Llegada la mañana, el trío hizo su rutina esperando la noche. Fueron de compras y mataron el tiempo; sin embargo, llegada la noche, se colocaron sus trajes y se dirigieron al edificio, prepararon un pequeño plan para poder conocer a Li discretamente, y lo pusieron en marcha. La gata se presentó en la entrada del lugar y unos guardias la recibieron, las arañas se escabulleron en unos conductos de ventilación y siguieron el paso de la gata.

—Señor, ya llegó —dijo Thomas a su jefe.

—Al fin llegas, querida —dijo Martín sentado en su silla y cerrando su diario.

—Aquí estoy Martín —habló seria la felina—. ¿Querías verme?

—Me alegra que estés aquí Jackie. Ya
estaba preocupado por ti —con sarcasmo respondió Li.

—¿Lo dices enserio? —dijo cruzada de brazos.

—No me gustaría que estés por ahí tu sola sin mi supervisión, Gata. Recuerda que eres mía.

La gata negra solo se quedó callada con una ira en su interior. Al igual que las arañas que se encontraban literalmente sobre ellos. Esas palabras ya lo volvían alguien odioso, y comprendieron el fastidio de la peli blanca.

—¿Qué pasa? Tienes una diferente actitud —preguntó Li levantándose de su silla y acercándosele—. ¿Pasó algo malo?

—No... Nada —respondió observando el conducto de ventilación brevemente.

—Muy bien, porque tengo otro trabajo para ti.

Mientras que Li hablaba con la gata, algo brillaba levemente en la oficina de Martín. Esto fue captado por el dúo arácnido, y descubrieron que se trataba de la gema dimensional.

«Esa es... Mi gema», susurró Spidey sorprendido.

«¿Qué hace eso aquí? ¿Crees que Mysterio tenga algo que ver?», respondió susurrando la chica.

«Es probable. Eso significaría que Martín es parte del círculo del fuego eterno... Tengo que recuperarla», dijo para hacerse invisible.

Jackie escuchaba las órdenes de Li, hasta que vio cómo el conducto de ventilación se abría y luego se cerraba, intuyó que era el arácnido invisible. Martín notó su distracción pero ella contestó rápidamente sus preguntas.

«¿Qué está haciendo?», se dijo en su mente.

El arácnido llegó al escritorio y observó su gema, la tomó y vio también una nota en medio de todos los documentos que decía: "Cuidado con tu felina, ella ya cambió de bando".

Esto sorprendió al chico, pues deducido en segundos que esto podría tratarse de una trampa. Por lo que regresó de inmediato a la ventilación y habló con su hermana para idear un plan de escape rápido. Mientras tato, Martín terminaba de hablar con la gata y le ordenaba retirarse.

—Espera, antes de que te vallas, te informo que Clint te acompañará esta vez.

—¿No confías en mí? —respondió extrañada.

—Debo tomar precauciones.

En eso, el elevador suena y un hombre con un traje de ninja aparece.

—Aquí estoy jefe —habló el ninja.

—Hola, Clint. Aquí está ella, pueden retirarse.

«Esto es malo, con el vigilándome no podré ver a Marco y a Marcia» dijo Jackie en su mente.

El ninja tomó del hombro a Jackie y caminaron al elevador, ella estaba incómoda y el estaba quieto como una roca.

«Maldición, tenemos que deshacernos de ese sujeto», susurró Marcia.

«Vámonos», respondió Marco.

—Yo podría vigilarla, señor —dijo Thomas.

—No, te necesito para otras cosas.

Martin regresó a su oficina y se sentó; pero, notó que algo le faltaba. Dio un suspiro y exclamó:

—Atrápalos —exclamó Martín entrando a su modo negativo.

—Si señor —contestó Thomas mientras se quitaba la camisa y empezaba a crecerle pelo por todo el cuerpo junto a garras y colmillos.

••••••••••

El dúo arácnido se movía a través de los conductos de ventilación, hasta que llegaron al elevador; aterrizaron con la ayuda de los cables y se pararon encima viendo que Jackie estaba bien; eso les alivió un poco.

