31. Mi sueño imposible

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Una palabra.

¡Maravilloso!

Sí, esa es la palabra indicada para la cena de esta noche, fue como de ensueño.

Lo único con lo que estoy inquieta es con respecto a lo que Zafir dijo. No comprendo por qué hablo de una manera tan indirecta. Talvez se refería a alguien más y no precisamente a Ibrahîm, pero es que siento que fue justamente para él.

Ahorita estamos por salir del restaurante, todos con sus camionetas blindadas y toda la cosa. Me despido de Rebecca, Tahira y Yasser ya que los hermanos tuvieron que salir temprano, por un llamado de su padre.

Nos montamos al lujoso auto de Ibrahîm para después arrancar, me acomodó en el auto, y quedo viendo atravez del espejo, como la ciudad brilla como un diamante en bruto, una sensación satisfactoria.

—¿Sucede algo linda? —Ibrahîm me ve intrigado —. ¿Te duele o quieres algo?

Lo quedo viendo, y me resulta tan tierno verlo preocupado por mí.

—No, solo contemplaba la ciudad.

Sonríe y solo veo como de la nada, su rostro muestra tristeza.

—¿Que pasa Ibrahîm? —ahora la que pregunta soy yo.

Voltea a ver el camino —. Nada de lo que te tengas que preocupar —responde más frío de lo normal.

Decido no insistir por que no quiero que piense que soy metida, entiendo que además de mí, tiene otros problemas. Solo espero que no sean graves.

Nos detenemos en un lugar muy moderno y bonito.

—¿Por que paramos? —preguntó

—Espera y verás —me muestra una sonrisa.

Bajamos del auto, y caminos dentro de lo que parece es un Gym. Quedo viendo el lugar y es enorme con maquinas por doquier. ¿Por qué será que Ibrahîm me trajo a este lugar?

—¿Te gusta? —pregunta Ibrahîm.

—¡Esta enorme! —respondo. —¡Y sí, me gusta mucho!

—Que bueno, por que es mío —me sonríe.

Abro los ojos

—¡Wauu!

—Y aprovechando el buen momento me gustaría decirte unas palabras —su voz suena extraño —. Que sea lo que el futuro nos depare, siempre estarás aquí —señala su pecho izquierdo —. En mi corazón —la manera en como dice las palabras, me asustan.

—¿Sucede algo Ibrahîm? —me empiezo a preocupar.

Voltea a otro lado —. No, no pasa nada —me fijo que le cuesta hablar —. Solo quería decirte eso.

Me le acerco y lo abrazo, se sorprende para después abrazarme igual.

—Yo siempre te agradeceré Ibrahîm —digo viendo directamente sus ojos —. Y nunca me aburrire de decírtelo —sus ojos se nublan —. Tú hiciste que mi vida se rodeará de luz, alegría, felicidad y amor. Si no hubiera sido por ti, no se como me encontraría en este momento. Seguro encerrada en mi cuarto muriéndome poco a poco, pero por ti, estoy bién y por más cursi que se escuche, por ti volví a tener vida —sonríe.

Una lágrima recorre su rostro haciendo que mi corazón se estruje, me le acerco a sus labios y nos unimos en uno solo. Nos quedamos así por un momento, y solo veo como una sonrisa se dibuja en su rostro.

—¡Te amo Sophia! —su voz suena casi apagada, mi mente se acelera, lo quedo viendo y solo puedo ver como sus ojos brillan cual estrellas.

Sonrió nostálgica, con las lágrimas en mi mejilla.

—¡Te amo Ibrahîm! —nos besamos pero este beso, se siente necesitado por el deseo de tenerlo para mi.

Sus movimientos se vuelven ligeros y salvajes, pega mi torso a la pared y solo se puede sentir la temperatura elevarse a niveles irreconocibles. Se despega de mis labios, para continuar en mi cuello u hombro. Cada beso que da hace que mi cuerpo tiemble de la corriente que Ibrahîm provoca en mí.

—¿Quieres que continúe? —pregunta agitado.

—Ni preguntes —sonríe y vuelve a juntar sus labios con los míos.

Se sienta, en un mueble pequeño donde las personas descansan, para así montarme encima suyo.

Y así comienza nuestro momento.

El sudor recorre por nuestros cuerpos, nuestras respiraciones están conectadas. Nuestros ojos están dilatados, nuestros cuerpos pegados. Como debe ser.

Me levanto del frío piso, en el que nos encontramos tirados, empezamos en el mueble para terminar en el suelo.

Recojo mi ropa, Ibrahîm se acomoda en el mueble, se nota completamente agotado —. Nunca me aburrire de ver ese increíble cuerpo —Dice haciendo que sonría y voltee los ojos pensando en que yo tampoco me aburrire de ver su increíble abdomen. Por no decir otra cosa.

—Tu no cambias —digo colocando mi ropa a su debido lugar.

—Ya lo hice —responde, haciendo que lo volteé a ver directo a los ojos. Yo no me refería a eso pero si se que cambio, y por primera vez creo que alguien hace algo por mi.

Creo que él cambió por mí.

Me le acerco, me lamo los labios para así juntarlos con los de él —. Por eso te amo. —digo separandome de él, haciéndole sonreír.

Nos terminamos de cambiar, y decide darme un recorrido por el lugar ya que ni eso hicimos primero, por andar de ganosos.

