7.
Charlotte eligió un bar bastante adecuado a nuestras necesidades de viernes. Un espacio amplio, tenuemente iluminado y todavía con mesas vacías, ya que no era la hora pico de salida de oficinas. Conseguimos una mesa ubicada en una esquina, cerca de la barra pero lejos de dónde la gente se estaba empezando a acumular, lo que nos permitía tener una visión bastante amplia de todo aquel que entraba o salía. El mesero se acercó a nosotras, dejando la carta para que elijamos nuestra arma mortal pero, cuando estaba por retirarse lo frené.
— Char... Soju y Tteokbokki?
— Por supuesto que sí.
— Entonces eso, por favor. Dos botellas de Soju y Tteokbokki para compartir. Puede llevarse la carta —Le sonreí amablemente, mientras le devolvía la dichosa carta para que la retirara.
El mesero me devolvió la sonrisa y, girando sobre sus talones, se retiró a por nuestro pedido.
— Bonito lugar, Charlie. La próxima vez deberíamos salir también con Hoseok, hace mil años que no estamos los tres juntos... De hecho... Hace mil años que no lo veo.
— Es que está muy ocupado con su estudio de danza. Hablé con el hace poco y me preguntó por ti.
— ¿Qué le dijiste?
— Que sigues siendo la misma imbécil —respondió, mostrándome una de esas sonrisitas socarronas que me daban ganas de partirle la mollera.
— Eres una... —Hice una bola gigante con un par de servilletas para lanzarla a su rostro dando en el blanco, su frente —En serio Char. Hoseok debe odiarme a estas alturas. No hablamos hace muchísimo tiempo. Probablemente ya hasta me haya borrado de sus contactos...
—¿Estás loca? Hobi te adora, Jennie. No te habla, solamente, porque no quiere molestarte. Está convencido de que Seokjin está celoso de él y no quiere meterte en problemas.
— ¿Jin? ¿Celoso? —No hubo manera de suprimir la carcajada que casi hace que me caiga de la silla. Creo que medio bar se dio vuelta para mirarme, aunque no les presté atención.
— Si... Ya le dije que está alucinando. Pero en fin. ¿Por qué no le hablas ahora? Quizás esté desocupado y pueda venir un rato.
— Eso haré.
Tomé mi teléfono del bolsillo pequeño de mi bolso y comencé a buscar en el chat de Kakao talk el número de Hoseok. La última conversación había sido hace dos meses. «Tengo que dejar de abandonar a mis amigos...» pensé, ante la visión de aquel chat.
19:30 Jennie
Hobba!!! Estás disponible?
19: 33 Hobba
Jennie!!! Estás viva? :P
Perdón, perdón. Tenía que decirlo.
19: 34 Jennie
Está bien, me lo merezco =(
En que andas?
19: 35 Hobba
Estoy en el estudio, me queda una clase todavía. Por?
10:38 Jennie
Porque estoy con Char en un barsete
a punto de tomarme hasta el agua de los floreros =)
Quieres venir cuando termines?
19: 40 Hobba
Me parece un gran plan. Mándame la dirección que cuando termine me piro para allá.
19: 41 Jennie
Ya te la envío. Nos vemos en un rato Hobi Bobi!
19:42 Hobba
Ok Pelmaza!!!
—Listo —le comuniqué a Charlotte — Dijo que cuando termine con su última clase viene... Le estoy enviando la dirección.
— ¿Has visto? Te dije que no te odiaba... Estúpida —me sacó la lengua burlona y juro que me dieron ganas de que se la mordiera. La amo, pero esas cosas que hace me sacan de mis casillas.
— Mete la lengua adónde pertenece, Char, que no estamos en primaria —La reprendí apuntándole con el dedo, consiguiendo por su parte una sonrisa desafiante —Además ¿Cómo iba a saber que no me iba a mandar a la mierda?
— Porque es Hoseok, tu mejor amigo desde hace eones y ya deberías conocerlo. Parece que lo conociera más yo, que tú. Eso que fui la última amiga en llegar...
— Si... Bueno... Ya sabes como soy. Todavía me pregunto por qué me quieren, si no hice nada para merecerlos.
— Eso crees tú. ¿Recuerdas cuándo estuve muy enferma y te ocupaste de cuidarme? Además de hacer mi trabajo mientras no estaba...
— Es lo normal ¿No? —pregunté, alzando mis hombros.
— Dios mío... Deja. Por más que te lo dibuje no lo vas a entender. Eres durísima, amiga. Ya te dije que...
Mi celular pegó un saltito sobre la mesa al vibrar, interrumpiendo el regaño de Charlotte.
— Debe ser Hobi. Dame un segundo.
20: 00 Desconocido
Señorita Kim... me olvidé de decirle.
Estaba usted hermosa hoy.
Mi corazón se puso al trote de manera inmediata, bombeando tan rápido que la sangre se agolpaba en mis mejillas. Mi cara debía ser una pintura porque Charlotte, a punto de empezar a devorar el Tteokbokki que acababa de llegar, se detuvo en seco.
— No es Hobi ¿Verdad?
— No...
— ¿El semental?
