Por fin la vida se había puesto de mi lado y ahora era muy feliz, después de tantas luchas, de tantos problemas e incluso algunas muertes, al fin había llegado mi momento de disfrutar la vida y no lo haría sola, Honrixs estaba a mi lado, el cual estaba dispuesto a renunciar a su fortuna con tal de estar conmigo, era un acto muy lindo ¿No lo crees? Cualquiera que estuviera en mi lugar, se enamoraría profundamente de él, pues aparte de ser un chico muy guapo, también era muy caballeroso, atento y estaría dispuesto a cualquier cosa por ti ¿Qué más le podría pedir a la vida? Con él, ya lo tenía todo.

Luego de lo ocurrido en la oficina del señor Walrider y la catástrofe en la casa de Honrixs, ambos decidimos tomarnos unas vacaciones en una isla alejada de la ciudad. Honrixs y yo estábamos hartos de los problemas, solo queríamos ser felices, pero al parecer, todo estaba en nuestra contra, por lo tanto, aquellas vacaciones nos sentarian de maravilla y así, podríamos conocernos como una pareja de verdad y no como una la cual esta junta por un tonto contrato.

Mientras Honrixs conducía sin quitar la mirada del camino y sin dirigirme la palabra, yo tomé su mano libre atrayendo su atención, me miró por un instante y luego volvió a mirar al camino, pero sabía que estaba atento a mis palabras. Después de saber eso, suspiré pesadamente y empecé a hablar.

—Quiero agradecerte por todo, realmente nunca creí que me escogería a mí por encima del dinero. —suspiré nuevamente y continúe, sin llegar a mirarlo— cuando era una prostituta, veía a las personas como tú cómo una plaga, una plaga a la que sólo le importaba su propio bienestar, sin importar que tuviera que aplastar a las personas que no estuvieran a su nivel económico. Sinceramente, lo consideraba algo repugnante.

—¿Qué te hizo cambiar de opinión? —preguntó aparentando mi mano levemente.

—No he cambiado de opinión —confesé—, tu padre es un claro ejemplo de que esa plaga continua, pero te diré algo, en este mundo hay de todo y aunque existen plagas, también existen personas como tú; amorosas, detallistas y que están dispuestas a todo por la persona a la que aman, además, no te voy a juzgar ¿Qué derecho tengo de hacerlo? Después de todo, era una prostituta asesina.

Honrixs se quedó en silencio, incapaz de argumentar alguna palabra válida que pudiera contradecir mi opinión y estaba bien, significa que mis palabras realmente lo habían tocado y que de cierto modo, tenía algo de razón, aunque realmente nadie tiene la razón de nada, solo son opiniones ¿Estás de acuerdo con eso? Espero que sí. Habían pasado algunas horas y no sabía en qué momento me había quedado dormida, pero al despertar, ya nos encontrábamos en el bote rumbo a la isla, al parecer Honrixs me había cargado hasta al bote para no despertarme, realmente me gustaba esta versión de él.

Pasaron algunos minutos y al fin habíamos llegado. La isla era grande y hermosa, tenía una playa muy bonita y decorada, una cabaña pequeña, pero acogedora y lo más importante, solo íbamos a hacer él y yo. Honrixs bajó nuestras maletas del bote, le agradeció al señor que nos había traído y entramos a la cabaña; dentro había una cama, un baño, una sala con una gran pantalla, una cocina, la cual venía con una nevera llena de comida y bebidas, realmente era el sueño de cualquiera, incluso a veces me preguntaba si realmente me merecía todo esto o era un soporte para que no me derrumbara después, pero fuera cual fuera la respuesta, realmente quería disfrutar este presente.

—¿Quieres ir a nadar? —preguntó Honrixs mostrándome el mar—. Las estrellas están muy lindas esta noche, será muy romántico.

—Acepto. —dije con una gran sonrisa.

Ambos empezamos a caminar hacia la playa cogidos de la mano, mientras hablábamos y reíamos de cualquier tontería que se nos viniera a la mente, también observamos el lugar con asombro, realmente era una isla muy linda y es simple hecho de estar solo nosotros, ya la había perfecta. Honrixs y yo nos quedamos un rato recostados en la arena, mientras mirábamos las estrellas, tratando de averiguar su nombre o qué constelación era, sinceramente era gracioso ver a honrixs como inventaba un nombre diferente para una misma estrella una y otra vez.

Estaba llegando la media noche y la luna empezaba a posicionarse en toda la mitad del cielo, reflejándose en el mar, haciendo que todo se viera tranquilo y relajante ¿Realmente esto dudaría para siempre? No lo sabía y ni siquiera sabía la razón por la que me estaba preguntando todas esas cosas, quizá solo era miedo de perder lo que había logrado o realmente algo malo iba a pasar.

—Después de tanto seguimos juntos. —comenté de la nada mientras miraba las estrellas en el cielo.

—Tal vez estamos unidos por el hilo rojo del destino. —bromeó mientras hacía lo mismo que yo.

—Eso me gusta, significa que estaremos juntos para siempre. —dije para luego mirarlo con una sonrisa, pero él enserió de inmediato.

—Cariño, solo soy un momento y cuando menos te lo esperes, ese momento pasará. —suspiró para luego mirarme.

—Pero dijiste que estábamos unidos por el hilo rojo. —susurré sintiendo un nudo en mi garganta.

—Sí, pero el futuro es incierto y quizá estamos unidos por el hilo rojo equivocado. 

—Ya veo. —murmuré tratando de contener mis lágrimas.

—Hey, solo estaba bromeando, sabes que haré todo lo posible para que estemos juntos por mucho tiempo. —aseguró para luego levantarse y extenderme una mano— vamos, es hora de ir a nadar.