Anuncio rápido: Bueno, como muchos sabrán, escribí mi primer one-shot "amantes de negro", quiero agradecer por el apoyo que le dieron; como ya dije, ese one-shot lo escribí para el concurso de San Valentín de Wattpad, y al fin anunciaron a los ganadores. ¿Y que creen? No gané ;-;

Pero bueno, me gusto haberlo escrito, fue algo nuevo para mi, y gracias a todos de nuevo xd.

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—Soy Nick Fury, director de SHIELD —empieza a caminar y se sienta en la silla del director—. Los he estado observando por un buen tiempo.

—Espere... ¿Acaso es un agente secreto? —dijo Jackie.

—Las preguntas las hago yo, jovencita. Quiero que me digan todo lo que sepan sobre, la otra dimensión —dijo para luego soltar unas pequeñas esferas al suelo.

Aquellas esferas mostraron hologramas dónde había fotos y grabaciones de los sucesos ocurridos en la escuela de Eco Arroyo, cuando Star Butterfly estaba presente. También los momentos en las que el hombre araña utilizó sus poderes al máximo, cuándo Nicole utilizó sus poderes de hielo, y las batallas en el parque y en Britta's tacos.

«Debe ser un espía del gobierno o algo así», pensó Marco.

—Ehhh... Supongo que ya sabe quienes somos —comentó la castaña—. No tiene caso hacernos los tontos.

—Me gusta como piensas, niña.

Los 4 adolescentes tomaron asiento, se miraron por un momento y empezaron a explicar todo lo que sabían. Desde Marco hablando acerca de lo que vivió junto a su vieja estudiante de intercambio, hasta Jackie hablando sobre lo que vivieron en el regreso a Mewni. Marcia y Nicole hablaron acerca de lo que hicieron para proteger la fuente de magia. Nick solo escuchaba y se frotaba el mentón, una vez que terminaron se levantó y caminó hacia las ventanas para observar la ruidosa calle.

—¿Eso es todo? —preguntó mientras tenía sus manos en la espalda.

—Si, señor —contestó el castaño.

Aquel hombre seguía sin quitar su mirada de la ventana y dio un suspiro.

—Llevo 20 años trabajando como espía para el gobierno. Y 10 siendo director de una organización secreta; he visto cosas que no podrían creer. Pero nunca algo como esto —dijo para sacar otra esfera y soltarla al suelo mostrando otros hologramas que mostraban a las personas de Virginia bastante preocupadas y otras enojadas—. Aquella batalla que libraron, ha causado temor en toda la sociedad; hemos tratado de mantener la calma pero no podemos engañar a las personas. Necesitan respuestas.

«Oh vaya, he estado más preocupado por mi, que no noté cómo se sentían las personas ahora», pensó Marco.

—Necesito que vengas conmigo, chico. Tenemos un vuelo que sale en 10 minutos.

—Espere, ¿qué? —dijeron los 4.

—¿¿Ahora??, pero tengo escuela.

—De eso no te preocupes, ya todo está arreglado, ahora muévete. Ustedes pueden regresar a clases —señaló a las 3 chicas.

—Pero siempre le cuidamos la espalda —comentó Nicole—. Tenemos que ir con él.

—Descuiden, tengo una agente que lo cuidará. Ella está bastante calificada para estas cosas.

—¿Ella? —dijo Nicole con la mirada fría, cosa que Fury notó.

—Tienes algo en tu frente, niña —mencionó el agente al ver unas manchas de copos de nieve en la frente de Nicole.

—¿Qué? —al escuchar eso se puso nerviosa y trato de ocultar su frente—. No es nada.

—Es verdad, tienes más en el cuello —habló Marcia intentando acercarse a Nicole, pero ella se alejó hasta toparse con la pared—. Nicole, ¿te pasa algo?

«Ay no, no tengo salida», pensó ella.

Marco y Jackie se le acercaron tratando de calmarla; pero poco a poco, ella se llenaba de más copos de nieve en la cara.

—¿Oye estás bien? —preguntó Jackie.

—Oh oh, —dijo Marco—. Nicole... Acaso esos no son síntomas de... ¿Mewbertad? —habló bastante sorprendido.

—¿Se encuentra bien su amiga? —preguntó Nick.

—No... Debemos ayudarla, no queremos que suceda lo mismo otra vez, causaría pánico en toda la ciudad —comentó Marcia—. Señor Fury, los espías tienen tecnología avanzada ¿verdad?, tiene que ayudarla.

