XII

Hace 5 años…

Tenía 12 años cuando mis amigos seguían vivos y el negocio Devil May Cry estaba abierto. Habíamos sido contratados para un negocio y nuestro empleador… o empleadora, nos reservó un jet privado para llevarnos al otro lado del mundo.

Dante: ¿Alguien me puede recordar a dónde vamos? — pregunté con mis piernas apoyadas en la mesa y comiendo el helado de fresas que ofrece las azafatas.

Lady: El Vaticano, Roma — respondió sosteniendo su gigantesca arma contra su pecho — Tal parece que algunos creyentes de Dios quieren que les enseñes a dos chicas a usar la espada.

Dante: Mm. Eso no suena mal.

Trish: Genial… ahora seremos maestros de dos niñas — dijo con notable sarcasmo.

Lady: De hecho, pidieron y lo cito… 'quiero que el mejor cazador de demonios le enseñe a mis pupilas'.

Dante/Trish: Ósea que yo — dijimos antes de mirarnos con el ceño fruncido.

Trish: Es obvio que cuando dijo 'mejor' se refería a mí.

Dante: Disculpa, cariño, pero se refieren al mejor cazador de demonios, no cazadora. Así que deja que un adulto haga esto.

Trish: ¿Adulto? Tenemos la misma edad, mocoso. Y además, un adulto no perdería nuestra última paga en un casino. Y ni siquiera jugaste, perdiste el dinero por ahí.

Dante: Fue un accidente.

Trish: ¡Tú eres un accidente!

Dante: ¡¡TE LO DIJE EN CONFIANZA, PERRA!!

Lady: Ya ya, cálmense los dos — dijo intentando calmarnos — No van a pelear y destruir este avión, ¿okey? Y Dante, deja de llorar, ¿si?

¡¡NO ESTOY LLORANDO!! ¡¡LOS DEMONIOS NO LLORAN!! ¡¡SOLO SUDAN POR LOS OJOS!!

Sniff.

Lady: Van a bajar sus armas y volver a sentarse que pronto llegaremos a Roma.

Ni siquiera me había dado cuenta que los dos sacados nuestras pistolas y estábamos de pie. Así que lentamente los guardamos en nuestras pistoleras y nos volvimos a sentar.

Lady: Así me gusta — asintió en aprobación — Y por cierto… yo soy la mejor cazadora de demonios.

Tanto Trish y yo volteamos lentamente la mirada hacia Lady, que solo infló el pecho orgullosa.

Luego de eso, comenzó una batalla campal en el jet hasta que llegamos a Roma. Ahí es como conocí a Irina y Xenovia, quienes se convirtieron en mis primeras y únicas aprendices.

Volviendo a la actualidad…

Irina: ¿Dan-kun? — dijo mi nombre hasta que se levantó de su asiento para correr y saltar hacia mí — ¡Dan-kun! — exclamó de alegría mientras sus brazos y piernas envolvían mi cuerpo.

No tengo que ver a los demás para saber que están sorprendidos.

Dante: Agh. A pasado tiempo, Irina — dije intentando quitármela de encima.

Mamá de Issei: ¿Dan-kun? — preguntó confundida por como Irina me llamó.

Cierto, ella me conoce como Tony.

Dante: E-eh, es un apodo de amigos — mentí — De todos modo, bájate ahora, Irina.

Irina: Aww — se bajó de mí con un puchero.

Una vez que quedé libre de su abrazo, miré a Xenovia, que solo asintió en forma de saludo.

Supongo que sigue siendo inexpresiva como siempre, ¿eh?

Volví a mirar a Irina, que esta vez se quedó mirando a Issei con una sonrisa.

Irina: Buenas tardes, Isse-kun — lo saludó con una sonrisa, pero sin abrazo.

Issei: Gusto en conocerlos — dijo con el ceño fruncido.

Irina: ¿Eh? ¿No te acuerdas de mí? Soy yo.

