10. Una noche solo los dos
Nix
Cuando abro los ojos Logan lo tiene contra los casilleros.
—Ponle una mano encima y te juro que no respondo—gruñe apretando su cuello.
—Wao tienes una puta defectuosa de novia—dice Marcos entre cortadamente, Logan le da un puñetazo en la boca de su estómago y hay un momento en que Marcos estampa su puño en el rostro de Logan y yo no puedo moverme, estoy en una especie de shock, me dejo caer al suelo con la espalda recostada a los casilleros me coloco en posición fetal y tapo mis oídos...Los ruidos se escuchan a lo lejos
Recuerdo
—¿Qué hacías con esa chica?—preguntó cruzándome de brazos.
—No te importa—dice frío.
—Si me importa, soy tu novia—digo molesta.
—No te metas en mi vida—trato de hablar y me interrumpe —Eres una puta—gruñe borracho.
—¿Por...porque me llamas así?—tartamudeo alejándome, no me gusta el olor que desprende su cuerpo
—¡Si lo eres!¡Eres una traumada! No puedes vivir sin mí, solo mirate—escupe con asco.
Mis lágrimas no tardan en salir y su mano me acerca a su cuerpo.
—No me gustan tus escenitas, reina—dice y sus manos viajan a mi cintura.
—Marcos n...no...estoy lista te...lo...he...dicho...—digo en hilo de voz al sentir sus manos querer algo más.
—Aléjate—susurro...
—Aléjate...no me...toques—lloriqueo.
—Solo...déjame—pido ahogadamente.
—Pequeña diosa...
—Marcos...por...favor...no—trato de alejarlo.
—Nix—la voz de Logan es lo que me hace reaccionar, abro los ojos y me lanzó sobre sus brazos.
Sus manos rodean mi cintura y me aprieta contra su cuerpo.
—¿Se ha ido?—pregunto entre sus brazos.
—Si, mi pequeña diosa—susurra, siento como me levanta entre sus brazos y por inercia rodeo mis piernas en su cadera.
—Lamento lo que pasó esta mañana en tu habitación—dice sin soltarme, me quedo en silencio. Se que ya no estamos en los pasillos de la preparatoria, por el aire que sopla en mi rostro.
—Mi hermano es un gilipollas y solo le gusta joder, pero no pienso que seas nada de lo que dijo, de verdad lo siento—se disculpa sentandonos en uno de los bancos del jardín. No digo nada solo me aprieto a su cuerpo.
—Sacame de aquí, por favor—susurro contra su cuello.
—Como diga señorita—dice con un tono de voz divertido tratando de hacer que yo sonría. Elevó la comisura de mis labios y sonrió levemente.
—Supongo que quieres irte lejos de aquí— dice y asiento.
—¿Te gusta la naturaleza?—pregunta.
—Sip—digo apartándome de su cuerpo para entrar en su auto. Sus ojos se encuentran con los míos antes de que me suelte veo sus manos lastimadas...
—¿Nos podemos detener en un hospital?—le pregunto mirando sus nudillos, se tensa y luego habla.
—Estoy bien pequeña diosa, solo son unos rasguños—dice levantando mi mentón, en su mejilla izquierda se formó un moretón que cubre parte de ella y la comisura de sus labios está sangrando.
—Si no quieres ir a un hospital, entonces voy a curarte yo, por favor vamos a una farmacia —le pido y asiente.
Nos adentramos en su auto y cuando abrocho el cinturón de seguridad, él toma mi mano y la entrelaza con la mía, siento una corriente de electricidad recorrer mi cuerpo, no puedo evitar mirarlo y luego bajar la mirada a nuestras manos, no digo nada, en realidad... Me gusta.
Como le pedí se detiene en una farmacia, en la cual insiste en que el pagará los medicamentos que yo usaré, niego y antes de que pueda discutir nuevamente le paso el dinero a la chica, la cual cobra los diez dólares.
Volvemos a su auto y entrecierra sus ojos, aquí vamos.
—Te dije que no tenías que pagar—me reclama mientras conduce hacia no se donde.
—Y te repito que no es la gran cosa.
Lo escucho bufar antes de volver a tomar mi mano.
—Pasaremos al supermercado y luego a la residencia—avisa y niego.
