16. El desastre de pintura
Logan
Miro a mamá diseñando y me acerco a ella besando su mejilla. He venido porque ella me lo pidió, de hecho iba a visitar a Nix a su trabajo para invitarla a salir esta noche.
—Neo me contó que te gusta alguien, ¿es cierto?—voy a matar a ese idiota.
—Vaya qué directa mamá—respondo sarcástico.
—Logan, te estoy hablando en serio.
—No.
—Logan...
—No me gusta, siento cosas por ella y listo, no es que me esté enamorando.
—Bien—murmura y se acerca a la librería que está detrás de ella. Rebusca algo y me balanceo sobre mis pies.
—Hace mucho tiempo, cuando tus abuelos se conocieron...—bufo y ella me mira seriamente.
—Perdón, continúa.
—Cuando tus abuelos se conocieron tenían una forma de amarse inefable. Papá me contaba que amaba a mamá como a ninguna otra mujer y en su primera cita el hombre estaba tan enamorado y feliz de tenerla a su lado—{¿Acaso no escucho que no estoy enamorado de ella?} salgo de mis pensamientos y vuelvo a escuchar lo que dice— que le regalo lo que representaba su amor en ese momento, tu abuela esa que mueve mar y tierra porque las cosas se hagan como las dicta y que es coronela—asiento—, pues mi madre en ese momento se apasionaba por el dibujo y la pintura así que papá le regaló unas medallitas las cuales compartían, la pasión del abuelo era el cantar y tocar la guitarra y las medallas tenían un pequeño imán los cuales unían ambas medallas, mamá me las dio luego de que papá murió y me dijo que te las diera a ti porque a mi no me correspondían, ya que no estoy casada con mi primer amor...
Alto ahí ¿Casado? No, no, no y no, eso ni de broma.
Ella me extiende ambos collares.
—¿Recuerdas que solo dije que me atraía mamá? No es como que me arrodille y le pida que se case conmigo en cuatro años—le aclaro interrumpiendola, su mirada asesina me hace levantar las manos en forma de rendición.
—Cállate, yo solo cumplo con los deseos de tu abuela y si no las quieres se las das a ella y le explicas que no las quieres—declara enojada.
—Si las quiero—termino aceptando, ellas las guarda en una caja de terciopelo y me las da.
—Usa esas medallas bien y que la tenga la chica que le presentes a tu abuela, porque yo no la voy a detener si quiere darte unos putasos por idiota—me dice finalmente y asiento.
—Logan te estoy hablando en serio, si lo que te pasa con esa chica solo es sexual no le des la medalla.
—No es sexual—masculló entre dientes.
—¿Que me garantiza que no es sexual?
—¡Conociendo al chismoso de mi hermano! Ya te dijo cosas que no debía—exclamó sabiendo que está escuchando desde el otro lado de la puerta y la abro de golpe, el cae al suelo.
—¡Ay! Por aquí no es el baño—finge sorpresa y lo miro mal.
—Mamá, no es sexual y punto.
—Claro que no es sexual, me hizo llevarle el auto hospital—mamá me mira perpleja y lo miro para que cierre la boca, pero no me hace caso, solo continúa parloteando— y me enteré que ella estaba allí y mi hermanito no entra a ningún hospital desde hace años—añade y mamá me mira con sorpresa.
—Hoy la invitará a una cita. —{¿Como mierdas...}—También supe que ayer a las cuatro de la mañana fue a buscarla a no se donde y mi querido hermano no arruina su sueño por ir a buscar a cualquiera, o se te olvida que cuando termine ebrio en...—se calla de golpe al darse cuenta que mamá no sabe que mi hermanito fuma, bebe y hace muchas cosas ilegales.
—Bueno, adiós—balbucea y sale corriendo.
—¿Todo lo que dijo es verdad?
—Si.
—¿Y no estás enamorado de ella?
—No.
—Dime la verdad—demanda y pongo los ojos en blanco.
—No y punto—digo serio, ella bufa y termina asintiendo.
—¿Puedo irme?—ella asiente y salgo de su despacho.
Trato de irme, pero mi nana me detiene.
—¿De verdad no estás enamorado? Mira que tus ojos no son los mismos...—otra más.
La interrumpo—¡Dios, paren ya! No es no —exclamó con frustración.
Salgo de la mansión cerrando de un portazo, me adentro en el auto y bufo. Sacó el estuche con los collares y lo guardó en uno de los cajones del auto. No pienso darle eso, lo cursi se me ve ridículo.
¿Se te ve ridículo? Claro hasta a mí, luego de que me los pusieran bien puestos.
Terminó más cabreado con lo que aporta mi conciencia, respiro hondo y pongo en marcha el carro, Legna me mando la ubicación donde trabaja y sin yo pedirla, esa chica le encanta jugar a la casamentera.
Aparco frente al café y me bajó del auto, meto mis manos en ambos lados de mis bolsillos. La campanita del lugar suena cuando entro, las personas me miran como si fuese lo más cercano a ver un Dios y admito que yo también me miraría así.
