(Cap 3) LA FELINA

Luego de que el dúo arácnido se acomodara en sus habitaciones, no sin antes fastidiarse un poco el uno al otro. En las calles del pequeño pueblo, caminaba una chica morena peli blanca por las veredas; aún había bastantes transeúntes haciendo compras o regresando de sus trabajos.

Entró a un pequeño Subway para comprar algo que comer; justo al lado del Subway se encontraba una pequeña tienda de autos, ella le puso un ojo a uno en particular.

—Ese será —habló dándole un mordisco a su Subway de pavo, su favorito.

Al poco rato caminó un poco dando vueltas por el centro, hasta que empezó a notar que el frío se hacía más intenso. Tomó una ruta que la llevaría hasta su casa, el cual estaba un poco abandonado, aunque no iba a quedarse mucho tiempo. Entró, subió a su habitación y se dio una ducha para refrescar su cuerpo; terminó, se secó, y se alistó para dormir.

—Narra Jackie—

Este lugar ya está un poco sucio, hace tiempo que está abandonado. Me causa gracia que en las redes sociales de Eco Arroyo digan que ya está embrujado; en fin, mañana me iré de este lugar, tendré que ver la cara de Li una vez más. Como odio a ese desgraciado; aunque, creo que ya me acostumbre a su presencia.

Me dormí y traté de olvidar todos mis problemas por una noche. Desperté sin ningún problema e hice mi rutina como siempre, me preparé algo para comer y encendí la televisión. Estaba en el canal de noticias y me di cuenta que me había olvidado que Marco podría seguir vivo.

"En otras noticias, el FBI acaba de llegar al lugar donde se desató una dura batalla en donde "supuestamente" el hombre araña había regresado; es algo curioso que haya ocurrido en un puesto de tacos para ser sincero. Las autoridades piden a los civiles que no se acerquen demasiado, pues parece que detectaron ciertos niveles de radiación rondando por la zona. Aunque dudo que eso detenga al equipo periodístico —dijo para que la cámara muestre varias camionetas periodísticas rodeando el lugar".

Me causó un poco de gracia ese último comentario; como sea, arreglé mis cosas y estaba dispuesta a salir para planear un poco acerca de lo que haría esta noche; pero, algo me detuvo. Observé la sala y noté lo sucia que estaba, algo me decía que hiciera algo; no podía dejar mi hogar en este estado. Así que accedí; me puse manos a la obra y limpié lo más que pude toda la casa.

—Ufff... Al fin terminé —dije recostada en el sofá—. Valió la pena.

Encargarme de todo eso me dejó hambrienta, y ya me había acabado toda la comida congelada que tenía. Supongo que tendré que hacer un par de cosas más; no me molesta, no tengo nada que hacer... Por ahora.

Y así, me cambié y salí en dirección al centro del pueblo. Pude ver de lejos a algunos viejos compañeros de la escuela; no me reconocen debido a mi nueva apariencia, aunque tampoco quisiera que me reconozcan. Volví a ver las noticias que se transmitían en unos televisores de una tienda, parece que ahora unos agentes secretos están interviniendo en ese lugar. No le tomé importancia ya que quería seguir moviéndome; además, no tengo nada que ver con fuentes mágicas de otra dimensión.

••••••••••

—Narro yo—

Dejando de lado a la chica gatuna. Las cosas estaban un poco fuera de control en la sociedad, algunos sentían miedo pues creían que se trataba de extraterrestres, y algunos pocos tenían la credibilidad de "magia". Y las cosas se volvieron más aterradoras cuando una camioneta con las lunas negras se estacionó en frente del lugar, de ella salió una mujer con un traje poco convencional, seguida de otros hombres, todos vestían ternos y llevaban gafas de sol.

Los periodistas intuyeron que se trataba de agentes del gobierno, la cosa debe estar intensa para que agentes secretos intervengan. Se acercaron a la zona restringida con intenciones de traspasar las barreras establecidas.

—Disculpe señorita, no pueden pasar. Esta zona está restringida por el FBI —dijo el oficial que resguardaba el lugar. Y qué solo seguía sus órdenes.

