22

Hoseok tocó la puerta que recordaba, estaba algo nervioso pero no se le había olvidado llevar un regalo y un presente a la mujer.

Su padre era un hijo de perra, ya no más, iba a dejar de lamerle los pies al hombre, le había hecho creer a Hoseok que no merecía ni siquiera una mirada de amor de su parte cuando era totalmente al revés, era él, él que no merecía su amor.

Entonces Hoseok no lo iba a intentar más, que se jodiera, iba a vivir su propia vida.

Mina abrió, lo miró sorprendida y luego lo dejo pasar con una sonrisa discreta, pudo ver a Chuu jugando con plastilina en la mesa en medio de la cocina puesto a que no era un departamento muy grande y le sonrió aunque recordando entonces que ella no podía verlo.

—He traído esto para ella —le dijo a la mujer, echando un vistazo a la niña.

—¿Por qué... Por qué has venido? —preguntó ella dejando la caja envuelta en papel lila en el sillón.

—¿Por qué lo sé todo?—respondió tratando de mantenerse tranquilo, estaba enojado, pero no con la mujer sino con su padre—, sé que es amante o fue amante de mi padre, sé que Chuu es mi hermana.

Ella lo miró avergonzada de si misma, bajo la mirada al suelo, parecía que su cuerpo empezaba a temblar.

—Lo siento.

—No tienes tú la culpa, no te veo poniéndole una pistola en la cabeza a mi padre para que engañara a mi madre, lo siento yo por ti, él no merecía mujeres tan buenas como mi madre o tú o incluso Seolhyung.

—En mi defensa no sabía que era casado —dijo un poco más tranquila—, aunque debí imaginarlo, un hombre como él es imposible que este solo, yo sólo me enamore.

—Entiendo, a veces nos enamoramos de las personas equivocadas.

—Me hablas demasiado maduro para ser un jovencito —le dijo ella con una sonrisa.

—Em realidad aún soy un capullo, me enojo con facilidad y hago dramas por todo —comento sonriendole a ella también, le dolía el estomago al pensar que esta mujer no tenía más de cinco años que él y ya tenía una hija de su padre.

—Bueno te estas comportando como todo un hombrecillo ahora, ¿quieres que te sirva un té, café o un refresco?

—Sólo agua por favor —le pidió mirando al rededor Chuu no había dejado de jugar con la plastilina, se acercó y se unió a ella—, hola ¿puedo jugar?

Ella asintió sin dejar de mover sus manos.

—Hobi, Hobi.

—Sí soy yo, te traje un regaló esperó que lo aprecies es un bonito vestido.

—Dame —puso sus manos al frente para recibir el regaló y él las puso en sus manos que se movieron rápido para abrirlo.

—Lava tus manos primero o lo mancharás —la niña se bajo de la mesa y Hoseok la ayudo a ir hasta el lavabo para que se limpiara, era una niña muy tierna, su pequeña hermana.

La menor recorrió el vestido con sus manos apreciando la tela de seda, el forro, tul y más forro, paso sus manos por la mangas cortas y por la pedrería que dibujaba flores.

—Gracias le dijo, debe ser muy bonito.

—Para una niña bonita como tú —le dijo y ella extendió sus brazos—, abrazo por favor.

—Claro —Hoseok la abrazó y se dejo abrazar por ella derramando algunas lágrimas en el proceso.  De ahora en adelante estaba dispuesto a visitar a su hermana siempre que pudiera, no podía dejarla sola.


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