Me acerco al mostrador con el fin de preguntar por ella, saludo.
—Buenas tardes.
—Hola soy Nix, bienvenido o bienvenidos a Belén's Coffee ¿Que desea ordenar?—responde y sonrió al verla completamente inclinada buscando algo.
—¿Puedo ordenar una cita con la chica detrás del mostrador?—preguntó coqueto recostando mi cuerpo en el mostrador.
Ella trata de levantar la cabeza y termina chocando contra el mismo, trató de no reírme y se me termina escapando una sonrisa.
—Mierda—masculla, llevando ambas manos a su cabeza.
—¿Entonces, si puedo ordenar lo anterior? —susurro mirándola y se sonroja.
—¿Tu silencio es un si? Pequeña diosa—inquiero con una sonrisa, ella asiente.
—¿Nos vemos esta noche o paso por ti cuando tu turno acabe?.
—Nos vemos esta noche—me confirma y asiento.
—¿Puedes salir del mostrador?—pregunto cuando siento unas ganas inmensas de besarla, ella muerde su labio inferior.
—No, al menos que estés en una mesa y tenga que atenderte—susurra mirando mis labios y solo sonrió, me aparto del mostrador acercándome a una mesa, paso por el lado de un grupo de chicas que ni atención les pongo.
Me siento y tomo el menú de este lugar, sin embargo no me doy cuenta que está al revés, hasta que sus labios rozaron mi oreja y susurra;
—Está al revés, Xodó.
Trago grueso con total discreción ante la mención de ese apodo, suelto un suspiro y lo siguiente que le confieso me sorprende.
—Así me traes, mi pequeña diosa—y sin más le robo un beso, sus mejillas se sonroja completamente y sonrió al ver su sonrisa.
—¿Te traigo al revés?—pregunta con una sonrisa, muerdo mi labio inferior.
—A mi y a mi mundo—le aseguró mirándola a los ojos.
—¿Y qué vas a ordenar?
—Técnicamente dudo que en el menú estén tus besos—le sonrió lanzándole un beso, me pongo de pie y me acerco a ella.
—No—susurra cuando estoy totalmente cerca de su rostro, hago un pequeño puchero...
—Es una pena, pero por lo menos puedo robarmelos—digo apenado y me acerco a su boca rápidamente robándole otro beso, le sonrío cuando me aparto.
—Nos vemos esta noche, pequeña diosa.
—A...adiós—balbucea en un susurro y me inclino hacia ella besando su frente, terminó marchandome.
Me subo a mi auto y lo pongo en marcha.
Analiza lo que acabas de hacer.
{Acabo de hacer un maldito puchero}
Término maldiciendo, mientras conduzco al gimnasio.
♪♪♪
Ya tenemos varios minutos en el restaurante y no hay nada que me haga apartar la mirada de sus ojos, lastima que no le de seguridad no usar los pupilentes, porque Dios esa niña con los ojos de diferente colores me tiene jodidamente mal. Al final de cuentas nos mantenemos en silencio mientras nos miramos a los ojos.
—¿Y si nos hacemos preguntas? Para pasar el tiempo—pregunta rompiendo el silencio, asiento con una sonrisa.
—Empieza tu pequeña.
—Bien...¿3 cosas a las cuales les tengas miedo?
—Cuando yo respondas, luego tú respondes las mismas preguntas—le pido y ella asiente, pienso unos segundos y en realidad solo ahí algo y son los hospitales.
—A los hospitales—susurro y me quedo pensando unos segundos mientras la miro a los ojos, pero nada—Y a nada más—me termino encogiendo de hombros—¿Y tu?
—A la oscuridad, a la lluvia y a los cementerios.
Asiento.
—Te toca preguntar.
—¿Tres cosas que ames?
—Cantar, hacer bizcochos y la soledad ¿Y tú?
—Correr, estar con mi familia y la nieve—simplificó con normalidad.
—Bien, ¿Has roto la ley? ¿Y como?
—Si, varias veces—susurro y ella parpadea varias veces—las carreras ilegales, estacionar en lugares prohibidos, por culpa de la velocidad y porque una vez le llame gilipollas a un oficial mientras estaba borracho—respondo, en realidad creo que faltan más, pero me las ahorro.
Veo como ella aguanta la risa y unos segundos luego responde—Si. Por las carreras y por las peleas.
—¿Peleas ilegales?—la pregunta me sale completamente perplejo, su sonrisa me deja anonado.
—No te creo—susurro mirándola.
—No tengo por que mentir.
—¿Me llevas?—prefiero verla...
¿Nueva fantasía sexual desbloqueada? Si definitivamente se vería como la diosa que es en un ring.
También está esa de verla arrodillada...
{Solo haz silencio}
—Te aviso cuando vuelva.
La imagen mental de ella rompiéndole la cara a alguien es muy caliente...
—¿Las has dejado?—pregunto ignorando los comentarios calientes de mi conciencia.
—Si, por las terapias de los últimos meses—respondió apartando la mirada, asiento y no hago más preguntas sobre eso.
