Anteojos + Audífonos = X
[Residencia Nakano]
[Pov. Narrador]
Ese mismo día, durante la noche, horas después de que Yuuya se había ido, las quintillizas veían en la televisión la famosa serie que a las cinco les gustaba: Luz en la oscuridad.
Para cuando llegó a los comerciales, Yotsuba se fue corriendo al baño, Itsuki fue por algo de comer, Miku... se quedó mirando los comerciales, Ichika estuvo repasando las habilidades actorales del personaje principal por alguna razón, y Nino, se desplomó en el sofá con un suspiro de enamorada.
Nino: Yamato es tan valiente y apuesto~.
Miku: Te hemos escuchado decir eso cada cinco minutos.
Nino: Y no miento. Cómo quisiera conocerlo - dijo antes de sonar la notificación de su celular - ¿Um?
Al encender su teléfono, vio que había un anuncio de último minuto sobre la subasta en línea de un dakimura de su actor favorito.
Nino: ¡¿Un dakimura de Yamato-sama edición limitada?! ¡Ven con mamá! - exclamó entrando a la subasta y poniendo su dinero.
Miku puso los ojos en blanco e Ichika solo dio una pequeña risita.
Ichika: Estoy de acuerdo con Nino.
Miku: ¿En gastar mucho dinero por un dakimura de Yamato Kuro edición limitada? - preguntó con una ceja levantada.
Ichika: Eso no. Me refiero a conocer al famoso actor Yamato Kuro - dijo antes de levantarse del sofá y estirar la espalda - Tal vez algún día lo conozcamos, ¿no?
Miku: ¿Quién sabe? - se encogió de hombros - Tal vez nunca lo conozcamos.
No saben que lo han conocido más cerca de lo que creen.
Nino: ¡¿Qué?! ¡¿Quién es Chicacosplayer17?! - preguntó en voz alta cuando vio que la subasta por la almohada lo ganó otra persona.
[}-O-{]
[Residencia Yuiga]
Yuuya: ¡¡AY!! - gritó de dolor cuando cayó alcohol en sus heridas - ¡Ten cuidado, Mizuki! ¡Eso duele!
Mizuki: Eso es tu culpa, Onii-chan - dijo sosteniendo una bola de algodón con alcohol - ¿Cómo fue que quedaste tan lastimado en primer lugar?
Yuuya: Yo... me resbalé por las escaleras - mintió desviando la mirada.
Sabiendo como es su hermana Mizuki, Yuuya no podía mencionar que estuvo protegiendo a una chica. Por alguna razón, se vuelve demasiado aterradora cuando habla sobre una fémina.
Mizuki: ¿Te resbalaste de las escaleras? - preguntó sin creerle - ¿Y las personas te pisaron mientras caías?
Yuuya: ......Sí.
Cuando había llegado a su casa, su mamá y sus hermanos se asustaron al verlo con heridas y su uniforme rasgado y con marcas de huellas de zapatos. Así que era obvio que no se resbaló de las escaleras.
Mizuki: ............
Yuuya: ............
Mizuki: ............
Yuuya: ¡¡AYAYAYAYAY!! - gritó de dolor cuando su hermana volvió a aplicarle el alcohol en la cabeza.
Mizuki: No te atrevas a mentirme, ¿okey, Onii-chan?
Yuuya: puso los ojos en blanco - Okey, mamá-¡¡AYAYAYAYAY!!
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[Pov. Yuuya]
El fin de semana terminó y era momento de volver a la escuela. El día fue lo mismo que los otros.
Para algunos se le puede considerar una tortura inhumana que lamentablemente es legal en muchos países... pero para mí, es un lugar sagrado donde puedo aprender cosas nuevas.
Para cuando el día termina, tengo trabajo que hacer.
Itsuki: ¿En serio enseñas a tres personas más?
Yotsuba: Eso es sorprendente.