La mujer peli blanca ni se inmuta y saca una identificación de su bolsillo enseñándole al oficial.

—Agente Sablinova, de SHIELD. Tenemos autorización para investigar la zona —le respondió Silveria al oficial.

—¿SHIELD? —preguntó sorprendido, pues a pesar de que las agencias no se comunicaban mucho, todas reconocían el nombre "escudo"—. Bueno... Lamento haberlos interrumpido, pasen —dijo tratando de ser cordial y abriendo la cinta policial.

—Gracias —respondió la peli blanca y junto a todos sus hombres, entraron no sin antes colocarse unas mascarillas y guantes especiales.

—Oye, Stacy. ¿Qué crees que hagan los del gobierno aquí? —le dijo uno de sus compañeros.

—Probablemente hay algo grande detrás de todo esto... Supongo que nos darán la orden de retirarnos, pues SHIELD tiene más poder que el FBI y la CIA —dijo George para después retirarse.

Y estuvo en lo correcto, al poco rato más autos y camionetas llegaron con el símbolo de SHIELD. Uno de sus superiores les dio la orden de retirada, y todos los oficiales presenten se fueron con bastantes preguntas en sus cabezas, pero tendrán que obedecer sin cuestionar nada. Lo mismo hicieron con los reporteros que rondaban en los alrededores, dejando a los agentes que cargaban máquinas y construían algunas estructuras.

••••••••••

—Narra Jackie—

Intenté mantenerme lo más ocupada posible durante el día, hice algunos arreglos a la casa de mis padres... Estoy pensando en venderlo, pero aún soy menor de edad para hacer eso; no importa, este año cumplo 18 de todas formas.

Vi la hora y era el momento adecuado para actuar; me paré y me acerqué a mi armario, lo abrí y saqué mi traje de felina. Le tenia cierto cariño a ese traje, me lo puse y salí por la ventana; eran las 11pm, por lo que no habría tantas personas y las tiendas estarían cerradas. Aunque, sentí que alguien me seguía.

Llegué a mi objetivo; por suerte, nadie había comprado el coche que había fijado mi mirada. Utilicé un par de herramientas que siempre guardo en mi cinturón para entrar al local sin que las alarmas y cámaras de seguridad me detectaran. Preparé una salida improvisada con mis garras y me subí al coche, era uno elegante para mi gusto.

—Vamos funciona —dije tratando de encender el coche; no me esperaba esto ya había activado la batería entre otras cosas, es imposible que no quiera arrancar.

Me frustré un poco, era el único auto eléctrico que había en este lugar. Intente revisar el capo del coche para ver si algo malo le había pasado; pero todo estaba en orden.

"¿Por qué generalmente nos reencontramos en un robo tuyo?"

—¿Marco? —dije al reconocer su voz.

"Hola Jackie", respondió él dando un suspiro.

—¿Dónde estás?

"Descuida; no me encontrarás, estoy en mi modo invisible".

—No sabía que tenías ese poder. ¿Qué le hiciste al auto?

"Simplemente absorbí la energía de la batería mientras tú preparabas la salida, debo decir que recién estoy aprendiendo cómo utilizar esa habilidad".

—¿Tú eras el que me seguía desde mi casa? ¿Cómo me encontraste?

"Nuestro amigo me dio unas pistas caballerosamente; además, intuí que estarías en tu vieja casa gracias a Janna".

—Felicidades entonces. Ahora déjame ir —exclamé un poco seria.

"Wow, ¿por qué ese cambio de actitud? Creí que éramos amigos".

—Lo siento Marco, pero no puedo tener amigos. Él no me dejaría.

"¿Quién es "él"?... ¿Martín... Li?"

—Ya déjame ir, devuelve la energía al coche.

"En primer lugar, es un automóvil. En segundo lugar ¿por qué quieres irte?, ¿estás consciente de que puedo atraparte y entregarte a la policía?. Y en tercer lugar... Déjame ayudarte".

—Perdóname Marco... Pero él es muy poderoso —le hablé con un tono más decaído.

