Cap. 5- Ir a la Escuela

Hoy es un día muy especial, pero también se podría decir que es un día muy preocupante, bueno que padre no se preocupa cuando deja a su hijo en su primer día de escuela, en su primera vez en una escuela, en ese momento Tn no sabía si lo que sentía eran normal en todas las mamá o solo ella, pero lo que si sabía era que tenía que preparar todo para hoy, así que se levanto temprano para preparar todo y que todo estuviera en orden. En cambio con Damian, que también se paro temprano pero fue por la costumbre que tenia, estaba tranquilo, claro que  también sentía preocupación era su hijo después de todo, pero confiaba en él y confiaba en que hizo una buena elección con su escuela, así que luego de levantarse solo hizo su rutina diaria aunque debes en cuando se detenía para calmar a su amada.

-Ya cálmate todo saldrá bien hoy- Dijo Damian mirando como Tn cocinaba pero por los nervios lo hacía de más.

  -Eso ya lo sé, estoy tranquila- Dijo Tn con una sonrisa.

  -Aja y sí sabes que solo tenemos un hijo ¿no? Digo no me molestaría tener más contigo pero creo que ya es suficiente- Dijo serio pero calmado y Tn se detiene.

  -¿Tú crees?- Dijo un poco insegura.

  -Has hecho un jugo de manzana casero, por lo que puedo ver también hiciste alrededor de veinte sándwiches de queso y también de mantequilla de maní con la jalea que nos trajeron los vecinos, también estás haciendo galletas y aparte de todo eso el desayuno para todos nosotros, la verdad me sorprendes al ver que solo son las seis con cuarenta y las clases de nuestro hijo empiezan a las ocho- Dijo calmado.

  -Lo siento- Dijo agachando la cabeza.

  -No tienes por qué disculparte- Dice y la abraza para luego darle un beso en la frente- Solo estas nerviosa eso lo entiendo, pero recuerda que esto es necesario para el crecimiento de Kiseki, así que solo cálmate un poco, te prometo que todo saldrá bien y que nada malo pasara- Dijo calmado.

  -¿Lo prometes?- Dijo mirándolo aun con la duda.

  -¿Alguna vez te he fallado en algunas de mis promesas?- Dijo con una pequeña sonrisa.

Lugo de eso ambos se besaron con mucho cariño, después de esa charla Tn se sentía un poco más tranquila, aun con los nervios, pero más tranquila, en cuanto a Damian fue al cuarto de su hijo para despertarlo y arreglarlo para la escuela.

Al entrar mira a su hijo con ternura, ya estaba acostumbrándose a dormir en su nuevo cuarto, pero al verlo abrasando a Obi y durmiendo tranquilamente se le había olvidado por un momento que su hijo estaba creciendo y tenía que ir a la escuela, sacudió su cabeza para volver en sí y acercarse calmadamente al pequeño.

  -Kiseki, despierta hijo- Dice Damian calmadamente moviendo un poco a su hijo- Vamos es hora de despertar, hoy es un día importante, vamos despierta- Dice pero aun no tiene respuesta, luego ve que su hijo estaba fingiendo estar dormido así que da un pequeño suspiro- Bueno entonces a las malas será- Dice con una sonrisa juguetona- ¡Cosquillas!- Dijo y le hace lo dicho al pequeño.

  -Jajajajaja papi no jajajaja jajajajaja- Dijo Kiseki al sentir las cosquillas.

  -Eso te ganas por fingir que estabas dormido y por creer que puedes engañarme con eso, ahora sufre las consecuencias- Dijo y sigue con las cosquillas.

  -No jajajajaj papá jajajajajajajajajaja papi vasta, vasta me hago pipi jajajajajajaja- Dijo riendo.

  -Bueno, bueno- Dice y se detiene- Vamos hay que prepararte para que vayas a tu primer día de la escuela- Dice calmado pero luego ve la cara de su hijo- ¿Kiseki qué pasa? ¿Qué tienes hijo?- Dijo en un tono preocupado.

  -Papi me siento mal…¿puedo no il a la escuela?- Dijo y pone los ojos de cachorro.

