Ya perdí la cuenta en que año estamos, solo sé que mis pequeñines ya no son niños. Son adultos dispuestos a combatir contra el mal o contra aquello que pueda destruir el reino de mamá. Me he acostumbrado a llamarla así porque es mi suegra. Tengo a dos mellizos de la mar de hermosos y una adolescente idéntica a Katakuri. Hoppe y Karey son las únicas que se parecen a él, y no les ha afectado para nada. Yo siempre les digo que son hermosas y que nadie puede burlarse de ellas por ser hijas del comandante sweet más fuerte de estos océanos. Ellos pelean mientras yo me dedico a las tareas de la casa; aunque la protejo por si algún estúpido —como los hommies— vienen a destruir nuestro hogar e incluso golpeo con rabia a quienes se burle de mi familia.

¿Dato curioso? Karey al ser la menor, es la más alta. Mide cinco metros. Cuando cumplió los diez años ya rondaba los tres metros sin darme cuenta. Cómo se nota que me he casado con Katakuri y no con un enano. Me siento pequeña al lado de mis hijos y de mi marido. Dije que Karey es igual a su padre, pero es clavada; es decir, ojos y cabellos del mismo color, la forma de su mandíbula con cicatrices como su hermana Hoppe... La única diferencia es que ella tiene el pelo largo que le llega a la cintura mientras que su hermano mayor corto al estilo de Katakuri. Aunque es verdad que Hoppe heredó el color de mi cabello. Glutton solo heredó la fuerza bruta de su padre y sus cabellos, un poco largo y desordenado. A veces, pienso que tengo a unos hijos salvajes.

Ellos tres fueron entrenados por su padre y cada uno escogió su estilo de lucha. Glutton prefirió el modo de lucha de su padre, casi imitando sus movimientos a la perfección; pero, a diferencia de Katakuri, él no domina a la perfección el Haki de observación. Hoppe es como yo, a base de puños y patadas ya que tiene una fuerza descomunal; mi niña va ser una gran guerrera. Y Karey, es la única de sus hermanos que se ha comido una fruta del diablo. Big Mom lo trajo de tierras lejanas y la pequeña pensó que era para ella por su cumpleaños, y se lo comió de un bocado a la expectativa de todos su tíos y de su abuela. Que tragona es mi pequeña, igualita a mí y a su padre. Shinshi Shinshi no mi, la convierte en una mujer caballero, capaz de invocar armaduras dependiendo el tipo de batalla que está teniendo al igual que con las espadas. Perospero la nombró como Charlotte Karey, El Caballero. Un buen nombre para una peleona como ella.

Katakuri y yo estamos viejos ya, no se nota realmente. Tú le ves y no parece tener arrugas en la cara mientras yo sí. Él siempre me dice que me veo de escándalo. Ay, a veces es demasiado lindo como para enfadarme con él. Por cierto, él ya no va a las misiones con sus hijos o con sus hermanos, se dedica a vigilar todo Whole Cake por si hubiese un ataque de piratas. Él junto con Snack, Smoothie y Cracker son los comandantes de la tripulación de Big Mom. Últimamente, está un poco agitado porque escuchó rumores de que su hermana menor Pudding se casará con un miembro de la familia Vinsmoke, y es ni más ni menos que un miembro de la tripulación de los Mugiwara.

He oído hablar de ese grupo. Son gente peligrosa con un novato de la mar poderoso y que se atreve a pisar este gran océano. Leí noticias de que derrotó al ex-Shichibukai Donquixote Doflamingo, gracias a la ayuda de una alianza que creó él. ¿Y si todo es una trampa para derrocar a Linlin? No puedo permitir que ese mono estúpido haga daño a Katakuri y a mis hijos. Le reviento la cara como haga eso. Un poco más y Linlin hubiera decidido casar a mi hija Hoppe con Vinsmoke Sanji, pero decidió que no porque es una gran guerrera y prefiere juntarla con alguien de su mismo nivel. A Katakuri le daría algo si nuestra hija se casaba con esa gente; aunque el plan es matarlos.

