Confesión de una chica enamorada
[Pov. Nino]
Me había ido de Revival una vez que le dejé mis calificaciones al dueño del local para que se lo entregue a mis hermanas, las chicas, y a Arima-kun.
Estaba frente a mi antiguo hogar, el Pentágono, a la espera de que mi padre llegara cuando lo llamé.
Le tuve que ocultar esto a mis hermanas y de las demás chicas. Esto es algo que tenía que hacerlo yo sola.
Pero mientras más lo espero, mi mente se inundaba del sujeto más molesto que he conocido: Arima Yuuya-kun.
¿Por qué no sales de mi cabeza?
No intentes recordarlo, Nino.
No recuerdes su sonrisa, su suave mirada cuando nos mira, los sentimientos que pone cuando toca el piano, la actitud varonil cuando peleó contra una pandilla de delincuentes y sorprendentemente contra un oso.
Él no piensa absolutamente nada de ti.
Lo sé… o eso me gustaría creer. Me ha ayudado mucho cuando yo sola lo repudiaba y quería que se largara de mi vida. Cuando me salvó de ser atropellada en Año Nuevo, su brazo alrededor de mi cintura me protegió me hizo sentir segura. Su cercanía me dio calor.
¡No, Nino! ¡No puedes seguir pensando en él! ¡Tarde o temprano caerás en su encanto!
Tienes razón, Yo. Así que para evitar eso, dejaré de verlo.
[Pov. Narrador]
Los pensamientos de la cuarta hermana terminaron cuando vio que la limusina de su padre se estacionó frente a ella.
Maruo: Regresaste, Nino-kun.
Nino: Papá. Te dije que dejaras de llamarme así, suena horrible.
Maruo: Lo siento, Nino. Acabo de enterarme de que todas aprobaron. Fueron capaces de conseguirlo. Felicidades --- dijo con una leve y casi suave sonrisa.
Nino: O-oh. Gracias --- dijo, siendo tomaba por sorpresa por la felicitación de su padre.
Maruo: No me queda más opción que aceptar a Arima-kun --- dijo con la mirada hacia el Pentágono --- A partir de mañana, podrá venir…
Nino: No pienso volver a verlo --- dijo, interrumpiendo a su padre --- Y algo más, decidimos quedarnos un rato más en nuestro nuevo hogar.
Maruo: ¿Cómo dices? --- preguntó serio.
Nino: No dejaremos que Ichika se encargue de todo. Yo también trabajaré --- declaró --- No fingiré que me estoy independizando ni diré que estoy haciendo lo correcto, pero siento que vivir de ese modo nos permitirá cambiar. Y siento que hemos progresado un poco.
Maruo: …No lo comprendo. No me convencerás con conceptos tan abstractos como 'progresar'. Esa cosa a la que llaman su nuevo hogar… a mí me parece un retroceso. Dudo que lo hayan olvidado en cinco años.
Eso hizo que Nino diera un leve paso hacia atrás.
Maruo: ¿Quieren volver a lo mismo? Reacciona de una vez y…
Su frase se vio interrumpida cuando una luz muy brillante los iluminó a ambos.
Nino: ¿Qué…?
Un príncipe y gran caballo blanco es lo primero que vio hasta que su vista se adaptó a la luz. Su caballo blanco fue reemplazado por una motocicleta y su tutor conduciéndola hasta detenerse y apagar el motor.
Yuuya: Mierda, esto va a ser incómodo --- murmuró mientras se quitaba el casco --- H-hola… que lindo es el clima, ¿verdad?
Nino: ¡¡¿HUUUUH?!! --- gritó estupefacta --- ¡¿Qué haces aquí?! ¡Y en motocicleta nada menos!
Yuuya: No podía ser una fiesta sin una de las celebradas presente --- dijo mientras se quitaba el casco --- Vamos. Podrás hablar con tu padre otro día.
Nino: P-pero… --- no habló ya que tuvo que atrapar el casco que Yuuya le lanzó.
Maruo: Nino. Estás por adentrarte en un camino espinoso. No terminará bien. Tengo la certeza de que te arrepentirás --- dijo, extendiendo su mano --- Ven conmigo.
Yuuya: Señor, Nino es…
Maruo: Arima-kun, mantente fuera de esto --- ordenó fríamente, haciendo que Yuuya cierre la boca por miedo --- Es un asunto familiar.
