(Cap 20) KONSHU

*En alguna parte de Mewni*

—Narra Marc Spector—

La vida suele darte sorpresas inesperadas, un día estás levantando tu reino caído, y el otro día un cretino aparece destruyendo todo y robándote el legado de tu familia. Nos hemos estado recuperando poco a poco de la destrucción que quedó, gente que se enfermó por esos gases, cultivos que se pudrieron y ganado que murió, tendremos que empezar desde el principio otra vez; pero, últimamente no he podido dormir debido a que perdí mi tesoro sagrado.

*Flashback 1*

—Uhhh, al fin te conozco en persona, Luna, jeje. Déjame decirte que tus esfuerzos son en vano, "él" ya te tiene en la mira desde hace mucho tiempo; mejor dicho, "él" ya los tiene a los 3 en la mira.

*Flashback 2*

—Te mataría ahora mismo —dijo el duende acercándosele—. Pero el jefe tiene mejores planes para ustedes 3.

*Fin de los flashback*

Esa armadura es nuestro símbolo, perderlo significa perder algo sagrado de nuestra religión; además, solo soy un simple Lunero común y corriente sin esa armadura. He hecho lo que pude para ayudar a los pobladores que perdieron de ganado, cultivos y viviendas, pero sin las habilidades mágicas que me otorga la armadura, no puedo hacer mucho.

Las cosas empeoraron hace unas horas, varios están empezando a enfermarse gravemente; fiebre, vómito, cansancio, dificultad para respirar, entre otros. Parece que han sido infectados por un virus que apuesto a que estaba en esas bombas de gas; nuestros doctores analizaron sus muestras de orina y de sangre y dedujeron que padecían del virus metanosio.

—¡¿Virus metanosio?! —gritaron algunas personas al recibir la información del doctor.

—Lamento decirles que si, así que tendré que pedirles que guarden la calma y que se queden todos en sus casas porque este virus es muy letal y muy contagioso —habló él seriamente mientras que varios empezaban a hablar.

—No todos podemos quedarnos en casa; la familia de mi hermano se quedó sin hogar luego del ataque —habló un campesino.

—Las cabañas restantes no son tan grandes como para contener a dos familias —habló una panadera.

Poco a poco todos empezaban a alzar la voz; yo estaba dentro de la casa del doctor tomando agua hasta que escuché que hablaban de mi, así que salí para ver lo que pasaba.

—Existe una cura, pero se encuentra en territorio Butterfly.

—No hay problema, nuestro rey a salido de estas tierras hacia lo desconocido varías veces, puede hacerlo de nuevo.

—¡CABALLERO LUNA! —empezaron a aclamar todos.

—¡Ya basta! —grité—, no puedo hacerlo... Ya no. He perdido el tesoro sagrado de Konshu, no tengo fuerza, ni rapidez, ni poderes, soy presa fácil allá afuera.

Todos se quedaron callados y empezaron a murmurar; espero que puedan comprender que todas las grandes cosas que hice hasta ahora fue gracias a la armadura y el divino poder de Konshu, yo solo era el portador de ese poder; sin él, soy débil.

—Lamento haberlos defraudado, pero estoy seguro de que saldremos de esta situación juntos —vi en sus caras la inconformidad que sentían, eso de desalentó un poco.

—Marc... Sabes que solo existe una forma de salir de esto, necesitamos esa cura, yo y mis compañeros no podemos tratar este virus. En cuestión de tiempo todo el pueblo quedará infectado y morirán en unos días.

—...Lo siento, ningún mewmano puede salir vivo del bosque de la muerte segura; sin mi armadura no puedo.

El doctor me miró afligido y luego se fue a su casa y los pobladores también; yo regresé a mi cabaña que tenía un par de agujeros y me eché en mi hamaca cerrando los ojos. Pasaron horas hasta que gotas de agua empezaron a caer sobre mi frente; me desperté fastidiado y me di cuenta de que mi techo estaba agujereado, me fui a buscar un parche de lana entre mis cosas pero no había nada, así que salí para pedirle prestado a un vecino.

TOC TOC TOC

Toqué la puerta un par de veces pero nadie abrió; empecé a preocuparme, así que con mucha fuerza rompí el manojo y entré rápidamente. Al entrar quedé impactado, el cuerpo de mi vecino y de su esposa estaban tirados en el suelo muertos... Y de repente alguien me agarró por detrás y me lanzó hacia las mesas.

—No... No puede ser... —dije impactado al ver a...