—¿Hablas más de un idioma? ¿Y cuáles son?
—Si y son el italiano, inglés, español, el portugués y el lenguaje de señas—responde y parece perderse unos segundos en sus pensamientos, así que espero a que su mirada vuelva a mi para responder.
—El alemán, inglés, francés y japonés.
Voy con la siguiente pregunta pero, me interrumpe la chica con la comida.
—Disculpen la tardanza, aquí está su comida.
Ambos asentimos y le agradecemos por la cena, ambos en silencio nos mantenemos en silencio, llevo los trozos de piña a mi boca con tranquilidad. Levanto la mirada un poco y ella abre su boca llevando un trozo de sushi a sus labios.
Te la imaginas de rodillas...
Trago grueso y acomodo la pequeña erección que se despierta inmediatamente mi conciencia menciona eso. Ambos acabamos y la chica se acerca a retirar los platos, empezamos a tocar temas tribales y solo puedo mirar sus labios, está demasiado hermosa esta noche y no puedo concentrarme si no la beso. Me acerco a sus labios y cuando nuestros alientos chocan...
Los gilipollas que tengo como amigos (Dereck y Jack), llegan junto unas cuatro chicas las cuales ni miro y se acercan del todo a la mesa.
—Holaa—canturrea Jack con una sonrisa, voy a matarlo.
—Esperamos no interrumpir...
—Si lo hacen—mascullo realmente enojado y el hijo de puta de Dereck se ríe.
—¿Podemos sentarnos?—pregunta una de las chicas, hago una mueca, me tenso y pienso en mil formas de mandarlos al diablo pero, siento como Nix aprieta mi mano ligeramente y me sonríe.
—Si claro, siéntense—ella accede y para no actuar como un hijo de puta no les digo nada, la chica se sienta en mis piernas, hago una mueca de asco y terminó soltando a Nix para levantar a la cosa esa que esta en mis piernas, pero ella hace que ponga mi mano en una sus tetas.
La miro hastiado, de soslayo veo como Nix se mueve incomoda. Levanto a la cosa esa y tomo la mano de Nix nuevamente, ella me sonríe un poco.
—¿Ya cenaron? —pregunta Dereck, respiro hondo y asentimos al mismo tiempo.
—Voy al baño, con permiso—ella sonríe y se levanta.
Invita...
Me pongo de pie al ver como mi teléfono empezó a sonar una y otra vez con un número desconocido. Camino hacia el baño de hombres.
Si es él, lo voy a mandar al infierno. Contesto.
—¿Hola? —respondo y unos segundos después hablan, es Neo.
—Hola hermanito—susurra y suelta una pequeña risa, una chica menciona su nombre, esa voz solo significa que...
—Neo¿Estás drogado?—inquiero preocupado.
—Noup, tu estas drogado—vuelve a reír.
—¿Dónde estás? ¿Que paso?
—Papá... Me...busco y...—su voz se quiebra.
—Dame tu ubicación, por favor—le pido y en unos segundos llega su ubicación, está a una esquina de aquí.
—Por favor ven a buscarme—me ruega y algo dentro de mi se encoge.
—Voy para allá—aclaro y me acerco a la mesa.
—Dereck dile a Nix que me espere, pasó algo con Neo—le pido y sin esperar respuesta salgo de allí corriendo.
Dice que está en un motel barato, termino corriendo hasta allí, me mandó su ubicación en tiempo real por lo que se me hace fácil subir directamente a la habitación donde se encuentra.
Toco la puerta con fuerza y su cabellera de diferentes colores, su cuerpo envuelto en una toalla me reciben.
—Logan—me sonríe y la miro mal, la aparto caminando a grandes zancadas hacia mi hermano, él está contra la pared no está completamente desnudo, trae sus pantalones mantiene una posición fetal y sus manos a ambos lados de su cabeza.
Sostengo sus manos y hago que las aparte de su cabeza.
—Neo—susurro su nombre, sus ojos enrojecidos y su mirada desorientada me miran.
—Sacame...de...aquí—balbucea y sin más que decir hago lo que me pide.
Bajo las escaleras con el abrazándome como cuando era más pequeño.
—Mañana voy a hablar con ese hijo de perra muy seriamente—gruño.
—Llama...a...A...Aranza—balbucea su nombre varias veces, me extiende su teléfono.
—No, llamaré a mamá—aclaró acercándome al restaurante.
—Por...favor—me súplica y termino escribiendo su nombre en WhatsApp, no aparece nada...
—¿Cómo la tienes agregada?—frunzo el ceño mirándolo.
—Mmm...bebe—balbucea y pongo los ojos en blanco marcando su número, responde inmediatamente.
—a..hola Neo—balbucea.
—Soy su hermano y él te necesita, ¿puedes venir por él?
—Ss...sí claro—se traba al hablar.
—Bien, te mando su ubicación—le aviso y ella termina tartamudeando un pequeño 'está bien'.
—Si algo te pasa voy a romperte los huevos por imbécil—reprendo y unos minutos después la chica llega.