  -O entonces dices que estas mal, de acuerdo no te llevare a la escuela- Dice y Kiseki da una sonrisa- Mejor te llevo al doctor para que te haga exámenes y pruebas, probablemente te inyecte algo y así te sientas mejor, luego haremos el tratamiento con la medicina y para estar seguros iremos al doctor de nuevo y luego te llevare a la escuela ¿Qué te parece?- Dijo en un tono sarcástico.

  -No papi doctol no- Dijo y se esconde debajo de las sabanas.

Al ver eso Damian da un pequeño suspiro para luego sentarse en  la cama y destapar a su hijo quien se había hecho bolita abrazando fuertemente a Obi.

-Muy bien hijo ¿Qué pasa? Y esta vez quiero que me digas la verdad ¿De acuerdo? Recuerda que entre la familia no hay secretos- Dijo Damian calmado pero en un tono más serio.

Al escuchar eso Kiseki se levanta y mira a su padre algo tímido y apenado.

  -No quielo il a la escuela- Dijo Kiseki en tono bajo pero oíble.

  -¿Y por qué no quieres ir? Sabes que al estar en una escuela puedes aprender muchas cosas y hacer amigos- Dijo Damian calmado.

  -Pego tu me eseñas mucho papá, no quielo il- Dijo mirando como su padre da un suspiro.

  -De acuerdo… ¿Kiseki recuerdas cuando me preguntaste el por qué nos mudamos a esta casa?- Dice y el pequeño asiente- ¿Y recuerdas lo que te dije que eso era parte de crecer?- Dice y su hijo asiente- Bueno esto también es una de esas cosas que son parte de crecer, claro que yo te he enseñado muchas cosas y puedo seguir haciéndolo si quieres, pero estar en una escuela por fastidiosa que sea es buena para ti, te enseñara muchas cosas muy útiles que puedes aplicar cuando seas grande y también te enseña varias lecciones de vida que yo no te puedo dar, ya que tú mismo lo tienes que experimentar ¿Entiendes hijo?- Dijo serio pero calmado.

-Eso gueo- Dijo inseguro.

  -Bueno pero aun así iras a la escuela, trata de no meterte en problemas y de aprender mucho ¿Está bien? ¿Podrás actuar ser un niño grande hoy hijo?- Dijo con una leve sonrisa.

  -Yo soy un niño gande papá- Dijo frunciendo el seño y cruzando de brazos.

  -Bien, entonces no te quejes más, los niños grandes van a la escuela tranquilos y obedecen a sus padre así que andando antes que tu madre se ponga más histérica de lo que ya esta- Dijo calmado.

Al decir eso le causa algo de gracia a Kiseki, haciendo que se ría un poco, Damian lo carga en brazos y lo lleva al baño para prepararlo, al terminar lo devuelve a la habitación para vestirlo con su nuevo uniforme escolar, el cual consistía solo en un mono negro con una camisa de color marrón claro, con una tela que iba como corbata de color amarillo, y también la insignia de la escuela que iba sobre esa tela, también había un pequeño gorro de color marrón pero más oscuro, luego los calcetines blancos y los zapatos de color negro, ya listo Damian prepara su mochila con las cosas que cree que pueda necesitar mientras que el pequeño jugaba un poco con sus juguetes, hasta que Tn dio el grito de que el desayuno ya estaba listo, luego de terminarlo fueron a llevar a Kiseki a la escuela.

La escuela que eligió Damian era una de las escuelas con más reseña que otras en esa ciudad, claro que él podía pagarla la educación en la escuela más prestigiosa de la ciudad, pero tenía que tener cuidado de guardar apariencias si quería comenzar desde cero su nueva vida, aun así se sentía satisfecho y sabia que su hijo recibiría una buena educación ahí. La escuela era de kínder y primaria, así que Kiseki podía continuar sus estudios completamente, hasta la secundaria en donde ya sabía en donde inscribirlo para eso, pero mientras disfrutaría ver como su hijo entraría por las puertas de la escuela como tono un niño grande.

