Capítulo final
Cao Cao sonreía mientras me veía caminar lentamente hacia él.
En cambio, yo no estaba sonriendo. Tenía una expresión seria en mi cara que señalaba que iría en serio con él. Pero a Cao Cao no le interesaba si estaba serio o feliz.
Cao Cao: Hatsutei Ratana.
Él colocó una de sus esferas debajo de sus pies y empezó a alzar vuelo hacia la zona donde había edificios alineados.
Me encorvé para saltar, pero en lugar de eso me teletransporté cinco pisos arriba afuera de uno de los edificios cercanos de la zona. Mi cuerpo aparecía y desaparecía cada cinco pisos.
Al estar a la misma altura que Cao Cao, exactamente por el piso 30, saqué a Ebony y Ivory y le disparé una ráfaga de balas mientras la gravedad me hacía caer.
En cámara lenta pude ver que otra de sus esferas se acercaba hacia mí. Un torbellino apareció y se llevó todas mis balas.
Y mientras caía, un vórtice apareció debajo de mí y de ahí salieron mis balas perdidas.
Dante: Hmm --- sonreí mientras hacía un giro en el aire.
Rápidamente esquivé las balas al impulsarme hacia atrás y mi espalda tocó los vidrios del edificio, por lo que esquivé fácilmente las balas. Luego, saqué a Khalina Ann del inventario y clavé contra el edificio. En uno de los pisos la bayoneta dentada de Khalina Ann se incrustó en el suelo, lo que detuvo mi caída y me permitiera entrar a dicho piso con una maniobra de gimnasia.
Cao Cao me miraba tranquilamente, casi como si creyera que está jugando conmigo.
Coloqué el arma de Lady en mis brazos y disparé una andanada de misiles teledirigidos hacia Cao Cao. Paranoia, ese es el nombre de ese ataque.
Cao Cao: ¡Gahapatei Ratana!
Otra esfera se movió frente a él y esta comenzó a brillar hasta que se formaron figuras humanoides que se pusieron como escudos humanos y recibieron el impacto de mis misiles.
La explosión múltiple causó que se levantara una nube de humo, lo que me impedía ver a Cao Cao. Pero pude sentir su lanza estirarse fuera del humo y yendo directo hacia mí, lo que no me tomó mucho tiempo esquivarlo.
Dante: Con que así empezamos, ¿eh? Con ataques sorpresas --- dije burlándome de él --- Esa última habilidad tuya es como la de Kiba.
Cao Cao: Quizás sea cierto. Pero te lo dije antes, ¿no? Mis habilidades aún no están completas y necesitan mejorarse. Por esa razón me interesé en la habilidad de Yuuto Kiba mostró en ese entonces. ¡Sin embargo, su habilidad estaba al mismo nivel que la mía por lo que perdí el interés en su técnica! Además, mi habilidad es un poco distinta a la de Yuuto Kiba. Pero bueno, eso dependerá en como la utilice de ahora en adelante --- dijo antes de ponerse en posición de ataque --- Ahora, sigamos con la batalla.
Dante: Je. Ven aquí.
De repente, Cao Cao desapareció de mi vista para aparecer detrás de mí. Lo esquivé y volvió a desaparecer en otro lado para atacarme.
¡Está intentando golpear mi punto ciego!
Sin importar en cuanto desvíe el ataque de su lanza con mi brazo, vuelve a atacarme. Y a veces no es él, es uno de sus soldados artificiales que aparecen con su teletransportación.
Cao Cao: Vamos, Sparda. ¿Por qué no usas tus armas? ¿Tus habilidades? ¿Tu poder? ¿Qué es lo que tratas de mostrarme al solo defenderte con tu propio cuerpo?
La voz de Cao Cao resonaba en todos lados debido a la teletransportación de su habilidad molesta. Pero gracias a eso, mis ojos ya podía seguir su ritmo.
Dante: Eso es bastante sencillo... Porque no los necesito para derrotarte.
Justo en ese entonces, atrapé con la mano derecha el filo de su lanza cuando estaba a punto de atravesarme el hígado. Lo atrapé con las mano desnuda y Cao Cao me miró sorprendido de que lo atrapé mediante su teletransportación. Luego jalé la lanza hacia a un costado de mí, haciendo que Cao fuera también jalado y que recibiera un golpe mío en la cara.
Cao Cao: ¡Ugh!