Nino: Papá… no le hables así. También, te pido que nos observes --- dijo antes de correr y subirse a la parte trasera de la motocicleta --- Conduce.
Yuuya: ¿Eh? Pero…
Nino: Conduce --- ordena con frialdad.
Yuuya: “¡Eep! ¡Ahora padre e hija dan miedo!” --- pensó asustado --- Ehm, ¿señor Nakano? Me llevaré a su hija ahora. ¡Por favor no me mate!
Recibiendo una mirada mortal de parte del padre de sus alumnas, Yuuya encendió la motocicleta y comenzó a conducir con dirección a Revival.
No porque estaba asustado de su antiguo jefe, sino porque iban a llegar tarde. Solo eso.
Maruo: Ebata --- llamó a su secretario --- Que mis hijas aprobaran, parece ser un momento digno de celebración. ¿Debería sonreír?
Ebata: Por supuesto, señor.
Maruo: Ya veo --- dijo antes de soltar una sonrisa fría y casi asesina --- Por supuesto, soy su padre.
[}-O-{]
Yuuya: “No necesito mirar atrás para saber que el señor Nakano me está deseando la muerte” --- pensó con miedo mientras conducía --- “Si antes no me odiaba, AHORA lo está”.
Nino: ¿No te dije que ya no te necesitaba?
Yuuya: ¿En serio? No recuerdo eso --- dijo, haciéndose el tonto --- Ah, y por cierto, será mejor que te aferres bien a mí. Es hora de tráfico, pero intentaré pasar rápido.
Nino: ¡¿Estás loco?! ¡No haré eso!
Yuuya sonrió. Aumentó la velocidad y la rueda delantera se elevó al aire.
Nino: ¡¡EEK!! --- chilló, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Yuuya --- ¡¿Estás tratando de matarme?!
Yuuya: ¡Jajajaja! ¡Ay! --- hizo una mueca cuando Nino le pellizco un costado de su estómago --- Tranquila, Nino. Nada malo te va a pasar mientras yo esté a tu lado. Te lo prometo.
Eso hizo que el corazón de Nino latiera con fuerza y sus mejillas se pusieran rojas mientras se aferraba más fuerte a Yuuya.
Era como si le dijera que estará con ella toda su vida.
Nino: Demonios, no te soporto, idiota.
Yuuya: Eso comentario fue innecesario --- dijo con la mirada en el camino --- ¿Qué pasa si me desvío del camino por todas las lágrimas manchando mis lentes?
Nino: No te pases de listo conmigo. Dios, siempre has sido así. Lo peor de lo peor.
Yuuya puso los ojos en blanco y siguió concentrado en el camino para ignorar los insultos de Nino.
Nino: Pero aún así…
De repente, el ambiente se volvió cálido por lo que ella iba a decir a continuación.
Nino: Te amo.
Yuuya aceleró de forma inconsciente.
[}-O-{]
Varios minutos de viaje, ambos llegaron a Revival y Yuuya fue el primero en entrar, con Nino detrás de él.
Yotsuba: ¡Arima-san! ¡Regresaste con Nino! ¡Vengan! --- dijo, dando a conocer su presencia en una mesa en donde estaban sentadas todas.
Yuuya: Voy --- dijo mientras caminaba hacia las chicas.
Sin embargo, a pesar de que comenzó a caminar, Nino seguía en la entrada con las mejillas rojas y el corazón latiendo rápidamente.
Nino: “¡Lo dije! ¡Se lo dije! ¿Qué me pasa? ¡¿Cómo puede gustarme?!” --- pensó con los ojos brillosos --- “¡Nunca antes me había declarado! ¿Por qué lo hice? ¿Qué hago ahora? ¡¿Y por qué no ha reaccionado?!”.
Nino estaba molesta con Yuuya. ¿Por qué no responde a su declaración?
Estaba a punto de hablar con él para oír su respuesta, pero el jefe de Yuuya se acercó primero.
Jefe: Me alegra de que lo lograras, Arima-kun. Estoy solo en la cocina, ¿puedes venir y ayudarme?
Yuuya: Por supuesto. Gracias por la moto --- dijo, yéndose a la cocina.
Nino: ………… --- hizo una mueca cuando lo vio irse --- Hmph. Bien, se lo preguntaré después.
[}-O-{]
[Varios minutos después]
[Pov. Yuuya]
Siento que he escuchado cosas mientras traía a Nino a Revival. Lo primero que escuché fueron insultos suyos hacia mí, lo cual sé que eso es real. Pero lo que dijo después me dejó anonadado.