—Logan...¿Eres su hermano?—asiento y con cuidado lo subo al auto.
—Cuidalo, por favor—le pido y ella sonríe y asiente.
Me acerco al auto en busca de los collares...quizás no sea mala idea dárselos a ella, los guardo en la parte trasera de mi pantalón y camino nuevamente hacia el restaurante, ella pasa por mi lado echa una furia, la detengo confundido.
—¿ A dónde vas?.
—A casa—expecta molesta, frunzo el ceño {¿Que les hicieron esos idiotas?}
—¿Qué pasó? ¿Acaso no estás cómoda?
—No me siento cómoda—responde sin mirarme y levanto su mentón tratando de acariciar su mejilla, cosa que no me permite.
—Podemos irnos y luego hacemos algo más—le propongo y ella niega inmediatamente.
—Quiero estar sola.
—No pienso obligarte a nada, si prefieres irte—hago una pequeña pausa—Te llevaré a casa entonces pequeña diosa—le digo y ella vuelve a negar.
—Me voy en taxi, puedes quedarte e ir con los chicos y sus ligues—murmura...
Está celosa, está celosa...
—No, yo te llevaré y punto.
—He dicho que no quiero que me lleves Logan puedo sola.
—Y no he dicho lo contrario, pero te llevaré yo.
—Ya pedí el taxi no hace falta—asegura y sin más trata de irse.
—Te acompaño afuera—le soy directo y ella no dice nada.
Nos mantenemos en silencio y un taxi blanco aparcar a unos metros.
—Es ese, adiós—dice y trata de irse, me acerco al taxi y toco el cristal.
—Buenas no...
—Ahorrate el saludo que nadie te ha pedido ¿Cuanto quieres por el taxi?—digo frío e inexpresivo
—Señor no está a la ven...
Lo interrumpo.
—No me importa ¿Cuánto quieres por él?
—Quince mil dólares—responde el señor.
—Bien—me limito a responder y saco una chequera, quiere irse en taxi pues en taxi NOS vamos.
—Logan no...—trata de interponerse y la miro, ella aparta la mirada.
—¿Quieres irte en taxi?—asiente sin mirarme—Pues YO te llevaré en taxi así sea lo último que haga esta noche pequeña diosa—aclaro mirándola fijamente y el hombre baja del taxi, me entrega las llaves y yo le entrego el cheque.
—Vámonos—declaro y abro la puerta del copiloto, ella me mira enojada y entra al taxi. Me trago la sonrisa de satisfacción al ver cómo hace lo que digo.
—¿Y tu carro que?—masculla entre dientes, sin mirarme.
—Mañana vendré por él—respondo mirándola de reojo, ella asiente y no vuelve a hablar en todo el camino, llegamos a la residencia.
Miro como se quita los tacones y baja del taxi dando un portazo, suelto una maldición y bajo del auto dejando las llaves en este. Salgo corriendo detrás de ella y veo como sube los primeros escalones, suelto un suspiro y corro hacia ella.
Veo como disminuye la velocidad de sus grandes zancadas y aumento la velocidad hasta llegar hasta ella, jalo su cintura y la pego a la pared mirándola fijamente.
—Logan, suéltame.
—No ¿se puede saber el por qué de tu actitud?—pregunto mirándola a los ojos, ella apriete los labios y termina apartando la mirada.
—No es tu puto problema—gruñe sin mirarme.
UHHHHHH
—Todo lo que tenga que ver contigo es mi puto problema.
Uhhh
—No me digas ¿desde cuando?
ESO MAMONA...
—Desde que me interesas—respondí tomando su mentón haciendo que me mire, trata de zafarse y aprieto su agarre en su cintura.
*Analizando*
—Suéltame—demanda y enarco una ceja.
—¿Te quedaste sin argumentos?—le pregunto con una sonrisa.
Uhhh
—Dame banda.
¿Wtf?
—No entiendo y la respuesta es no—sonrió y la levanto obligándola a que enrede sus piernas a mi alrededor.
—Logan, suéltame.
—¿Y si no que?
UHHHHHH
—Esto—me da un golpe en la parte de arriba de mi estómago obligándome a soltarla.
—Eso fue un golpe bajo, pequeña diosa—gruño y ella corre.
Subo tras ella cuando logró recuperarme por fin puedo sujetarla, entonces la vuelvo a poner en la misma posición que teníamos en el piso anterior, sujeto su cintura más fuerte y coloco sus manos por encima de su cabeza, rozó nuestro labios...
Estás en constancia de que esta posición es...
{Cállate}
—Umm ya se que pasa, ¿Estas celosa?—murmuró cerca de su boca.
—Si, estoy celosa ¿y qué?—gruñe dejándome perplejo.
—¿No que solo amigos?—le pregunto con una pequeña sonrisa y ella me fusila con la mirada.
—Solo somos amigos—aparta la mirada.
—Mírame—demandó y ella me hace caso.
El aire de sumisa me gusta...
Me incliné hacia sus labios y sonrió a centímetros de ellos.
