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Ibrahîm Farûq.

—Buen día.

No se, si es normal esto que siento, estoy nervioso como si el no tener esto me puede llegar a dañar algo. Pueda que este exagerando un poco pero entiénda que es mi primera vez y no se como me vaya a salir este primer paso a mi nueva vida.

—Buen día —contestó con una sonrisa bien fingida ya que si muestro mi parte real, no será una risa lo que mi rostro muestre.

—¿Cual es su nombre y edad?

—Mi nombre es Ibrahîm Farûq y tengo 25 años.

—Tu currículum menciona que sabes varios tipos de idiomas, quise saltarme de un solo a esta parte ya que si es cierto esto, te contratamos inmediatamente —ríe.

—Sí, así es. En general me aprendí cinco, Inglés, Español, Italiano, Alemán y Portugués además de mi idioma natal, claro —sonrió.

—Eso es increíble —comenta alegre —. Claro que tendremos que ponerte a pruebas para saber si lo que dices es cierto.

—Esta bien, cuando quieran.

—Si es posible hoy mismo las podemos hacer, sabes qué ahora mismo voy a ir a ver si se puede ahorita —dice feliz como si se hubiera encontrado una fortuna.

—Sí, esta bien.

—Espérame aquí.

Soplo.

Pensé que sería más difícil ya que según Sophia, hay muchas personas que lo único que hacen es intimidarte en las entrevistas, de manera de salir del paso. Por suerte este no fue mi caso, todo salió bien y como dijo el señor al terminar las pruebas me quedo trabajando en este lugar.

Sophia, por fin tendremos una vida como tanto la hemos anhelado.

Después de unos minutos esperando, el señor muy alegre se adentra a la oficina —. Hoy mismo podrá hacer las pruebas, si las pasa seguramente se quedará.

—Que bien a ¿que hora comienzo?

—Ahora mismo lo llevo a hacer las pruebas.

Yo con una sonrisa en el rostro, asiento ya que aunque no se muy bien en que me estoy adentrando, se que valdrá la pena. Estoy seguro que obteniendo este empleo podré darle una vida a Sophia como siempre la ha querido. Y no niego que me asusta saber a que nos llevara todo esto pero aun sin importar lo que se nos presente, estoy seguro que lo podremos superar.

—Dígame algo ¿si sabe muchos idiomas, tiene que ser de familia prestigiosa? —pregunta el señor de la entrevista. Por un momento pienso en decir que no pero creo que lo mejor será decir algo de verdad.

—Pues no niego que mi familia es muy poderosa pero aun así yo siempre quise que mis logros fuesen propios y no por ayuda de mi familia.

Sonrió.

—Ya veo, eso es muy admirable.

—Gracias.

Llegamos a una oficina y veo a una señora sentada, viendo fijamente su portátil. En eso se fija de vuestra presencia y deja de hacer lo que esta haciendo.

—Lupe, este es el joven del que te hablaba.

La mujer me queda viendo de pies a cabeza, analizando cada parte de mi cuerpo como si quisiera saber algo.

—Hola, mi nombre es Ibrahîm Farûq —me presento, acercandome a ella y saludarla de mano.

—Un gusto Ibrahîm —sonríe.

—Bueno pues, te dejo con Lupe para que ella realice las pruebas —Asiento y sale de la habitación.

Después de media hora probando mis capacidades lingüísticas, la señora sorprendida de la gran habilidad se levanta de su silla y se acerca a mi.

—Muchas Felicidades, paso las pruebas de manera sorprendente.

Sonrío —. Muchas gracias, fue un gusto hacer las pruebas.

—Quedas contratado, empezarás a inicios de la otra semana. Ve a recepción que llamaré a alguien para que haga los trámites.

Sonrió.

Salgo de la oficina y me dirijo rápido a recepción, en lo que camino sonrió por que la sensación que uno tiene en este tipo de situaciones, es increíble. Cuando te dicen que estás dentro es sin duda alguna un momento muy satisfactorio.

Al llegar me le acerco a la chica que atiende —. Hola, me acaba de enviar Lupe para lo del contrato.

—Si claro, hace poco acaba de llamar —la chica me sonríe y yo ni atención le presto simplemente no dejo de pensar en Sophia. Por fin tendré una vida feliz y normal —. Pase por acá, yo lo guío.

—Ok.

Camino siguiendo a la chica hasta llegar a el área de Recursos humanos. Ella me sonríe y me entrega un papel para lo del contrato y también me hace la seña para que pase. Yo le sonrió y pasó a la oficina, ya dentro me acerco a una de las cinco chicas que se encuentran en el lugar, ella al verme me sonríe.

—¿En que le puedo ayudar?

Le entrego el papel y ya lo visualiza, me siento en un sillón y ella solo comienza hacer los trámites. Ya después de haber pasado por todo, firmado y leído el contrato.

Sonrió por que ya empezó la nuevo vida.

Ya fuera de la empresa, me subo a mi auto y al parecer ya es algo tarde y quiero saber como le fue a Sophia en los exámenes. Seguramente salió bien.

Antes de ir a la casa de Sophia paso por un restaurante, comprando sushi y aunque no soy muy fanático a Sophia le gusta. Es que el pescado crudo me provoca un poco de malestar. Después de unos minutos llego al apartamento de Sophia, me bajo del automóvil y tomo la comida y otra cosa.

No le avise a Sophia que llegaba, ya que le llevo algo especial y quiero que sea sorpresa, no es la comida.

Camino y ya estando cerca veo un guante tirado en el suelo, es negro y al parecer es de cuero. Lo recojo y al parecer se le calló a alguien, lo voy a guardar por si acaso lo andan buscando.