“Te amo”
Necesito ir con un doctor para que revisen mis tímpanos. Nino jamás me diría eso ni aunque le paguen.
¿Tal vez he oído mal? Debe ser eso.
Jefe: Arima-kun.
Yuuya: ¿S-si?
Volví a la realidad cuando mi jefe me llamó.
Jefe: Me tomaré un descanso. Te encargo el resto.
Yuuya: Está bien --- dije antes de recordar un detalle que casi me olvidé --- Por cierto, jefe, ¿puedo pedir prestada su cocina?
Jefe: Claro, pero ¿para qué lo necesitas?
Yuuya: Necesito hacer dulces para devolver en el Día Blanco.
Apenas dije esas palabras, su alma abandonó su cuerpo y cayó de rodillas al suelo.
Jefe: Creí que eras de los míos. ¡Traidor!
Yuuya: -_-
Yuuya: Son para las mujeres de mi familia.
Jefe: Ya veo, conque era eso.
Tampoco tenía que estar aliviado por eso.
Jefe: Pensaba que una de tus amigas te habían dado chocolates --- dijo antes de irse de la cocina.
Yuuya: Pfft. Eso sería imposible --- dije mientras volvía a mi deber de lavar los platos --- Pero si lo pienso bien, he recibido chocolates de Miku desde enero. Supongo que le puedo dar un poco de chocolate con relleno de Matcha Soda.
Hablando de chocolates, el mismo día de San Valentín me encontré con un chocolate de la tienda debajo de mi asiento. ¿Quién lo habrá puesto ahí? No lo sé, pero se lo agradezco. Estaba delicioso.
Mi mamá y mis hermanas también me dieron chocolates. Incluso Ruby, que con la ayuda de Ai, hizo corazones de chocolate y me lo dio.
En cuanto a Ai, me sorprendió ese día cuando me mostró una botella de chocolate líquido. En vez de comerme el chocolate, ella me comió a mí.
¿Debo darle algo en el Día Blanco? Por favor, digan que no.
¿¿??: ¿Trabajando duro… o durando en el trabajo?
Salí de mis pensamientos y me di la vuelta para ver a Nina acercándose con cinco platos en sus manos.
¡Rápido! Actúa como si nada hubiera pasado.
Nino: ¿Eh? ¿Y tu jefe?
Yuuya: Salió a descansar un rato.
Nino: Ya veo. Quería darle las gracias. Supongo que lo esperaré.
Yuuya: Bueno --- dije, dándome la vuelta para volver a mi labor.
Aunque me muestre tranquilo, mi corazón no ha parado de latir más rápido de lo normal.
Antes de darme cuenta, ella comenzó a ayudarme con los platos.
Su expresión parece tranquila mientras la veo de reojo. Tal parece que he escuchado mal y ella no se me declaró.
Eso un alivio.
Yuuya: Gracias por ayudarme con los platos.
Nino: Lo hago a cambio de la comida.
Yuuya: Ya puedes irte. Le daré las gracias en tu nombre. Vuelve con tus hermanas y diviértanse --- dije, dándole una sonrisa agradecida de mi parte.
Nino: M-muy bien. Eso haré --- dijo nerviosa mientras se iba.
¿Me parecía ver un sonrojo en sus mejillas?
Cuando la vi irse, pronto se detuvo.
Yuuya: ¿Huh? ¿P-pasa algo?
Nino: Olvida lo que dije en la moto.
Mierda. Díganme que no es cierto.
Nino: Seguro que te incomodó. Fue muy repentino. Puede que me haya precipitado. ¿Qué diablos hice?
Siento que se me seca la garganta. Su declaración… era verdadera.
Y ella está divagando con el asunto.
Yuuya: Nino --- ella se volteó a verme y… ¿por qué se ve más hermosa que otros días? --- Escucha… me hace feliz de que te sientas así, pero… lo siento --- me incliné en gesto de disculpa --- No puedo corresponder a tus sentimientos.
Al principio no dijo nada mientras seguía con la cabeza baja. Pero cuando levanté la mirada, la vi llorando.
Nino: Y-yo… sabía que no sería correspondida. ¿Por qué estoy llorando? --- preguntó mientras se limpiaba las lágrimas con sus manos.