Luego de que las clases finalmente terminaran, Itsuki y yo nos reunimos con Yotsuba en el camino a la biblioteca. Les había explicado que ellas no eran las únicas a quienes enseño, sino también a otras tres. Posiblemente una de ellas esté en el mismo salón de clases de Yotsuba.
Conociendo a las chicas, estoy seguro que se llevarán bien.
Yuuya: Ellas también tienen sus... dificultades en aprender ciertas áreas - dije desviando la verdad de que ellas son tontas como unas esponjas - Habrá días en que tenga que darles clases por separado. Porque no estoy seguro de poder ayudar a cinco chicas al mismo tiempo.
Eso sin contar que me falta otras tres hermanas Nakano por convencer.
Cuando llegamos a la biblioteca, las guié hacia la mesa de la habitación de al fondo donde regularmente doy clases.
Sorprendentemente, Furuhashi, Ogata, y Takemoto ya estaban ahí haciendo sus labores.
Y una vez que me vieron, no dudaron en recibirme.
Takemoto: ¡Hola, Yuuya!
Fumino: Arima-kun, hola.
Ogata: Arima, quiero que me ayudes con la prueba que fallé.
Con lo 'animado' que estaban, tenía que calmarlas o la encargada de la biblioteca nos iba a regañar. Sin embargo, las tres se callaron cuando vieron a Itsuki y Yotsuba detrás de mí.
Yuuya: Que bien que las notaron. Chicas, ellas son...
Takemoto: ¿Nakano Miku y su hermana? - preguntó mirando a Itsuki y luego a Yotsuba - Miku está en mi clase.
Fumino: No, ella es Nakano Nino y su hermana, y ella está en mi clase.
Ogata: Creí que era Nakano Ichika y su... ¿hermana?
Las tres se miraron confundidas y juraron que las otras mentían.
Yuuya: Cerca, pero no - dije para luego señalar a Itsuki y Yotsuba - Ella es Nakano Itsuki y está en mi clase. Su hermana es Nakano Yotsuba. Y las otras chicas que mencionaron también son sus hermanas.
Takemoto: Eso quiere decir que ellas...
Itsuki: Sí.
Yotsuba: Somos quintillizas.
Las tres se sorprendieron por tal revelación. Tenían casi la misma reacción que tuve cuando también lo descubrí. Y estoy seguro que en el futuro los demás de esta escuela tendrán lo mismo.
Yuuya: Ahora bien - aplaudí para llamar la atención de las cinco - He aceptado el puesto de tutor de las Nakano, por lo que crearé un horario sobre los días en que les voy a enseñar por separado. Y si se preguntan por qué no enseñarles a todas juntas, es porque sería demasiado para mí.
Enseñar a ocho chicas al mismo tiempo me volverá loco si les soy honesto. Y eso que me falta a las otras tres hermanas Nakano que se unan.
Yuuya: ¿Alguna duda?
Las cinco levantaron la mano y abrieron la boca para hablar.
Yuuya: Entonces a estudiar - dije mientras abría mi mochila y buscaba algunas cosas - He hecho libros de notas donde están mal. Espero que les sirva.
Saqué cinco cuadernos y les entregué a cada una de ellas.
Itsuki: Oh wow - dijo tras revisar cada página escrita con notas.
Fumino: ¡¿Escribiste todo esto a mano?! - preguntó sorprendida - ¡Arima-kun, eres tan exigente como una madre!
Arima: Por favor evita decir cosas así - pedí con una vena creciendo en mi frente.
[}-O-{]
Pasamos las horas estudiando hasta que empezó a caer el sol. Les avisé a todas que mañana enseñaría a mis tres primeras alumnas y que pasado mañana les enseñaría a las Nakano.
Me sorprendió que las chicas se llevaran bien con Itsuki y Yotsuba. Bueno, no tanto. Furuhashi y Takemoto son personas muy sociables y encantadoras, eso no es sorpresa. Pero Ogata, ella incluso distante se hizo amiga de las chicas.
