15
Regresaron a casa para la cena. Kibum y la madre de Taehyung cenaban tranquilamente, Hoseok hizo una mueca despectiva; no importaba lo que había pasado esa tarde, aquella familia seguía invadiendo su hogar.
Subió rápido por las escaleras en busca de su madre, tocó a la puerta nervioso y la mujer respondió de inmediato, pidiéndole que pasara. Ella estaba sentada en la cama tratando de sentarse en su silla.
Hoseok se apresuró a ayudarle y después le dio un beso en la frente.
—No es bueno que te sobre esfuerces, pide ayuda la próxima vez.
Hyoyeon le sonrió cálidamente.
—Ayúdame a llegar al comedor, he estado todo el día aquí adentro y ya me aburrí.
—Mamá, padre esta cenando con su esposa ¿Seguro que quieres bajar?, puedo comer aquí contigo si quieres.
—Por supuesto que quiero bajar Hobi, esta es nuestra casa, no tenemos porqué quedarnos escondidos aquí y que esas dos ratas nos saquen.
El menor dio un largo suspiro y tomo la silla de su madre para ayudarle a bajar en la rampa. No creía que fuese buena idea, pero él no se sentía quien para opinar sobre las decisiones de su madre; ambos se unieron en el comedor con el resto, del intento de familia, todos con sonrisas planas e incómodas.
El día siguiente fue bastante normal en la rutina de Hoseok, fue a la escuela con Taehyung, convivió con Jimin y regreso a casa.
Sin embargo, se sumaban aquellos roces que de vez en cuando tenía con Taehyung: un beso mientras se lavaban los dientes, miradas discretas en la escuela y al final del día, Taehyung entró a su habitación y puso seguro.
—¿Qué haces? —Hoseok apenas pudo decir algo, cuando se dio cuenta, Taehyung ya lo tenía contra la cama: presionando sus caderas, los suaves labios de Kim en su boca moviéndose magistralmente en un pequeño y desesperado placer.
—Moría por verte —respondió cuando separo sus labios y sonrió cínicamente.
Hoseok lo empujo suavemente, nervioso de que alguien pudiera verlos.
—No podemos. No aquí, pueden vernos —le dijo y Taehyung ignorándolo volvió a besarlo—. Estoy hablando enserio —volvió a empujarlo—, aquí no.
Puso en rostro molesto y frunció el ceño, Taehyung por su lado parecía fresco como una lechuga, al parecer a nada le daba importancia.
—No seas aguafiestas bebé, no pasará nada. Además esta casa es muy grande.
—Pero...
—Joven Hobi —se oyó al otro lado de la puerta y ambos se quedaron quietos, nerviosos y un poco asustados; sobretodo Hoseok—, su padre quiero verlo en su oficina.
Hoseok miró nervioso a Taehyung como preguntándole un ¿Por qué?
—Dile que bajó en un momento, gracias Joy.
Hosek se levantó y arreglo su ropa nervioso, ¿Y si su padre se había enterado de lo sucedido con Taehyung?
—No te preocupes, le he dicho que fuimos a dar una vuelta al zoológico para llevarnos mejor.
—¿Se enteró que nos saltamos las clases? —le pregunto nervioso, sin poder tener las manos quietas.
—Por supuesto. La universidad le llamó, pero no pasa nada. Te digo la verdad, se ha portado muy comprensible conmigo.
—Pero si él no es comprensible —le dijo aún más nervioso—, será mejor que me apresure.
El corazón de Hoseok palpitaba demasiado rápido para su gustó mientras se encaminaba al despacho de su padre. Tocó a la puerta y escuchó el "adelante" de Kibum. Entró despacio, en silencio y cerró la puerta.
—Joy dijo que querías verme, ¿necesitas algo? —Kibum se puso enfrente y de forma sorpresiva lo golpeó en la mejilla logrando voltear su cara al suelo.
—¿Qué puedo necesitar yo de ti?, No pagó la maldita colegiatura para que tú de buenas a primeras te largues por ahí.
—Papá yo...
—Cállate, no quiero oír tus excusas, tú y Taehyung ambos me han decepcionado. Pensé que él sería bueno para la empresa y sin embargo se han largado a quien sabe donde.
—Pero sólo ha sido un día —le dijo casi en un gritó y recibió otro golpe.
—No te acerques a él, ya entendí que contigo no puedo contar para lo que necesitó, no dejaré que ensucies a Taehyung.
—¿Por qué eres tan cruel conmigo? —le preguntó aguantando las lágrimas, no quería decepcionar más a su padre poniéndose a llorar—, ¿Por qué quieres más a Taehyung si yo sí soy tu hijo?
Kibum lo fulminó con la mirada.
—No se trata de a quien quiero más, se trata de quien sirve y quién no. Ahora vete que sólo verte me hace querer golpearte.
Hoseok no fue capaz de reprochar y tragándose su bilis salió rápidamente.
"Maldita sea, lo odio"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top