— Señor Park Charlotte. Si... es él —respondí, casi atragantándome con mi propia saliva.
— ¿Que dice? —Se levantó de su asiento, pasando su cuerpo sobre la mesa para acercarse a otear, a ver si leía algo.
— No hagas esfuerzos innecesarios, te vas a manchar las tetas con la salsa del Tteokboki. Toma y mientras lees pásame el Soju, por favor.
— AHH BUENOOOOOOOO —Levantó tanto la voz, que creo que el señor Park la escuchó también. Aproveché para tomarme un trago de Soju como si la vida se me fuera en ello — ¿Vas a responderle?
— ¿Que se supone que diga?
— ¿Tú también, papito rico? O mejor algo como... Me gustaría ser pantalón para pegarme a tus muslos... porque vamos, que esos muslos estaban para comerlos crudos.
— CHARLOTTE!!!! Si serás bestia...
— No lo puedes negar.
— No niego ni confirmo nada. Dame eso —dije, tomando mi celular de vuelta, casi arrancándoselo de las manos.
— Sabía que había algo extraño ahí... ¿Qué paso ayer antes de descomponerte? Si no me equivoco el señor Cheong te había mandado a su piso ¿Verdad?
— Sí... El...
— ¿El?
— Me besó —dije, tomando otro trago de Soju (que ya era como el cuarto) al tiempo que hundía mi rostro entre mis brazos, para que Charlotte no viera el rojo furioso en mis mejillas.
— NO ME JODAS.
— No te jodo...
— Contéstale IDIOTA. Si no le contestas tú, juro que le contesto yo. O acaso vas a salir de nuevo con esas de que estás casada y que se yo qué.
— Pues si. Porque así es.
Charlotte estaba a punto de seguir con su cháchara, pero algo llamó su atención en la puerta y abrió los ojos de par en par, sorprendida.
— Mira lo que trajo el viento —dijo, señalando hacia la entrada —Hablando del diablo...
Seokjin hacía su entrada en el bar, acompañado —cómo no— de Namjoon. Ocuparon una mesa cercana al ventanal que daba hacia la calle y se sentaron enfrentados.
Me quedé observándolos un rato, en silencio. La sonrisa de oreja a oreja de Seokjin, era algo que no veía hace siglos. Tampoco aquel brillo en sus ojos, cada vez que miraba a los de su amigo. De repente una de sus carcajadas exageradas llegó hasta mis oídos y pude ver como Namjoon le sonreía cariñosamente.
En mi mano, la botella de Soju iba y venía, absorta como estaba mirando el panorama. Ya había perdido la cuenta de los tragos, pero noté que la botella estaba vacía, así que insté a mi amiga a pedirme otra.
— Jennie, mira para aquí y come. Te estás tomando todo con el estómago vacío y vas a terminar perdida...
— Shhhhhhhh —respondí, haciendo un ademán llevando mi dedo índice a mis labios.
De un momento a otro la mano de Namjoon tomó la de Jin, acariciándola con su pulgar. Jin no sólo se dejaba hacer, si no que lo correspondía. Ahí me cayó la ficha de los últimos doce años. Aquello que todo el mundo veía y me decía, pero yo estaba demasiado ciega —o me hacía la ciega— para poder reconocerlo. Definitivamente mi esposo tenía una relación con Namjoon y yo estaba haciendo el papel de tapadera. No me quedaba la menor duda al respecto.
Parecerá raro pero, en lugar de sentirme dolida; me sentí aliviada. Esto significaba que el fracaso de la intimidad no era mi culpa. Mi única culpa en todo esto, era tener vagina. Claramente, por los actos que estaba viendo frente a mí, no era eso lo que a mi esposo le gustaba.
— Char... —Me giré a mirarla y ella clavó sus ojos en mí, expectante. Supongo que pensó que iba a largarme a llorar o algo similar, pero nada más lejos de la realidad — Ya no tengo excusas...
— ¿Al fin te diste cuenta?
— Creo que siempre lo supe, pero no quería darles la razón.
— Supongo que ahora vas a ir a esa mesa y a partirle su mandarina en gajos... ¿Verdad?
— No, Charlie. Lo que voy a hacer ahora es tomarme mi Soju y esperar a Hobi contigo.
— ¿Doce años estuviste haciendo el papel de idiota y no vas a decirle nada?
— Nope. Pásame el Soju Char. Esta noche me pienso poner... Borracha no. Lo que le sigue.
Mientras le daba otro trago a mi botella de Soju pensé en cómo ahora íbamos a empatar. Porque dos pueden jugar a este juego y si yo iba a ser pantalla, Seokjin iba a correr con la misma suerte.
El NamJin ha sido revelado!!! Ya lo sabían hasta en Marte, pero la pobre Jennie bueno... Se ve que necesitaba pruebas.
¿Que opinan de todo esto? ¿Alguna teoría de como va a seguir la cuestión? Pregunto, porque yo tampoco lo sé.
Nos veremos en el próximo capítulo. Que tengan un hermoso día!
Abrazotes.
Noona ♥
PD: Acá el TaeTae viendo como se arma la gorda. Traiganle los pochoclos :P
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