19. ¿Sera que enserio le interesó?
•19•
Dolor de cabeza.
Fiebre.
Cansancio en sí.
Bueno es que lo tengo todo, ya no se ni que meterme a la boca, estoy jodida. Mi viejita clarita ha estado conmigo atendiendo cada necesidad que se me presenta.
¡YA SUPERO MI NIVEL DE AMOR!
Creo que es lo más cerca a una madre que he tenido.
—Necesitas otra cosa mija.
Mi viejita clarita pregunta tan amable como siempre.
—No clarita, ya me siento mejor.
—Ok mija, si ocupa otra cosa me llama —dice clarita. La quedo viendo con nostalgia y con cariño.
—Muchas gracias Clarita.
—No hay de que, mija.
Mi viejita sale del cuarto y yo solo pienso en que hacer porque cuando estás como pollo enfermo no tienes muchas opciones. Con el trabajo, pues, me están supliendo porque no puedo trabajar así.
Lo único que me queda es tratar de dormir para que el tiempo pase rápido.
Sus pasos suenan aún más fuertes, sus rugidos son más abundante en mis oídos, solo veo como se abre paso en la oscuridad, mi pecho retumba cual tambor, mi sangre fluye cual arroyo, mi respiración se acelera cual relámpago.
—¡Perra! —Su voz provoca que mi mente se desconecte por completó, no he comprendido la razón de su molestia no he comprendido su aberración hacía mi persona.
Trato de mi proteger mi cara pero se me hace imposible a la velocidad de tal bestia, mi cara retumba sobre el sólido suelo; sin embargo una luz se interpone ante tal monstruosidad.
Una lágrima recorre mi rostro avisando que tal luz se hace más tenue a cada momento, más no se apaga, avisando que esa luz ya no estará para mí.
Despierto de mi sueño y esta vez mi mente se siente relajada, con lágrimas que escaparon, limpiando mi rostro con la suavidad de mis manos.
—No quiero que esa luz se apague —digo, aun sin entender su significado.
Me levanto de la cama ya más aliviada de los malestares, dentro al baño y solo analizo cada parte de mi rostro en el espejo del baño, mi rostro no está como me gustaría pero cuando un virus ataca no se queda más que tratar de mejorar.
Limpio mis dientes y lavo mi cara con un jabón especial para el rostro. Talvez así se me quita la fea cara. Lo dudo pero bueno.
Salgo de mi habitación sin antes ponerme algo más decente. Al llegar todos me quedan viendo, unos con agrado y otros con indiferencia, la verdad es que ni se de que se enojan conmigo, que yo me acuerde no he hecho nada, bueno la verdad si se de que se enojan, estos días pasados he tenido mejor relación con Tahira y nos llevamos muy bien algo que a ellas les provoca envidia.
—¿Mija que haces aquí? —dice clarita al verme.
—No me sentía bien emocionalmente y mejor salí un poco —digo tratando de mostrar tranquilidad.
—Si, pero no te arriesgues mucho mija.
—Si clarita —le doy un abrazo en agradecimiento de su buen afecto hacia mí.
Me siento en una de las sillas de la sala de servicio y mi mente vuela a la persona que ya no quiero recordar "Ibrahîm" ¿Porque después de la increíble cena que tuvimos no me ha vuelto a buscar? ¿Será que le aburrí tan rápido? Como sea después de todo, así son los hombres. Uno trata de dar lo mejor de sí y terminar pisoteando tu esfuerzo.
Llevo una semana que no lo veo, es claro que no nunca le importa. Después de todo lo nuestro nunca de los nunca hubiera funcionado, solo fue la pura ilusión encarnada pero como he dicho nunca trato de ponerle mucha importancia a las cosas. Y este es el porque del cual quiero olvidarlo.
Pero como tambien he dicho, mi mente es una mierda traicionera que solo piensa en tenerlo cerca, abrazarlo, besarlo y porque no hasta quiero follarlo.
Pero no se que piensa el de mí ¿será que le intereso un poco? Por lo menos para no sentirme despreciable. Clarita llama mi atención, haciendo señas con las manos y yo solo me levanto y me dirijo a donde se encuentra.
—¿Sucede algo Clarita? —digo un poco desanimada.
—La señorita Tahira, quiere que la vea en su habitación —dice y yo solo asiento.
—¿Ahorita o después? —preguntó.
—¿Que si podía ahorita? —dice a lo que solo decido irme en este momento —. Ok, clarita.
—Vaya mija —me apuro a irme, talvez Tahira me ayude a calmar el maldito dolor de cabeza.
Al estar en la puerta de su cuarto la pienso en dentrar ¿porqué? Sinceramente no lo sé. Abro la puerta y solo la miro semi desnuda enfrente a un espejo.
—¿Cual te gusta más? —pregunta señalando dos vestidos súper hermosos.
—No se, el platinado —digo.
—Sophia ven —dice tomando de mis hombros —. Quiero que te pongas acá —señala un lugar frente al espejo.
Se aleja y veo que trae dos vestidos muy lindos —. ¿Cual escoges? —dice mostrando un vestido rojo con escote corazón y otro negro con cola de sirena, al inicio se me hace complicado escoger los dos son hermosos pero al final me escojo por uno —. Elijo el negro —digo.