De pronto, siento unos brazos que me rodean y me alzan dejando el cuchillo aún lado. El único que me coge así de espaldas y en la cocina, eres tú. Siento tu respiración sobre mi nuca, como si echaras de menos mi aroma. No pude evitar esbozar una sonrisa al tenerte cerca. En estos años, tu cuerpo se ha desarrollado bastante pensando que tengo de marido a un Dios. Giras mi cuerpo para que nuestros ojos se encuentren. Granate y avellana, una mezcla rara e intensa. Tienes un poco de arrugas en tu rostro, pero no sé te quita lo atractivo que eres para mí. Y aún mantienes tu icono, aquello que te caracteriza demasiado.

—Buenas tardes, lindo gatito —te saludo y sé que estás sonriendo debajo de esa horrible bufanda.

—Buenas tardes, pequeña hobbit. —Ya me he acostumbrado a que me llames así, pero no tolero que mis hijos me lo digan.

—¿Qué tal ha ido la ronda?

—Nada interesante. Lo único es que Cracker y Snack divisaron la flota de Urouge acercándose —dices con suma tranquilidad—. Descuida, ellos se encargarán.

—No me gustaría que te sucediese algo. —Te abrazo con todas mis fuerzas.

—Sabes que soy invencible. Todos los piratas que se atrevan a tocar estas tierras suelen acabar… mal.

Y lo sé muy bien, eres un hombre único capaz de superar cualquier cosa. Todo tu cuerpo está preparado para ello. Acaricio con gentileza las costuras de tus mejillas a lo que me miras a los ojos. Granates que muestran amor hacia mí y todo lo que hemos creado. Con un solo brazo me sostienes mientras que con la otra sujetas mi mano. Nuestros meñiques se encuentran a lo que amplío más sonrisa, sabiendo lo que significaba.

—Nunca olvidaré el día en que te conocí. Eras una desconocida para mí y me has demostrado mucho. —Mueves un poco la cabeza para bajar la bufanda y ver todo tu esplendor—. Y aquí estás. Mi esposa y madre de mis hijos. Has creado en mí una felicidad que no yo mismo pude hacer. De todas las cosas que han pasado, siempre has estado ahí, apoyándome y defendiéndome.

—Porque eras aquel niño que siempre me he fijado. Un niño que le importaba poco lo que otros opinaban de su aspecto y que era feliz siendo como eres. Hasta que sucedió aquel acontecimiento. —Ese dolor y miedo no te lo quita nadie—. Pero al volver te atreviste a ser el mismo e incluso con tus hijos lo haces. Ellos quieren ver a un padre que no tiene miedo a nada.

—Hoppe y Karey lo hacen.

—Porque yo las enseñé. Ya has visto a Glutton como defiende a sus hermanas si alguien se atreve a burlarse de ellas.

—Porque es el hermano mayor. —Sonríes recordando esos momentos del pequeño—. Eres lo más apreciado que he tenido en mi vida. Es verdad que mi función en mi vida es proteger a mamá, pero los cuatro sois mi familia y lucharé con dientes y puños para protegeros.

—Yo también haré lo mismo, Katakuri. Incluso nuestros hijos.

—Te amo demasiado, Len. —Aprieta más su meñique a lo que yo hice lo mismo. Juntamos nuestros frentes sin dejar de sonreír—. Y gracias por llegar a mi vida.

—Yo también te amo, Katakuri. Y no, gracias a ti por llegar a la mía.

Cuenta una leyenda que las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia.

No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo de estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino.

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Y aquí termina esta gran historia.

Muchas gracias a todos aquellos que han apoyado este proyecto, y más aún cuando están de por medio esta pareja. Os lo agradezco de corazón.

Nos vemos en la próxima historia, ¡chau!