Quién soy

No puedo dormir, me levanto por un vaso de agua, pero me quedo en el pasillo cuando escucho las voces de mis papás, están peleando y es mi culpa.

—¡No lo hará! Lo amarraré a la cama si es necesario.

—Emma... —De nuevo mi papá la llama asi— no podemos, buscará la forma de escapar y será peor para nosotros, sobre todo para ti, amor.

La escucho gritar y algo romperse, nunca creí que yo haría llorar a mi mamá.

—¿Que planeas entonces, Joshua?

—Alegar a su inteligencia y esperar que busque a Tara, ¿crees que aún la recuerde?

—Yo lo dudo, tenía cinco años y estaba más preocupado por Stay que por la persona que le presentamos.

¿Conozco a Tara?

—No podemos hacer más, por más que le supliques que no lo haga lo hará, tiene tanta curiosidad.

—¿Sabes que otra cosa me dijo Stay? —Escucho un horrible silencio— Se va a Chicago a ser policía y por esa mujer. Yo quería que se casará con Stay, ella es perfecta para Connor.

Algo se estrella en la puerta, me asusta un poco por qué la puerta vibra.

—No era una garantía que ambos se enamoraran y lo sabías desde el principio. No podemos obligarlo, mi padre intento por años que Cass y yo estuviéramos juntos.

No puedo ni imaginar a mi papá con la tía Cass, es raro.

—Es diferente.

—No, no lo es, se conocen desde que nacieron. Al principio creímos que la mamá de Stay tenía el mismo interés que tú en juntar a nuestros hijos.

—No me recuerdes eso, confíe en ella y solo quería acostarse contigo.

—Y siempre te dije que no actuaba bien conmigo y jamás me creíste.

—¿A qué quieres llegar, Joshua?

—Tal vez sea el momento de confiar en Connor. Debe saber que sus abuelos eran la peor basura del universo.

—Para ti es fácil decirlo, tu padre está muerto, pero el mío... No lo dejaré hacerle daño a mi hijo, escapamos justo por eso, te lo dije esa vez y te lo digo ahora, no dejaré que me quite lo que más amo.

La puerta se abre y me encuentro con mi mamá desalineada, nunca la había visto en ese estado.

—Lo siento, mamá. No quería escucharlos, pero gritan mucho.

Mi mamá suspira y abre la puerta invitandome a pasar. Su habitación está hecha un desorden y hay por lo menos cinco computadoras en su tocador, eso es raro.

Veo por el suelo muchas cosas rotas, nunca imaginé que mi mamá fuera así.

—¿Quién es la chica? —dice con frialdad.

Demasiada frialdad, mi mamá nunca suele ser tan fría, al contrario es la persona más cálida que conozco.

—Emma, el nombre de esa chica es Emma —contesta mi papá por mí—. Connor, sé que no es lo que deseas escuchar, pero...

—¿Me dirán la verdad? —interrumpo molesto— Toda la vida he sentido que algo no cuadra en mi vida y quiero respuestas, ¿realmente son quien dicen ser?

—Somos tus papás, Connor —dice molesta—. ¿Que quieres que te digamos?

—¿Por qué ocultan todo? —Trato de mantener la calma, pero me es imposible— ¿Que hicieron para escapar de Chicago? ¿Quién es mi abuelo? ¿Quién soy?

—Escapamos por ti —dice mi papá al ver a mi mamá paralizada—. El padre de tu mamá tiene una extraña obsesión con ella, se niega a dejar ir a tu abuela Meli y ella se parece completamente a tu abuela.

Me enseña una foto de mi mamá sentada en una cama con las piernas cruzadas y una sonrisa enorme, parece que iba a la preparatoria en esa foto.

—Ella es mi mamá, en la esquina dice la fecha.

Mis ojos van a dónde señala y veo que es cierto, mi mamá no existía en ese año.

—Es rarísimo.

Los dos asienten y se miran como tratando de decirse algo, parece que ellos se entienden porque mi papá se coloca a su lado.

—Por eso tuvimos que escapar, cuando le dijimos a ese hombre que estábamos enamorados hizo todo para separarnos, me hizo creer que tu mamá se había puesto en peligro solo para alejarse de mí cuando él la encerró en su casa.

—Escapamos esa vez y fue el año más maravilloso de mi vida, pero nos encontró y envío a tu papá a la cárcel —Se rasca la nuca—. Fui a quitar la demanda alegando que era mayor de edad y que me fui por voluntad propia con él, quiso alterar pruebas psicológicas para decir que tenía el síndrome de Estocolmo, pero nadie le creyó.

—Poco después supimos que estabas en el vientre de tu mamá, sabíamos que haría hasta lo imposible para evitar que nacieras y nos fuimos a México, pero tuvimos que regresar a California porque...

Mi mamá suspira.

—Los médicos nos dijeron que probablemente tenías una malformación y que el tratamiento solo estaba en California, por eso regresamos al país.

—¿Que paso después?

—Tomamos el tratamiento y naciste saludable, pero nos advirtieron que podrías tener un sistema inmune débil y empezamos a cuidarte más de lo que creímos hasta el punto de sobreprotegerte. Entonces te diagnosticaron Leucemia y sentimos que el mundo colapsaba.

—Todo nuestro esfuerzo, todo nuestro amor se esfumaba frente a nosotros —Mi mamá llora—. Por lo único que luchamos podría desaparecer en un segundo.

Me muerdo los labios, eso es cruel.

—Mamá...

—Y ahora voy a perderte de todos modos, no importa cuánto me esforcé, cuánto hizo tu papá con su temor por ser como tu maldito abuelo... Todo para nada.

—Estoy enamorado, ¿por qué el único que lo entiende es mi papá?

—No, hijo —Me interrumpe—. Yo sé que estás enamorado y que quieres a esa chica, pero no entiendo porque quieres arriesgarte por ella, que te ha dado ella para renunciar a nosotros.

—¿De que hablas?

—Nos iremos de aquí —dice mi mamá molesta—. Es tu decisión, te vas con nosotros y te olvidas de ella o te vas con ella y te olvidas de nosotros.

—No puedes hacerme eso, mamá. No es justo.

—No queríamos perderte y ahora lo haremos, pero será enteramente tu decisión —Mi papá sostiene a mi mama—. Elige sabiamente.

Agacho la cabeza, me duele esto que me están haciendo.

—Perdón, pero quiero a Emma y lucharé por ella.

Mi mamá aferra sus manos a los brazos de mi papá.

—Bien —dice con voz cortada—, no vuelvas aquí, cuando lo hagas no encontrarás nada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top