(Cap 19) ESPÍRITUS

—Narra Jackie—

Aquí nuevamente con mi traje felino, admito que me gusta bastante, pero el hecho de que me lo dieron con el objetivo de hacer cosas malas, le quita mérito. Estábamos en el elevador subiendo hasta el último piso, al llegar, caminamos por un pasillo hasta llegar a la oficina de Martín; no esperaba que una cara conocida saliera de ahí.

«¿Doctor Octavius?», dije en voz baja y nos miramos a los ojos, pero él inmediatamente agachó la cabeza y se fue.

Thomas me abrió la puerta y entré siendo escoltada por Clint; Martín al vernos guardo un frasco que contenía lo que parecer ser una muestra de sangre; lo primero que se me vino a la mente es la sangre de Marco que le robé hace meses cuando... Lo besé. Pero no puede ser posible, ¿el doctor Octavius trabajando con Martín? Tal vez no sepa que él es una mala persona.

—Al fin llegas, Jackie, te estaba esperando.

—Hagamos esto rápido, ¿quieres? —respondí disgustada—, ¿para qué me necesitas? ¿Robar?, ¿secuestrar?, ¿espiar?

—Ohhh no, no necesito eso, ya no.

«¿Ya no? No esperaba que respondiera eso; ¿qué estás planeando ahora?»

—Verás, Jackelyn, ¿recuerdas todo lo que hice para que seas mi mejor trabajadora? —me preguntó acercándose.

—¿Cómo olvidarlo? —conteste disgustada otra vez.

—Entonces... Espero que puedas soportar eso de nuevo.

—¿De nuevo? —dije sorprendida.

Martin dio una señal y sin tiempo para que reaccione, Clint rápidamente me agarró por la espalda y puso un pañuelo en mi boca y nariz que rápidamente me dejaron inconsciente; al final solo pude ver como Thomas, convertido en puma, me cargaba y me llevaba junto a Li.

••••••••••

—Narra Marcia—

Vi como todos esos hombres se me acercaban con malas intenciones; sabía que me harían lo mismo que le hicieron a Marco; creo que ser mujer ni siquiera me salvara ahora.

—Vamos, niña, si me dices lo que quiero saber, no te haremos nada —dijo el duende; o mejor dicho, el septariano.

«Tendré que resistir esto, Marco lo hizo, así que yo también lo haré, lo que sea para que este monstruo no se salga con la suya», tragué saliva y mantuve mi mirada y mi postura firme.

—Bien, el chico está inconsciente; procedan —ordenó ese desgraciado y sentí como un barrote me golpeó en la cintura.

Para mi suerte, mis superpoderes me brindan una resistencia sobrehumana, al igual que Marco, pero en algún punto empezaré a sentir dolor por los daños constantes que me iban a dar.

No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que el dolor empezó a incrementar y sentía la tortura; me golpearon en todo el cuerpo y mi resistencia comenzó a bajar; gritaba con cada golpe y patada, también sentí que empezaba a sangrar, pero ya no sentía mis piernas ni mis brazos por lo que me desataron y caí al suelo, pero la tortura no había acabado; me levantaron y me siguieron pegando en la cara y en el estomago, seguimos así por unos minutos hasta que se cansaron y me botaron al suelo tosiendo sangre; ahora sé lo que Marco sintió previamente.

—Cof cof... Eres un monstruo —hablé con dificultad.

—Si, soy un monstruo —respondió él y se agachó para alcanzarme—, pero el mundo me convirtió en eso, no sabes los horrores que viví, tuve que aprender que solo los más fuertes sobrevivirán, comer o ser comido; ahora... Tengo un propósito que cumplir y nada ni nadie se interpondrá en mi camino, no importa que género.

—Cof cof —tosió Marco, significa que estaba despertando.

—Justo a tiempo, jeje, levántenlo —ordenó a sus hombres que levantaron a Marco y le echaron un vaso de agua, lo que lo hizo despertar.