No contento con eso, aproveché que no soltaba su lanza y la cercanía para volver a golpearlo en la cara. Esta vez más fuerte.
Un golpe a la nariz, un gancho al hígado, al antebrazo, mejilla. Sin importar cuantas veces lo lastime y que su nariz sangre, sigue sin soltar su lanza. Y yo tampoco lo soltare por más que la punta de su arma arda en energía sagrada y haya convertido en piedra mi hombro izquierdo.
Cao Cao: ¡Parinaaya Ratana!
Una esfera salió volando hacia mi estómago.
Dante: ¡Maldición!
Solté la lanza y levanté la pierna derecha para pisotear la esfera. Eso le permitió a Cao Cao retroceder de un salto y alejarse volando del edificio a través de la ventana.
Rápidamente pisé la esfera y la enterré en el suelo para que vaya hacia los pisos inferiores.
Apenas lo enterré en el suelo hacia el piso de abajo, corrí lejos del epicentro cuando una gran poder destruyó el piso en donde estaba.
¡Está destruyendo todo el edificio conmigo dentro!
El suelo se hizo añicos y apenas puedo correr sobre ellas. Pero las explosiones me estaban dificultando la vista y rompían mis oídos, por lo que caí del piso y los escombros cayeron sobre mí.
No sé cuantos pisos caí, pero los escombros, paredes y techos rotos me estuvieron golpeando y aplastando.
Dante: ¡Agh! ¡Mierda!
Empujé el enorme trozo de pared que me estaba aplastando a un lado y me senté con dificultad.
Siento mis costillas rotas, mi labio cortado y sangrando, y... creo que tengo la pelvis rota.
Qué raro.
Cao Cao: Ahora lo veo. No regresaste completamente a salvo de la muerte. Tuviste que perder algo de ti para volver a la vida --- dijo mientras aparecía frente a mí en medio de este lugar destruido --- Y eso es tu regeneración.
Dante: Je. Que inteligente, Sherlock... ¡Cough! --- dijo mientras tosía sangre --- Eso última joya tuya sí que es interesante. Todas ellas. Muy poderosas y versátiles.
Cao Cao: Lamentablemente están incompletas. Sus habilidades son poco claras. En este momento las estoy concentrando en un gran poder destructivo, pero para usarla debo dejar de usar la habilidad que destruye las armas. Sería bueno si pudiera pensar en una buena habilidad... no puedo darle una habilidad que sea inverosímil --- dijo con una posición relajada tras verme en mal estado --- Pero bueno, parece que sin tu poder latente, no eres tan fuerte como yo creía. Lástima. Me hubiera gustado haber peleado contra ti en tu otra forma, pero... ¿qué se le va hacer?
Dante: ¿Rendirte quizás? --- dije en broma mientras reía dolorosamente --- O tal respirar profundo.
Cao Cao: ¿Qué? No te entiendo.
Inhalé profundamente y luego solté un soplido oscuro que llegó a la cara de Cao Cao.
Cao Cao: ¡Agh! ¡No me soples en la cara! --- exclamó haciendo una mueca de asco.
Mientras despejaba el aire agitando su lanza, algo sucedió.
Cao Cao: Gough...
Empezó a expulsar sangre de su boca.
Cao Cao: ¡Guha!
Cao Cao cayó de rodillas. Su cuerpo temblaba visiblemente mientras se sostenía de su piernas para no caer completamente al suelo y expulsaba aún más sangre.
Cao Cao: ¡E-esto es...! ¡¡UGUWAAAAA!!
Dante: Sí. Así es como se siente la sangre de Samael cuando está en el cuerpo de alguien.
Cao Cao abrió por completo los ojos luego de haberme escuchado.
Dante: ¿Recuerdas que mencioné que mi cuerpo rechazó el veneno? Mentí.
Cao Cao: ¿Qué...?
Dante: No volví de inmediato porque mi cuerpo se estaba adaptando al veneno. Fue una tortura, pero logré reunir ese veneno en mis pulmones para usarlo contra ti. Es por eso que no me podía curar --- dije con una debil sonrisa --- Y por cierto... ¿No que la sangre de Samael es un veneno para los dragones y serpientes?
Cao Cao: ¡Mi ojo...! ¡Mi ojo de Medusa!
Su ojo fue destruido por el veneno de Samael, por lo que hay mucha sangre saliendo de esta.