—Si somos amigos como tú dices ¿Por qué los celos?—le pregunto mirándola.
—No te importa—gruñe y sonrió.
—¿Sin argumentos nuevamente?.
—Suelta mis brazos—me pide y niego.
—Te muestro mis argumentos si me sueltas los brazos—susurra y sin más la suelto poco a poco.
Ella lleva sus manos a mi nuca y me termina besando con necesidad y deseo, sigo el beso introduciendo mi lengua en su boca, ella se aparta unos centímetros y susurra mientras me mira a los ojos;
—Ese es mi argumento y punto.
—No es muy válido, pero lo acepto—murmuro, mientras sostengo su cuerpo con una mano y con la otra acaricio su mejilla.
La cercanía de sus labios y su cuerpo me hacen volver a apoderarme de sus dulces y suaves labios, en este caso ella es la que introduce su lengua en mi boca.
—Hazme tuya—me pide cargada de necesidad, ella roza nuestros cuerpos y con eso me es imposible decir que no.
—Mmm, como usted diga, pequeña—susurro con una sonrisa, mis manos suben un poco su vestido, rozó mis anillos en los bordes de sus bragas y le arranco un jadeo, empiezo a dejar besos en su cuello mientras sigo con los roces por encima de la ropa.
—Logan.
Otro jadeo y sonrió contra su cuello.
—¡Aah!—gime cuando introduzco un dedo dentro de ella, este entró con facilidad esta demasiada mojada, su espalda se arquea ante los movimientos que ejerzo dentro de ella. Introduzco otro dedo sin aviso y ella suelta un gemido que hace un pequeño eco en el lugar, sus uñas se clavan en mi espalda por encima de mi ropa..
—Mierda, estás tan apretada pequeña—gruño en su oído y obtengo un jadeo como respuesta, se arquea completamente, entonces aumentó los movimientos de mis dedos y ella se apodera de mis labios y termina gimiendo en mi boca.
—Me voy a...—sonrió en su cuello y no dejo que termine la oración, porque se termina corriendo en mis dedos, los sacó de su interior y ella suelta el agarre de mi cuerpo arrodillándose ante mí.
—¿Puedo?—pregunta y sin mencionar una palabra solo asiento, sus manos desatan mi cinturón y libera mi gran erección a la cual ella se queda mirándola con total sorpresa.
Ella la toma entre sus manos y cierro los ojos soltando un gemido disfrazado de gruñido, ella lo introduce en su boca de golpe y la saca inmediatamente empezando a toser, bajo la mirada sorprendido y sus mejillas están rojas.
—Nunca haz...
Me dedica una mirada asesina
—¿No es muy obvio? —pregunta sarcástica y suelto una pequeña risa.
—Mejor te guió—susurro y sin más ella asiente.
—No lo metas completamente y respira por la nariz—le explico y tomo su cabello haciendo una coleta alta.
Cuando empieza a chupar mi miembro echo la cabeza hacia atrás disfrutando como su boca envuelve mi miembro perfectamente, gruñidos salen de mis labios con frecuencia. Mi polla palpita en su boca dándole aviso que estoy por terminar, sus manos toman mi polla y acompañan los movimientos de su boca, aprieto los músculos estoy a punto de correrme y supongo que me hará terminar afuera de su boca
—Pequeña diosa—gruño muy despacio, terminando en su boca.
—¿Por que sabe agridulce?—pregunta y yo trato de estabilizar mi respiración, bajo la mirada hacia ella, la cual sigue arrodillada frente a mi.
—¿Recuerdas la piña de mi plato?—le pregunto entrecortadamente y ella asiente con lentitud.
—Eso hace que sepa así—le termino explicando y recuesto mi cabeza contra la pared, mientras recuperó del todo mi respiración.
—¿Me cargas?—susurra extendiendo sus brazos, guardo mi miembro y asiento, la levantó y ella esconde su cara en mi cuello.
Si un dato bastante curioso acabamos de tocarnos a unos doce escalones de llegar a nuestro piso, abro la puerta y la dejo sobre mi cama
—Acabamos de tocarnos en medio de las escaleras—masculla con vergüenza sonrió y beso ciertamente sus labios.
—Sabes a mí—digo soltando una risa ronca, enarca una ceja antes de hablar.
—No, a mí—masculla sarcásticamente.
—También, pero más a mí—sonrió y la jalo hacia mi.
—¿Es tarde para darte algo?—pregunto recordando los collares, ella niega y sacó los collares de mi bolsillo trasero, a pesar de la oscuridad sus ojos brillan unos segundos y no puedo evitar sonreír.
—Tú amas la música y yo amo pintar, ahora los dos llevaremos la cosa que más amamos—le digo con una sonrisa y me inclino para besar su frente.
Me coloco el collar con la guitarra y le pido que se dé la vuelta para ponerle el collar con el lienzo, ella se da la vuelta y aparta su cabello, le pongo el collar.
—Son increíbles—susurra admirando la medallita en forma de lienzo.
