaleras escuché una voz fría proveniente de no se donde y susurro "Principessa vieni qui, vuole vederti" (Princesa ven aquí, él quiere verte) y de un momento a otro me tenía sujeta mientras yo sollozaba por ayuda y estaba tan aterrorizada que en un punto de mi forcejeo escuché los gritos de mamá y de papá..
Las lágrimas recorren mis mejillas mientras lloro
—Luego me llevaron a donde estaban ellos, yo sollozaba y pedía que me soltaran, Sebastian rogaba porque me dejaran ir, él estaba cubierto de sangre y yo solo lloraba con miedo mientras a mamá le habían dado un fuerte golpe en su rostro y cuando pude reaccionar a papá lo golpeaban varios hombres y yo lloraba como nunca, era como si los golpes eran directos para mí, escuché los gritos de Past y mi mundo se caía, vi como ellos abusaron de mi madre y cuando ella se liberó para acercarse a mi presencié como mi mundo se terminó de romper en miles de pedazos al mismo tiempo que una bala atravesó su cabeza desde entonces sufro un trastorno post-traumatico y los ataques empeoraron en cuanto paso el tiempo, algo que en sí no ayudaba a mi trastorno, luego mis tíos me trajeron aquí y me internaron en el psiquiatrico allí me encerré en una burbuja y me destruí sola noche tras noche me repetía que yo tenia la culpa de todo, hasta que me di cuenta que no podía más y salí de aquellas cuatro paredes, necesitaba aire fresco y mientras caminaba escuche a Ely me adentre en su habitación a pesar de que ella era peligrosa y se volvió mi...hermana...con ella volvío un poco de felicidad...y luego de un año allí dentro salí y conocí a Marco el cual me demostró que de la misma manera que yo lo quería, él me destruiría elevado por mil y así fue, me engaño y me hizo sentir una mierda tal y como me hizo sentir mamá—hago una pausa y respiro hondo debatiendo si continuar o no, pero decido seguir hablando.
—Me destruí tanto como nunca lo habían hecho y a pesar de todo lo que pasó nunca recupere lo que era cuando apenas cuatro años, solo era una niña y todo se cayó tan rápido que ni siquiera me había dado cuenta que todo estaba mal, mi madre siempre dijo que mi padre biológico era un mal hombre y nunca le tomé importancia, yo lo amaba, pero lo que ha pasado con ella no me deja dudas de que mamá tenía razón...—susurro quebrandome entre sus brazos, mi llanto se escucha en la habitación y solo son sus pequeños susurros diciéndome que no tengo la culpa de nada mientras acaricia mi cabello. Aun falta algo que tengo que contarle pero, no me salen las palabras ya que soy un puto desastre de mocos y lágrimas.
Mi pecho descansa sobre su cuerpo y él solo me brinda su apoyo, cosa que aprecio, demasiado en realidad. Aún recuerdo el miedo que recorrió mi cuerpo hace dos semanas que me pidió que lo dejara estar en mi vida. Y que de hecho sigo teniendo el mismo miedo a que le hagan daño.
—¿Quieres que te prepare una torta de manzana?—pregunta con suavidad.
—Pero no sabes hornear—murmuró sorbiendo mi nariz apartándome de su cuerpo.
—Puedo aprender, no es que vaya a quemar la cocina o algo así—se encoge de hombros y me saca una pequeña risa.
—Mejor te ayudo.
Niega y deja un beso en mi frente.
—Estaré bien, tu solo relájate—acaricia mi mejilla limpiando algunas lágrimas que hay en mi rostro.
—No, quiero ayudarte—me levanto de la cama y le extiendo mi mano, él la toma y jala mi cuerpo hacia el suyo.
—Deja de culparte no es sano, para sanar debes soltar pequeña diosa—murmura cerca de mis labios, pego mi frente a la suya y dejo un corto beso en sus labios evitando el tema.
—Vamos, te ayudaré xódo—susurro apartandome de su cuerpo, él rueda los ojos y termina aceptando mi ayuda.
♪♪♪
Suelto una pequeña carcajada al momento en que él estornuda otra vez porque está cubierto de polvo de hornear.
—No se por que estas limpia y yo no—gruñe entre dientes mientras sacude el polvo de su cuerpo, muerdo mi labio interior y niego.
—Mmm, porque yo no me quería creer repostero profesional—sonrió mientras él niega con el ceño fruncido. El hornear siempre ha sido mi refugio y mi lugar feliz, junto con la música aunque últimamente me he desconectado demasiado de una de las cosas que más amo y es escribir canciones.
