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Me muevo de un lado a otro, al sentir el bulto al lado mío me hace sonreir por que se de quien se trata. Lo volteó a ver y el solo mirar su rostro calmado, sus líneas definidas hacen que me muerda el labio inferior de la suerte que tengo por tenerlo solo para mi.

Comienzo a pasar mi dedo por su pecho y a dibujar círculos, los recuerdos comienzan a caer como lluvia sobre mi cabeza.

8 horas antes.

Sus labios pasan sobre mi pecho, el sentir su caliente y suave sensación sobre mi piel hace que mi vello se engrife inmediatamente, aceptando de mejor manera lo que estoy sintiendo.

Pongo un dedo sobre mi boca, semi mordiendolo, para así apagar un poco mis gemidos, mi espalda se mueve de arriba a abajo, sin embargo, el grado al que estoy llegando es sin duda inigualable. Ibrahîm posa sus labios sobre mi pierna izquierda, acercándose al lugar sagrado.

—Te deseo Sophia —dice jadeando viendo mi rostro para después enfocarse en lo que desea.

Después de escuchar sus palabras, comienzo a sentir una lluvia de sensaciones adictivas, sus besos se centran bien en el punto indicado, mi piel se eriza a gran velocidad y tomo su cabello con mi mano, la calentura está al cien y el simple movimiento con su lengua me deshace.

—¡Ibrahîm! —digo pensando en el momento de expulsión. Lo tomo de su brazo y lo acerco a mi, beso rápidamente sus labios y con mis brazos lo sostengo.

—Me estaba divirtiéndo ahí abajo —comenta con una sonrisa pícara que hace que el lado más oscuro de mí, salga a flor de piel.

—Te quiero unido a mí, Ibrahîm.

Mi voz sale casi como una exigencia, muerde y relame su labio inferior para después besarme. Me aparto de él, y me levanto del sillón y con mi dedo le hago señas para que me siga. Rápido se levanta y me toma de las piernas, para subirme encima suyo, besa mi cuello y cosquillas recorren mi espinal dorsal, con mis manos tomo su rostro y antes de pegarme a él, lo visualizo.

Sonrió y él también lo hace —. Sigue adelanté, ahí está mi habitación —digo dándole a beso que pensé, seria feroz pero al contrario terminó siendo lento, amoroso, con deseo.

Abre la puerta y me acuesta en mi cama con él encima. Besa mi cuello y mientras lo hace, sonrió y sin querer una lágrima sale de uno de mis ojos. Él se acerca para besarme pero se da cuenta de mi situación.

—¡Que sucede Sophia! ¿Te lastime? —dice preocupado de haber cometido un error.

Sonrió y no se porque pero las palabras cuesta que salgan de mi boca.

—¡Ibrahîm, nunca pensé sentir esto de nuevo. Él que tu estés aquí me pone emocionada, quería olvidarme de tí pero resulto ser más difícil de lo que imaginé, y ahora nada más no se que pensar, no quiero volverme a sentir sola Ibrahîm!.

Se acerca lentamente a mi, y besa mis labios y un aire de alivio y ternura inundan mi ser.

—¡Sophia! —su vos se torna nerviosa —. ¡Nunca más te dejaré sola, te lo prometo!.

Nos unimos en uno solo, en un abrazo de esperanza y después simplemente el deseo de tenerlo para mí se intensifica.

—¡Te amo Ibrahîm! —las palabras salen solas de mi boca, como si mi cuerpo anhelaba decirselas.

—¡Yo te amo! ¡te amo! ¡te amo! Sophia, te has convertido en todo para mí.

Sonrió.

Se acerca a besarme tan lentamente que el calor que emana su cuerpo se siente sobre mi piel, al tenerlo sobre mi el beso se vuelve como de ensueño, como el beso que resucita al alma perdida.

—Ibrahîm, quiero ser tuya y tu mío —digo con los ojos cerrados. Los abro lentamente y una sonrisita dibuja su rostro.

—¿Estas segura? —pregunta con sus ojos desprendiendo duda.

—Nunca lo había estado tanto Ibrahîm —sonrió por que nunca en mi vida, había estado tan segura de algo como esto. Siento que si no pasa, me voy a sentir incompleta y con desdicha.

Se levanta de la cama y de su cartera saca un preservativo, se desviste rápidamente y yo me acomodó en la cama, ya ha pasado mas de un mes que no tenía relaciones sexuales, así que mi cuerpo explota por deseo de tenerlo conmigo.

Se coloca el preservativo y se acuesta en la cama colocando encima de mí.

—¿Te confieso algo? —Ibrahîm dice con una sonrisa en sus labios y con una mirada que ya conozco.

—¿Que sucede?

—Estaba nervioso por llegar a esta parte —comenta.

—El gran Ibrahîm ¿nervioso? —digo en son de broma.

—Aunque no lo creas —sonríe y me da un beso.

—No piensas que soy fácil ¿cierto? —digo interrogante.

—Nunca pensaría eso, Sophia —dice con una brillo en sus ojos, besa de nuevo mis labios, para después seguir con mi cuello. Acaricia mi cuerpo y yo solo inhalo lentamente sintiendo su suave tocar —. ¿Estas lista? —dice viéndome deseoso.

—Sí —es lo único que digo para así posicionarse en mi entrepierna. Siento como su intimidad roza con la mía, haciéndome jadear por la sensación que se expande poco a poco.

Se acuesta encima mío y besa mis labios para después sentir como su miembro penetra dentro de mí. Se queda dentro por un momento y me queda viendo a los ojos y comienza a moverse lentamente, sintiendo las embestidas como nunca antes.