Dante: Medusa. Mujer con cuerpo de serpiente y serpientes por cabello. Tú tienes su ojo, así que el efecto será lo mismo contigo.
Cao Cao: ¡...Goug! Haa... haa... Fufufu. No pensé que harías algo como esto --- dijo riendo irónicamente mientras sentía un inmenso dolor.
Poco a poco comencé a levantarme del suelo mientras mis heridas y mis huesos rotos comenzaban a curarse por si solos.
Dante: Soy mitad Demonio y mitad humano. He muerto, pero logré regresar a la vida. Pero tú, un descendiente de un héroe, portador de la Lanza Suprema y humano. ¿Cómo será contigo? ¿Cómo te vas a recuperar?
Cao Cao: Probablemente no logre recuperarme... Mi cuerpo ya ha dejado de reaccionar... Las lágrimas Phenex no tendrán efecto alguno contra... la sangre de Samael... ¡Entonces la razón de que haya perdido es porque soy un 'humano'...! ¡Fuajajaja! Que alguien como yo, que siempre ha buscado las debilidades de mis oponentes... que esto haya sucedido... ¡Es la cosa más humillante que puede llegar a suceder...! --- dijo riéndose de sí mismo.
Dante: Sí. Y yo gané siendo 'humano'.
Cao Cao dejó de reír para mirarme perplejo.
Dante: ¿No te has dado cuenta? Todo este tiempo, he peleado contra ti con solo armas humanas, fuerza y agilidad común. Aparte de la teletransportación y el soplido venenoso, no he usado armas demoniacas, y tampoco usé mi Devil Trigger. He peleado contra ti como humano. ¿Has aprendido algo de lo que te dije?
Cao Cao: Ya veo. Incluso tú como humano, lograste derrotarme --- asintió levemente --- Entonces usaré Truth Idea.
Levanté una ceja. No aprendió nada, ¿verdad?
Cao Cao sostuvo su arma frente a él con sus manos temblorosas, cerró los ojos y comenzó a recitar su cántico.
Cao Cao: Oh, Lanza. Verdadera Lanza Sagrada que atravesó a Dios. Absorbe el deseo de El Rey que busca la dominación absoluta que duerme dentro de mí y atraviesa el muro que separa la bendición de la destrucción. Tú, declara la voluntad y conviértela en resplandor.
Al terminar su cántico, la punta de la lanza de Cao Cao se abrió y una gran cantidad de luz comenzó a emanar de esta. No sé lo que sucederá, pero invoqué mi Devil Bringer y me puse en posición de defensa por si acaso.
A la vez, vi como mi mano empezó a absorber la luz de la lanza.
¿Qué está haciendo? ¿Está absorbiendo su energía como lo hizo con los Sacred Gears de Issei y Vali?
No. Esto no es obra del Devil Bringer. Acaso... ¿la lanza misma me estaba dando su poder?
De repente, la luz de la lanza comenzó de desvanecerse poco a poco. La punta de la lanza volvió a la normalidad y Cao Cao se dio cuenta de eso porque se quedó sin palabras y estaba conmocionado.
Cao Cao: No se está... activando --- dijo antes de poner una expresión de como haber hallado la respuesta --- Ya veo. Con que esa es tu 'voluntad'. Has elegido el deseo de Dante Sparda en lugar de mi ambición.
En eso, mis manos han estado brillando hasta comenzó a darse forma. Y con un pequeño flash, vi que tenía dos nuevas armas.
Un par de shurikens de tres puntas curveadas que hacían parecer armas ciclónicas.
Hice girar una en mi mano y noté la velocidad que esta giraba. Parece que con solo lanzarlos serán capaces de cortar cualquier cosa. A la vez, siento que pueden liberar Energía Sagrada de ellas.
Lo cual tiene sentido, porque se formaron a partir de la lanza.
Dante: Muy bien. A partir de hoy se llamarán... Aquila. No sé porqué --- dije mientras las guardaba en mi dimensión de bolsillo.
Cao Cao: Esto es... imposible... --- dijo en shock tras verme con mis nuevas armas --- No solo eligió tu deseo, sino también te dio más poder. Je. Debí pensarlo mejor antes de usar Truth Idea.
¿¿??: ...Con que has recibido la maldición, Cao Cao.
Quien dijo eso fue Vali, que llegó volando al lugar y miraba a Cao Cao hacia abajo.
Cao Cao: Hey, Vali... Dante Sparda es alguien increíble.