Eso es sorprendente.
Y a mí me que me llevó días lograr que se abran a mí. Quiero llorar.
Pero bueno, antes de volver a casa, me fui a la librería. Finalmente había ahorrado suficiente dinero como para comprar el nuevo volumen de la historia de Japón: Era Sengoku.
No es mi era favorita, pero me llama la atención su historia.
Llegué a la librería y entré. Por suerte para mí, no había mucha gente adentro a excepción de los trabajadores. Saludándolos me dirigí a la sección de historia japonesa.
Como el libro salió hace unos días, puede que ya se haya acabado el stock. Pero afortunadamente había uno a la venta.
Yuuya: Que alivio. El último que hay - suspiré tomando el libro.
Sin embargo, alguien tomó el libro al mismo tiempo que yo. La persona era la hermana de Itsuki. La chica de los audífonos y la mirada estoica y sin emociones.
Yuuya: ¿Miku?
Miku: Oh, tú... - me miró con desagrado.
¿Qué hace aquí? Pensé que odiaba estudiar igual que el resto de sus hermanas. O mejor dicho, ¿por qué quiere ese libro?
Sabiendo que discutir con ella sería inútil, solté el libro. Pero desafortunadamente ella también hizo lo mismo, por lo que cayó al suelo.
Ambos fuimos a recogerlo, pero cuando nos agachamos, terminamos golpeándonos las frentes con fuerza.
Miku/Yuuya: ¡¡GAH!! - gritamos de dolor mientras caíamos al suelo sobre nuestros traseros.
Debido al impacto repentino, mi mochila se abrió y mis cosas en ella se esparcieron por el suelo. Miku también fue lo mismo, su celular salió y se deslizó en el suelo.
Miku: ¡Oh no!
Yuuya: L-lo siento, yo pagaré la reparación si se rompió - dije asustado mientras recogía su celular - "¿A quién engaño? ¡Ni siquiera puedo comprarme un celular de juguete! ¡¿Cómo podría pagar la reparación del suyo?!".
Miku: E-espera.
Tomé su celular y suspiré de alivio cuando vi que la pantalla no estuvo rota o algo por el estilo. De repente, su celular se encendió debido a que recibió un mensaje.
Era de su hermana Nino, avisándole que pronto estará lista la cena. Sin embargo, eso no es lo que llamó mi atención. Lo que lo hizo fue el fondo de pantalla que tenía.
Yuuya: ¿La cresta de los Takeda? - dije reconociendo el símbolo de inmediato - Con razón ella...
Miku: ¡Eso es mío! - me arrebató su celular y lo abrazó contra su pecho.
De inmediato sentí una sed de sangre hacia mí de parte de ella.
Miku: ¿Lo viste? - preguntó con una mirada sombría y asesina.
Yuuya: "Oh rayos" - tragué saliva y admití - Sí.
Temí lo que podría hacerme. Sin embargo, en vez de lanzarse contra mí, su cara amenazante se desplomó y se puso roja de vergüenza.
Miku: Por favor no le digas a nadie que me gusta la Era Sengoku.
Yuuya: ¿Eh? - incliné la cabeza confundido - ¿Está... bien? Pero eso es una pena... - metí la mano en mi bolsillo trasero y saqué una pequeña tarjeta para luego mostrársela - Porque parece que ambos estamos destinados a ser enemigos.
Miku frunció el ceño ante mi broma, pero pronto sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta del símbolo que tenía la tarjeta.
Miku: ¿La cresta Tokugawa? - preguntó poniéndose de pie y mirándome con un puchero - Que humillante.
Yuuya: ¡¿Humillante?! - rápidamente recogí mis cosas del suelo y las metí en mi mochila antes de ponerme de pie - Humillante fue su derrota en la batalla de Nagashino en 1575.