—Primero voy a curarte y luego vamos al supermercado—digo y él asiente, detiene el auto en el parking de la residencia, nos bajamos del auto. Y siento a varias chicas mirarme con desagrado, clavó la mirada en el suelo y caminó hacia el ascensor.
Siento como su mano rodea mi muñeca y me detiene.
—Eres muy hermosa y única, Nix—susurra y deja un beso en mi frente. Le sonrió y ahora soy yo la que entrelaza nuestras manos y tiró de su mano para entrar al ascensor.
En silencio el ascensor se detiene y dos chicas entraron a este. Una de ellas me mira mal y la otra es la chica que vi esta mañana.
—Hey, hola veo que estas mejor —dice sonriente asiento tímidamente, siento como él aprieta mi mano y me sonríe.
—Soy Aranza Dawson—extiende su mano hacia mí.
—Soy Nix Bennett—digo y esta vez le sonrió.
—Un gusto Nix—dice con una amplia sonrisa.
—Igualmente Aranza—ella me sonríe y asiente, la chica de su izquierda la codea y Aranza habla.
—Ella es Gabrielle—miro a la chica y se come a Logan con los ojos.
—¿Es tu novio?—pregunta Aranza y niego
—Solo somos amigos—le explico y ella asiente. La chica que está a su lado me mira completamente.
—¿Por qué sus manos están entrelazadas?—dice enarcando una ceja, ni yo se que responderle, pero al parecer a Logan se le hace fácil responder, no con la verdad pero le respondió.
—Porque es mí novia y se me antoja—dice recalcando la palabra "mí".
—Ella acaba de decir que no—se cruza de brazos.
—Es que no es algo que te importe—añade con una sonrisa, la chica me mira molesta y bufa cruzándose de brazos.
—Lamento si ella los incómodo—se disculpa Aranza.
—No te preocupes Aranza—digo con una sonrisa, Logan me jala hacia él y me abraza, apoyando su mentón en mi cabeza.
El ascensor se detiene en nuestro piso y sin soltar mi mano nos acercamos a la puerta del apartamento.
—No soy tu novia—digo soltando su mano, dejó los medicamentos en el sofá, y camino a la cocina.
Me inclino para alcanzar las galletas que están encima del refrigerador, siento su cuerpo junto al mío y extiende su mano hacia las galletas.
—Ten y perdón si te incomodo el término que utilice contigo, no me gusto que esa chica te miraba—se disculpa y me extiende las galletas para después salir de la cocina.
Maldigo y tomo varias galletas saliendo de la cocina y caminando a la sala, está sentado en el sofá con la vista clavada en su teléfono, me siento a su lado.
Le extiendo una galleta y me mira.
—¿Es tu manera de decir que ya no estás molesta?—pregunta tomando la galleta.
—Sí y esta es la manera en la que doy gracias—digo.
Y me inclino hacia él con la intención de dejar un beso en su mejilla, pero se voltea y mis labios quedan a centímetros de los suyos, me aparto rápido completamente sonrojada y solo aparto la mirada. Tomó una de sus manos y empezó a curarlas con cuidado.
—¿Puedo preguntar por aquel hijo de puta?—dice rompiendo el silencio.
—No me gusta hablar de eso con nadie—respondo mientras curo su mano.
—No pienso presionarte así que si no quieres hablar te entiendo—dice y asiento. Unos minutos y terminó con sus manos, me levantó del sofá.
—Voy a cambiarme y nos vamos—digo y él asiente con una sonrisa.
—Está bien, pequeña diosa—dice mientras se levanta, corro a mi habitación cuando él se acerca a mí.
—¡No iba a hacer nada!—exclama y sonrió entrando a mi habitación.
Cierro la puerta y recuesto mi espalda sobre esta, soltando el aire que acumulé en mis pulmones. Me dirijo a mi armario para poder cambiarme, saco un hoddie blanco y unos vaqueros negros.
Tomo mi teléfono y le escribo a Zoe (mi compañera del café, es la única que le tengo más confianza de todo ese lugar) le digo que no me siento bien, su mensaje no tarda en llegar.
—Quédate tranquila mi vida, yo te cubro, mejorate <3—responde y le agradezco mucho.
Salgo a la sala y me dejo caer en el sofá, unos segundos más y el perfume de Logan se hace presente en la sala {¿Y aquí es donde me derrito?}. Se acerca y deja un beso en mi frente {Si, aquí es}.
