07. Tú Rechazo, mi sorpresa

•7•

Ibrahîm Farûq.

Los pensamientos pasan y pasan por mi cabeza, quiero que esto se detenga. No puedo seguir pensando en eso, soy una persona que no puede seguir teniendo deseos estúpidos, hacia una persona que no traerá nada productivo a mi familia y a mi legado. Tengo que concentrarme en lo que me importa enserio que son los planes que tengo como futuro dueño de todo y todo.

—Sucede algo Ibrahîm.

Quedo viendo a los ojos de mi hermana, y la imagen de ella se viene a mi mente —. No, solo no dormí bien.

—Bueno por lo menos escuchaste algo de lo que dije.

Niego con la cabeza, dándome un gesto de enojo de su parte.

—Disculpa, es que estoy muy confundido —veo que su rostro muestra duda y cuando eso sucede se que es lo que viene (interrogatorio).

—¿Que sucede?.

Ahora si tendré que terminar esta conversación o tendré que contarle todo y no quiero eso —. No quiero hablar de eso Tahira.

—Dímelo talvez pueda ayudarte.

—No Tahira, no te contaré.

—A la otra que necesites mi ayuda ni me vayas a preguntar.

La quedo viendo, se que cuando le niego algo se reciente conmigo pero al final termina perdonandome, así es ella y por eso la amó tanto.

—Es que no creo que sea conveniente ahora o si no te lo diría Tahira.

Hago una cara de arrepentimiento para que no se moleste mas, creo que es a la única que me importa que no se enoje conmigo.

—Esta bien, pero si necesitas hablar que sea yo la primera, ok.

—Ok.

Sonrió, siempre que estoy con ella me siento alegre, si daría la vida por alguien creo que solo sería por la de ella.

—Otra cosa, Zahida te estaba buscando.

Hago un gesto de irritación, no es que la chica no me agrade pero es que ella no entiende nada es igual a su hermano de testarudo.

—Se que ella no te pasa mucho, pero es mi amiga y no estaría mal que le dieras una oportunidad, después de todo nuestras familias son muy importantes y además ellos se llevan bien.

—Es enserio Tahira, Zahida es linda, inteligente pero no es la chica que busco.

—¿Y como es esa chica que buscas? —dice en un tono de burla.

—Si te causa gracia mejor no te digo nada.

—Esta bien, ¿como es la mujer que buscas? —dice seria y en eso explota en risas.

—Vete al carajo.

Decido levantarme e irme a mi cuarto no soporto que se burlen de mí.

—Disculpa Ibrahîm, te quiero —dice gritándome ya después de haberme salido de la habitación.

¡La amo que más puedo decir!

Dirijo mi vista a mi cuarto, esta completamente ordenado y limpio, se que es algo normal pero viniendo de ella me hace sonreír ¡tranquilo Ibrahîm! No se porque me pasa eso, no soy así, he tenido mujeres de alto prestigio muy hermosas e importantes pero nunca me interesé por ellas, no porque no me agradaran sino por que nunca sentí nada. No niego el hecho que estuve con alguna de ella, tampoco iba a dejar pasar la oportunidad.

Me recuesto sobre el suave colchón teniendo muchos pensamientos en mi cabeza. Porque ella, porque mejor no alguien de alto rango como las que me presentan, mi cabeza da vueltas por todos lados pensando en el hechizo que hizo esa chica.

Tengo que detener esto, mi imagen no se puede demigrar por un estúpido capricho. La invité a la celebración y creo que talvez me equivoque en llevarla a ella, tengo que decirle que no podré llevarla ¡porque me cuesta tanto! Tantas veces que le he negado salidas a chicas.

Llamó a servicio para que le digan a la joven Sophia que la quiero en mi habitación.

Sophia.

Un nombre tan simple, que hace que mi cabeza no se ubique, un nombre que no me hace razonar.

¡porque ella!

Después de un transcurso de tiempo, escucho tocar a mi puerta —. Pase —digo para que ella pueda pasar. El verla adentrarse hace que mi respiración se acelere y mi corazón se agité.

—¿Que desea señor? —dice con signos de intimidad, no se porque pero verla asi hace que mi mente morbosa piense en lo bueno que seria quitarle la timidez.

—Tengo algo que comunicarle.

—Ya que lo dice señor yo también pensaba en decirle algo —me quedo con la curiosidad y dejo que ella me comunique primero su asunto.