Yuuya: Nino --- me acerqué a ella y saqué un pañuelo para limpiarle las lágrimas --- Lo siento. Pero estoy seguro que en el futuro encontrarás al hombre ideal para ti. Eres fuerte y hermosa, así que no dudes de ello.
Soy malo para consolar a la gente. En especial cuando se me declaran. Lo único que pude hacer fue abrazarla y dejarla llorar en mi hombro.
Ella siguió llorando un poco más hasta que se separó de mí con tristeza.
Nino: Gracias por consolarme --- dijo en voz baja --- Yo… debo volver con las demás o van a buscarme.
Yuuya: Pero tus ojos están rojos.
Nino: Cierto. Voy a ir a lavarme la cara y luego volveré con las chicas --- dijo antes de irse --- Y otra vez, gracias. Por consolarme y darme tu respuesta.
Al verla irse, no pude evitar sentirme mal por ella. Mientras reanudaba mi trabajo de lavar los platos, me puse a pensar que desde ahora la situación se volverá incómoda entre los dos.
Si antes apenas estábamos sin discutir, ahora será difícil de estar en la misma habitación.
En eso, escuché algunos pasos acercándose. Debe ser mi jefe.
Yuuya: Oh, jefe --- me di la vuelta --- ¿Puedo tomarme unos minutos de descanso? Necesito…
Nino: Te amo.
Sus palabras me dejaron en shock.
Yuuya: ¿N-Nino? ¿Por qué lo estás repitiendo?
Nino: Sí, me acabas de rechazar. Sé que no me ves de esa manera, pero tendré que animarte a hacerlo.
Ella comenzó a acercarse a mí y yo por miedo retrocedí hasta que mi espalda golpeó la pared.
Nino: Dijiste que en el futuro encontraría al hombre ideal, ¿no es así? Pues estás equivocado.
Yuuya: ¿A-ah si?
Nino: Sí. Yo ya encontré a mi hombre ideal y ese eres tú.
Estiré mi cuello lo más alto que pude, ya que Nino había acercado su rostro al mío. Incluso cuando su cara estaba roja de vergüenza, siguió con su confesión.
Nino: ¿Creíste que te desharías de mí porque me rechazaste? ¡Ni lo sueñes! ¡Voy a enamorarte aunque sea lo último que haga! --- dijo, poniendo sus manos en mi pecho --- ¡Qué lástima por ti!
[Pov. Narrador]
Mientras Yuuya estaba en una situación vergonzosa por la declaración de Nino, había alguien escuchando todo lo sucedido desde afuera.
Esa era Ichika, que se cubrió la boca con las manos y tenía un fuerte sonrojo en su rostro.
¿Nino también cayó ante los encantos de Yuuya?
[}-O-{]
[Varios días después]
[Pov. Yuuya]
Todavía tenía en la mente la declaración de guerra de Nino. ¿Por qué siempre las chicas a las que rechazo quieren conquistarme?
Merlín: Estás perdido en tus pensamientos otra vez.
Yuuya: ¿Eh? Ah, lo siento. Muchas cosas me han pasado en estos días que no lo he registrado por completo. ¿Qué estabas diciendo?
Actualmente estaba en un jet de Kingsman con destino a Alceria. Mientras viajo para conocer al rey, mi familia cree que estoy viajando con Night a Inglaterra como lo hago todos los años.
No me gusta mentirle a mi familia, pero no es que pudiera decirles eso. Apenas pudieron creerlo cuando la princesa Lexia vino a nuestra casa.
Les prometo que los compensaré cuando vuelva a casa.
Merlín: Decía que Roxy ha vuelto de Alceria y nos trajo mucha información útil.
Yuuya: Oh, es bueno saber que Roxy está bien --- dije aliviado por ella --- ¿Cuál es la información?
Merlín: Escucha atentamente…
[Minutos después]
Según la información de Roxy, la isla es mucho más grande de lo que se creía. Parece ser casi del mismo tamaño que todo el archipiélago de Japón. Alceria no es el único reino en esa isla, pero es el que representa a la isla en la ONU.
Las ciudades y pueblos de Alceria tienen una estructura salida de la época medieval, al igual que la vestimenta de los ciudadanos nativos de la isla.
Su moneda está basado en oro, plata y cobre. Una moneda de oro es suficiente para que una persona viviera cómodamente un año. Y Roxy, nos trajo cien monedas de oro que consiguió a través de la venta de pimienta.