—Me alegro que te hayas gustado, mi pequeña diosa—expreso soltando un pequeño suspiro, me acercó besando sus labios y sin más terminamos colocando pijamas y quedándonos dormidos abrazados.
♪♪♪
Mi despertador me hace abrir los ojos con molestia, son las cinco de la mañana me giro para apagarlo y me doy cuenta que ella no está a mi lado. Salgo de la cama con pereza, bostezo y me acerco al armario en busca de ropa para ir a correr, voy al baño, lavo mis dientes tomó los audífonos y salgo de mi habitación, camino a la cocina abro el refrigerador en busca de algo que comer, tomó una pera y salgo del apartamento.
Una hora y veinte minutos después voy de regreso a las residencias, la música me hace ignorar con facilidad a las chicas que me saludan, vuelvo al apartamento y me encuentro con ella tarareando un canción mientras se saca una camiseta esta sudada y su piel brilla por las gotas de sudor que recorren su cuerpo.
—Deberías tener cuidado con desnudarte en lugares como estos, pequeña diosa—susurro y ella se sobresalta, sonrió ante su leve sonrojo.
—Yo...mmm...mejor voy a mi habitación—balbucea sonrojada y me acerco a ella.
Retrocede a medida que me acerco y termina cayendo acostada sobre el sofá, me inclino sobre su cuerpo y rozó nuestros labios, su rostro está completamente rojo.
—¿Que pasa, te pongo nerviosa xodó?—murmuró mientras con mi mano sostengo su cintura y ella traga grueso.
—N...no—susurra mirando mis labios, delineó su cintura con las yemas de mis manos.
—¡Con razón tardabas tanto!—exclaman y levantó la mirada hacia donde provino la exclamación, su mejor amiga está mirándonos atentamente.
—Leg...no...es—trata de hablar y Legna la interrumpe.
—No me digan que hicieron sus cosas en el sofá, yo me senté allí, que asco, para eso están sus habitaciones—dice dramáticamente y yo sonrió al sentir el pequeño cuerpo debajo mío tensarse ante la insinuación de su amiga.
—¿Esa sonrisa es un sí?
Insinúa haciendo una mueca de total desagrado.
—No—respondo ante los balbuceos de mi pequeña diosa.
—No me convence y si se acuerdan tenemos clases en cuarenta minutos y no están listos—añade antes de perderse hacia las habitaciones.
—¿Podrías dejarme ir?—murmura y niego.
—Por favor, xodó—susurra mirando mis labios.
—¿Quieres besarme?—pregunto y ella se pone aún más roja.
—Si...digo no...o sea si...pero—empieza a balbucear y la interrumpo.
—Hazlo—le ordenó y sin más se inclina besándome. Aprieto su cintura sacando un pequeño jadeo de su boca.
—Xodó—susurra apartándose de mis labios, la miro a los ojos esperando su respuesta.
—Debemos bañarnos—susurra mirándome a los ojos.
Yo quiero.
—Me están pidiendo que nos duchemos ¿Juntos? —pregunto coqueto y ella palidece.
—¡Que no...a...me...refiro!—su balbuceo me hace reír.
—Entendí, pequeña diosa.
Le sonrió y me levanto extendiendo mi mano para ayudarla a ponerse de pie, me inclino y beso su frente.
—Báñate tu primero—me dice y asiento.
♪♪♪
Camino por la preparatoria buscando a Aranza hasta que doy con ella. Me parece que es el momento indicado para averiguar el porqué de que Neo se haya drogado nuevamente. Las clases están por acabar así que aprovecho para encontrarla.
—Aranza— ella se gira hacia mí.
—Hola Logan ¿Como estas?—pregunta con una sonrisa acercándose.
—Bien, ¿Cómo está mi hermano?—preguntó.
—Mejor de lo que estaba ayer.
—¿Dónde está?—preguntó, esta mañana fui a su apartamento en las residencias y no estaba.
—En...mi...apartamento—balbucea y se sonroja, asiento.
—Gracias por lo de anoche—le soy sincero.
—No hay de que, tu hermano es importante para mí—susurra y asiento.
—Lo note, pero puedo preguntar el porque llegaste tan rápido—inquieto mientras caminamos por los pasillos.
—Yo vivo a una cuadra de donde estaban—murmura con una sonrisa.
—¿Tanto te gusta?
—Que...no...quien...lo dice...yo...
—Aranza vi tu cara de preocupación anoche—interrumpo sus balbuceos.
—¿Cómo se conocieron?.
—Hace un mes que cumplí 17, me organizaron una fiesta de cumpleaños y lo conocí allí, empezamos hablar y me empezó a llamar mi atención...
—¿Por qué te gusta?
—Es romántico, me presta atención, me quiere como soy, no le importa mi pasado...
—Está bien, solo te voy a pedir que no me hagas daño.
—Mira Logan, se me hace que el te importa mucho y es muy obvio, pero no pienso hacerle daño, el me gusta y a las personas que uno quiere no se le hace daño—añade con una sonrisa estúpida.