Llegando a su puerta me fijo que se encuentra abierta. Al parecer se le olvidó a Sophia cerrar, mi despistada hermosa.

Abro la puerta lentamente la voy a asustar, espero no me mate. Entro y me fijo que la luz está apagada, coloco las cosas por un lado y camino de puntita tratando de no hacer ruido.

Camino a la cocina están las luces encendidas, de reojo la veo sentada en una silla se encuentra de espaldas. Entro a la cocina y camino lento, hasta estar cerca y "BUM" trato de sacarle un susto.

—Hola amor, como es... —me fijo que se encuentra atada de manos y con los pies atados a la silla, con un pañuelo en la boca, rápidamente le quitó el trapo.

—¡Ibrahîm te encontraron! —dice rápido Sophia agitada y aterrada con sus ojos llenos de lágrimas.

—¿Quien me encontró?

—Hola príncipe —Volteo a mi lado y un hombre vestido de negro se me acerca —. ¿Se acuerda de mí? —me ve con una sonrisa siniestra y unos ojos peores que los de un demonio.

—Claro que se acuerda —aparece otro por otro lado —. Verdad, príncipe.

—Son Gabriel y JK, los hombres que mi padre usa para el trabajo sucio. ¿Que hacen aquí?

—Acaso no es obvio, su padre nos llamó para encontrarle y regresarle, y ya que lo encontramos pues lo vamos a regresar —contestando el otro con una sonrisa diabólica.

—Yo no me muevo de aquí.

Se me acerca uno a mí poniendo su rostro cerca del mío —. Principito, nosotros no queremos llegar a la violencia o talvez sí, siempre he pensado... ¿qué se sentirá golpear a un niño rico en el rostro? Hasta dejarlo inconsciente.

—Hagan lo que quieran pero yo de aquí no me muevo.

Sonríe.

—Lamentablemente no lo sabre aún ya que no le podemos hacer ningún daño príncipe pero... —ríe como maníaco —. De la mujer nadie nos dijo nada.

Reacciono rápido y lo tomo de la mano —. A ella no la tocan —mi sangre esta caliente, mi respiración está casi descontrolada.

—Ibrahîm por favor —Sophia dice con poca voz, escucharla me parte el corazón.

—Eso depende de ti, príncipe.

Ríe y de la nada un golpe en mi cabeza y quedo viendo negro.

Siento pesada mi vista, abro mis ojos lentamente un dolor palpable se acumula en el lado de mi cerebelo, me encuentro amarrado a una silla tal y como Sophia se encontraba, forcejeó un poco pero al parecer es en vano.

—Ibrahîm —escucho a Sophia que al parecer se encuentra atrás de mí.

—Sophia ¿Estás bien? ¿No te han hecho algo?

—No todavía, solo he estado amarrada esperando a que despiertes.

—Sophia perdóname por esto —digo por la clara situación en la que la puse, aunque nunca pensé que sucedería algo así.

—Gracias por regresar a mí... Ibrahîm —dice Sophia con su voz entrecortada, al parecer esta llorando.

—Sophia tranquila, saldremos de ésta.

—Gracias por volver a recobrar mi vida, gracias por los besos y caricias, gracias por los momentos felices que pasamos juntos —al decir esto ultimo, escucho un pequeño gemir.

—¿Que sucede Sophia? ¿Por qué hablas como si te estuvieras despidiendo?

—¿No será por que así es? —entran los sicarios que mi padre contrató.

—Váyanse a la mierda —La furia en mis labios se puede hasta sentir.

—Ya he estado allí y creo que me gusta más aquí —dice con sarcasmo uno y el otro ríe. Los quedo viendo con una rabia que los podría hasta atravesar de la ira que en este momento siento.

—Mira, como somos buenas personas decidimos que se podían despedir el uno del otro.

Le dan la vuelta a mi silla y quedo viendo a Sophia, mi rostro se descompone en el momento, el dolor que atraviesa mi corazón en este momento es devastador. Sus ojos se encuentran rojos y al parecer le han golpeado en el rostro, por que tiene un moretón.

Me alteró

—Malditos —grito y lágrimas salen de mis ojos —. A ella no la toquen.

Sophia empieza a llorar al ver mi reacción y yo simplemente caigo del peso que eso me provoca, enserio nunca pensé que existiría un dolor tan debilitante.

—Por favor, no le hagan daño —digo dejando de forcejear.

—A caído el príncipe —dice uno en forma de chiste, riendo. Volteo a donde Sophia y se encuentra debil, como si aquella alma alegre y empoderada, se haya esfumado, en pocas palabras se encuentra, derrotada.

—Pero que fácil ha sido —dice el hijo de perra —. ¿Que dices JK?

—La verdad esperaba más drama —comentan burlándose de nosotros. 

—Ibrahîm —dice Sophia captando la atención de todos —. Vete —el escuchar las palabras, siento como una electricidad helada en todo mi cuerpo

—Sophia —lágrimas salen de mis ojos, un nudo en mi garganta esta volviendome más difícil el hablar para mí.

—Ibrahîm solamente vete —me voltea a ver a los ojos, con una mirada desgarradora.

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Hola chic@s!

Lamento dejarlos en suspenso, y el publicar tarde pero les comento solo faltan dos capítulos más y terminamos.

Comenten como creen que terminarán Sophia y Ibrahîm ¿Bien o mal? Esperemos que bien.

Hasta aquí!! Y pronto público el otro capítulo y después el epílogo. Y terminamos. Gracias de antemano por apoyar la historia, se que ha sido tedioso el esperar que publique así perdonen.

Muchas gracias por todo. Los aprecio.

Nos vemos pronto!!