Comienza con movimientos rápidos y gemidos salen de mi boca como aves que cantan en la mañana, mi piel tiembla por la corriente que se siente desde la parte inferior de mi cuerpo hasta la superior, el palpitar dentro de mi intimidad son como corrientes de éxtasis. Gruñidos sobresalen de la boca de Ibrahîm, haciendo que este momento se vuelva más increíble.

Cambiamos de posición, haciendo que este momento se intensifique más por el placer de tenerlo unido a mi cuerpo. Acelera sus movimientos y el quemar dentro de mi intimidad es como una droga que necesitaba tener conmigo. La sensación dentro de mi, anuncia nada más y nada menos que mi eyaculación, este hombre me hará acabar ya.

Escucho los jadeos de Ibrahîm y eso significa que el esta igual que mí. Sus movimientos se aceleran aún más y gruñidos salen de su boca y pequeños gritos de la mía. Una corriente eléctrica aturde mis sentidos y un liquido caliente baja por mi zona íntima.

Ibrahîm se detiene indicando que el también acabo, se deja caer en la cama rendido, sonreímos los dos por que sin duda esto lo necesitábamos mucho.

—Te amo Sophia —me voltea a ver con la lengua de fuera. Con una sonrisa que le figura todo el rostro.

—Te amo Ibrahîm —digo de igual manera acercandome para juntarnos en un beso.

Actualmente.

Sonrió por todo lo que pasó, nunca imaginé algo así de nuevo ¿estuvo bien lo que pasó? No lo sé. Pero no me arrepiento de nada, era algo que necesitaba sinceramente, algo que mi cuerpo anhelaba a gritos, poder sentir el calor de unas manos fuertes, poder sentir el calor de unos labios sedientos, poder sentir el calor de una unión verdadera.

—¿Como amaneciste amor? —escucho a Ibrahîm con su voz semi-apagada con los ojos cerrados aún.

—¿Tu como crees? —digo con una sonrisa algo pícara.

—Seguramente bien —dice acercándose para darme un beso de piquito.

Me levanto de la cama y rápidamente me voy al lavado del baño. Ya que Ibrahîm se encuentra en mi apartamento, tengo que darle algo para comer. Creo que sería la primera vez que le cocinará algo, no se porque pero me emociona la idea.

Me baño y lavo rápidamente.

Salgo del baño y Ibrahîm se encuentra sentado en la cama, viendo una foto que tenía en una mesita. En ella sale Tahira, Rebecca, Yasser y yo.

—Ya puedes entrar. Bañate tranquilo mientras hago el desayuno —digo tomándolo por sorpresa, me sonríe amable en eso me cambio con lo primero que veo.

—No es necesario Sophia yo puedo pedir comida —dice acercándose a mí.

—¿Piensas que cocino mal? -digo sería, ya cambiada.

—¡No no no, solo que quería ahorrarte el esfuerzo! —río por la reacción de Ibrahîm.

—¡Es broma! —sonrio y le doy un beso —. Pero no, yo hago la comida así que vete para el baño que yo espero en el comedor.

—¿Me acompañas? —pone sus ojos de borrego que por cierto son muy atrayentes.

-—Eso no funcionará conmigo, así que vete a bañar —río.

—Debía intentarlo —sonríe y se acerca a besarme y aunque ocultes mis ganas de encerrarme en ese baño por toda la tarde no puedo perder tiempo, debemos comer.

Se mete al baño y yo solo me movilizó a la cocina.

Saco dos huevos y el tocino del refrigerador. Le prepararé a Ibrahîm, comida que creo nunca en su vida a probado. Enciendo la sartén y después de diez minutos, ya todo estaba listo. Me apresuro a arreglar el mesón y en eso siento unas manos que rodean mi cintura, pegandome a él. Unos labios suaves y cálidos se pegan a mi cuello.

—Siéntate yo te sirvo la comida —digo volteandome toda sonriente.

—Sabes que esto no era necesario —dice y volteo los ojos y pongo una cara se insatisfacción.

—Si sigues diciendo eso me enojare contigo —digo seria ya que me irrita que lo repita, se que a él le llueve el dinero y que esta acostumbrado a las mejores comidas —. Por lo menos finge que estas emocionado que te preparo comida.

—Disculpa, yo nunca quise que pensaras que desprestigio tu comida —dice abrazandome y depositando un beso en mis labios —. ¡No te enojes, okey! —pone cara de idiota adorable, sabe que ese rostro me derrite.

—Siéntate pues, para servirte la comida.

Sonríe y rápidamente se sienta. Sonrió por el acto.

Me apresuro por la comida ya servida en los platos. Al llegar esta sentado y ver su rostro me trae muchos recuerdos de lo bueno que la pasamos estando juntos.

—¡Aquí esta! —río alegre, porque me causa emoción el saber de su reacción a mi comida. Aunque solo sea una comida simple.

Ríe y me queda viendo, sabe bien que esto me emociona mucho y lo ha de disfrutar. Prueba la comida y comienza hacer muecas con la cara, enchina los ojos y no se por que pero la intriga me mata.

—¿Entonces?

—¡Esta increíble amor! —sonríe y no se pero siento el corazón derretirse poco a poco.

Me levanto y me siento en su regazo y le depósito un beso, su comentario hizo que la felina dentro de mi despertara.

¡Hay Ibrahîm! ¿que es eso que me enloquece?

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Hola chicos!!!

Lo sé, me quieren colgar por hacerlos esperar tanto.

¡Por milésima ves les digo discúlpenme! Esto de la navidad me ha tenido súper entretenido y no he tenido tiempo de pensar en la historia.

¡SORRY!

Y ya aprovechando aquí, les deseo un...

¡FELIZ AÑO NUEVO!♡♡

SON LAS MEJORES PERSONAS. LOS QUIERO MUCHO!!

Hasta la próxima!!