Que cursi.
—¿Te dijo el por que se drogó?—preguntó deteniéndonos en medio de los pasillos.
—Sólo preguntó qué si él era un desastre, que si era un asesino y no entendí me dijo que su papá lo había culpado algo, solo tuve fuerzas de decirle que no lo era y que mmm...bueno...yo...lo...quiero—susurra y aprieto los dientes.
{Voy a matar al hijo de perra}
—Gracias por decirme—me limitó a responder dándole la espalda.
Suelto una maldición detrás de otra, choco con alguien.
—Auch—escucho y bajo la mirada, le extiendo mi mano.
—Idiota—gruñe mientras me mira y le sonrió picaramente. Me acerco a su oído y rozó mis labios en su oreja.
—Con quien tuviste el mejor orgasmo de tu vida, xodó—susurro y beso su cuello.
Me aparto con una sonrisa y ella está roja como tomate.
—Te ves muy linda así—sonrió y ella bufa.
—No te soporto—pasa por mi lado y choca con mi hombro a propósito, tomó su mano y ella me mira. Sonrió al ver su cadenita.
—¿Estás bien?—le preguntó, ella solo asiente, la miro unos segundos y ella bufa.
Se acerca a mí y sin dejar de mirarme a los ojos pregunta;
—¿Qué le pasó a Neo?
—¿Cómo sabes que pasó algo?
—Dereck me lo dijo en el curso hace unos minutos—responde encogiéndose de hombros, asiento.
—Se había drogado y tuve que ir por él—le explicó y ella asiente, baja la mirada hasta sus pies y permanece así un momento.
—Bueno, hablamos en casa—murmura levantando la mirada, trato de decirle adiós y se marcha.
—Si claro, nos vemos pequeña diosa—mascullo sarcástico cuando ella se aleja.
—¿Pequeña diosa? Curioso hermano—hablan a mi espalda, me giro encontrándome con su sonrisa sarcástica y sus ojos grises.
—Dylan—le sonrió y me acerco a él, nos abrazamos por unos segundos.
—Que bonito es el amor, son un asco—gruñe y puedo distinguir esa voz en cualquier parte del mundo, Axel.
—Hola campeón—le sonrió y él pone los ojos en blanco.
—¿Entonces estás enculado? No me digas que actuarás como idiota por una chica igual que mis hermanos—Axel es increíble, bufo ante sus palabras.
—Muy gracioso, mocoso—masculla Dylan.
—Es verdad, hasta te mandaron a la mierda por imbécil—lo burla Axel y contengo la risa.
—Por favor, basta estamos en la escuela—los interrumpo.
—Bien—mascullan ambos.
—¿Dónde está Emma?
—No lo sé—responde su hermano mayor.
—Está babeando por una chica que vio en la entrada de tu instituto—expecta Axel con una pequeña sonrisa.
—Es entendible, tenía un culo de put...
—Axel—lo reprende Dylan.
—No estoy mintiendo—se encoge de hombros.
—¿Me describes a la chica?—preguntó con una sonrisa a la pequeña copia de su madre.
—Sólo vi su cabello que era castaño y tenía unas tetas—suelta un silbido, este niño va a ser un auténtico rompecorazones y un baja bragas cuando crezca.
—Vamos a tu piso, tengo sueño y los delirios de este pendejo por el culo y las tetas de no se quien, no ayudan —expecta Dylan y asiento.
♪♪♪
Llegamos a la residencia y de paso encontramos a Emma en la salida de la preparatoria.
—El universo me odia—dice dramáticamente la pelirroja.
—¿De tus dramas fue un culo más y no que tenias algo con la chica esa no se como se llame?—masculla Axel hastiado.
—¡Imbécil!
—Hacen silencio o se van al hotel—trona enojado su hermano mayor, mientras yo solo me carcajeo.
El ascensor se detiene y caminamos hasta el apartamento, abro la puerta y ellos entran con total confianza.
—¿¡Me das bizcocho!?¿¡Y por qué hay más de una torta!?—grita Axel desde la cocina. {¿Cuando se movió?} Sin más camino a la cocina hay varios bizcochos en la isla y el horno está encendido.
—¡No toques eso!—exclama Nix en toalla haciéndose presente en la cocina.
—Mira eso Emma, encontraste a la chica de bonito trasero—miro a Emma como se pone roja y Nix me mira con sorpresa.
—¡Cállate Axel!...oye...no...es...cierto...—balbucea Emma nerviosa.
—Son un desastre, soy Dylan—se presenta Dylan con una sonrisa, ella apenada él sonríe.
—Nix—murmura, él le sonríe e inmediatamente captó su intención.
—Ni siquiera lo piensen, Axel aparta la mirada de su trasero, Emma de sus tetas y Dylan de todo eso junto—demandó acercándome a ella, rodeo mis manos en su cintura poniéndola detrás de mí.
—Perdonnn—dice Dylan y los tres White me miran con una sonrisa.
—Estoy hablando enserio—gruño y el mayor hace una seña con las manos en forma de rendición, Em hace lo mismo.