—Al fin despiertas, Díaz, ya me estaba preocupando por ti —habló sarcásticamente—. Mira a quién tenemos por aquí —me levantó y me acercó a él.

—¿Marcia?... ¡¿Qué le hicieron?! —trató de levantarse pero sus ex villanos lo agarraron al instante.

—Descuida, hermano, estoy bien, no te preocupes —respondí adolorida.

—Miren que tiernos se ven ustedes dos, y veo que sus caras siguen siendo iguales, jajaja —bromeó maliciosamente—. Escucha, chico, esta es tu última oportunidad; dime dónde está tu tesoro sagrado, o... —él sacó su espada y lo pegó a mi cuello; me estaba usando como extorsión y para ser sincera, no quería morir—, ella muere.

«Oh por Dios, nunca me imaginé en una situación así, no quiero que el duende obtenga a la araña celestial, pero tampoco quiero morir»

Marco se quedó en shock; yo también lo estaría si estuviera en su lugar, no sabría qué decidir. Vi que Marco miró al suelo y se quedó callado por unos segundos, ya me estaba poniendo nerviosa, pero luego la subió y me miró a los ojos. Sabía que ya había tomado una decisión.

—Está en mi habitación, en mi casa —contestó con lágrimas en los ojos, y yo también empecé a lagrimear.

—Sabía que tomarías la decisión correcta, Marco. No te preocupes, tus padres no saldrán lastimados... Si es que no se encuentran en casa, jejeje —me entró un escalofrío por lo que podría pasar con los señores Díaz, mis padres.

••••••••••

—Narra Jackie—

Había despertado en una camilla, amarrada con unas correas, no podía moverme, vi a lo lejos unos científicos que estaban haciendo algo con una masa blanca en una cápsula. Luego escuché el sonido de los pasos de Martín que llego junto a otros científicos.

—Supongo que esto te resulta familiar.

*Flashback*

—¿Q-qué va-vas a ha-hacer? —preguntó Jackie tartamudeando al ver a Li con una jeringa que contenía un líquido negro.

—Descuida, no te va a doler, jejeje —río maliciosamente e inyectó la jeringa en Jackie lo cual le provocó un dolor intenso.

—¡¡¡AAAGGGHHH!!! —gritó ella por el dolor que empezó a sentir en todo su cuerpo.

*Fin del flashback*

Mi piel se erizó por completo y se formó un nudo en mi garganta, vi cómo los científicos preparaban una máquina mientras que Martín agarraba unos tubos que pegó en mi cabeza, mis brazos, y mis piernas.

—¿Qué vas a hacer? —pregunté muy asustada por dentro.

—Jeje —río nuevamente—, descuida... —se acercó a mi oído y susurró— "no te va a doler".

Cuando dijo eso, mi corazón se aceleró y empecé a sudar; no tenía idea de lo que me iba a hacer ahora, solo sé que sentiré lo mismo de esa noche cuando me inyecto los químicos que me convirtieron en la gata negra.

—Procedan —ordenó y una señora jaló una palanca que activó la máquina.

Una corriente recorrió todo mi cuerpo, y el dolor empezó; grité con mucha fuerza porque el dolor era insoportable, sentía como si me sacaran el corazón de golpe, no puedo creer que exista personas que no les importa ver sufrir a otras. Espero que Marco esté bien, no quisiera que algún día el sienta un dolor así.

Pasaron segundos y apagaron la máquina, el dolor empezó a bajar poco a poco hasta que pude mover los ojos; vi que sacaban un frasco con un líquido negro de la máquina y se lo dieron a Martín. Sentía que me iba a desmayar en cualquier momento, pero me concentré en la conversación que tenía Li con Clint.

—Prepara al monstruo, y llévate a un equipo contigo; quiero que destruyan todo rastro de magia de SHIELD.

—¿También se refiere a...?

—Si, a esa chica también elimínenla.