Parece que la pimienta que vendió era de gran calidad para ellos.
Merlín: Ya casi llegamos a Alceria. Ve preparándote, Yuuya.
Yuuya: Entendido.
Me dirigí a la otra habitación y saqué algunas cosas que podría necesitar.
El paraguas de la agencia. Nunca se sabe si va a llover.
El reloj. Para ver la hora y tiene muchas funciones que podrían servirme en caso de emergencia.
Los zapatos. El anterior se rompió, así que uno nuevo será útil si me encuentro en problemas.
Y por último. Una jeringa con un líquido extraño adentro guardado en el collar de Night.
Según la información extra de Roxy, la familia real tiene sus propios problemas. Son solo rumores, pero me pidieron que usará la jeringa si me encuentro con el príncipe.
No estoy seguro de que sea esto, pero lo llevaré por si acaso.
En cuanto al traje, no lo llevaré. No es adecuado según la época, por lo que se me vería raro. En cambio, solo usaré una camisa blanca y pantalones.
Merlín: ¿No te olvidas de esto? --- preguntó señalando una gruesa funda negra que debo llevar en la espalda.
Yuuya: ¿Sabes qué es? --- pregunté.
Merlín: Ni idea. Roxy dijo que lo a rieras frente al rey cuando lo conozcas.
Yuuya: Espero que no sea nada malo. A ella le gusta burlarse de mí.
[}-O-{]
Tras un largo viaje, Merlín aterrizó el jet unos metros lejos de la ciudad de Alceria, donde nos recibieron algunos soldados y Owen cuando creyeron que invadimos el lugar.
Pero al ver que era yo, se calmaron y me llevaron al castillo real.
Como era el único invitado a Alceria, Merlín tuvo que irse con el jet. Habrá un barco esperándome en el norte, fuera de los límites de la isla.
Y ahora, llegó el momento de conocer al rey.
Owen: ¡Yuuya Arima-dono ya está aquí! --- anunció mientras pasábamos por el jardín interior del castillo.
Yuuya: Vaya. Este es un hermoso lugar --- dijo mientras veía la vegetación.
Owen: Los jardineros lo cuidan todos los días. Es nuestro orgullo --- dijo con una leve sonrisa --- A decir verdad, estoy sorprendido. No esperaba que vinieras tan pronto.
Yuuya: Sonará grosero, pero tenía que hacerlo lo más pronto posible, tengo muchas cosas que hacer en Japón después. Espero que no les moleste mi repentina presencia.
Owen: Para nada. Todos tenemos nuestras vidas, después de todo.
Yuuya: Gracias por entenderlo. Por cierto, ¿a dónde vamos?
Owen: A la sala de audiencias.
Yuuya: ¿Eh? --- me tomó por sorpresa --- ¿Tan pronto conoceré al rey? Ni siquiera estoy vestido de acuerdo al lugar.
Owen: No te preocupes. Será una audiencia informal.
Yuuya: ª
Pronto llegamos al final del camino, donde dos guardias nos abrieron la puerta doble y nos permitió pasar.
La sala de audiencias era enorme y alfombrado de rojo. El rey estaba al fondo de la sala.
Mientras entraba a la habitación, vi algunos hombres con túnicas negras en ambos lados de la sala. No parecían ser nobles o personas de clase alta, posiblemente sean soldados encubiertos del rey.
Mirando al frente, veo a Lexia saludándome con la mano y a Luna a su lado.
Me alegra saber que ella logró ser aceptada para ser la escolta de la princesa.
Cuando llegamos frente al rey, Owen se arrodilló y bajó la cabeza.
Owen: Majestad, Arnold von Alceria, le traigo a Yuuya Arima-dono.
Suavemente hice lo mismo que Owen y me arrodillé para mostrar mis respetos. Mi paraguas estaba en forma vertical. Tal como un caballero con su espada conoce a un rey.
Arnold: Bien hecho. Levanta la cabeza.
Hice lo que me pidió y levanté mi cabeza.
Arnold: ¿Tú eres el que rescató a Lexia, no una, sino dos veces? --- preguntó, con su mejilla apoyada en su puño.
Yuuya: Sí, señor.
Arnold: ¿Y tú eres el joven al que Lexia le ha propuesto matrimonio?
Yuuya: ¿Eh? Ah… Sí.
Así que ya sabe de que su hija me propuso matrimonio. Eso es bueno, ya que él dará el sentido común que necesita Lexia.