Vali: Sí, pero pelearé primero contra él luego de vencer a Issei Hyoudou. Ahora, ¿por qué falló tu Truth Idea? Lo pude ver desde lejos.
Cao Cao: ...El Truth Idea está relacionado con la 'Voluntad' del Dios de la Biblia. La voluntad del fallecido Dios absorbe la ambición del usuario de esta lanza y también reacciona según la fuerza del oponente. Esta puede crear muchos milagros y otros tipos de efectos... Eso puede ser algo con un poder absoluto para destruir al oponente... O una bendición dirigida hacia el oponente para capturar los corazones de estos. Pero la reacción de Truth Idea ante Dante Sparda es tranquilidad y regalo... Entonces, eso significa que Dante Sparda ganó este encuentro y esta lanza quiere ver su sueño en lugar del mío.
Ahh. Eso explica el porqué la lanza me dio un arma nueva. Mi deseo era tener poder para protegerlos a todos.
Vali sonrió con burla al escuchar eso.
Vali: Entonces, esa lanza sagrada escogió a Dante Sparda y no a Cao Cao. Lo sabía. Nadie más puede vencerlo, solo yo.
Cao Cao soltó una risa para sí mismo.
Cao Cao: Yo quería vencerlo.
¿¿??: Lástima. Yo seré quien derrote a Dante Sparda.
¿¿??: Sin duda te has vuelto popular con los hombres, amigo.
¿¿??: Que bueno que no soy tú.
Tres personas aparecieron. Era Sairaorg, Kiba e Issei. A excepción de mis dos amigos, los otros tres me miran con ojos de deseo. Deseos de pelear contra mí.
Dante: Oigan, oigan. No me obliguen a pelear contra ustedes con las manos detrás de mi espalda.
Sairaorg: Yo pelearía contra ti con los ojos cerrados.
Vali: Yo pelearía contra ustedes dos al mismo tiempo con los ojos cerrados y las manos atadas en la espalda.
Los tres nos miramos con expresiones de lucha, ansiosos por pelear entre nosotros.
Pero nuestro duelo de miradas se vio interrumpida al escuchar la débil risa de Cao Cao.
Cao Cao: ...Dos Dragones Celestiales. El Rey de los Leones. Hijo de un Demonio Legendario. Usuario de la Espada Sagrada-Demoniaca. No cabe duda de que es una mala situación para mí. Es como si fuera a ser asesinado a este paso... Quizás ya estaba acorralado en el momento en que perdimos a Leonardo... No. Quizás poner nuestras manos encima de ustedes fue nuestra perdición... Como pensé, quizás hubiera sido mejor utilizar la sangre de Samael......no en Ophis... sino en Red Great... Nunca pensé que el inesperado encuentro con el equipo Gremory, y nuestra elección... significarían nuestra derrota.
Aún si él se ríe de sí mismo ya se nota como le va faltando el aliento. El color de su rostro se está poniendo muy mal. No será capaz de aguantar la maldición de Samael, su condición solo empeorará.
Entonces, una conocida niebla nos envolvió a todos.
Y de ahí apareció el usuario de Dimension Lost.
Georg: Regresemos, Cao Cao.
George lucía muy maltratado. Ha perdido uno de sus ojos y uno de sus brazos. Su pierna izquierda esta negra, y no se ve que esté en buenas condiciones para seguir peleando.
Cao Cao: Georg...
Georg: ...Cao Cao. Nosotros... tuvimos muchos errores. Sin embargo, no estuvimos equivocados. De no ser por...
Georg tomó la mano de Cao Cao y activó el círculo de transportación.
Issei: ¡Intentan escapar!
Todos, a excepción de Vali y yo, corrieron hacia donde se encontraban Cao Cao y Georg. Pero la Lanza Sagrada liberó una intensa luz y no fueron capaces de mover sus cuerpos ni observar nada por un momento.
Georg: ...Seremos eliminados si nos involucramos con ellos. Así como fueron eliminados Shalba y los otros.
Cao Cao: ...Tienes razón, Georg...
El puño de Sairaorg solo pudo golpear el aire mientras sus cuerpos eran consumidos por el poder sagrado. Ellos ya no se encontraban en este lugar.
Escaparon después de decir esas palabras.
Dante: Bueno, ¿qué se le va a hacer? Escaparon con el rabo entre las piernas --- dije encogiéndome de hombros antes de notar la mirada de Vali hacia mí --- ¿Qué?
