||Capítulo 3: Actualidad||

Habían pasado algunos años desde que el Superintendente Jack Conway había tomado a Gustabo como un hijo para él.

Actualmente Gustabo tenía 18 años, había estudiado en casa con toda la comodidad del mundo, siempre era consentido por su padre, Jack quería evitar cualquier peligro con su Gustabín llendo a la escuela como a la gran mayoría siendo el motivo de estudios en casa.

Ahora mismo Gustabo se encontraba saliendo de tomar un baño mientras miraba su ropero abierto.

No sabía que ropas ponerse.

Iría al trabajo de su padre, en comisaría nadie sabía nada hacerca del hijo que había adoptado Conway, ni siquiera los comisarios que eran los más cercanos al Superintendente, solo recordaban que un día llegó con un niño a su lado.

Finalmente optó por llevar unos pantalones tipo militar y una camiseta blanca junto unos tenis blancos, junto su chaqueta roja favorita.

Al estar listo salió de su habitación y se encontró a su padre tomando las llaves del Audi rosa.

Y recordó lo divertido que fue cuando su padre llegó con su auto pintado de rosa, había pasado hace poco.

–¿Estás listo Gustabín?–

–Sip papá–

El mayor sonrió.

–Vamos a comisaría–

Conway estaba muy feliz, pues Gustabo quería ser un policía cómo él, y se sentía orgulloso por lo que no se lo negó, eso sí, en la comisaría solo habían alfas ya que solo alfas presentaban las oposiciónes, pero su niño haría la diferencia, por lo que ahora lo llevaba a comisaría para que conociera la comisaría y realizará las oposiciónes, sabía que su pequeño estaba listo.

El camino se hizo corto con Gustabo cantando las canciones que se reproducían en la radio del auto, emanando esa aura especial en él.

Cuando finalmente llegaron notó a su padre ponerse serio y salir del auto, por lo que imitó la acción de salir del auto.

Sabía que como su padre era el Superintendente, debía verse siempre como el alfa imponente y respetado que era.

Cuando llegaron frente a comisaría la primera impresión de Gustabo fue ver un montón de personas intentando poner una denuncia, y algunos oficiales intentando atenderlos.

–No puede ser–

Escuchó a su padre murmurar.

Entraron entre las personas y siguió a su padre todo recto hasta una puerta doble, entraron y Jack comenzó a sacar sus armas bajo la mirada curiosa de Gustabo, más cuando su padre tomó firmemente la porra de policía y miró a su hijo.

–Mira atentamente Gustabín–

El menor asintió y salió junto a Conway quedándose en una esquina y observó.

–Alguien me puede explicar, ¿Qué es este desorden en MI comisaría?–

Gustabo miró como el bullicio se acabó y las personas se tensaban.

–Todo aquel que venga solo a tocar los cojones con una denuncia de mierda, se va–

Apretó más su porra.

Ahora mismo

Rápidamente la comisaría se vacío, dejando solamente a los oficiales intentando retomar la compostura pues no sabían que más hacer.

–Muchas gracias Supervergaardiente–

–¿Cómo coño me llamaste?–

Y allí estaban, los legendários porrazos que su padre contaba que le daba a sus agentes.

–Auch–

Susurró Gustabo al ver todo desde aquella esquina donde había una planta.

La puerta al lado de él se abrió, dejando ver a un oficial más, pero vestía distinto con el chaleco puesto.

Conectaron miradas, el omega solo le sonrió amistoso, mientras el agente pasaba saliva y le sonreía de vuelta.

–Ven conmigo–

El Superintendente ya había terminado de aporrear a sus agentes y se acercaba a su pequeño.

–Greco, usted igual–

–10-4–

Gustabo no dijo nada y solo siguió a su padre junto al comisario a su lado.




























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(´∩。• ᵕ •。∩') Hello ♡˖

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