—Bien, súbanla al auto entonces.

—No esperen, estoy bi... —No pudo terminar de hablar porque Marco la cargo sobre sus brazos y se la llevó.

Todos los alumnos estaban en clases, gracias a eso nadie vio la escena que se estaba llevando a cabo. Saliendo de la escuela había un automóvil negro con lunas negras, las puertas se abrieron de forma automática y Marco puso a su "novia" dentro. El espía entró al volante y encendió el auto.

—Ok, avísenle a mis padres que estaré fuera unos días —sugerió Marco a Jackie y a Marcia—. Les estaré llamando para informarles de todo.

—Entendido.

El espía presionó el acelerador y el auto arrancó, Nicole seguía insistiendo que estaba bien; empezaba a volverse molesto, tanto que Marco le hecho telaraña en la boca para que se callara.

—Perdón, linda, es que te vuelves un poco irritable.

«¿Cómo te atreves?», pensó furiosa ella y empezó a generar hielo de sus manos.

—¿Qué hacen allí atrás?, hace frío —dijo Nick.

—Nada nada —se acercó a Nicole y la abrazó para que sus manos de hielo sean cubiertos por él—. «Sé lo que está pasando, Nicole, estás pasando por la Mewbertad. Temo que eres muy propensa a sentir celos, y eso provocó tus manchas», susurró el castaño a la peli blanca.

Esto callo de inmediato a Nicole, pues sabía que Marco la había descubierto. No podía hacer nada más, así que dejó de generar hielo y se calmó hasta la llegada del aeropuerto. Al bajar, subieron rápidamente a un jet privado que no tardó en despegar; al cabo de una hora, ya estaban cerca de aterrizar.

—Esto sale de ti, ¿verdad? —preguntó ella con la telaraña disolviéndose en su boca.

—Ahhh, lo hiciste sonar raro, ¿sabes? —contestó nervioso y le pasó un pañuelo para que se limpie. Y a lo lejos estaba Fury riéndose internamente por aquel chiste.

El jet aterrizó tan pronto como despegó, al bajar fueron escoltados por robustos agentes hasta ingresar a un automóvil, que los llevó de regreso al viejo hogar del chico. Después fueron llevados hacia el centro del pueblo, hacia las instalaciones de Oscorp que había ahí.

«Un segundo, yo ya estuve aquí... Aquí es donde... Casi le soy infiel a Nicole», pensó él.

—Llegamos —dijo el espía—. Espero no perder mucho tiempo examinando a tu novia.

Ambos asintieron e ingresaron a la instalación; al ingresar, observaron a muchas personas, mecánicos, científicos, ingenieros, etc. Todos con un logo muy peculiar.

—¿Por qué se hacen llamar SHIELD? —preguntó Díaz muy curioso.

—El Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística, y Defensa, es una agencia secreta de inteligencia, espionaje y antiterrorismo que cubre operaciones muy especiales y específicas en todo el mundo —habló una agente peli blanca acercándose a ellos.

—Señor, Díaz —llamó Nick—. Ella es la agente que te custodiará dentro de los próximos días.

—Mucho gusto, señor Díaz —dijo ella estrechando su mano, cosa que Marco correspondió.

—El gusto... Es mío.

Nicole solo observaba el saludo mientras que otro copo de nieve aparecía en su frente.

—¿Y qué pasará con Nicole?

—Ella vendrá con nosotros —habló otro señor en bata junto a otro también.

—¿Señor Smythe? ¿Doctor Octavius? —dijo sorprendido Marco y se les acercó para saludarlos.

—Doctores, llévense a la señorita aquí presente y vean que sucede con ella —ordenó la agente.

«Al menos a ellos los conozco», murmuró la peli blanca de hielo.

—Acompáñanos, Nicole. Veamos qué está mal contigo —habló Otto.

Nicole se despidió de Marco y acompañó a ambos doctores hacia el elevador. Mientras que Nick le daba una orden a la agente para luego irse.

—Acompáñeme, señor Díaz —dijo ella.

—Está bien, señorita...

—Silveria Sablinova.

Ambos se dirigieron a otra parte del establecimiento en donde había un equipo de trabajadores que parecía que construían alguna especie de armas junto a otro que portaba unos trajes especiales, cargando unas cápsulas que contenían un líquido dorado luminoso.

—¿Puede decirme a dónde vamos?

—Usted va a necesitar un nuevo traje, porque veo que olvidó traer el suyo —respondió manteniendo su mirada al frente.