—¿Nos vamos?—asiento y me levanto.
Ambos salimos del departamento y caminamos al ascensor.
—Tengo curiosidad ¿A dónde vamos?—pregunto cuando ya estamos dentro de su auto.
—Al supermercado—dice sarcástico.
—Sí y de paso pasamos la noche en uno de los refrigeradores con los helados—digo de igual modo, suelta una carcajada mientras conduce.
—Si, junto a las carnes frías de paso —dice nuevamente y esta vez soy yo la que rompe a carcajadas.
—O sino también en el pasillo de cereales—digo riendo.
—Yo tengo una mejor idea, podemos dormir en el pasillo de las gomitas—dice y su risa ronca y es cuando rió más fuerte.
—O también podemos hacer una pijamada con los jabones y detergentes—añado riendo y él empieza a reír.
—E invitamos a los panes y a las donas de la panadería de al lado—dice y río apretando un poco mi estómago.
—Sí y también a los relojes del frente—digo y mi risa se ahoga, porque ya me duele el estómago.
—Y de paso invitamos a los vestidos mágicos de la tienda de la izquierda—dice y río como puedo.
—Ay no, ya no tengo más fuerzas para reír—digo, y es cuando me doy cuenta que él me mira y sonríe.
—Tienes una risa única—dice y me pierdo en sus ojos.
—Gracias—digo con la mirada perdida en la suya.
Me fijo en que el auto no se mueve.
—¿Ya llegamos?—pregunto y sé que podría apartar la mirada, pero no quiero.
—Si, desde que dijiste lo del pasillo de los helados—dice y asiento.
—Deberíamos ir a dentro, se nos hará tarde—se aclara la garganta.
—Eso y que si sigues mirándome así voy a terminar besándote—murmura y técnicamente me tiró del auto su risa ronca me hace sonrojar.
—Te ves tierna sonrojada—dice y sonrió.
—Pero...me gustaría esa risa sin que tuvieses pupilentes, serías más perfekt (perfecta)—murmura y no entiendo su última palabra.
—No entiendo lo último—digo mirándolo
—Nada—dice y el jala mi mano adentrándonos en el supermercado.
—Sei un idiota (Eres un idiota)—digo entredientes.
—¿Qué dijiste?—pregunta y me encojo de hombros.
—Dime—dice tomando el carrito de compras.
—Nada—imitó su voz y pone los ojos en blanco.
—¿Podemos pasar la noche juntos o quieres volver en la noche?—pregunta, tomando las gomitas de osito y las miro unos segundos.
—Una noche solo los dos, me parece mejor—digo restándole importancia, después de todo tengo que estar mañana en la tarde donde Leg.
—Sabes que, no tengo paciencia para comprar elije lo que quieras y yo me encargo de cocinarte lo que compres, solo estaré cerca tuyo—dice y lo miro con una pequeña sonrisa.
—¿Cual es tu pastel favorito?—pregunto mirando hacia los estantes llenos de todo tipo de jaleas, dulces y más dulces para rellenar un bizcocho.
—¿Recuerdas aquel día en el que te dije que quería pastel de avellanas?—pregunta y asiento mirando la jalea de uva.
—Pues ese es mi favorito, ¿Por qué tu pregunta?—me responde y me agacho buscando un paquete de avellanas peladas, se la muestro.
—Te haré bizcocho de avellanas—digo y en sus ojos veo un pequeño destello. Salimos de ese pasillo, busco harina y todo lo demás para poder hacer el bizcocho.
—¿Cuál es tu comida favorita?—pregunta y lo miro buscando la mejor opción para el relleno del bizcocho {No quiero hacerlo solo de avellanas}.
—Umm...nunca me había puesto a pensar en eso, pero supongo que la lasaña—me encojo de hombros y terminó tomando fresas silvestres junto a unas bolsas con moras.
—Busquemos esos ingredientes—dice y sonrió, camino delante de él mientras empujaba el carrito.
En unos cuantos minutos terminamos de comprar los ingredientes y vamos a la caja, hay varias personas delante nuestro entre esos dos niños mirándome fijamente, tienen que ser de la edad de Eris aproximadamente, me acerco a ellos y se esconden detrás de su mamá, sonrió.
—Hola—los saludo y ellos miran a su mamá, ella asiente y me sonríen.