— Was für eine Verschwendung, du stehst dir schon im Weg und nur deshalb wird es gerettet (Qué desperdicio, ya estás interponiéndose en su camino y solo por esto se salva)
—Es dauert sechs Jahre(Te lleva seis años)—digo con obviedad. Axel titubea unos minutos hasta que accede.
—¿Por qué no podemos comer pastel?—pregunta el menor.
—Son para algo que tengo más tarde, en el microondas hay una tarta de cereza que si pueden comerla—aclara tímidamente la castaña y se inclina besando mi mejilla para luego irse.
—¿Logan tienes una tarta dentro?—pregunta Emma con una sonrisa y la miró mal.
—Uhhh, ya entendí tu enculamiento, cocina como los dioses, tiene el cuerpo de una y para hacerle una escena de celos con nosotros, uy uy debe hacerlo de locos—murmura Axel con la boca llena de la torta.
—Axel que opinas si mejor te callas—masculla su hermano.
—¿Entonces, ella es la chica?—pregunta Dy mientras sus hermanos siguen en la cocina.
—¿Qué chica?—me hago el desentendido.
—Sabes a qué me refiero, imbécil—gruñe y sonrió.
—Genau, sie ist das Mädchen (Exacto, ella es la chica)
—Du weißt, ich habe den gleichen Zweifel wie Axel (Sabes tengo la misma duda que Axel)—murmura acostándose sobre mi cama.
—Wenn Sie sagen wollen, dass, wenn ich es tue, sie falsch liegen (Si quieres decir que me la folle, estan equivocados)—le hago saber y el enarca una ceja.
—¿Estás jugando no?
—Ich spreche ernsthaft mit dir Dy, ich mag sie und nicht nur sexuell (Te estoy hablando enserio Dy, ella me gusta y no solo es sexual)
—Ich weiß, dass ich nur eine Bestätigung von dir wollte, ich sah die Halskette, die ich an meinem Hals hatte (Lo sé solo quería una confirmación tuya, vi el collar que tenía en el cuello)—aclara con una sonrisa.
—Idiot (Idiota)—le lanzó una almohada.
—Ich liebe dich auch idiot (También te amo idiota) —se lleva una mano al pecho mientras lo dice, terminó poniendo los ojos en blanco.
♪♪♪
Los chicos se fueron hace unas horas, Nix se fue a su actividad que no se de que se trataba y yo decidí despejarme pintando, por lo cual saqué mis pinturas y lienzos y los pinceles a la sala donde los muebles están en una esquina cubiertas con plástico al igual que el piso, mantengo los audífonos a todo volumen mientras pinto.
Todo es relativamente relajador hasta que oigo un estruendo... Levanto la mirada hasta donde escuche algo caerse y suelto una carcajada ante el desastre de pintura que se acaba de hacer, la pequeña diosa está totalmente pintada de amarillo y su cara está completamente roja del enojo. Aprieto mis estómago mientras me río. Me acerco a ella y termino tropezando con una lata de pintura y cayendo sobre ella.
—Eres un idiota—gruñe y yo me carcajeo encima suyo.
—Y tu una distraída—le digo entre carcajadas.
—Bájate—me pide con molestia y le sonrió al ver que está muy molesta.
—Perdón por reírme pero, el amarillo te queda muy bien—me rio ante su rostro.
—Y a ti también—sonrió y frunzo el ceño, no estoy cubierto de pintura amarilla, claro que todo cobra sentido cuando pasa su mano con pintura sobre mi mejilla y empieza a reírse.
—Tramposa—empiezo a hacerle cosquillas.
—Y tu desordenado.
—Somos—me carcajeo pasando pintura roja por su mejilla.
—Así te pones cuando estoy cerca—me río y ella me empieza a llenar de pintura amarilla.
Me incliné hacia ella y plantó un beso en su boca, ella sostiene mi rostro evitando que me separe de ella y solo me acato a sonreír sobre sus labios.
—¿Cómo te fue en tu asunto? Pequeña diosa.
—Bien, era una venta de bizcochos para recolectar fondos para el orfanato—me explica y le sonrió.
—Me alegro que te haya ido bien, pequeña diosa.
—¿Xodó?
—Umm—murmuró mirando sus ojos.
—Me aplastas—sonríe y me levanto de encima suyo, le extiendo mi mano y ella se levanta, me giro para ver la pintura.
—¿Qué dibujas?—pregunta abrazándome por detrás.
—Mira la pintura y te darás cuenta—susurro mirando el dibujo.
—¿Soy yo?—murmura perpleja.
—Si, eres tu pequeña diosa—susurro mirando el dibujo, los detalles blancos del vestido y la chica mirando a un costado mientras sostiene el violín parece sorprenderla.
—Eres muy bueno dibujando—murmura.
—Y en otras cosas—la miro de reojo y se pone roja.
—Dios Nix, cocino bien.
♪♪♪
Holaa ¿Como andan?
Nos vemos en la semana.
Se les quiere, bye❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top