-Bien ya llegamos- Dijo Damian estacionando el auto en el estacionamiento de la escuela.

  -Sí ya llegamos que emoción- Dijo Tn entre emocionada y nerviosa.

  -Oye calma, ya te dije que todo va a salir bien ¿ok?- Dice y se voltea para ver a su hijo en la parte de atrás- ¿Estás listo campeón?- Dijo animado.

  -Eso gueo- Dijo Kiseki no muy seguro.

  -Oye ya hablamos de esto, hoy darás un gran paso en tu crecimiento y como todo niño grande lo disfrutaras así que vamos- Dijo Damian tratando de animarlo.

El pequeño solo asistió con la cabeza, luego de eso los mayores salieron del auto y Tn fue quien saco a Kiseki de este, lo cargo hasta poder entrar a la escuela y dejarlo al frente de la puerta de su salón.

  -Muy bien Kiseki has caso a lo que diga la maestra, si tienes alguna pregunta no dudes en decirla para que puedas estar más clase durante la clase, nada de problemas, hoy te debes portar super super bien y nada de meterse con otros, has muchos amigos y pórtate bien ¿ok?-Dijo Tn mirando a su hijo aun preocupada.

  -Eso ya lo dijiste mami- Dijo Kiseki mirándola como ella intenta mantener una sonrisa tranquila.

  -Sí lo sé- Dice y abraza fuertemente a su hijo- Es solo que quiero que quede muy claro- Dice y le da un beso en la frente- Diviértete ¿De acuerdo? Cuando termines te estará esperando un plato de galletas recién hechas para ti solo en casa- Dijo con una sonrisa y los ojos cristalinos.

  -¿Solo mías?- Dijo con una sonrisa.

  -Solo tuyas- Dijo y lo vuelve a abrazar.

Luego de eso suena la campana y los niños empiezan a entrar a sus respectivas aulas, Kiseki va hacia adentro de su salón, pero antes vuelve a mirar a sus padres y va corriendo a darles un fuerte abrazo.

  -Se que puedes hacerlo hijo- Dijo Damian en tono bajo para que solo Kiseki lo escuchara.

Después de esas palabras Kiseki se arma de valor, deja de abrazar a sus padres y entra al salón, con muchos nervios pero sin demostrarlo tanto para enorgullecer a sus padres.

Los cuales al verlo entrar a Tn se le sale una lagrima de la emoción y Damian tenía una sonrisa en su rostro, ambos salieron del lugar y entraron a su auto, en eso Damian da un fuerte suspiro mientras choca su cabeza con el volante.

  -Valla quien diría que hacer esto sería difícil- Dijo Damian y respira hondo para calmarse.

  -Sí, nuestro hijo está creciendo rápido- Dijo Tn aguantando las lágrimas.

  -Oye mírame- Dice y ella lo hace- Sé que estamos en un momento muy emocional, hasta yo me siento así, pero es por el bien de nuestro hijo, además sabes muy bien que no me gusta ver que esas feas lagrimas dañen la hermosa cara de ángel de mi bella esposa- Dijo con una sonrisa.

  -Ho Dami siempre me dices las cosas más lindas para hacerme sentir mejor- Dice y le da un beso- Gracias- Dijo con una sonrisa ya más tranquila.

  -No tienes por qué, ahora vamos a casa- Dijo y arranca el auto para hacerlo dicho.

Mientras con Kiseki, él ve con mucha curiosidad y detalle su salón, era colorido, había mesas circulares y sus sillas alrededor, había estantes con libros y materiales para hacer manualidades, también hacia un baúl que supuso tenía juguetes, miraba con atención como los niños y niñas de su edad y cercana a ella entraban con emoción y se sentaba en las sillas, en eso pudo ver a al niño que fue con su familia para darles la bienvenida, lo reconoció bien por sus ojos bicolores, no le dio mucha importancia a eso así que sigue viendo todo con curiosidad y detalle pero estaba tan sumergido en eso que no se dio cuenta que la maestra ya había entrado al salón.