"¿De qué tienes miedo? Sabes de lo que soy capaz, podemos detenerlo".

Noté que su voz era un poco más fuerte, por lo que intuí que estaba cerca de mi; me bastó con solo escuchar sus pisadas para darme cuenta que estaba detrás de mí. Me di la vuelta rápidamente y lo pateé en la cara, se volvió visible, y lo agarré de las manos para luego tirarlo al suelo y aplicarle una llave para dejarlo inmóvil.

—Perdóname Díaz. Por última vez, regresa la energía al coche.

"¡Que es un automóvil!", dijo una voz femenina.

Sentí una patada en la espalda que me alejó de Marco. Me levanté con un Kick-up y me puse en guardia, lo mismo hizo aquella chica, que era su hermana.

—Escucha Jackie, déjanos ayudarte por favor —habló Díaz poniéndose de pie—. No quiero llevarte a prisión.

—¿Por qué te interesas tanto en mi? Solo soy una peón, el rey es Martín.

—¡Porque me importas mucho, ¿si?! —me sorprendió un poco lo que dijo.

—Escucha Jackie, entiendo que tengas miedo. Pero déjanos ayudarte a superarlo, no puedes vivir así. Estás viviendo tu propia tortura —fue lo que dijo la chica araña.

—Te amé una vez, y por respeto a nuestra relación que tuvimos quiero ayudarte... Quiero salvarte.

¿Por qué tenías que recordármelo? Me hiciste sufrir dos veces por haber tenido que dejarte ir. Te quería mucho...

••••••••••

*Flashback*

—¿Enserio vas a hacer eso? Vamos, Marco, debe haber una buena razón por la que Star se fue de esa manera.

—Pero ella es mi amiga, Jackie. Tengo que ayudarla, tengo que "salvarla".

—Creo que no podré detenerte —dije dando un suspiro.

Y así, Marco agarró sus tijeras dimensionales y se fue tras ella. A veces creo que la prefieres a ella más que a mi. Pero no puedo afirmar nada aún. Salí de tu casa y regresé a mi hogar tratando de desearle lo mejor.

*Flashback 2*

Estaba patinando en mi skateboard con dirección a mi casa, tenía el corazón roto, pues acababa de romper con Marco de una forma indirecta. Traté de ser firme, pero no podía evitar soltar lágrimas; sin darme cuenta, estaba pasando cerca de su casa. Me detuve al frente de ella y me senté en un columpio que había, era de noche; por lo que, nadie notaría que estaba llorando.

••••••••••

*Fin de los flashbacks*

—¿Enserio quieres venir conmigo? Es demasiado peligroso —hablé tratando de que cambie de opinión. Pero hizo algo que no esperaba; me abrazó.

—Oye, me importas mucho. No quiero que estés sufriendo... Te quiero, y no descansaré hasta salvarte. Es una promesa —dijo levantando la mano.

Pequeñas lágrimas que querían brotar de mis ojos, hace tiempo que no siento este tipo de afecto; correspondí el abrazo hasta que un sonido de motor nos detuvo.

—Está listo, solo falta que le des una recarga —interrumpió la chica araña dentro del automóvil.

—Pan comido —respondió y se acercó al capo que estaba abierto. Puso sus manos en el motor y vi cómo la electricidad fluía a través de él dirigiéndose a los cables del auto. Aún sigo sorprendida por los poderes que "Marco Díaz" ha obtenido.

—Listo... Ya estamos listos.

—¿Acaso vas a robar ese auto? —pregunté incrédulamente.

—Descuida, este auto ya está pagado —respondió ella—. Cortesía de Smythe por haber salvado a su hijo.

Solté una pequeña sonrisa y me senté en el asiento del piloto, Marco a mi costado y Marcia atrás.

—¿Sabes conducir, cierto? —me cuestionó él. ¿Acaso cree que iba a robar un automóvil sin saber conducir?

No le respondí y simplemente puse en marcha el auto eléctrico y nos fuimos.

••••••••••

Continuará...

LSZ-V3B

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top