Me lleva a un lugar donde se puede apreciar un sinfín de mesas. Todo bien bonito y moderno.

—Este lugar es como tipo Starbucks —dice alegre —. Solo que aquí no se servirá cualquier tipo de comida. Solo alimentos recetados por nutriólogos experimentados.

Hago una mueca como de asombro.

—Aquí esta incluido todo el paquete —digo sorprendida.

Asiente y solo seguimos caminando. Me lleva a un lugar en donde se puede ver una gran cantidad de albercas. Yo quedo pasmada ya que mi sueño es tener una, cuando por fin tenga mi hogar realizado.

—¡Increíble! —susurro.

—Aquí se darán clases de natación avanzada —sonríe y por un momento lo veo un poco distraído por lugar.

—Te gusta las albercas ¿verdad?

Sonríe.

—Mi madre, me enseñó a nadar cuando era pequeño yo siempre soñé con ser un nadador nato —veo como una pequeña lágrima amenaza por salir de sus hermosos ojos color cielo. —. Pero como tú sabes, tengo un destino establecido por mi padre, pero eso no me impidió a seguir aprendiendo sobre este hermoso deporte, supe nadar profesionalmente, mi madre contrataba a personas con más experiencia en este deporte para que me enseñaran. Y lo demás es historia.

—Tu madre ha de ver sido una grandiosa mujer.

—Lo era —responde nostálgico.

Lo abrazo por que se que a pesar de haber tenido lujos y riquezas, ha sufrido mucho y verlo de esa manera, tan triste, solo hace que lo quiero más y más a cada momento ya que yo se que se siente sufrir y querer.

—Veras que un día podrás cumplir todos tus sueños y metas, y solo recordarás este momento como algo que pudiste superar —digo colocando mi mano en su mejilla, dándole mi apoyo incondicional.

—Ojalá fuera tan fácil —su voz se escucha derrotada como si no hubiera salida alguna.

—Veras que todo mejorará y solo pensarás en que todo fue más sencillo de lo que pensabas.

Su ojos se posan en los míos, y solo puedo apreciar un brillo que creo es la primera vez que la veo, sus labios figuran una sonrisa de alivio y ternura y sus mejilla se tornan de un rojo intenso.

—¿Por que eres así?

Pregunta.

—¿Así como?

—Por que eres tan maravillosa, tan linda con los demás, tan especial, tan única —termina sus palabras y solo siento como mis ojos pican por la sensación de que Ibrahîm me diga estas palabras.

—Yo tuve una vida difícil —volteo mi rostro a un punto fijo —. Se que la vida puede llegar hacer muy injusto con uno, se que habrán momentos donde lo único que desearás es nunca haber nacido pero también se que decir ya no puedo es para débiles y si algo se es que a mi no me gusta ser débil, no me gusta rendirme.

Ibrahîm me queda viendo con una cara alegre, como con orgullo.

—Tu eres mi fuerza, Sophia —suelta Ibrahîm.

Lo quedo viendo, y solo siento como mi garganta se enreda por dentro.

—Yo nunca pensé decir esto —digo sonriente pero no confundida —. Ibrahîm tu te has convertido en mi fuerza en el único en el que me siento protegida.

Me queda viendo y solo veo sus ojos rodearse de agua cristalina.

—Eres maravillosa, que nunca nadie te diga lo contrario, quiero que sepas que yo siempre estaré para ti, y siempre haré lo posible para que te sientas a salvo, Sophia —sonríe, pero esta vez es diferente —. Por que tú —lo piensa —. Eres mi sueño imposible.

Sus palabras me provocan alegría pero a la misma vez miedo, el pensar que nuestro amor puede ser interrumpido hace que mi piel tiemble de temor. No quiero que lo más hermoso que me ha sucedido, se desvanezca así nada más, como hielo en tiempo de calor o flores en tiempo de frío.

Se que lo nuestro es impredecible, hoy somos, pueda que mañana ya no. Y eso provoca que mis huesos se sientan frágiles.

Muchos piensan que me junté a Ibrahîm por su dinero, que por él podría tener una vida de honores y privilegios pero la verdad es que el dinero nunca me ha importado, tampoco pienso que este mal tener dinero pero tampoco seré de esos donde su dinero es casi como su vida, y eso es lo que amo mucho de Ibrahîm, que el no se fijo en mi por ser modelo, adinerada o de alta clase. Lo único que le importo fue mis sentimientos, y si también mi cuerpo, no lo niego.

Aunque yo también me enamoré de él por su escultural cuerpo y su hermoso rostro. Algo que también no niego.

—Somos un sueño imposible —digo, riendo.

Ya que se que lo , pueda que no sea para siempre, como todos lo desean cuando tienen un amor de verdad. Por qué si, Ibrahîm es mi amor de verdad, estoy convencida de eso, estoy convencida de que lo nuestro es verdadero.

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Gracias por seguir!!!

Espero les guste mucho. Los quiero mucho.

Me gustaría mostrar el hermoso Mockup que me hizo el EditorialJackson, los quiero mucho chicos 😘♥️♥️

Si quieren portadas, Mockup, booktrailer y muchos más, no pierdan tiempo y vayan a ver que les ofrece la editorial.

Hasta la próxima!!!

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