Capítulo 5: Sin ganas de vivir
Narra Jane
Estoy secando las lágrimas de mi rostro. Lo que Paul no sabe es que estuve llorando, y mucho. Me siento extremadamente culpable, si no fuera por mí, las cosas hubiesen sido más...Cómo decirlo...Menos complicadas. Fui a la cocina, pensando que Paul seguía dormido, pero me equivoqué, estaba despierto.
-¿Qué te sucedió? ¿estuviste llorando?-preguntó al ver mi cara demacrada por el llanto.
-N-no-mentí.
-¡Vamos Jane! ¡A mí no me engañas!-
Me descubrió.
-Es impresión tuya-volví a mentir.
-¡Mira tu cara! Sé que cuando lloras tus ojos se irritan y se ponen rojos. Tus mejillas también.-dijo.
Juega en mi contra y en mi favor el conocimiento que Paul tiene sobre mí. Al contrario de él, yo lo conozco muy poco.
-¡¿Porque llorabas?!-
-¡No me grites! ¡no sabes por lo que estoy pasando!-
Me harta que la gente me juzgue, es algo que pasa comúnmente en mi ámbito laboral. Soy actriz, a algunas personas le agradas, y a otras no. Pero algo que odio te juzguen, que piensen que por llorar eres una depresiva, una niñita tonta que no sabe lidiar con sus problemas y llora. ¡Cómo lo odio!
-Explícame porque estas triste-
-¡Soy una pésima madre! ¡no sirvo ni para eso!-
-Cuántas veces te tengo que decir que eres una buena mujer, que hace lo que puede.-
-¡Vamos! Todos sabemos que no es cierto, soy un desastre.-
-No. No voy a permitir que digas eso. Eres una de las mejores personas que he conocido.-
-¡Mentira! Cuando estábamos juntos no hacía más que ignorarte, y si te hablaba lo hacía de mala manera-
-No se lo que te sucede. Antes eras una persona fuerte y segura de ti misma.-
-Si claro, muy segura. Perfecta.-
-No eres perfecta, nadie lo es-
-¡Siempre fingi serlo! Mis padres me educaron para parecer perfecta, para dar envidia.-
Paul suspiró.
-Mira, Jaine...yo sé que nada de lo que pasó fue tu culpa, ¿estás contenta con eso? ¿No llorarás más?-
-¿Qué te piensas? No estoy jugando a un juego en el que tengo que conformarme con lo que me digas.-
-Sólo quiero ayudarte-
-Lo mejor que puedes hacer es dejarme en paz-
Me fui, no soportó más nada. No tengo más ganas de vivir. Lo único que me mantiene con fuerzas es Harold. Tan inocente, tan infantil. Lo amo, aunque no lo conozco. Me acosté en la cama pensando en él, estoy tan ansiosa por verlo.
Me pase toda la tarde pensando, sin hablar con nadie.
-¿Quieres que vaya al supermercado?-me preguntó Paul.
-Si.-respondí.
-Ok, vuelvo en un rato-
Él se fue, yo estaba completamente sola. Tomé mi abrigo y fui al bar más cercano que hay, para matar el aburrimiento. Pedi un whisky y me senté a disfrutarlo. Un tipo raro y alto se acercó a mí.
-Hola preciosa, ¿quieres que te invité un trago?-me dijo.
-No gracias, puedo pag...-me detuve al notar que ya no tenía más dinero.
-Diablos...-susurre.
-¿Qué pasa?-
-No tengo dinero-
-Repito, ¿quieres que te invité un trago?-
-Bueno, muchas gracias.-
Tomé hasta sentir que todo me daba vueltas. Estábamos ahí, ese tipo raro y yo, riéndonos a lo loco. No sabía lo que contaba y poco me interesaba, pero estaba ebria.
-¿Quieres venir a mi departamento?-me preguntó.
-¿Qué?-
-Podemos seguir hablando allí.-
-Ja ja, ¿en serio crees que iría a la casa de un desconocido?-
-Pero hablamos, nos divertimos. ¿Acaso no te caigo bien?-
-Claro, pero...recién te conozco, no voy a ir a tu casa.-
-Si, recién te conozco, pero...¿No quieres venir conmigo? Nos divertiremos más que aquí. Además una chica tan linda como tú no debe estar sola en la noche, es peligroso.-
-No soy una de las chicas fáciles con las que estas acostumbrado a tratar.-
Le hablé de mala manera.
-No, me doy cuenta de que no lo eres-me susurró al oído.
Me quisó dar un beso en los labios, yo me corri.
-¡¿Qué carajos estás tratando de hacer?!-grité alterada.
-Lo siento, fui muy brusco. Pero me gustas mucho.-respondió.
-Mira, fuiste muy agradable, pero no quiero lo que tú quieres.-dije directamente.
-¡Vamos! Si que quieres estar conmigo.-
-¡No! Ya déjame en paz.-
Corri rápidamente y cruze la puerta del bar. El hombre iba detrás de mí. Me tomó por detrás y me tapó la boca con una de sus manos. Yo no hacía más que llorar, tratar de gritar y pegarle para que me suelte.
-Ahora vamos a mi departamento - me dijo.
Era más fuerte que yo, no podía escapar de sus brazos. Tenía mucho miedo.
-¡Nadie me dice que no! Vas a ver, te vas a divertir, nos vamos a divertir.-me repetía una y otra vez.
No dejaba de llorar. Estaba sudando mucho.
Me llevó hasta su automóvil, me tiró bruscamente contra la puerta de este. Intente levantarme y correr, pero me caí. Y él me dio una tremendo cachetada.
-Po-por favor no me hagas nada-dije tartamudeando.
-Las vas a pagar por decirme que no, ¡sube al auto!-
-¡No, por favor no!-
¿Escapar? Era prácticamente imposible...
***************************
¡Hola! ¿se sintieron nerviosos leyendo este capítulo? Yo me sentí muy nerviosa escribiéndolo. ¿Que opinan ustedes? ¿El sujeto raro va a lograr su cometido? Dejen su opinión en los comentarios y...¡Gracias por leer!
Alice ✋✋✋
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top