•10•

¡Hermoso!

Este lugar es completamente increíble, es que no puedo creer que haya lugares como éste, el que inventó estos lugares para poder lograr evolucionar las mentes de las personas y que puedan dentrar en una profunda relajación es sin duda alguna un genio o mejor dicho genios.

—Tranquila Sophia es solo una biblioteca —bromea Alexandro.

—¡Como puedes decirme eso, no ves lo gigante que es, asientos por doquier y lo mejor de todo, los libros que abundan en este lugar!

—Si, pero no te emociones, acorda que no debemos hacer ruido —dice, haciendo que mis ojos se volteen por completo.

—Ya pues, pero es que me inquieta, tengo tiempo de no tocar un libro y poder saborear cada minuto que paso descubriendo su historia —digo exsaltada.

—Si tuviera mucha confianza, te diría que pareces una loca pero como todavía no la tengo te diré que es interesante —dice burlándose de mí teoría para despues recibir un golpe de mi parte.

—Oye, no dije nada malo.

—Si claro.

Me decido acerca a la sección de romance, quiero ver que encuentro de bueno... busco y busco a haber si encuentro algo que me llame la atención, pero nada.

Ya cuando decido retirarme uno me atrapa de enseguida.

'Los Deseos del Jefe'.

Lo primero que se me viene a la mente es él arrogante de mi jefe.

Leo el prologo y parece ser un libro de género romance-erótico, llamo a Alexandro que al parecer se entretuvo en la sección de ficción.

—¿Qué pasa hermosa? —dice.

—Crees que pueda tener este libro, es que me llama la atención y lo quiero leer.

Inspecciona el libro —. Enserio, los Deseos del jefe Sophia, si no supiera que odias a Ibrahîm, pensará que te gusta —dice serio para después reír bajo ya que estamos en una biblioteca.

—No, solo me llamo la atención y ya —digo enojada por su comentario desubicado.

—Ya, solo era una broma.

—Bueno pues, me lo puedo llevar si o no —digo algo molesta —. Si se puede, aquí tienen muchos de estos libros —dice, asiendo que una sonrisa se agrande en mi rostro.

Después de darle vueltas a esté lugar como por 5 veces mínimo, decidimos salir de acá, que porque quiere que conozca un lugar, le pregunté sobre qué trata pero no quiso decirme nada, que es sorpresa dice.

—Apenas está mañana sabías que íbamos a salir, y de repente ya lo tenés planeado todo —comentó.

Lo volteó a ver y solo me muestra una sonrisa que me parece muy bella y nostálgica.

—Solo quiero que la pases bien, o mejor dicho que la pasemos bien —sonríe, pero con ese tipo de sonrisa en donde te das cuenta que algo le sucede.

—¿Qué pasa Alexandro? —digo.

Me voltea a ver como preocupado.
—. No es nada.

—Alexandro puedes confiar en mí — digo tratando de transmitir confianza.

—Bueno —dice volteando su rostro a donde mí —. Es solo que yo no supe que es tener amigos o como comportarme con ellos —dice. Lo volteó a ver y me parece tan tierno verlo de esa manera, siento que he encontrado al hermano que nunca tuve.

—Me alegra que hayas venido conmigo Alexandro y te puedo decir que ya te considero mi amigo.

Me detiene y trata de acercarse a mí ¡me quiere besar! Pongo mi mano en su boca para detenerlo.

—Disculpa Alexandro pero apenas llevo, no se, 4 horas conociéndote y ya quieres pasar a otro nivel, conmigo pierdes amigo —digo riendo.

Veo su cara ponerse roja —. Perdona Sophia, solo me deja llevar por el momento —lo veo y sonrió.

—No te preocupes, pero si me gustaría que comprendieras que yo no quiero una relacion, por lo menos no ahora y aunque me pareces muy lindo no creo que seas mi tipo de chico —digo, para que no tenga ilusiones conmigo.

—Justo al pecho —dice chistoso y los dos comenzamos a reír.

—Bueno, bueno entonces a donde me vas a llevar —digo y lo único que hace es negar, que quiere que sea sorpresa haciendo que mi curiosidad aumenté. Nos acercamos a un restaurante muy colorido, leo el nombre y al parecer es un restaurante Italiano ¡que estará tramando este muchacho! solo espero no se me vaya a declarar o algo así. Una risa se sale de mi boca solo en pensar en lo chistoso que seria.

No soy mala, pero creo que me causaría gracia.

—Y esa sonrisa ¿por que? —pregunta un Alexandro muy interesado.