  -¡Buenos Días Niños y Niñas!- Dijo la Maestra, una mujer peli-roja con lentes rosados, piel clara y ojos color miel, llevaba una camisa color blanca y manga larga, y una falda de color azul marino, que le llegaba un poco más que las rodillas, con zapato cerrado con tacón de color negro.

  -¡Buenos Días Maestra Sol!- Dijeron los pequeños ya sentados.

Kiseki al escuchar eso se sobresalta un poco y mira a su alrededor un lugar para sentarse, pero en eso escucha lo que dice la maestra.

  -Muy buen mis pequeñines, hoy tenemos nuevos compañeros en nuestro salón, así que les pido por favor a los niños recién llegados que se pongas a mi lado para presentarse- Dijo la Maestra con una sonrisa.

Al escuchar eso Kiseki da un pequeño suspiro y va donde estaba la maestra, la cual estaba al frente de la pizarra, en eso Kiseki se da cuenta que no era el único niño nuevo en ese omento.

  -Muy bien pequeñines, digan su nombre completo y algunas cosas que les gusta para poder conocerlos mejor- Dijo la maestra amablemente. 

  -Mi nombe en Antoni Suades y me gusta mucho los caditos y tamben  juga mucho- Dijo un niño del mismo tamaño que Kiseki, era castaño, ojos claros y piel un poco morena.

  -Soy Matilde Fernández, me gusta las mariposas y dibujar, también me gusta los gatitos y perritos y los patitos y conejitos, mi abuelito vive en una granja y también me gusta mucho los cuentos de princesas- Dijo una niña de pelo negro y largo, piel clara y ojos azules.

  -Yo soy Martin Vegas y me gustan mucho los dinosaurios ¡Waarrr!- Dijo un niño rubio, piel un poco molesta y ojos color miel, y hacer el intento de rugir como un dinosaurio.

  -Soy Calitos Duga y me gusta los cuentos de dagones y me gusta el jugo de manshana y me gusta los pajaditos y me gusta mucho el pastel- Dijo un niño moreno, con ojos color marrón claro, pelo castaño muy corto y también usaba unos lentes negros.

  -Hola mi nombe el Kiseki Thomas Wait, Me gustan muchas cosas, pero lo que me gusta más son las galletas que hace mi mami, Jugal con las mascotas de papá, tamben me gusta apendel muchas cosas, pero papá dice que lo tengo que apendel aquí y eso no me gusta mucho- Dijo Kiseki serio pero calmado haciendo reír algunos de sus compañeros.

  -Muy bien, ahora pequeñines vallas a sentarse en los puestos que tienen sus nombres- Dijo Sol amablemente.

Kiseki se sorprende un poco al escuchar eso porque no se dio cuenta antes, pero no le dio mucha importancia así que va a sentarse y resulta que su puesto estaba al lado de Leo.

-Muy bien para que entiendan un poco, esos lugares que tienen sus nombres serán los puestos que ocuparan por el resto del año ¿Entendido pequeños?- Dijo Sol con una sonrisa.

  -¡Sí Maestra!- Dijeron todos al mismo tiempo.

  - Muy bien, ya que las presentaciones de nuestros nuevos compañeros terminaron, espero que todos ustedes se porten muy…- Dice animadamente.

  -¡Bien!- Dijeron todos contentos.
  -Excelente, y recuerden que en el salón de clases ustedes deben…- Dijo con ánimo.

  -¡Comportarnos Bien!- Dijeron todos al mismo tiempo.

  -Muy Bien, muy bien, porque siempre deben recordarlo niños, los buenos niños y niñas que se portan bien y son muy obedientes y listos lograran todas y cada una de sus metas ¿Entendieron todos?- Dijo con una sonrisa amable.

  -¡Sí Maestra!- Dijeron todos casi gritando.

  -Para lo nuevos, quiero que sepan que a mí me gustas que me respondan y si tienen alguna duda pueden decirla sin ninguna pena o miedo ¿Entendido?- Dijo animada.

  -Sí Maestra- Dijeron todos los nuevos.

  -¡No Los Escucho!- Dijo con más energía.

  -¡Sí Maestra Sol!- Dijeron todos los nuevos casi gritando.