—¿Que me tiene que decir señorita?

—Disculpe señor, lo pensé mejor y creo que voy a negar su propuesta sobre la celebración —suelta quedando yo con los ojos completamente abiertos, enserio piensa en negarme la propuesta, se que le iba a decir que no la podría llevar pero no quería que ella me lo dijera. Esta chica si que me sorprende.

—No me lo esperaba señorita.

—Disculpe se que ya le había dicho que si, pero creo que no estaría bien ir a una celebración en la que no encajo, lo lamento... ¿Que me iba a decir señor? —dice con la cabeza agachada, no me gusta que tenga la mirada baja.

—Si tiene la mirada hacia abajo no podré decirle.

Veo como su rostro se eleva hacia arriba, apreciando sus bellos ojos marrón que me han tenido como bobo en este corto tiempo.

Me muestra una sonrisa que hace que mi cuerpo se tambalee, haciendo que mis labios figuren una igual.

—No era nada, solo quería decirle que mañana es su día libre, podrá salir a donde desee le daré una credencial que le permitirá el acceso a todas las atracciones del lugar.

Veo que su rostro muestra una sonrisa de oreja a oreja —. Gracias señor... ya me retiro para que descanse.

Cuando llega al llavero de la puerta —. Sophia —digo con un hilo de voz.

Detiene el paso, me escucho. Pero mejor decide seguir su camino y salir por la puerta por la cual siempre la veo irse.

Estoy perdido.

Tomo el cabello con mi mano sacudiendolo a gran velocidad, me negó la propuesta, me siento impresionado que me haya negado. Soy un maldito sinico.

No he dejado de pensar en el rechazo de ella ¿porque no habrá querido ir conmigo? ¿Porque piensa eso de ella? No encuentro la respuesta a cada una de mis preguntas, entiendo que no se sienta cómoda al ir a un lugar de muy alto prestigio. Pero eso que importa, aunque ella no lo vea es una joven de muy alto nivel, por lo menos para mis ojos. Talvez mis pensamientos suenen estupidos porque yo decidí no llevarla y ahora que ya no va a ir, mi cabeza no deja de recordarme el rechazo.

¿¡Que mierdas me estará pasando!?

Por más que no quiera pensar en ello mi mente no me deja tranquilo, su rostro, sus ojos, su piel temblorosa no dejan de rondar por mi cabeza. ¿Que es lo que esa niña tiene que me vuelvo inseguro?

No lo sé, pero esto tiene que acabar.

Tocan a mi puerta —. Pase —digo recostado en mi cama.

—Hola hermano —dice Tahira adentrándose a mi cuarto.

—¿Que pasa Tahira? —digo ya que es raro que ella se muestre en mi habitación.

—No puedo venir a verte a tu cuarto.

La veo serio ¿que estarás pensando? —Si, pero es extraño que te presentes en mi cuarto, algo quieres.

Voltea los ojos —. Bueno es cierto, me gustaría que fuéramos a un Club Ibrahîm —suelta.

—No Tahira —digo rápido ya que la última vez tuvimos suerte de que nuestro padre no nos descubriera.

—Vamos Ibrahîm, está vez no nos pasaremos de copas —dice haciendo una escena.

—No Tahira, no me quiero arriesgar.

—Lo dices como que si fuéramos a cometer un delito.

––No y punto final.

—Como quieras yo solo quería que te divirtieras un poco, ya que solo pasas "cuidando tu reputación"—dice.

Me quedo viendo al lado y el rostro de ella se me viene enseguida, cierro mis ojos por un momento para borrar la imagen de esa chica pero no sucede.

—Bueno por si decides cambiar de opinión, me avisas.

Cuando la veo a punto de salir de mi cuarto —. Tahira espera —la llamo.

Se voltea esperando de mis palabras —. Creo que iré —digo y ella solo ensancha una sonrisa.

—Perfecto, tienes que estar listo dentro de 4:00 horas.

—Ok.

Se retira y solo quedo sacudiendo mis ojos, talvez no sea correcto ir a esa fiesta pero talvez sea una buena opción para dejar de pensar en esa chica.

Lo que se, es que me divertiré y trataré de no pasarme del límite.

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Ibrahîm Farûq.

Sophia Pavanelli.

Aquí les dejo al famoso Omar Borkan y la bellísima Lorrainy Rosa, como los personajes perfectos de esta historia.

Los quiero, espero les guste.♡♡

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