«Maldición, dejé de lado la ciudad estos días que ya no llevaba puesto mi traje bajo mi ropa».

—Descuide, tenemos todo tipo de diseños para usted. Puede elegir el que más le guste.

—Wow, que buen servicio.

Llegaron a un pequeño cuarto con computadoras en donde Silveria abrió un archivo que decía "Trajes". Le pidió a Marco que viera los trajes que había; Marco simplemente se quedó asombrado por la inmensa cantidad de diseños que veía.

—¿Por qué ya tenían listo una sección de trajes para mi?

—No puedo darle esa información, no todavía. Solo puedo decirle que mañana estará frente a todo el mundo para responder sus preguntas.

—Espere... ¡¿Qué?!

••••••••••

*Esa misma noche*

Las calles de Nueva York eran tranquilas, en su mayoría, pero había días en la que todavía se presenciaba actos de delincuencia. La mayoría de los asaltantes portaban una máscara morada con círculos negros en la parte de los ojos y unas manchas blancas, la máscara de Prowler.

Estos malhechores no eran nada más ni nada menos que ex miembros de la pandilla de aquel famoso criminal que murió hace tiempo. Aún había algunos cables sueltos, estos creaban una distracción a veces para distraer al arácnido y robar algunos bancos. Aunque en su mayoría no lo lograban con éxito.

El número se había reducido y ya estaban desesperados por tantos fracasos, tanto que era común las peleas en los bares generados por la más mínima disputa que tenían.

—Acércate, viejo, acércate —dijo un hombre que estaba provocando a otro simplemente por haberse sentado en su sitio.

El otro hombre, por furia, se lanzó y empezaron a pelear. La pelea duró un par de minutos hasta que ambos cayeron por el cansancio. Pero no pasó mucho para que otra disputa se formara, esta vez porque uno creyó que el otro le había robado dinero. El bar era un caos; hasta que de repente, unas mini bombas con forma de calabaza entraron por las ventanas y explotaron causando pánico en todo el lugar.

Las bombas no causaron tanto daño, pues eran pequeñas; la puerta se abrió de golpe y una extraña criatura entró, ves a una capucha naranja y una capa, colgaba un bolso y tenía una cara completamente no humana. Parecía un duende. Todos los presentes se asustaron al verlo.

—¡¿Qué demonios?!

—¡¿Qué rayos es esa cosa?!

Aquella criatura soltó una sonrisa, pero una sonrisa que generaba miedo, además que contaba con unos ojos rojos que asustarían a cualquiera.

—Digamos que soy... Su salvador.

Todos se miraron a las caras, y de inmediato sacaron sus pistolas y empezaron a disparar. Las balas lo atravesaron varias veces, pero este ni se inmutó; volvió a sonreír y sacó de su bolso una bomba calabaza que lanzó hacia los hombres y los hizo caer de inmediato.

—Que mala manera de recibir a su nuevo jefe —habló mientras sus heridas se regeneraban—. Tendré que enseñarles buenos modales —dijo para acercarse a ellos y se inmediato empezaron a gritar.

—¡¡AHHH!!, ¡ALÉJATE!

—Tranquilos, no los voy a matar. Los necesito.

—¿Qué es lo que quieres?

—He venido para poner orden en estas calles... Y para cumplir una tarea. Únanse a mi, y los recompensaré.

—No lo creo, el hombre araña de seguro te derrotará. Ya venció cosas peores que tú.

—Ohhh, jeje —río maliciosamente el duende—. Ahí es donde te equivocas, el hombre araña no tiene idea de qué tan peligroso soy, vengan conmigo y les prometo que verán a ese insecto rogar por su vida.

Todos los hombres volvieron a mirarse, las palabras de aquel sujeto se oían muy creíbles, de alguna manera. Además que necesitaban a un líder; lo pensaron un poco y todos asintieron, a lo que el duende sonrió.

—¿Cómo se llama usted?

—Llámenme... El Hobgoblin.

—¿Qué hacemos primero?

—Ustedes... —sacó una tarjeta de su bolso y se los lanzó— Vayan a este lugar y pónganse listos, también reúnan a todos los demás que estén por ahí; entre más, mejor.

El hobgoblin se dirigió a la puerta y una especie de planeador aéreo vino a él y se subió.

—¿A dónde va?

—Voy a deshacerme de algo... Negativo primero —contestó con una escalofriante sonrisa para luego irse volando.

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Continuará...

LSZ-V3B