Vali: Mantuviste un contacto directo con Red Great. Entonces, primero deberé acabar mi batalla contigo antes de desafiar a Red Great.
Dante: Sí. Suerte con eso, Vali.
Vali: Ya verás. También debes ser cuidadoso a partir de ahora. Habrán muchos que te temerán, pero habrán muchos más que irán por tu vida. Con eso debes lidiar una vez que entras en contacto con el Verdadero Dragón y la Diosa Dragón.
Dante: Nada más que un típico martes lento --- dije metiéndome las manos en el bolsillo --- Qué venga cualquiera que quiera enfrentarme. Acabaré con ellos.
Al escuchar mis palabras Vali sonrió.
En ese momento sentí que otra persona se acercaba. Al voltearme vi a un hombre con ropas elegantes. Arthur Pendragon.
Arthur: Vali. Todos están aquí, causamos un alboroto.
Vali: Ya veo.
Vali se volteó. Y Arthur dirigió su mirada hacia Kiba.
Arthur: Yuuto Kiba. Parece que eres el oponente que yo había estado buscando, tú eres el mejor candidato para luchar contra mi Espada del Rey Santo Collbrande. En el momento que Vali tenga su batalla contra Issei Hyoudou y Dante Sparda, yo, tendré mi batalla contigo. Hasta ese momento espero que no nos suceda nada desafortunado.
Después de decir eso, Vali y Arthur, se fueron. Kiba está sonriendo ante el desafío que le dio Arthur.
Y al verlo, noté que tenía unas espadas demoníacas familiares en sus manos.
Dante: ¿Derrotaste a Siegfried? --- pregunté señalando esas espadas.
Kiba: ¿Eh? Oh, ¿Te refieres a esto? Bueno, muchas cosas han sucedido. Siegfried fue derrotado con ayuda de Issei-kun.
Issei: Le di a Ascalon para que luchará contra Siegfried y ganó.
Dante: Oh, vaya. Felicidades.
Supongo que el premio por ganar fue esas espadas. Bien por él.
Sairaorg: Bueno, mis sirvientes están esperándome. Me marcho por el momento --- dijo dirigiéndose fuera del los escombros.
Dante: Sí. Nos vemos.
Sairaorg mueve su mano en respuesta a mis palabras. Se fue con mucho estilo. Típico de él.
Kiba: Yo también me iré y llamaré a los demás. Dante-kun, quédate aquí para que descanses. Issei-kun, ¿puedes contarle todo lo que sucedió mientras no estaba?
Issei: Sí. Yo me encargo.
Kiba asintió antes de irse.
Ahora solo quedamos Issei y yo en este lugar en ruinas. No es que me guste estar en este lugar, pero como que tampoco hay otros lugares a donde ir.
Dante: Me alegra saber que pudieron salir adelante sin mí.
Issei: No fue fácil. Casi no pudimos soportar tu muerte, viejo amigo. Pero ahora que estás aquí, dudo mucho que vuelvas a morir.
Dante: Je. No volveré a morir. Todavía tengo que ver tu sueño cumplirse y a todos también --- dije antes de mirar a la izquierda --- Y por cierto, tengo una amiga que vino conmigo.
Al mirar a la izquierda, Ophis ya estaba a mi lado. Ella había llegado a este lugar sin que hiciera ruido o acto de presencia.
Tiene talento para ser una ninja.
Issei: ¡¡¿O-O-OPHIS?!! --- gritó dando un paso atrás por lo sorprendido que estaba.
Dante: Estuvo conmigo en la Grieta Dimensional. Ahora somos amigos.
Ophis asintió en silencio.
Issei: Yo... Esto es mucho que asimilar --- dijo pasándose la mano por la cabeza --- Te hiciste amigo de la líder de Khaos Brigade. El grupo terrorista.
Dante: Sí. Y aunque me gustaría explicarte cómo ocurrió, será para otro día. Nuestros amigos están llegando --- dije al sentir muchas presencias acercándose a este lugar --- Vamos a casa, Ophis. Juntos.
Ophis: Regresaré a la casa de Dante.
Con una sonrisa, acaricié la cabeza de Ophis por lo tierna que se veía mientras que a Issei le daba un ataque por lo sencillo que era tratar con un Diosa Dragón.
Pero eso será un tema para otra ocasión.
Es hora de que finalmente... vuelva a casa.
CONTINUARÁ
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