Miku: Solo derrotaron a los Takeda por su alianza con... - sus ojos volvieron a abrirse - ¿Cómo es que sabes todo eso?
Yuuya: Estos lentes no son solo para mostrar, ¿sabías? - sonreí con orgullo - Aunque soy fanático de Tokugawa, yo pienso que la Era Sengoku es increíble. Hay tantos eventos que sucedieron en esa época que jamás me cansa de leerlo. Como la batalla de Nagashino, o la rebelión de Shimabara...
Miku: ¡¿En la última batalla de Amakusa Shirou?! - completó la oración por mí mientras un poco de emoción en su voz - ¿Y qué me dices de la invasión de Corea bajo el mando de Hideyoshi?
Yuuya: ¿La de agosto en 1597? El almirante Yi Sun-shin y el ejército de la China Ming lograron estancar esa invasión - dije cada vez más emocionado. ¡Al fin alguien me entiende! - ¿Y has oído sobre la guerra de Tenshō Iga?
Miku: ¿Te refieres a las dos invasiones de la provincia de Iga por parte del clan Oda? - dijo dando un paso más y estando cerca de mí - Me encanta esa historia. En especial porque la región de Iga es famosa por ser la cuna del ninjutsu.
Yuuya: ¿Te gusta los ninjas?
Miku: ¡Amo los ninjas como también a los samurais!
Yuuya: ¡A mí también!
Pronto ambos estábamos sin aliento por toda la emoción que decíamos. Incluso lucimos algo avergonzados por las cosas que dijimos.
Yuuya: Emm... no entiendo porqué no quieres que le diga esto a nadie, y no te obligaré a que me lo digas, pero... incluso si apenas me conoces, debes saber que puedes contar conmigo - dijo dándole una amigable sonrisa - A veces es bueno hablar sobre la historia japonesa con alguien más, ¿sabes? Mi mamá y mis hermanos menores me escuchan, pero al mismo tiempo no te escuchan a ti, ¿me entiendes?
Miku: Sé cómo te sientes - dijo con una mirada conflictiva - A mí... me da un poco de vergüenza hablar de esto. A las chicas de mi edad les gusta los cantantes o actores guapos como Yamato Kuro.
Puse todo mi esfuerzo interno para no mostrarle la reacción que iba a tener cuando mencionó mi alias.
Miku: ¿Y a mí? Me gusta los hombres con barba. ¿Soy rara?
Yuuya: Oye, esos hombres con barba fueron quienes dieron forma a lo que actualmente es nuestra sociedad. Nuestra sociedad japonesa - recalqué antes de sonreír - Lo único por lo que deberías avergonzarte es tu preferencia de clan. Takeda, ¿en serio?
Juro, les juro que casi me da un ataque severo de diabetes cuando hizo un puchero y entrecerró los ojos. Era tan adorable maldición.
Si esa expresión fuera una pistola, ya habría muerto.
Miku: Como si el clan Tokugawa fuera mejor.
Yuuya: Te lo vuelvo a recordar... Batalla de Nagashino - sonreí con burla.
Miku: ¡MNNHH!
Casi me caigo hacia atrás cuando volvió a hacer su puchero. Incluso siento que me dará un ataque cardíaco si no controlo esto.
Yuuya: Ah - recordé que el libro sigue tirado en el suelo, por lo que lo recogí - Ten, puedes comprarlo.
Miku: ¿Eh? ¿Estás... estás seguro? - preguntó tomando el libro en sus manos con una mirada de desconcierto - Creí que tú también querías el libro.
Yuuya: Sí, pero puedo comprarlo otro día. Además... - nervioso, me rasqué detrás del cuello con una sonrisa - No podía dejar que alguien amante de la historia se quedara sin su fuente de sabiduría, ¿no?
Los ojos de Miku se abrieron y yo ya me sentía avergonzado por todo lo cursi que dije. Y todavía no había terminado.
