Orientación

Stay sale del auto más feliz de lo que yo estoy. Ninguno cree que mis papás me hayan regalado algo así.

—Ojalá en mi cumpleaños también me regalen un auto, ¿no quieres que intercambiemos papás?

Me rio, ni de loco cambiaría a mi mamá por otra.

—No, por fortuna son míos y no deseo tener otros padres.

—Eso no decías en la mañana, sobre todo por tu padre.

Detesto que meta a mi papá en todo, no comprendo porque todas están perdidamente enamoradas de él, ni siquiera es guapo.

—No quiero hablar de él, mejor vamos a la plática de orientación, hoy mi mamá no va a trabajar y mi abuelo seguro viene a verme.

Stay pone los ojos en blanco, pero hace unos cinco años que no veo a mi abuelo Arturo, el único que tengo.

—Solo quieres evadir el hecho de que odias a tu papá y ni siquiera sabes el porque.

—Si, Stacey, ya lo he aceptado miles de veces, superalo.

Caminamos juntos hacia el auditorio, al menos ese era el plan, me estrello contra una chica bastante linda.

—Lo lamento —digo apenado.

—Descuida, fue mi culpa, ando de un lado a otro buscando el auditorio, vengo a la plática, dime qué sabes dónde es.

Por primera vez veo esos ojos avellana que siento me llevan a otra dimensión.

—Claro, vamos para allá, podemos llevarte si gustas.

Stay mira mal a la chica, ¿le pasa algo con ella?

—Me salvas la vida —La chica se pone a nuestro lado—. ¿Son de último semestre?

—Si —contesta Stay de forma grosera—, ¿tu cuántos años tienes?

—Tengo dieciocho, solo que en lugar de ir a la preparatoria como ustedes fui a la escuela de policías, me acabo de graduar.

Es muy joven e inteligente.

Seguimos caminando, una vez que llegamos al auditorio se despega de nosotros.

—No saben cómo les agradezco —Nos extiende la mano—. Soy Emma Nichols, cualquier cosa que quieran pueden preguntar, estaré aquí un mes para orientarlos en lo que pueda.

Tomo su mano, es tan delgada que temo romperla.

—Gracias, Emma.

Se va corriendo, parece que realmente deseaba llegar antes que alguien al auditorio.

—Buenos días, jóvenes.

Stay y yo brincamos al escuchar la voz de un hombre, es temible. Nos hacemos a un lado, veo a un hombre alto, aunque no más alto que mi papá, castaño y de ojos azules, se nota que la vida no lo ha tratado bien.

Stay corre detrás de mí, la verdad comprendo su temor.

El hombre tiene pinta de ser un tirano.

Stay me jala a los asientos de espectador, pero yo solo puedo pensar en Emma, por fin encontré mi tipo de mujer.

—Bienvenidos, alumnos y alumnas, como saben están a unos meses de escoger su vocación —La directora sonríe de más—. Por eso hemos organizado está pequeña actividad, para que estén cien porciento seguros de que esa carrera es lo que en verdad anhelan. Esta semana será de medicina y policía.

Aplaude y salen varios doctores, a su lado está Emma y aquel hombre, solo ellos dos están ahí. ¿Será su padre?

Emma parece vernos, pero no rompe su postura militar. Es tan hermosa con ese cabello rubio y esos ojos avellana.

La veo tomar una silla para sentarse mientras los doctores dicen un millón de cosas que no entiendo y que no me interesan.

Después de un rato por fin se van, el hombre se para frente al micrófono y Emma se queda detrás de él.

—Es un placer estar con ustedes, soy el coronel Carlisle Kenet.

Es aterrador ese hombre.

—Los ojos de ese hombre son como los de tu mamá —susurra Stay a mi lado—. Pero los de él parecen hielos, los de tu mamá son más brillantes.

No me había percatado de eso, tiene razón. El color es muy similar.

—Como ya deben saber estoy en la división de entrenamiento, pero antes estaba en la división de narcóticos. Las bandas eran mi especialidad, todas fueron eliminadas cuando fui jefe de narcóticos.

Veo a Emma, su postura no cambia en nada, es muy profesional.

Veo a alguien levantar la mano.

—Disculpe, pero acabo de ver en su biografía que fue dado de baja como coronel por corrupción y encubrimiento.

Veo como sujeta el podio con fuerza y como la madera en sus manos empieza a crujir.

—Le recomiendo que lea más que solo dos líneas, me dieron de baja cuando las investigaciones se estaban realizando, pero me encontraron inocente y me dieron mi título nuevamente.

Hay algo en este hombre que me resulta familiar.

—Pero también dice que hay un criminal al que nunca pudo atrapar, se hace llamar "El Malo".

¿El Malo? Será un narcotraficante mexicano, ellos usan nombres así.

Todos giramos cuando escuchamos algo romperse, me lleno de pánico cuando veo que el micrófono está a sus pies hecho trizas.

—Ese desgraciado no seguirá mucho tiempo por las calles, para eso vine a esta ridícula escuela. No vine a resolver dudas, vine aquí a ver quién de ustedes da el ancho para ser un mejor policía que ese criminal.

Vaya que es decidido, eso me asusta un poco, se nota que es cruel y despiadado. Aunque eso es bueno para su profesión.

—El ser policía no solo es saber usar un arma —Añade Emma—, se requiere una mente templada y un cuerpo saludable, si creen tener todo esto estaremos encantados de darles la primera instrucción para convertirse en policías, ya sea aquí en su ciudad o ayudarnos a atrapar al mejor criminal de la historia.

Dicho esto ambos salen del escenario, estoy impactado de estos dos, tanto de Emma como del coronel.

Stay jala mi mano en señal de que ya no quiere estar aquí.

Salimos aún tomados de la mano, algo le preocupa a Stay y no llego a entender que es.

—Dime que no estás interesado en lo que dijo ese hombre.

—Sabes que odio mentir, sobre todo a ti que eres mi mejor amiga y no tengo porque ocultarte nada.

Stay me suelta asustada.

—No lo hagas, Connor... Ser policía es muy riesgoso, no quiero perderte.

La abrazo un poco, olvido lo sentimental que puede ser con eso, unas vacaciones teníamos planeado estar fuera una semana, pero terminamos estando ahí un mes por mi abuelo Arturo. Stay casi se muere cuando no regresé esa semana, mi mamá le habló y dijo que estaba más tranquila, pero no olvido ese terror en su voz.

—Solo es una semana, si veo que de verdad es muy peligroso te aseguro que no volveré a pensar en eso.

—¿Y si te gusta? —suelta en un susurro apenas audible— Me dejaras por esa policía, es por ella que deseas ponerte en riesgo.

Me empuja y sale corriendo, se dio cuenta que me gustó Emma, eso no es bueno.

Me debato entre perseguirla o esperar a que se calme un poco.

Al final dejo que se vaya, necesito pensar las cosas, algo en el coronel me interesa y al mismo tiempo quiero pasar tiempo con Emma. Me despeino un poco la nuca, esa manía la obtuve de mi papá.

—Creo que tu novia se enojó mucho.

Me giro a ver a Emma, tan hermosa que siento que no respiro.

—Es mi mejor amiga —Suspiro—. Ella es todo lo que tengo en la vida, la hermana que siempre deseé tener.

Emma se toca la barbilla.

—Me parece muy tierno, ¿te interesó la carrera?

Asiento, pero aún debo descubrir si es interés genuino o si solo lo hago para estar con ella.

—¿Dónde me anoto?

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