—Hola—dicen al mismo tiempo y les sonrió.
—Eres muy guapa—dice el que aparenta más edad.
—Gracias, ustedes igual son muy guapos—sonrió y despeinó el cabello de ambos, y sonrió al ver que uno de ellos se sonroja.
—Bueno adiós, guapuras—me despido y cuando caminó hacia donde está Logan sonrió mirando detrás suyo.
Se da cuenta que miro detrás suyo y voltea a ver a la bebé que lo mira y sonríe mientras lo mira, él voltea hacia mi y hace una mueca de desagrado, frunzo el ceño y me acerco a él.
—Levantala—le susurro y niega.
—No, ni de broma voy a levantar a esa cosa, no me gustan los bebés—dice entre dientes y lo miro mal.
—Es una niña—lo corrijo.
—Es una bebe y como sea no me gustan—dice, e ignorando lo que dijo me acerco a la madre de la bebé .
—Oiga ¿le molestaría que levante a su bebé?—preguntó a la mujer que debe tener unos treinta años más o menos.
—Claro que no, hazlo con gusto y con toda confianza—me dice y tomo a la bebé de ojos claros entre mis brazos.
—Que linda eres—digo mirando sus manitos regordetas tomar mis mejillas.
—Shi que lo eres—le hago caras y ella ríe.
—Logan—lo llamo, él me mira y sonrió maliciosa.
—Ni se te ocurra—dice y le doy la bebe, me dedica una mirada de pocos amigos y mira a la niña que sonríe ampliamente mientras frunce los labios tratando de formar un beso.
—Awww—digo y saco mi teléfono capturando ese momento. Él me extiende la bebé de mala gana, extiendo mis brazos para tomarla, pero ella no quiere.
—Creo que le agradas—digo mirando que la bebé hace una mueca y se pega a su cuerpo cuando él trata de dármela.
—Quitamela, habló en serio Nix—dice y trato de quitarle a la bebé y ella empieza a llorar cuando la sostengo.
—Calla esa cosa—gruñe Logan y yo la muevo entre mis brazos para calmarla, pero no quiere y solo me queda dársela a su madre.
—Eres un antipático—digo cruzandome de brazos, somos los siguientes en la fila.
—No es mi culpa que no me gusten los niños—se limita a responder, la chica en la caja lo mira y me mira mal, no me siento cómoda bajo su mirada, así que trato de salir de allí, pero Logan no me deja ya que sus manos rodean mi cintura y me pega a él.
Se acerca a mi oído y susurra:
—Voy a encargarme de borrar ese tipo de complejos, pequeña diosa—mi corazón se acelera y luego deja un beso en mi mejilla.
Él le pasa la tarjeta de crédito a la chica y ella le pasa la tarjeta, el recibo y un pequeño papel, el cual él mira y lo envuelve, se gira y se lo da a la bebé la cual se lo lleva a la boca para después dejarlo caer, sin decir más suelta mi cintura, toma las bolsas y sale tirando mi mano.
—¿Qué decía?—preguntó y él niega.
—Nada relevante—dice, guarda las cosas y abre la puerta del copiloto haciendo una leve inclinación.
—Después de usted mi pequeña diosa—dice mirándome con una sonrisa muerdo mi labio inferior y camino hacia el otro lado del auto, abro su puerta e imitó su reverencia.
—Después de usted mi lord—digo y el mero hecho de ver su sonrisa me hace sentir bien, asiente y ambos caminamos hacia el lugar que nos corresponde.
Pone el auto en marcha y sin más nos quedamos en silencio hasta que el bosque se cierne sobre nosotros, nos adentramos en este y a lo lejos puedo ver una casa, los pinos a su alrededor y el color marrón junto a los diseños blancos la hacen resaltar. Puedo observar que frente a ella luego de unos árboles hay un pequeño muelle, el jardín es hermoso, Logan detiene el auto y salimos de este, lo ayudo con las bolsas y el abre la puerta de la casa.
—È bellissimo(Es hermosa)—susurro para mí.
—Bello come te, ne dubito (Tan hermosa como tu, lo dudo ) —dice él, me sonrojo y a la vez le sorprende su dominio con el italiano así que lo miro con curiosidad.
—¿Si parla italiano? (¿Sabes hablar italiano?)—pregunto y él niega.