Arnold: Eres el joven… No, mejor dicho… --- se levantó de su trono abruptamente --- ¡¿Tú eres el sinvergüenza que ha seducido a mi hija?!
Yuuya: ¡¿HAAAH?! --- grité desconcertado.
¡¿Cuándo la he seducido?!
Owen: ¡Señor, estamos en una audiencia! ¿No se puede contener?
Arnold: ¡Por supuesto que puedo!
Owen: ¡Pues hágalo! ¡Para eso es el rey!
Arnold: ¿Cómo osas hablarme así, subordinado?
Lexia: ¡Papá!
Arnold: ¡Puedo contenerme hasta cierto punto!
Luna, al igual que yo, nos llevamos nuestros dedos hacia el puente de nuestras narices.
Ahora sé que padre e hija están mal de la cabeza.
Una vez que logró tranquilizarse, volvió a sentarse en su trono. Parece que está conteniendo su ira hacia mí.
Arnold: Soy Arnold, el rey de Alceria.
Yuuya: Yo soy Yuuya Arima. Y él es mi amigo Night --- dije, presentándole también a mi perro.
Night: ¡Woof!
Arnold: ¡Tks!
Yuuya: ¿Eh?
¿Acaba de chasquear la lengua?
Arnold: ¿Qué? ¿Son un regalo para mi querida hija? --- preguntó con una expresión condescendiente.
Owen: ¡Señor! ¡Se está excediendo!
Lexia: ¿Por qué tienes esa actitud? --- preguntó haciendo que la fachada de su padre se rompiera.
Arnold: ¡Hmph!
Ahora actúa como un niño.
Yuuya: Disculpe, pero en realidad si traje un regalo --- dije mientras bajaba la funda que Roxy preparó para mí.
Al abrirla, saqué lo que parecía ser un futón y una pijama. Definitivamente es un futón y una pijama.
¿Qué clase de regalo es este?
Al parecer, muchos de los guardias en túnicas negras y el rey compartían mi pensamiento.
Arnold: ¿Qué es eso? ¿Ropa de cama? ¿O le trajiste una cama?
¿¿??: Esa ropa de cama del paraíso…
¿¿??: ¿Ropa de cama? ¿Está loco?
Lexia: ¡Qué atrevido eres, Yuuya-sama! --- dijo con sus manos en sus mejillas.
Arnold: ¡¿Quieres llevarte a mi Lexia a la cama para transportarla al paraíso?! --- preguntó, levantándose de su trono y caminando hacia mí con una espada que no tenía al inicio.
Owen: ¡No dijo eso!
Arnold: Oye, granuja. ¿Crees que puedes seducir a Lexia delante de mí?
Yuuya: ¡¿Quién está seduciendo?!
Owen: ¡Majestad! --- se puso frente al rey y evitó que sacara su espada de la funda --- Yuuya-dono no es de nuestro reino… o de esta isla. No conoce nuestras costumbres.
Yuuya: ¿Costumbres?
Owen giró su cabeza para mirarme mientras aún me protegía de la ira del rey.
Owen: Yuuya-dono, en este reino, regalar ropa de cama significa que…
Lexia: Quieres casarte con alguien y compartir cama --- dijo feliz mientras volvía a llevarse las manos a las mejillas --- Jeje.
Yuuya: …………Denme un segundo --- pedí mientras me arrodillaba y sacaba mi celular.
Lo sabía, no hay señal. Pero al menos puedo dejar una grabación que podía enviarlo después.
Al iniciar la grabación, susurré suavemente al celular.
Yuuya: ¡¡ROXY, TE VOY A MATAAAAR!!
Guardé la grabación y mi celular.
Para cuando levanté la mirada, veo que el rey ya estaba frente a mí, mirándome con intenciones asesinas.
Arnold: Serás carne de la hoja de Greickle, la espada desgarradora --- dijo, sacando la espada de su funda.
Se veía filosa y a la vez era de un color dorado. Lindo, pero como que el nombre lo arruina por completo.
A la vez, sostuve con firmeza el paraguas, listo para defenderme en caso de que me mate.
Owen: Majestad, cálmese. Vamos, respire.
Lexia: ¡Papá!
Arnold: ¡Hablar no servirá de nada!
Me levanté y me preparé para contraatacar.