Yuuya: Y con respecto a tu segunda pregunta, no eres rara. Nunca digas eso - dije poniéndome serio - Deberías estar orgullosa por las cosas y hobbys que te interesen, ¡porque esas son las cosas que te hacen única!
Miku: ¿E-eh? - retrocedió cuando dije eso - ¿En verdad lo crees?
Yuuya: 100% - afirmé asintiendo con la cabeza - Y si alguien te dice lo contrario, ignóralo... o golpealo, tú decides.
En eso último soy un poco hipócrita. Muchos estudiantes de la academia Ichinose siempre hablan de mí sobre que soy un nerd cuatro ojos y yo solo los ignoro y no los golpeo... A menos de que me golpeen primero. Ahí les devuelvo el golpe.
Miku: Gracias... necesitaba escuchar eso - dijo abrazando el libro contra su pecho.
Yuuya: De nada - sonreí.
Con el asunto resuelto, Miku se despidió y se fue a pagar por el libro. Yo, al ver que no puedo comprarlo, me fui de la tienda para comprar una bebida en la máquina expendedora de afuera.
Comprando la bebida de mi preferida, abrí la lata y bebí de su contenido.
Yuuya: Haa... - suspiré con deleite.
¿¿??: ¿Eso es Matcha soda?
La voz de Miku a mi costado me hizo girar para mirarla.
Yuuya: Oh, um... es extraño, ¿no? - me encogí de hombros - No es muy popular y poca gente lo bebe, pero... yo... siempre... ha... sido... mi favorito.
Mi voz gradualmente se apagó cuando la veo quitarse la mochila para sacar una lata de Matcha soda igual al mío.
Yuuya: Oh, vaya - dije riéndome - Tú también lo bebes, ¿eh?
Miku: Todo el tiempo - dijo con una sonrisa suya - Parece que no somos tan únicos como esperas.
Yuuya: Jejeje - reí negando con la cabeza.
Oh, por Dios. Le gusta la historia japonesa y le gusta el Matcha soda. ¿Cuáles son las posibilidades de encontrar a una persona así?
Si dice que le gusta el arroz pilaf, me caso con ella. (Inserte broma aquí)
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A la mañana siguiente...
[Habitación de Miku]
[Pov. Narrador]
Recostada en su cama con sus audífonos puestos y aún vistiendo su pijama mientras abrazaba una almohada, Miku observó el libro que compró ayer.
Su mente estaba en el nuevo tutor Arima Yuuya. Sabía que era un tipo extraño en el momento en que Itsuki lo trajo a casa. Sin embargo, parece que ambos son iguales. Tiene los mismos gustos que ella, ¡e incluso tiene la misma bebida favorita! Es como si el destino los hubiera unido.
No, borra eso, Miku ya está pensando tonterías.
Todavía recuerda la invitación que le hizo para unirse a las tutorias. Él puede enseñarle más cosas que ella no sabe y eso no suena tan mal como creía.
Miku: Tal vez si deba unirme - murmuró antes de tomar su celular.
Al encender la pantalla, le llegó la última notificación sobre su autor favorito.
Al abrir el enlace que era de un programa de noticias, sus ojos se abrieron en shock.
Miku/¿¿??: ¡¡¿QUEEEE?!!
Oh, parece que ella no fue la única en enterarse de las noticias. Sus hermanas también gritaron dentro de sus habitaciones.
Miku: No puedo creerlo - dijo estupefacta - Pero... ¿cómo hará para interpretar a Miguel O'hara, un personaje de origen mexicano?
CONTINUARÁ
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Había anunciado que no publicaría ninguna historia hasta inicios de Julio, pero como este estaba a la mitad, decidí completarla y publicarla. Este será el único capítulo de junio, en julio volveré con un nuevo capítulo de mi otra historia: El hijo de Sparda.
Eso es todo Chao chao.
Nº de palabras = 2795
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