••••••••••

—Narra Marcia—

Estábamos nuevamente encadenados a los postes, estábamos a doloridos y cansados, a penas nos podíamos mantener en pie; el duende llegó y habló con algunos secuaces.

—La chica es toda suya; resérvenme al chico, el jefe estará complacido de tenerlo bajo sus pies —terminó para luego irse junto a otros hombres, mientras que los demás se me quedaron viendo.

—Ya lo oyeron, muévanse —ordenó Herman.

«Maldición, ojalá tuviéramos fuerza para barrer el suelo con ellos, pero todo el cuerpo me duele y a Marco también».

—¿Qué piensas hacer con nosotros, Herman? —preguntó Marco.

—Contigo, nada; con ella... —me miró con una cara pervertida.

Marco se puso furioso y empezó a generar electricidad; pero por desgracia, las cadenas lo absorbían rápidamente, Herman lo golpeó en el estómago con uno de sus guantes de Shocker tirándolo al suelo, y después continuó golpeándolo en la cara y a patearlo en el cuerpo.

Yo también me enfurecí y traté de moverme, pero Alexander me agarró fuertemente y pude sentir su miembro rozándome; pero no me importó, me sentía inútil en ese momento porque no podía hacer nada para ayudarlo, vi como algo sangre salpicaba y unas gotas cayeron en mi mejilla. Esto era un infierno.

Herman paró y la cara de Marco estaba casi irreconocible, su traje estaba roto, tenía moretones y cortes en toda la piel; espero que él aún conserve su súper resistencia, porque yo sentía que no podría soportar algo así.

—Eso te enseñará a no meterte conmigo, maldito —dijo limpiándose la sangre que le había salpicado; y después otros hombres se llevaron a Marco cargándolo de los hombros, pues él se había desmayado.

Alexander me soltó y retrocedió un poco, noté que tenía todas las miradas fijadas en mi; sabía lo que significaba eso.

—Prefiero que me maten —hablé en voz alta.

—Eso sería un desperdicio de carne, ¿cierto, chicos? —habló Quentin y todos asintieron.

Herman fue el primero en acercarse, sé que el día en que Marco y yo fuimos a Ravencroft, él me miró con malas intenciones cuando me estaba retirando; no iba a dejar que ese cretino se atreviera a tocarme.

—Hola, hermosa —dijo él y me agarró de la cintura.

—!No me toques! —respondí y le di un fuerte cabezazo en la nariz, cosa que lo hizo caer y sangrar.

—¡Agh! ¡Maldita! —se levantó bruscamente y me golpeó en la cara.

Admito que su golpe lo sentí, se puso furioso y siguió golpeándome en la cara y en el estómago también. Me desencadenó y caí al suelo por el dolor en mis piernas, él empezó a patearme varias veces hasta que empecé a sangrar y a toser. Luego paró y se limpió la sangre de su nariz; yo no podía pararme pero me esforcé bastante y pude hacerlo.

—Sabía que te resistirías, preciosa —comentó Alexander—. Pero ahora estás débil y aún podemos sacarte algo de provecho —se me acercó junto a los demás con intenciones nada caballerosas.

—Que hermosa chica —dijeron los hombres.

—¡Aléjense de mi, bastardos! —grité tratando de mantenerme en pie, pero fue inútil.

Me rodearon y empezaron a manosearme; intenté alejarlos pero me agarraron los brazos, sin fuerza y sin salida, ya me había rendido. Voy a ser violada, y no había nada que pudiera hacer.

Pero, justo cuando ya había perdido mis esperanzas, sentí dos presencias muy familiares; abrí los ojos y los vi a ellos en frente de mi.

"Descuida, no estas perdida, hermana, estamos aquí contigo", habló escorpión.

"Siempre lo estaremos, ahora levántate y sigue luchando", habló tarántula.

"Eres la mujer araña", hablaron al unísono.