Pero unas sombras aparecieron sobre nosotros, a lo que todos nos pusimos en posición de defensa. Incluso los guardias sacaron debajo de sus túnicas un arco con una flecha en llamas.
¿Cómo es que no se le quemó su ropa? Bueno, preguntas para después.
Hombres cubiertos con túnicas negras y mascaras blancas de rostros nos rodearon a nosotros seis.
Owen: ¡Señor!
Arnold: ¡Lexia, no te separes!
Luna: ¿Asesinos?
Arnold: ¿Quiénes son?
Asesino: Van a morir, no hace falta que lo sepan --- dijo mientras sacaba algo de su túnica.
Arnold: Tks. ¡¡FUEGO!!
Sus guardias dispararon sus flechas en llamas hacia los asesinos. Pero algo ocurrió.
El asesino sacó de su túnica un dispositivo tecnológico esférico que se activo y envió una onda expansiva a su alrededor. Y todas las flechas fueron repelidas, cayendo inertes al suelo.
Arnold: Esa cosa no es de este reino.
Yuuya: Es demasiado avanzado como para serlo --- añadí con el ceño fruncido.
Asesino: Bien visto. Ahora no hay trucos. Rey Arnold, Lexia, van a morir.
Owen detuvo el espadazo de uno de los asesinos que iban hacia él. Luna corrió y con sus hilos ató a otros dos contra la pared.
Nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados.
Yuuya: ¡Night!
Night: ¡Woof!
Apunté con un extremo de mi paraguas a uno de los asesinos y le disparé una esposa que se envolvió en su muñeca derecha y lo electrificó al instante.
Sentí a alguien a punto de atacarme por detrás, así que di un giro rápido y le di una patada lateral a otro asesino. Este salió volando y su cuerpo impactó contra la pared.
Mirando de reojo a mi izquierda, Night embistió fácilmente a dos asesinos más.
Con cada asesino que estaba de pie, rápidamente caían ante nuestros ataques. Night los embestía con fuerza hasta dejarlos fuera de combate mientras que yo disparaba y de vez en cuando los golpeaba en la máscara.
Ahora el único que quedaba de pie era el jefe.
Asesino: ¿Quién eres? --- dijo, sacando su espada y corriendo hacia mí.
Fácilmente esquivé el ataque al moverme a un lado y le di un fuerte gancho en el estómago. Su cuerpo cayó inconsciente, con su cabeza en mi hombro.
Yuuya: Soy Batman --- dije con voz grave antes de dejarlo caer al suelo.
También cayó la esfera que él tenía y lo recogí. No sé cómo consiguió uno de estos, pero lo averiguaré después.
Yuuya: ¿Están todos bien?
Night: Woof --- ladró feliz.
Lexia: ¡Impresionante, Yuuya-sama! --- saltó para abrazarme --- ¡Los derrotaste en un instante!
Luna: ¿Te has hecho más fuerte, Yuuya? --- preguntó, mientras intentaba quitarme a Lexia de encima.
Yuuya: No, sigo siendo el mismo --- dije mientras la ayudaba, pero Lexia se aferraba fuertemente a mí --- ¿Eh?
Sentí un escalofrío recorrer mi columna. El rey me miraba con ojos fríos y con su espada sosteniéndolo con fuerza.
Yuuya: Ah jajaja --- reí nerviosamente.
Ahora son dos padres que me odian a muerte. ¡¿Por qué?!
[}-O-{]
Mientras los guardias amarraban a los asesinos caídos, Lexia estaba regañando a su padre por su intento de asesinato contra mí.
Lexia: Yuuya-sama nos salvó a todos. ¿Por qué lo atacas? --- preguntó con sus manos en sus caderas.
Arnold: ¿Qué querías que hiciera…?
Lexia: ¡No me vengas con excusas!
Arnold: Sí…
Owen: ¡Su majestad! ¡Lexia-sama! --- se acercó a ellos con un objeto en mano --- Uno de los asesinos tenía esto.
No pude ver bien debido a la distancia en la que estaba, pero parecía ser un anillo de oro con un emblema.
Hablaron algo en voz baja que no pude escuchar, pero parecía ser un asunto serio. Demasiado serio.
Owen se acercó a mí, teniendo una expresión seria y parecía que tenía algo muy importante que decirme.
Owen: Lo sentimos, Yuuya-dono. Me gustaría que nos prestaras tu fuerza por el bien de Alceria. La familia real… No, el reino entero está en peligro.
CONTINUARÁ
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