-Muy bien, muy bien, ahora con todo aclarado y dicho, vamos a empezar la clase con algo llamado….Matemáticas- Dice y agarra un marcador para escribir algo en la pizarra- Las matemáticas tiene cuatro bases que son, La Suma, La Resta, La Multiplicación y La División- Dice y muestra lo que estaba en la pizarra que era lo mismo que había dicho- Sí es cierto que cuando sean un poco más grandes encuentren otro tipos de matemáticas como las fracciones, las ecuaciones, la algebra o los polinomios, pero aun así esas mismas cosas llevan esta misma base, así que si aprenden perfectamente estas cuatro bases serán maestros en la matemáticas- Dijo con una sonrisa.

Kiseki ve que sus compañeros sacaban sus cuadernos así que él también lo hace y anota lo que está en la pizarra, luego ve que la maestra empieza a escribir otra cosa.

  -Muy bien, ahora lo primero es lo primero, vamos a aprender lo que es La Suma, ¿Alguien quiere responder, Qué es la Suma?- Dijo la maestra mirando a sus alumnos.

Al escuchar eso Kiseki levanta la mano y la maestra al verlo le da una sonrisa y el permiso para hablar.

  -La Suma es cuando juntas dos numelos para gueal oto con un valol más alto- Dijo Kiseki con una sonrisa orgullosa.

-Así es, niños escriban en sus cuadernos, La Suma es cuando juntamos dos números para crear otro con un valor más alto, muy bien hecho Kiseki- Dice Sol y el mencionado da una gran sonrisa- Ahora vamos a poner en práctica esta teoría, ¿Recuerdan cuando estudiamos la tabla de números? ¿Alguien recuerda como era? Era 1, 2, 3, 4, 5…- Dijo con una sonrisa.

  -¡6, 7, 8, 9, 10!- Dijeron los pequeño al mismo tiempo.

  -Excelente, me alegra que puedan recordarlo, ahora empecemos, sí sumamos 1 + 1 ¿Qué resultado daría?- Dijo mirando a sus estudiantes y ve que Kiseki levanta la mano de nuevo.

-¡2!- Dijo Kiseki animado.

  -Así es, 1 + 1 es igual a 2, ahora ¿Quién me dice que resultado da si sumamos 2 + 2?- Dijo con una sonrisa.

  -Popo- Dijo un niño muy pecoso haciendo reír a todos.

  -¡Andy ese no es un buen comportamiento en clase!- Dice la maestra seriamente haciendo que el niño agache la cabeza- Y saben todos que no me gusta esas bromas sucias dentro o fuera de la escuela, así que nada de eso ¿Entendió?- Dijo seriamente.

  -Sí maestra Sol, perdón- Dijo Andy un poco triste.

  -Está bien Andy solo no lo vuelva a hacer si no quieres que te de un castigo ¿Ok?- Dice Sol y el niño asiente luego ella da un suspiro pesado- Muy bien, continuando con la clase, ¿Quién sabe cuándo es 2 + 2?- Dijo más tranquila.

  -¡4!- Dijo Kiseki con una alegre sonrisa.

  -Así es, ahora si sumamos 4 + 4 ¿Cuál sería su resultado?- Dijo amable.

Kiseki iba a volver a responder pero alguien lo hace antes que él.

  -8- Dijo Leo un poco tímido.

-Excelente Leo, muy bien creo que podemos dejarlo hasta aquí, de acuerdo Niños y Niñas- Dice la maestra y mira a todos con una sonrisa- Puede que esto les resulte algo complicado, pero no lo es, para ser excelentes en la suma solo deben contar muy bien, pero como aun son unos pequeñines les daré un truco para que puedan hacerlo más fácilmente- Dice y extiende sus manos- Ahora todos ustedes extiendan las manos, así como yo lo hago- Dice y todos le hacen caso- Ahora en cada mano solo alcen un dedo- Dice y todos hacen lo dicho- Ahora contemos, Uno y…- Dice animada.

-¡2!- Dijeron todos al mismo tiempo.