—Nada, solo recordando momentos —digo, tampoco le voy a decir de lo chistoso que seria para mi, si se me declara o algo parecido.

—Así que está era tu sorpresa —suelto.

—Si, es que me parecía bien que recordaras un poco de nuestro país... ¿y dime, que te parece?

Volteo para todos lados, es un lugar muy colorido y adornado de muchas flores artificiales que lucen hermosas —. Me encanta y apenas tengo una semana en esta ciudad Alexandro —digo con una sonrisa en mi rostro.

—Bueno como sea, me gustaría presentarte a unas personas —dice y sujeta mi mano para llevarme hacia el restaurante, al estar dentro, lo primero que me impresiona es el sabroso olor que abunda en el local, si solo ese es el olor, ¿como será la comida? sin dudas sabrosa.

—Nana —dice a una mujer muy bella, pelo castaño con ondas en las puntas, con una tes blanca y unos hermosos ojos color miel.

—Hola cariño ¿como has estado?

—Hola nana, te quería presentar a una amiga —la hermosa mujer me queda viendo de pies a cabeza y no se porque pero me siento algo intimidada, ha de ser por lo bella que es.

—Antonella, mucho gusto —me da la mano y yo le doy mi mano.

—Sophia también es gusto conocerle —me sonríe.

—Que linda chica te conseguiste Alexandro —suelta y yo quedo con los ojos abiertos ¡que pena! —. No es mi chica nana —dice un Alexandro súper apenado —. Como sea, talvez terminen  juntos uno nunca sabe —dice y de seguro he de tener la cara roja, esta mujer no se guarda nada.

—Nana Sophia es italiana, y la traje porque pensé que estaría bien que interactúe con más italianos —dice Alexandro cambiando de tema.

—Si lo sospeche cuando la  escuche hablar y sobre lo de interactuar me parece una grandiosa idea, es bueno que no pierdas tus costumbres y dime ¿de qué partes eres? —dice.

—Soy de Milan —digo orgullosa del lugar en el que me crié —. Muy lindo lugar, un primo mío es de ahí, seria bueno que se conocieran, seguro te enamoras de él —dice.

Yo abro los ojos acaso quiere que salga con su primo —. Tranquila cariño es una broma, tuviste que ver tu cara... pero si tengo un primo de esa parte de Italia.

—¿Y usted de qué partes es?

—Yo nena soy de las bellas tierras de Venecia.

—Yo pensé que eran del mismo lugar con Alexandro.

—No nena, a Alexandro lo conocimos aquí en Emiratos, venía a traer pedidos y de tanto que venía que nos volvimos bien cercanos ¡ahora es como de la familia! —dice con unas palabras tan dulces.

—Si es cierto, nana se volvió en la amiga, mamá que no tengo —dice Alexandro.

El transcurso del día fue agradable, comimos de lo que prepara la señora Antonella ¡es completamente exquisito! Ya veo porque les va súper genial. Hablamos de su familia y de que algún día tenemos que ir a Venecia para que conozcamos a toda la familia.

Alexandro ha estado conmigo todo el día, y eso se lo agradezco mucho, mejor amigo no me pude encontrar ya lo quiero mucho, aunque todo ha pasado demasiado rápido, esto de presentarme a las personas que quiere hasta de tratar de darme un beso.

No se talvez le de una oportunidad, talvez él sea mi príncipe azul.

Cuando salimos del restaurante, nos despedimos de la señora Antonella y de las personas que trabajan en el local que también son muy agradables.

Nos metemos al automóvil y me fijo en que ya va hacer la hora en que llegue a la casa.

—Alexandro —digo.

Él se voltea —¿Que pasa Sophia?.

—Muchas gracias, por este día maravilloso —digo contenta de la persona que está frente de mí.

—No tienes que agradecer Sophia, con verte feliz me basta.

Me acerco a él y le doy un tierno beso en la parte derecha de su mejilla.

—Ya veo que tendré que traerte más —dice feliz y yo solo sonrío.

Él acelera y yo solo me recuesto en el asiento viendo por la ventana a la gente disfrutar de sus vidas de lujo ¿será que esa gente conoce la verdadera felicidad? porque yo a pesar de tener tantos problemas, tantas injusticias, siempre llega ese momento en el cual me siento tan feliz que creo que volaré por los aires tratando de nunca caer.

Este gesto de Alexandro no lo olvidaré nunca, ha hecho que porfin después de tanto tiempo sienta algo de esa felicidad que te hace volar por los aires.

Lo vuelvo a repetir.

¡¡Mejor amigo no pude encontrar!!

♧◇♡♤

♧◇♡♤