—A ti te salió bien. El estornudo fue el causante del desastre.
—Yo tengo tres años horneando muchos postres y tengo experiencia, pero no por eso voy a estornudar cerca del polvo de hornear—digo sarcástica entre carcajadas y él pone los ojos en blanco nuevamente. El se acerca a mí y sonríe ampliamente antes de robarme un beso.
—Ve a ducharte—murmuró con una leve sonrisa.
—¿Vienes o le temes al éxito?—pregunta con una sonrisa pícara y rápidamente mis mejillas arden.
Voyy
—Mmm...no...
Pero, yo sí quiero.
—Esta bien sino quieres pequeña—asegura interrumpiendo mis tartamudeos mirándome a los ojos, no digo nada durante unos segundos y él besa mi frente antes de girarse sobre sus talones e irse de la cocina.
—¡Pero...si quiero!—exclame.
Esoo.
Él aparece con una sonrisa y abre sus brazos haciendo una seña para que me acerque a él. Hago caso con timidez y él me pega a su cuerpo, me levanta con facilidad y rodeo mis piernas en sus caderas.
—¿Te puedo desnudar?—murmura con suavidad en mi oído y una corriente recorre mi columna vertebral instalándose en mi zona baja, emito un pequeño sonido ante su pregunta. Sus labios recorren mi cuello y clavícula mientras sostiene mis caderas.
Él camina a través de los pasillos conmigo entre sus brazos, busco sus labios con desesperación haciendo que él se aparte de mi cuello y besándome con desesperación y ternura a la vez, desenrosco mis piernas de su cadera cuando llegamos al baño.
Sus manos van directamente a mis caderas y levanta con cuidado mi camiseta, supongo que está tratando de dejarme claro de que no hará nada sin que esté cómoda. Doy un paso adelante dejándole saber que continúe, no es que no haya tenido relaciones sexuales con alguien, sino que hace mucho que no las mantengo.
Él quita mi camiseta y mira mis pechos durante unos segundos antes de agacharse frente a mí y dejarme en bragas, eleva la mirada arrodillado y trago grueso, su sonrisa se escucha en el silencio del baño al igual que mi respiración muy agitada.
—Eres la cosa más perfecta que he tenido el honor de ver en mi vida—susurra aun arrodillado, mis mejillas se sonrojan y él sonríe.
Se levanta y quita mi sostén con rapidez, él se desnuda quedando solamente en bóxer, él se adentra a la ducha y extiende su mano hacia mí, me acerco a él mientras él abre la ducha. En sus manos echa un poco del shampoo y me pide que me dé la vuelta, hago caso el agua nos empapa y el empieza a masajear mi cabello mis músculos se relajan a medida que el masajea mi cabeza, sus manos viajan a mi espalda cambiando el shampoo por jabón de manzana me giro hacia el y tomo el jabón vertiendolo en la palma de mi mano derecha. Mis labios se entreabren al bajar la mirada a la erección que esconde su bóxer mojado. Trago grueso y empiezo a bajar mis manos por sus abdomen lentamente, no puedo evitar bajar la mirada otra vez a su bóxer.
Joder, te necesito dentro mío.
Nunca imaginé ese tipo de comentario saldría de esa boca.
{Que...}
—¿Me lo estas pidiendo o exigiendo pequeña?—inquiere con voz ronca y tardo un segundo en caer en cuenta que acabo de hablar en voz alta(el universo debe estar en mi puta contra). Mis mejillas arden y mis ojos no saben hacia dónde mirar.
—Yo...no...qui...quiese...amm...de...—decido que es mejor hacer silencio.
—Mejor me calló—murmuró apartando la mirada y mis manos de su cuerpo.
—Si tanto me quieres dentro tuyo, arrodíllate y pídelo desde allí pequeña—su voz es demandante, jadeo asombrada por sus palabras y sin embargo hago caso a su orden y término arrodillada ante él.
—Pídeme lo que quieres, pequeña—demanda levantando mi mentón.
—Follame por favor—le pido en un susurro ante su atenta mirada oscura.
—Wie ich um mein Leben bitte (Como me pida vida mía)—murmura en alemán extendiendo su mano hacia mí y obligándome a ponerme de pie, toma mi cintura pegándome a su cuerpo, jadeo ante el contacto de su miembro en la parte de arriba de mi cintura.
♪♪♪
*JKJKJK procede a dejarlos intrigados*
Adiós, se les quiere, Kris <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top