  -Muy bien, 1 + 1 es igual a 2- Dice alegre- Ahora alcen dos dedos en cada mano y contemos, 1, 2…- Dijo con una sonrisa.

  -¡3 y 4!- Dijeron todos animados.

  -Así es, 2 + 2 es igual a 4, ahora alcen sus cuatros dedos en cada mano y contamos, 1, 2, 3, 4…- Dijo animada.

  -¡5, 6, 7 y 8!- Dijeron todos felices.

  -Excelente mis pequeñines- Dijo muy alegre.

  -Maestra, Maestra- Dijo una niña levantando la mano.

  -Sí Sofía- Dijo mirándola.

  -¿Po qué depetimos el mismo numedo?- Dijo curiosa.

  -Porque la mejor forma de aprender algo en repetirlo muchas veces para que así se quede grabado en nuestra memoria y podamos usar ese conocimiento para hacer cosas más complejas ¿Entendiste cariño?-Dijo con una sonrisa.

  -Eso gueo- Dijo no muy convencida.

  -Bueno, ahora escriban todo en sus cuadernos para seguir con la clase, si alguien termina primero debe esperar a sus compañeros y si un compañero tiene alguna dificulta deben darle su ayuda ¿Entendido pequeñines?- Dijo animada.

  -¡Sí Maestra!- Dijeron todo al mismo tiempo.

Kiseki tenía una sonrisa en sus labios, pensando que tal vez la escuela no sería tan mala como él pensaba.

Mientras en otro lugar, más específicamente en la nueva casa de nuestra particular familia, la joven pareja ya había llegado a casa y Tn estaba con los nervios comiendo los sándwiches de sobra que había hecho.

  -Ya tranquila ya te dije que todo saldrá bien- Dijo Damian acercándose a ella.

  -Ya lo sé, pero no puedo con los nervios- Dijo Tn comiendo otro Sándwich.

  -Mira el lado positivo- Dice y la abraza por detrás- Ahora tenemos la casa para nosotros solos- Dijo para así darle pequeños besos en su cuello.

  -Hay Dami, no, por favor- Dijo algo sonrojada.

  -Ho vamos, ya te dije que no me molestara tener más hijos contigo- Dijo de forma coqueta.

  -Ho ni si quiera lo pienses- Dijo un poco molesta.

  -Ya es tarde para eso- Dice y le da un beso en la boca, un beso tierno que comenzaba a ser intenso, pero luego de separaron un poco- Al menos que me digas que no quieres, así yo me detendré y te dejo tranquila- Dijo de manera más seductora posible.

  -Dami- Dijo como un susurro para luego volver a besarlo.

El beso era mutuo, de amor y cariño, una chispa se encendió en Damian la cual hace que voltee a Tn para quedar frente a frente sin despegarse del beso, luego pone su mano en sus piernas para que se enrollaran en su cintura y así mantenerla cargada, no se separaron, solo para tomar breves momentos de aire, pero no más que eso, Tn pone sus brazos en el cuello de su amado para profundizar el beso, ella estaba roja mientras que Damian podía evitar darle pequeñas caricias en su espalda para después ir caminando con cuidado a su cuarto, abrió y cerró la puerta con habilidad, para luego dejar a su amada suavemente en la cama.

  -Dami, Damian- Dice Tn llamando la atención del mencionado- No creo que este bien hacer esto- Dijo muy sonrojada.

  -Tn, yo te amo, en serio te amo y te lo quiero demostrar- Dijo Damian con una pequeña sonrisa.

  -La última vez que dijiste eso quede embarazada- Dijo un poco molesta.

  -Prometo no pasarme esta vez ¿Ok? Confía en mí- Dijo dulcemente.

  -Está bien, pero si vuelve a pasar tú serás el único responsable- Dijo entre serio y burlona.

  -Siempre fui responsable- Dijo con una sonrisa.

Luego de decir eso volvieron a besarse con amor, con todo el amor que se sentían el uno al otro.