—Defenderme solamente, tengo mucho que no venía aquí por eso el polvo de algunos lugares—me informa, asiento y me quedo embobada con el paisaje nuevamente.
—Vamos a dentro y empezamos a preparar lo que haremos de cenar—propone y asiento, la cocina me deja loca, la estufa de último modelo y las ollas y moldes de pasteles.
{¿Nos casamos?}
Es increíble que hagas referencia a la cocina rústica y no al bombón.
—Amoo—chilló con emoción.
—Tus ojos me lo dejan muy claro—dice con una sonrisa.
—Dios, esta cocina es perfecta—murmuró más para mí, que para él.
{Solo espero poder cocinar sin trabarme al hacerlo}
—Puedes dejar todo aquí, te mostraré algo—dice dejando las bolsas en la isla y extendiendo su mano hacia mí.
Sin dudarlo tomó su mano y él abre la puerta trasera, al salir a la parte de atrás de la casa lo primero que llama mi atención son los columpios que hay a unos pocos metros de nosotros. El se acerca y se sienta en uno de ellos, así que imitó su acción.
Nos quedamos en silencio y muevo un poco el columpio mientras miro los árboles a nuestro alrededor, su voz llama mi atención.
—La última vez que estuve aquí fue...—hace una pausa y tomo una de sus manos apretando ligeramente.
—Sabes que mejor olvidalo—dice y se levanta soltando mi mano, se pierde en la cocina y me levanto yendo tras él.
Miro hacia las escaleras y subo al oír sus pasos provenientes de allí, me acerco a las habitaciones y con cuidado toco, no se en donde está así que no me queda de otra que tratar de abrirlas todas, son cuatro en total. Dos de ellas son baños y solo me queda una habitación supongo que es donde él está, tomo el pomo de esta y lo giro por lo que la puerta cede.
Sonríe amargamente y entro de espacio, me quedo sin palabras al ver como limpia algunas lágrimas de su rostro y al parecer decide hablar ya que no me acerco del todo a él.
—Déjame solo niña—dice fríamente
—No quiero, y no me digas niña.
—Entonces vete—gruñe y bufo.
Pongo los ojos en blanco para luego acercarme a él con cuidado, se queda quieto, no habla ni mucho menos me mira.
Apoya su cabeza en mi hombro y se mantiene en un sumo silencio, no pregunto solo extiendo mis brazos y lo envuelvo entre ellos.
—La última vez que vine aquí fue cuando mi hermana menor aún estaba con vida—susurra contra mi hombro.
—Lo...lo lamento—susurro recordando lo duro que es perder un hermano.
—Por eso evadí lo del hospital hace unas horas, no iba a uno desde que pasó y ni siquiera se el porque o como estaba allí contigo ese día—murmura y acaricio su cabello.
—Ella debe estar orgullosa de tener un hermano como tú, se nota que la adorabas—digo.
—La verdad es que dudo que sea así, pero si lo dices tú capaz me lo creo—dice y sonrío levemente.
—Vamos a prepararte tu bizcocho favorito, puede que te haga sentir un poco mejor —le propongo y asiente, me acerco a su mejilla dejo un beso en esta antes de levantarme y extender mi mano hacia el.
La acepta y cuando se levanta tira de mi cuerpo pegándome a él. Ambos bajamos a la cocina y sacamos las cosas, nos miramos.
—Tu esta mitad y yo la otra—decimos al unísono.
—Los dos podemos usar el horno y luego de eso no podemos pasar al lado del otro—digo y asiente.
♪♪♪
Unas tres horas en la cocina por fin terminó el bizcocho, hace una hora Logan terminó y sólo me mira desde la isla.
—Termine—digo y él me sonríe.
—Entonces cenemos—dice y saca la lasaña del horno.
—¿Podemos cenar en el balcón de tu habitación?—preguntó tímidamente.
—Donde tu prefieras—dice con una sonrisa, sirve la lasaña en dos platos y hago lo mismo con el bizcocho.
Subimos a su habitación y luego hacia el balcón, empezamos a cenar con tranquilidad hasta que él decide romper el silencio.
—¿Quieres ir a caminar después de cenar?—me pregunta y sonrió para luego asentir.
Sin ninguna prisa terminamos de cenar, recogemos los platos y bajamos a la cocina nuevamente, lavamos los platos y luego salimos de la casa. Él toma mi mano entrelazandola con la suya, caminamos cerca del muelle mientras la luna llena es lo único que ilumina nuestra caminata.
