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«Un reino inhumano, vano y vil»
-Thomas, levántate -ordenó el rey, sacudiendo a Thomas-. Un rey se levanta con el sol.
-Pero el sol no se levanta, el sol sale -replicó Thomas, hundiendo la cara en la almohada. Después de la aventura de la noche anterior, no pudo dormir hasta las 3:00 de la mañana.
-A tu rey y tu padre nunca le contestas -regañó. Jaló a Thomas por el pie y lo sacó de la cama-. Arréglate, hoy empezarás a ser un rey.
-Pero tengo 6 años, ¿ya puedo ser rey? -preguntó Thomas, estirándose.
-Cuando yo muera tú serás el rey -respondió-. Ve a arreglarte, te espero en la sala del trono.
Thomas, aún con pereza, se encaminó al baño (básicamente, agua en una tina) y empezó a quitarse la camisa.
-A veces eres demasiado despistado -comentó una voz detrás de él. Volteó, encontrándose a Euriclea con la ropa limpia en sus manos-. ¿No te das cuenta que hay alguien más ocupándose de tu baño? -preguntó con una sonrisa.
-¿Esta es la botella que querías? -Newt entró al baño, sosteniendo una botella de jabón líquido.
-¡Euriclea! -exclamó sonrojado Thomas, cubriendo su desnudo torso con la camisa.
-¡Thomas! -exclamó Newt, colocando la botella en el suelo y cubriendo sus ojos-. ¡Mamá!
Euriclea rió y salió del baño, llevándose a Newt con ella y dejando a Thomas solo. Mientras lavaba su cabello, Thomas se dio cuenta que su papá lo iba a entrenar para ser rey, ¡él sería rey! Sacudió las manos emocionado. Se terminó de bañar y se puso la ropa que Euriclea había dejado sobre un mueble, cuidando que estuviera perfecta. Salió corriendo del baño, llegando jadeante al salón del trono.
-¿Listo? -preguntó el rey. Thomas asintió, demasiado emocionado como para hablar y avanzó detrás de su papá, preguntándose qué harían. ¿Visitarían las casas del pueblo? ¿Harían leyes? ¿Combatirían dragones?
Se sorprendió y sintió levemente desilusionado cuando salieron al balcón que daba a la plaza del pueblo, donde se dio cuenta que no había ningún mercado, sólo gente congregada alrededor de una tarima de madera donde se encontraba un hombre en la guillotina. Thomas intentó huir, no quería ver eso, pero la fuerte mano de su padre haciendo presión en el hombro le detuvo. ¡Demonios, no quería estar allí! Pensó en Newt, en las travesuras que seguramente está realizando mientras él observa como un hombre está a punto de morir.
-¡Gente del reino Amarillo! -exclamó con su vozarrón el rey-. Están presenciando la muerte de un hombre deshonesto, alguien que realmente merece este final -nadie habló, nadie se movió, nadie pensó. La figura del gran gobernante del vil reino Amarillo daba miedo, le tenían un gran respeto, más que todo porque no querían terminar en la guillotina.
El verdugo, cuyo rostro estaba cubierto por una capucha de tela negra, agarró la soga, esperando la señal del rey para soltarla.
-Quiero que prestes atención -susurró, y su voz mandó escalofríos al cuerpo de Thomas-. Cuando seas rey, tú tomarás la decisión de quién muere y quién vive. Él -señaló al pobre hombre- intentó robar. Los guardias lo detuvieron y por eso está en ese lugar.
-¿Por qué no lo mandaste al calabozo? -preguntó Thomas, con un hilo de voz y sus ojitos whisky llenos de lágrimas, lágrimas que tenían miedo de salir-. Es menos doloroso que la muerte.
-Él intentó robar tu castillo y asesinó a uno de tus guardias -replicó el rey. Levantó la mano, captando la atención del reino entero-. Presta atención -ordenó a Thomas. Bajó la mano y el verdugo asintió. Soltó la soga.
Thomas, horrorizado, presenció como la vida de un hombre se le era arrebatada. Vio como la cuchilla bajó, como el sol relució en ella, cegándolo por un segundo. Escuchó el terrible sonido del filo cortando la piel y el hueso, el sonido seco de una cabeza caer en el canasto. Vio al verdugo agarrar a esa cabeza por un mechón de pelo y dejar que los ojos revolotearan sus últimos momentos, para luego cerrarlos y dejar caer la cabeza en el canasto. Sintió las lágrimas recorrer sus mejillas, caer sobre sus pies y mojar sus zapatos. La gente se fue retirando poco a poco, el verdugo y otros hombres se llevaron el cuerpo y la cabeza, y Thomas no se movía.
-Esto es ser rey -dijo el rey. Y luego se retiró, decidió que había sido suficiente entrenamiento por el día.
Y, en esos pequeños momentos, Thomas pensó. No lo hacía mucho puesto que no había mucho qué pensar, pero la muerte de una persona lo deja a uno pensativo, ido, trastornado. Y se quedó en el balcón, observando las manchas de sangre en la madera de la tarima y guillotina y en el filo. Observó como limpiaba la sangre, observó hasta que los pájaros salieron de nuevo. Y fue en ese instante en el que el niño se convirtió en hombre.
*•*
NO MAMES YA EMPEZAMOS MAAAAAL.
Yo estaba bien pinche ansiosa mientras escribía la ejecución. Alto trauma el que le dejé a Thomas, im so sorry.
Cambiando radicalmente de tema, ¡me compraron un suéter negro! :Đ ahora ya no hay pedo de que no combine y que la chingada.
We, lo del "fue en ese instante en el que el niño se convirtió en hombre" me encantó. Yo sé que solo tiene seis años pero ver una ejecución sí te deja tocado xd.
Teorías acá →
Cosas random acá →
Mentadas de madre hacia mi persona o cualquier personaje (ejem el rey) o político mierda (ejem todos en mi país) acá →
Juguitos multifrutas para ustedes, ¡Uhh! ♡
❥Patata con suéter negro
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