Mientras en la escuela de Kiseki, las horas pasaban y el timbre suena dando a entender que era tiempo del recreo, a pesar de todo a Kiseki le gusto la clase, claro estaban hablando de un tema que ya sabía ya que su padre le enseño antes a como contar, sumar y restar, pero le gusto el cómo la profesora daba su explicación y el cómo manejaba la clase. Kiseki salió al patio en donde estaban todos los niños pequeños como él, le recordó un poco al parque que estaba por su casa por los juegos que había así que fue directo al tobogán pero cuando iba a subir alguien lo agarra de la camisa y lo tumba al suelo.

-¡Oye Qué Te Pasa!- Dice Kiseki algo molesto y mira a la persona responsable y resulta que era la niña del parque- Eles tú- Dice y se levanta- Déjame en paz- Dijo serio.

Kiseki volvió a intentar subir al tobogán, pero Margarita lo vuelve a agarrar y tumbarlo al suelo.

  -¡Oye!- Dice Kiseki y la mira muy molesto- ¡Ya Déjame de Molestal Niña Tonta!- Dijo un poco más molesto.

Intento de nuevo en subir pero otra vez esa niña lo vuelve a tumbar, haciendo que en serio se moleste en pequeño albino de ojos verdes.

  -¡Ya Basta!- Dice Kiseki para luego levantarse y empujar a la niña haciendo que caiga al suelo- ¡Te dije que dejalas de moletal!- Dice molesto y Margarita tiene los ojos llorosos- Ahoda vas a llodal, eles una niña tonta ni te di tan fuelte, solo déjame en paz y no me molestes- Dijo un poco más calmado.

Luego de eso Kiseki vuelve a intentarlo y esta vez si logra subir al tobogán y lanzarse, luego ve hacia atrás y la niña ya no estaba, él negó la cabeza para dar un suspiro cansado, luego vuelve a las escaleras del tobogán pero en eso ve que la niña llamada Matilde iba a subir y se sobre salta un poco al verlo, en ese momento Kiseki hace algo que su padre le enseño una vez.

  -Tu pimelo- Dijo Kiseki educadamente.

  -Gracias- Dijo Matilde y sube primero.

Luego de que ella se lanzara fue su turno, luego de hacerlo ve que Matilde lo mira un poco sonrojada y se va del lugar mientras daba un tierna risa, eso lo confundió un poco, pero tampoco le dio mucha importancia, volvió al tobogán pero ya después de la quita vez se aburrió y fue a los columpios pero estos ya estaban ocupados, así que decidió explorar el lugar, ahí se dio cuenta que había una cerca que separaba el patio de juegos de los pequeños con el de los más grandes, pero no era lo suficientemente alta para evitar que algunos patanes fueran a ese lado a molestar a algunos niños. Kiseki vio perfectamente como tres de esos niños grandes saltaron la cerca y fueron directo a ese niño de ojos bicolores.

  -Miren chicos, parece que el rarito ya nos tienen la merienda lista- Dijo uno de esos niños grandes de manera burlona.

Antes que ellos llegara Leo estaba comiendo su merienda, que era unos panqueques con miel y fruta picada junto con un jugo de caja de sabor uva.

Leo los miro asustado, no era la primera vez que le quitaban algo, y que lo molestaban por sus ojos, así que a pesar de su temor extendió su lonchera de dibujos del espacio, esos niños grandes lo agarraron para comer la merienda del pequeño mientras se burlaban.

-Jajaja tan fácil como quitarle un dulce a un bebé, esperen si se lo quitamos a un bebé jajajaja- Dijo uno de esos niños grandes.

  -Jajaja sí, pero un bebé bien feo y rarito- Dijo otro de manera burlona.

  -Sí mírenlo no solo es un raro si no que también es un cobarde, miren como tiembla ¡BUUU!- Dijo y lo ultimo fuerte para asustar más a Leo.

A Kiseki no le gustaba nada de lo que veía, miraba a su alrededor y ve que nadie hacia algo, en eso recordó algo que su Mami le dijo una vez "Cuando hay oportunidad de dar tu ayuda no dudes darla, pero solo para cosas buenas" Entonces sin más que decir Kiseki fue directo a donde estaban.