—¿Sabes que notarán que les robaste verdad, Marco?

—Técnicamente no les robé porque esta gema me pertenece, y si, si sé que lo notarán —respondió con un suspiro—. Supongo que tendremos que pelear para salir de aquí.

Dicho y hecho, cuando el elevador se detuvo, sintieron como varios hombres con armas esperaban a la gata. Estos tenían intenciones de lastimarla, cosa que enfureció al arácnido y rápidamente rompió el techo del elevador con un golpe eléctrico y aplastó a varios hombres que vestían máscaras extrañas.

¡¡KRACK!!

—No... La toquen —dijo poniéndose en guardia en frente de Jackie.

El ninja sacó su katana y trato de atacar al arácnido pero la gata lo golpeó, unas telarañas agarraron al ninja y recibió una patada en la cara para ser pegado a la pared por la mujer araña.

—Gracias —agradeció Jackie.

—¡Atrápenlo! —exclamó uno de los hombres con máscara.

El trío se junto y derrotaron fácilmente a aquellos hombres, esquivando sus rayos eléctricos negros, cosa que sorprendió a Marco. Pensaron que habían acabado pero un rayo de energía mucho más potente los alcanzó y chocaron contra unas mesas que había.

—Muy bien, ¿qué tenemos aquí? —dijo Martín Li junto a varios hombres con armas y máscaras.

—¡RAAAUGH! —rugió un puma.

Aquel animal se acercó al atrapado ninja y con sus garras lo liberó; este recogió su katana y su nunchaku. Junto al puma y otros hombres, rodearon al trío.

—Yo te conozco... —dijo Marco observando al felino—. ¿¿¿Puma???

¡¡¡KRACK!!!

Martin sin perder tiempo lanzó uno de sus rayos hacia el trío que, por suerte, lograron esquivar. Spidey lanzó un par de bolas de telaraña hacia los hombres con máscara pero ellos se lo quitaban fácilmente, el ninja lanza su katana que por poco alcanza a la mujer araña, de no ser por su sentido arácnido.

Los hombres con máscara corrieron a atacar a Marco y este los distraía. El puma dio un rugido y salto hacia la felina, que o recibió con una patada, y la arácnida corría a enfrentar al ninja. El señor negativo estaba parado observando la pelea, el arácnido derribaba fácilmente a sus hombres; tanto que, le lanzó uno de ellos, pero él lo esquivó.

El puma atacaba a la gata, esta tenía desventaja, pues su rival era más grande y más fuerte; tanto que, rápidamente la tiró contra unas mesas e intentó darle con sus garras.

—Vamos Jackie, ¿por qué haces esto? sabes que siempre gano —dijo el felino acercando sus garras a la cara de la gata.

—Ya cállate —respondió para luego impulsarse en el suelo y patear con ambas piernas a la cara del puma y luego lanzarle esa misma mesa.

El puma se enoja y corre hacia la felina, esquiva sus ataques y detiene dos puñetes que ella le iba a dar; apretando con fuerza para inmovilizarla. Mientras tanto, la chica araña golpeaba al ninja, pero este esquiva uno y la patea para luego atraparla y atacarla con el nunchaku; ella se cubría con sus brazos hasta que le lanzó telaraña a la cara y aprovechó para lanzar otras redes a un par de escritorios y lanzárselo. Pero el ninja sacó sus katanas y cortó en pedazos los escritorios, anulando el ataque.

—¿Quién eres? —preguntó algo sorprendida.

—No tengo porqué decírtelo —respondió secamente para luego apuntarle con las katanas y correr hacia ella.

El hombre araña, por otro lado, derribaba al último hombre con máscara, esquivo sus bastones de energía y con telaraña lo enredó para después lanzarlo a otros hombres y acabar con todos.

—Me gustan sus máscaras, ¿qué significan? —comentó él.

—SON TUS DEMONIOS —exclamó el señor Li lanzando sus rayos eléctricos.

El arácnido nota los rayos y lo esquiva dando unas volteretas; pero, no esperaba que fueran tan veloces. Se reincorpora y lanza telarañas a una máquina expendedora y lo lanza a Martín, pero este lo parte con uno de sus rayos.