—Tu los mataste —me dijo eso y trató de clavarme su espada pero yo lo esquivé y me levanté.

—¡¿Quién eres?! ¡¿Por qué tienes esa armadura?! —lo miré fijamente a los ojos—, tú los mataste.

—No, Marc, tú lo hiciste. Creí que eras el indicado; creí que merecías la armadura.

—Konshu...

—Ningún Spector ha demostrado ser totalmente digno; eso me pasa por creer en los mewmanos, Madame Web tenía razón, todos son iguales.

Él sacó sus dagas y los lanzó hacia mi, yo me cubrí con una mesa que fue destruida por su golpe y pateó en el estómago para luego agarrarme y lanzarme contra la pared.

—Cof cof, !te equivocas! Soy digno, he tratado de liderar a mi gente y corregir los errores de mis ancestros; ¡pero sin tu armadura no soy nada, no puedo hacer nada!

—Si no eres nada sin la armadura, entonces no lo mereces —preparó su shuriken y los lanzó hacia mi liberando destellos.

Literalmente no pude reaccionar debido a la velocidad que fue lanzada; creí que moriría, pero terminé despertando en mi hamaca con la luz de las 2 estrellas del día.

—Fue... Un sueño —dije un poco aliviado; sin embargo, alguien tocaba mi puerta y fui a abrirla—, ¿si?

—Hola, Marc —era el doctor—, tengo malas noticias... Gerald murió.

Gerald, el sacerdote del pueblo, había muerto... Quedé impactado por la noticia, Gerald fue el que siempre daba consejos a todos y el que los mantuvo en calma en el tiempo que yo me había ido. Me sentí culpable al instante.

—Marc... Sé que crees que no eres nada sin la armadura y que le fallaste al pueblo, pero eso no es verdad; tú fuiste el que decidió redimir los errores de tus antepasados, tú fuiste el que nos dio esperanza con tus palabras, tú fuiste el que nos motivó a volver a levantar el reino... Sin haberte puesto la armadura —terminó de hablar y se fue lentamente.

Tiene... tiene razón; me quité la armadura desde el momento que regresé al pueblo, hice negocios con otros pueblos de monstruos, recogí cosechas, alimenté al ganado y ayudé a construir nuevas viviendas para los pobladores, y les enseñe a pelear a los campesinos... Sin la armadura.

—Ahora, mi gente depende de esa cura para evitar que todos mueran; debo ir al bosque de la muerte segura —entré a mi cuarto y saqué las tijeras dimensionales que Hekapoo me había dado, preparé mis cosas y abrí un portal.

••••••••••

*Reino Butterfly*

Aquí estoy, en las afueras del reino más poderoso de Nueva Mewni; sé que Hekapoo detectará que abrí un portal a este lugar y me localizará después de esto, pero no hay otra opción. Caminé por unos minutos y llegué al bosque, en donde había varios carteles de peligro; al principio sentí temor, pero luego recordé el por qué estoy aquí.

Saque las tijeras dimensionales y las convertí en una espada, la cual utilicé para cortas unas lianas que colgaban en la entrada, seguido de hierba mala que me impedía el paso. Empecé a escuchar sonidos extraños y me pareció raro que nada me haya tratado de matar; seguí adelante hasta lo más profundo del bosque para hartar la cura que se encontraba en el néctar de unas flores doradas.

Al encontrarlo, saqué mi cuchillo para sacarle el preciado néctar; sin embargo, sentí que algo me agarró por la espalda y me lanzó contra unos troncos con mucha fuerza. Me recuperé y vi que se trataba de... Un robot.

—¿Un robot? ¿Qué hace un robot en este lugar? —me pregunté, pero para mi mala suerte, mas robots salieron de los arbustos y todos tenían sus miradas en mi y preparaban sus armas.

¡¡¡RATATATATATATATA!!!

Los robots empezaron a disparar y yo me cubrí con unos árboles, pero era inútil, saqué las tijeras dimensionales y las dividí en dos espadas con las que traté de deshacerme de ellos. Tuvo éxito con algunos, pero eran demasiados.

Me cubrí de los disparos con mis espadas y me clavé en el pecho a uno, di un salto para cortarle la cabeza a otro y retrocedí esquivando un misil para luego cortarle los pies a otro. Desgraciadamente me rodearon de inmediato y me golpearon y arrastraron contra el suelo; pude destruir a algunos por pura suerte aprovechando que estaban cerca para cortarles la cabeza.