  -¡Oigan Déjenlo En Paz!- Dijo Kiseki fuerte y claro, llamando la atención de los niños grandes.

  -Miren chicos, parece que aquí hay otro bebé rarito- Dijo uno con burla.

  -Sí, ¿Qué te paso? ¿Tu mami se paso de blanqueador cuando te bañaba? Jajaja- Dijo otro de la misma forma.

  -¡Déjenlo en paz ahora!- Dijo Kiseki firme.

  -¿O si no qué? Enano- Dijo uno de ellos de manera amenazante.

En eso Kiseki se pone a pensar un poco, no le tenía miedo a esos niños aunque fueran más grandes que él, su padre le había enseñado que jamás debe de darle el gusto a otros de verlo débil, así que agarro una piedra que estaba por ahí y la lanzo a los niños grandes dándole junto en la cabeza.

  -Hay eso dolió- Dice el niño que fue golpeado- Ahora la pagaras caro- Dijo molesto.

Al decir eso Kiseki se pone alerta, listo por si se presentaba una pelea, pero no ocurrió ya que la profesora Sol vino junto a tiempo y regaño a los niños grandes por meterse a ese lugar y molestar a los pequeños, Kiseki los miraba con una sonrisa victoriosa, luego ve a Leo quien mira su lonchera casi bacía, en eso el va a buscar la suya, para luego volver con él y ofrecerle uno de sus sándwiches.

  -¿Quieles? Mi mami me dio de más- Dijo Kiseki amable y con una leve sonrisa.

  -Ga…Gachi-as – Dijo Leo tímido aceptando su oferta.

Luego de eso Kiseki se sienta a su lado y ambos comparten su merienda, luego de un rato la campana vuelve a sonar y todos los niños vuelven a sus salones, los niños más pequeños como Kiseki salían más temprano, así que después de una pequeña clase, cuando el reloj marca la una el timbre suena y la maestra Sol los lleva a todos a un gran salón, eso confundió un poco a Kiseki, pero luego vio que cuando se abrieron al puertas del salón varios padres entraron a buscar a sus hijos, luego lo entendió, así que con la mirada buscaba a sus padres, Damian llega a la escuela con una gran sonrisa, estaciona el auto y va a recoger a su hijo, el cual al verlo se emociona y va hacia él a abrazarlo.

-Hey, hola campeón ¿Cómo te fue? ¿Te divertiste?- Dijo Damian de manera cariñosa.

  -Me fue bien papá- Dijo Kiseki con una leve sonrisa.

  -Eso me alegra- Dice y carga a su pequeño en brazos- ahora vamos a casa, tu madre hizo un rico almuerzo- Dijo calmado.

  -¿Y mis galletas?- Dijo algo curioso.

  -Y tus galletas, valla las adoras más que yo y eso es mucho decir- Dijo con una pequeña risa.

Aunque el pequeño no lo entendía, le gustaba ver a su pare reír y sonreír, así que el también lo hace.  Ambos van al auto y van directo a casa, al llega Tn los recibió con abrazos y besos.

  -¿Y cómo le fue a nuestro pequeño genio en su primer día de escuela?- Dijo Tn alegre.

  -Me fue bien mami- Dijo Kiseki con una sonrisa.

  -Eso me alegre mucho- Dice y le da un beso en la mejilla- ahora ve a lavarte las manos para comer- Dijo y el pequeño asiente y hace lo dicho.

  -¿Cómo te sientes?- Dijo Damian para darle un pequeño beso.

  -Luego hablamos de eso- Dijo Tn de manera muy seria.

Eso sorprendió y también asusto un poco, luego de decir eso Tn se va al comedor para terminar de servir la comida, Damian la siguió y se sentó tranquilo, ambos esperaron a su hijo par que se sentara para así poder comenzar con su almuerzo mientras los mayores le hacían algunas preguntas al pequeño de cómo le fue su día.

La verdad todo resulto bueno para todos, bueno tal vez no tanto para Damian, pero de todas formas creo que habrá más días así para esta particular familia, y tal vez deberían acostumbrarse a eso.

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