—¿Acaso eres electro? —preguntó indeciso él.

—Mejor preocúpate de ellas niño —dijo mirando detrás de él.

El hombre araña voltea y observa cómo sus compañeras están siendo derrotadas por sus contrincantes, él trata de correr para ayudarlas pero un rayo le cae en la espalda y lo inmoviliza brevemente. Martín se acerca y lo agarra del traje acercándolo a una ventana grande. El puma había hecho lo mismo con la gata, y el ninja ya tenía derribada a la arácnida y la cargaba en su hombro.

—Ya saben qué hacer —ordenó Li.

Y así, Martín lanza al hombre araña, rompiendo la ventana y seguido a él, su hermana y su ex-novia también fueron lanzadas desde el edificio. Por fortuna, la mujer araña recuperó la conciencia y se dio cuenta de que estaban cayendo; así que, rápidamente lanzó telarañas hacia unos postes que había abajo tratando de crear una red improvisada; el hombre araña, que aún seguía consciente, recuperó la movilidad de su cuerpo y lanzó una telaraña a la gata negra para acercarla a él y abrazarla para evitar que recibiera daño alguno al caer.

¡PAM!

Desgraciadamente, el hombre araña no cayó sobre la red y recibió golpes al caer sobre unos autos, la mujer araña aterrizó sobre su red, pero al no estar terminada, recibió algo de daño. La gata negra recuperó poco a poco la consciencia y sintió que estaba siendo abrazada.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó algo adolorido.

—Ehhh si... Gracias —respondió para luego quitarse de encima.

Ella lo ayudó a levantarse y la arácnida se les acercó sobándose el hombre derecho; se preguntaron si estaban bien, luego fueron hacia su automóvil que estaba estacionado para tener más privacidad.

—Les dije que era peligroso —exclamó Jackie.

—Si, lo sabemos. Pero no es tiempo para quejas, al menos ya sabemos a qué nos enfrentamos —dijo Marcia.

—Bien por ustedes, ahora tenemos que rescatar a mis padres.

—¿Tus padres? —preguntó la castaña.

—Si, él tiene amenazado a mis padres. Me dijo que si me atrevía a revelarme, los mataría —comentó alarmada la peli blanca.

—Entonces vayamos donde están ellos... ¿En qué estás pensando, Marco?

—¿Mmm? Ah, es que me dejó pensativo ese rayo que me inmovilizó por completo.

—Bueno, no es tiempo para pensar, es momento para actuar —habló su hermana.

—Claro, claro. Vámonos —respondió el castaño para que luego la felina arranque el auto.

••••••••••

El auto derrapó y llegó cerca de la casa Lynn Thomas, el trío bajo y se dirigió corriendo hacia la puerta, Marco pateó justo al lado de la perilla para que se abriera de inmediato. Esto asustó a los señores presentes, quienes dieron un grito de susto.

—¡¿Hombre Araña?! —exclamaron al unísono.

—Lo lamento, pero están en peligro aquí, tienen que...

*sentido arácnido*

—Oh oh... —dijo la de traje rojo.

Casi de repente, las paredes estallaron y el techo también, y las ventanas restantes fueron atravesadas por varias bombas de humo, que se esparcieron en un santiamén; se cubrieron la nariz y la boca pero ya era muy tarde. Vieron cómo el ninja rompía otra ventana y, junto al puma, se llevaron a los padres de Jackie.

—¡¡NO!! —gritó y al mismo tiempo tosió el arácnido.

Desgraciadamente, el gas contenía unos químicos muy fuertes, tanto que lo noqueó de inmediato, al igual que su hermana. No obstante, la felina de negro pensó rápido y recordó uno de sus viejos aparatos. Metió algo en su muñeca, y como si se tratara de una ballesta, apuntó con su muñeca hacia la espalda del puma y lanzó una especie de rastreador en forma de araña, que se pegó en el pelaje del felino sin darse cuenta; para después, caer noqueada también entre los escombros de la casa.

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Continuará...

LSZ-V3B