—A bueno entonces con este irás —dice y yo quedo confundida.
—¿Ir a donde Tahira?
—Iras conmigo a la gran gala de la familia —dice y mi cuerpo se congela —. Solo los mejores van y tu estas invitada —termina.
—Pero es un evento muy exclusivo Tahira —digo.
—Si y por eso te invito yo, ¿porque mi hermano no lo va hacer? —dice y mis ojos se agrandan.
—Por que lo dices.
—Y no se llevan bien, pues.
—Yo no diría eso —digo volteando a otro lado, ocultando la cara de vergüenza.
—¿Estas segura Sophia? —dice como si supiera que le estoy ocultando la verdad.
—Segura.
—Ok, entonces darse besos así por así no es nada —dice y mi respiración se detiene y mi cara se transforma en un tomate.
—No entiendo Tahira —digo tratando de persuadir la.
—Sophia ya no es necesario que desimules conmigo, yo los vi y no te preocupes que a mi no me enoja al contrario me alegra que haya alguien que pueda con él.
—Pues, solo puedo decir que entre él y yo no hay absolutamente nada Tahira.
—Y la reservación ¿qué fue? —dice matandome.
—Solo fue un momento de agradecimiento por parte de él... por mi desempeño —digo tratando de ocultar mi nerviosismo.
—Yo no nací ayer Sophia, como mi hermano te ve, no es normal y como tu lo haces tampoco —dice haciendo que mi corazón palpite de una manera rápida.
—Yo no soy juguete de nadie Tahira.
Se queda pensativa —. ¿Por que lo dices, Sophia? —dice confundida.
—Olvídalo —digo.
—No mamasita, ahora me cuenta.
—Creo que es mejor olvidar.
Veo como se mueve de su lugar y se acerca a mi, toma mis manos, y yo solo la veo a los ojos.
—Puedes confiar en mí Sophia.
Mi mente lo duda por un instante pero talvez sea lo mejor.
—Tahira a inicios tu sabes que como cualquiera Ibrahîm es el típico patán millonario el cual yo solo lo miraba con desprecio y odio —sonrió solo de pensarlo —. Pero ahora después de ver su otro lado de la cara, algo en mi despertó tan fuerte que no me deja en paz, donde sea que esté, no le dejo de pensar, como si mi mente estuviera de su lado, no se la verdad, pero cuando supe que tenía interés en mí, ahora siento agobiante estos pensamientos, en su habitación dijo que no me dejaría sola de nuevo —volteo a otro lado —. Soy una estúpida por ilusionarme como tonta.
—No cariño, no eres una tonta —sonríe —. Eres una chica que sin querer se enamoro de alguien difícil de comprender.
Volteo la cara hacia a ella, veo a Tahira a los ojos y la enrroyo en un abrazo —. Gracias Tahira.
—Ahora somos amigas y es mi trabajo consolarte en momentos difíciles —dice y yo solo sonrió.
—Y entonces ¿cuando es la fiesta? —digo más alegre cambiando de ambiente.
—Así se habla cariño —dice orgullosa. —Será en tres días, así que alístate.
Pueda que no sea una super idea ir a una celebración muy exclusiva como lo es la fiesta de los Farûq. Que más da, iré y disfrutaré.
—Tahira ¿como supiste lo del beso? —preguntó.
Me mira y sonríe —. El día que regresamos a la mansión, después de pasar tiempo fuera por la muerte de la madre de Ibrahîm, ese día él venía destruido se podría decir que apenas si podía caminar —voltea el rostro y solo puedo apreciar como su vista se comienza a nublar —. Fue doloroso para mí verlo así, tan destruido. Al llegar el salió casi corriendo a su cuarto, tenía miedo que hiciera alguna locura, que se fuera a lastimar pero decidí mejor que se desahogara un poco cuando pensé que sería correcto verlo me pare frente a su puerta, los escuche hablar, no sabia si adentrarme o no, así que mejor decidí escuchar y ver por la orilla de la puerta... Sophia vi como tu controlabas el malestar de mi hermano, vi como tú lo calmabas con tu beso. Al ver la escena solo pensaba en que no había mejor persona que lo acompañara en ese doloroso momento —dice provocando que una lágrima se deslice por mi rostro.
—Sophia nunca pensé decir esto pero creo que tu eres la chica que mi hermano siempre ha estado buscando —al escuchar sus palabras mi estómago se vuelve un nudo imposible.
—Yo no creo eso Tahira —digo.
—Yo si —dice y sonríe.
Mi mente ha estado tan concentrada en las palabras de Tahira que parece como si mi dolor de cabeza y los otros malestares hayan desaparecido.
¿Será que al fin y al cabo, enserio le intereso a Ibrahîm? O solo me usa como objeto de diversión.
♧◇♡♤
♧◇♡♤
Hola chicos!!!
Me gustaría decir que espero les vaya gustando el transcurso de la historia y que muchas Gracias por el apoyo que le están dando.
Enserio mil gracias. ♡♡
Voten y comenten♤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top