Otro misil fue disparado y lo esquivé con dificultad, el misil cayó cerca de mi y me dejó sordo y aturdido por unos segundos, lo cual aprovecharon para enredarme con una cuerda que empezó a electrocutarme sin piedad; al terminar, los robots me dispararon en el pecho, haciéndome perder mucha sangre en cuestión de segundos. Sabía que este era mi fin.

¿Enserio voy a terminar así? Yo debía salvar a las personas de Moontown de aquella enfermedad mortífera, sin embargo ahora estoy muriendo; les he fallado...

—No... —dije con mis últimos alientos—. No puedo morirme; estaría condenando a todas esas personas que dependen de mi —empecé a levantar mis espadas con mucha dificultad—, ¡¡AHHH!! —grité y corrí hacia los robots para empezar a rebanarlos pieza por pieza; pero otra vez, me superarían, debido a que uno de ellos me clavó una daga en la espalda—. GGGGHHHH.

Caí al suelo y sentí que todo se volvía lento, vi mi vida pasar frente a mis ojos, mi primer cumpleaños, la escuela, mi primer amor, mi graduación, mi entrenamiento, las guerras, la caída de mi reino, mi coronación, mi primer encuentro con Konshu, la fundación de Moontown, mi llegada a la Tierra, las nuevas aventuras que viví ahí, y mi regreso a Moontown.

Todo se volvió negro después de eso, y poco a poco fui abriendo los ojos, estaba echado en el pasto con el cielo de noche y auroras azules; me levanté y vi que ya no tenía mis heridas, caminé un poco hasta que vi a lo lejos... A Konshu y a Madame Web.

Ellos me miraron y me acerqué un poco inseguro; noté que se susurraban entre ellos hasta que fijaron sus miradas en mi. No sabía que hacer, quizá me juzgarán para decidir si voy al inframundo o me quedo a descansar.

—Saludos, Marc —dijo Madame Web desde su silla—. Es gusto conocerte.

—Hola, Spector, ¿me extrañaste? —habló Konshu.

—Es un honor estar presente ante ustedes —dije arrodillándome.

—Oh, por favor, basta de formalidades, no lo necesitaremos de nuevo —dijo la araña celestial.

—Me disculpo.

—¿Sabes por qué estás aquí, Marc? —preguntó el Dios de la Luna.

—No, mi señor.

—Te hemos observado todo este tiempo, y Konshu se dio cuenta de que estaba confundido —habló ella—, no eres igual a los anteriores reyes Luneros.

—Ese pequeño acto de valor y coraje antes de que murieras, me hizo dar cuenta de que estaba confundido; dime... ¿Quién eres ahora?

—...Soy Marc Spector, actual líder de Moontown con la responsabilidad de levantar una vez más al reino de la Luna.

—Wow, estoy impresionada —comentó Web—. Muy bien, ahora a lo que te trajimos aquí.

—Verás, Marc, las cosas en la Tierra no están yendo muy bien actualmente.

—¿Qué quiere decir?

—Marco está en problemas —dijo ella seriamente—, fui secuestrada por un septariano y al parecer, se va a formar una guerra para obtener la fuente mágica de la Tierra.

—Por lo que, hemos decidido hacer algo drástico... Debemos eliminar la fuente mágica de la Tierra.

—¿Qué? —dije sorprendido—. ¿No deberían consultarlo con la unicornio primeriza?

—Ya lo hicimos, y está de acuerdo. Hemos hecho los cálculos y consultado con el padre tiempo... —habló él.

—Los humanos no están preparados para este nuevo mundo —añadió ella.

—Ok... Acepto la misión. Pero primero debo salvar a mi gente.

—Estaremos en contacto, Luna —terminó Konshu.

Hubo un gran destello y desperté en el lugar donde había muerto, no tenía heridas y los robots ya no tenían su atención en mi. Agarré mis espadas y sigilosamente los empecé a acabar uno por uno; me equipé con sus armas y al cabo de unos minutos, me había deshecho de todos.

Estaba cansado, pero aún así logré sacar todo el néctar a las flores y abrí un portal hacia Moontown, sé que la comisión sabrá de mi secreto pronto, pero ya no tenía otra opción; ahora debo darme prisa para crear la cura con los doctores y salvar a mi pueblo.

"Has demostrado ser más que la armadura; mi tiempo como Dios acabará pronto, y estoy tranquilo sabiendo que mi armadura lo porta la persona correcta", fue lo que escuché y de repente todo se volvió blanco y sentía que mi cuerpo recuperaba su fuerza y su poder.

"El caballero Luna está de regreso"

••••••••••

Continuará...

LSZ-V3B

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