De repente, sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi ser, mis ojos brillaron y mi cuerpo se llenó de electricidad, cosa que alarmó a lo desgraciados que estaban tocándome.

—¡¡AHHH!! —grité con fuerza y solté una onda eléctrica que mandó a volar a todos; regresé en mi y observé mis manos, estaban llenos de electricidad.

Camine con dolor, pero me aguante y me dirigí hacia donde tenían a Marco, solo seguí las gotas de sangre que había en el suelo; llegué hasta un cuarto oscuro y vi a Marco encima de una mesa; voy a sacarte de aquí.

*sentido arácnido*

Por puro instinto, me volví invisible y esquivé a un sujeto que estaba detrás de mí, los hombres se alarmaron y sacaron sus pistolas; pero, no les sirvió para nada porque uno a uno los fui derribando y ni siquiera lo vieron venir. Los electrocuté y los pateé en sus miembros para acabarlos rápido; luego de unos segundos todos estaban en el suelo y me volví visible para que me vieran.

—Tuuu... —dijeron algunos antes de caer inconscientes —llegué hasta Marco y lo desperté delicadamente, él se sorprendió bastante al verme.

—¿Marcia?...¿Cómo es que...? —dijo adolorido pero lo interrumpí.

—No hay tiempo para hablar, salgamos de aquí, hermano —lo cargue sobre mi hombro para que no tuviera que caminar.

—Gracias... —dijo él con una voz dañada.

—Agradécele a ellos —le respondí mientras recordaba a mis otros dos hermanos.

••••••••••

—Narra Nicole—

Ya estoy cansada de estar encerrada en esta cápsula como si fuera una cosa, pero sé que no puedo salir hasta que sepan que hacer conmigo; jamás creí que sería un monstruo, ni que mi padre me haya ocultado la verdad todo este tiempo. Solo quiero que todo vuelva a ser como antes; me recosté y cerré los ojos pues ya era de noche y tenía sueño, me pregunto qué habrá pasado allá afuera en las 24 horas que estuve encerrada.

A veces olvido que todo puede pasar si estás relacionado con el hombre araña; y justo algo pasó, todas las luces se apagaron de repente y las luces de emergencia se activaron más una alarma muy ruidosa. Sabía que algo malo pasó, me asusté bastante y para mi suerte, la puerta transparente de la cápsula se abrió por arte de magia.

La curiosidad me gano y decidí salir, pero de repente empecé a escuchar disparos a lo lejos; me quedé en shock por un momento pero lo controlé. Camine hasta salir del pequeño establecimiento y llegué al campus, había hombres con extrañas máscaras disparando y a varios agentes de SHIELD reteniéndolos.

—¡Cuidado! —escuché a alguien que se lanzó sobre mi y esquivamos un rayo que voló sobre nosotros—. Sabía que saldrías.

—¿Señor Fury? ¿Qué está pasando? —pregunte asustada.

No pudo contestar porque volteó rápidamente y disparó con su pistola a unos hombres con esas máscaras por lo que grité.

—SHHH, no hagas bulla y entremos —me agarró de la mano y entramos al establecimiento—. Estamos siendo atacados, otra vez.

—¿Atacados? ¿Quién los está atacando?

—Unos sujetos que te quieren a ti —contesto mientras mandaba un mensaje en una computadora.

—¿Me quieren... A mi? —dije atónita.

—No hay tiempo de explicaciones, ¿puedes volar? —dijo mirando mis alas.

—Yo... No lo sé —respondí confundida.

—Entonces que bien que llamé a tu padre, quédate aquí hasta que vuelva —estaba a punto de irse pero un ruido nos alarmó.

¡CRACK!

El techo se abrió como si fuera una lata y una criatura aterrizó frente a nosotros; yo simplemente me oriné en mis pantalones.

—¡¡¡AHHH!!! —grité fuertemente.

¡¡¡ROOOAH!!!

••••••••••

Continuará...

LSZ-V3B

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