—¿Puedo preguntarte algo?—dice rompiendo el silencio.
—Si—digo y cuando estamos en el muelle quito mis zapatos y adentro mis pies en el agua. Antes de mirarlo.
—¿Te gusto?—pregunta y me atraganto con mi saliva.
—Esteee...yo...—mis nervios se disparan y apartó la mirada, debo estar más roja que un tómate, levanta mi mentón y hace que lo mire a los ojos, trago grueso al ver como nuestras miradas solo bajan a nuestros labios.
—Yo...amm...so....solo somos amigos ¿No?—tartamudeo.
—¿Solo amigos?—pregunta y asiento.
—Solo amigos—digo tratando de convencerme más a mí que a él.
—Solo amigos—dice y yo asiento.
—Así es—murmuró.
—Ummm ya—dice y asiento, apartamos la mirada y solo vemos el lago.
Él se levanta y lo miro.
—¿A dónde vas?—pregunto con curiosidad.
—A nadar—dice y se saca la ropa frente a mí, para luego lanzarse al lago en boxers, se aleja y luego se sumerge.
Suelto un suspiro y miro el cielo estrellado, muerdo mi labio inferior. Jalan mis pies y suelto un grito cuando me sumergen, trago agua.
—¡Logan estás loco!—exclamó al ver como estalla en carcajadas.
—Für dich, kleine Göttin (Por ti, pequeña diosa)—frunzo el ceño.
Sin decir más trato de salir del agua, claro hasta que un balde de agua fría cae en mi cabeza {No se nadar} entro en pánico y empiezo a tratar agua, me levanta y me aferro a su cuello.
—¿No sabes nadar?—pregunta y golpeó su cabeza.
—No es obvio, claro que no se nadar Logan —digo enojada y se ríe.
—¿Que es tan gracioso?—masculló.
—Ver como arrugas la nariz cuando estás molesta—dice riendo.
—Muy gracioso, sácame de aquí—le pido y él niega, empieza alejarse de la orilla y rodeo mis piernas en su cadera.
—Logan, por favor sácame del agua—le pido.
—Estás a salvo conmigo pequeña—susurra y muerdo el interior de mi mejilla {No mires sus labios}.
Pego mi frente a la suya y mi respiración choca con la suya, él levanta su mirada y hace que nuestros labios tengan un leve roce.
—Tengo sueño—digo rápidamente cuando tengo la necesidad de querer besarlo.
—Está bien, sujetate—pide y se sumerge conmigo, salimos del agua y entramos a la casa en puntillas.
—Toma—me extiende una toalla cuando estamos en su habitación.
—Gracias—digo y lo miro.
—Toma algo de ropa de mi armario—dice y asiento, me acerco y tomo una camiseta y uno de sus bóxers.
Camino a uno de los baños y me encierro allí saco toda mi ropa mojada dejándola encima del lavamanos, quito mis pupilentes, para después entrar a la ducha el agua tibia empapa mi cuerpo. Unos minutos después salgo de la ducha, seco mi cuerpo y me coloco lo que Logan me presto, salgo del baño y camino directo a su habitación me lanzó a su cama, y cubro la mitad de mi cuerpo con las sábanas limpias, el se adentra a la habitación solo trae un pantalón de pijama y el cabello húmedo se pega a su frente.
Apaga la luz y solo queda una lámpara que está en la mesita de su lado de la cama, se coloca en la misma posición que yo y ninguno de los dos dice nada. Él se inclina hacia la pequeña lámpara y la apaga. La luz de la luna se cuela por el ventanal del balcón.
—¿Puedo abrazarte?—pregunto y él me jala hacia sus brazos.
Nos acomodamos sin problemas, nos quedamos en silencio y el calor del otro nos cubre.
—Buonasera, Logan (Buenas noches, Logan)—susurro dándome la vuelta y escondiendo mi cabeza en su pecho.
—Gute Nacht an dich auch kleine göttin (Buenas noches para ti también pequeña diosa)—murmura él en alemán, lo único que entiendo es que me dijo buenas noches.
♪♪♪
Hola manzanitass
¿Como están? ¿Que tal el capítulo?
Gracias por su apoyo <3
Se les quiere, bye ❤️
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