Madre de Issei: Esta chica es Irina Shidou-san — dijo sacando el álbum de fotos y mostrando la imagen de Issei de niño junto a un chico — En ese entonces, ella no era tan femenina, pero sin duda ahora es todo lo contrario… ¿no es sorprendente?

Issei: ¿Eh? — miró a Irina y la foto una y otra vez hasta que unió los puntos — ¡¿Ehhh?! ¡¿No eras un chico?!

Irina: Todos cometían el mismo error. En aquel entonces, yo era una chica bastante masculina — dijo con una sonrisa — Aunque… sucedieron un montón de cosas durante este tiempo que estuvimos separados, ¿eh?

Cuando Xenovia se levantó, lo hizo sosteniendo un objeto cubierto por vendas que tenían escrituras extrañas.

Irina: En verdad nunca se sabe lo que se puede descubrir una reunión — dijo con una mirada fija y una sonrisa vacía.

Eso solo me confirma que ella sabe que Issei es un demonio y posiblemente también sepa de mí. Y aunque Issei se puso tenso, yo solo me mostré tranquilo.

Irina: Oh, no te preocupes. Solo quería volver a verte — dijo volviendo a la sonrisa amigable — Aunque no esperaba ver a Dan-kun también en Kuoh.

Dante: ¿Qué te puedo decir? El mundo es un pañuelo.

Irina: Jeje — rió antes de volver a mirar a Issei — El volver a Japón después de tanto tiempo me dio nostalgia, por lo que quise venir a visitarte. Pero ya es hora de que digamos adiós, Xenovia.

Xenovia: Sí.

Madre de Issei: ¿Por qué no se quedan más tiempo?

Irina: Vendré en otra ocasión. Hasta luego.

Antes de que pudieran irse, Xenovia se dio la vuelta y sostuvo más fuerte el objeto vendado.

Xenovia: Estaré lista en cualquier momento — advirtió con una mirada sombría antes de irse.

Dante: Bueno… ¿quién tiene hambre? — pregunté intentando calmar la horrible tensión.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Tras ese incómodo momento, llamamos a Rias y le informamos sobre lo sucedido. Nos despedimos de la Issei y de su madre y volvimos a casa.

Y para cuando entramos…

Rias: ¡Dan! ¡Asia! — nos recibió con un fuerte abrazo y absolutamente preocupada — Que bien que no les haya pasado nada. ¿Están heridos? ¿No les hicieron algo?

Dante: Tranquila, ellas no hicieron nada porque la mamá de Issei estaba presente. Incluso si atacaran, yo me habría encargado de ellas — dije mientras nos separábamos del abrazo.

Rias: Que bueno… Había escuchado información de personas relacionadas con la Iglesia que han llegado a la ciudad, pero… no pensé que esto ocurriría. Estoy contenta de que estén bien.

Asia: Dan-san y yo estamos bien — dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Issei: Por causa de nuestra pelea nos separamos, y si los hubiese perdido, entonces yo… — se limpió las lágrimas que salieron de sus ojos — Lo siento, yo debería haberlos cuidado mucho mejor a ustedes dos.

Asia: Lo siento por todos los problemas que he causado cuando pensé que Buchou alejaría a Dan-san de mí… y que no sería rival para ella — dijo con una expresión triste.

Rias: Está bien — dijo consolándola con llevarle su cabeza entre sus pechos.

Por alguna razón me siento celoso de Asia.

Segundos después, Rias dejó a Asia, se dirigió a mí y comenzó a darme besos en toda mi cara.

Rias: Me alegro de que estés bien — dijo entre besos.

Dante: Ya… ya basta — pedí intentando alejarme de su amorosa muestra de afecto, pero ella siguió besándome.

Asia: ¡Dan-san ya dijo que basta, Buchou! — exclamó apartándonos y con un puchero.

Rias: Eh, volviendo al asunto, ejem — tosió en su puño — Para que esas chicas hayan venido hasta aquí y querer reunirse con los demonios que están a cargo de esta ciudad lo único que puedo pensar es que quieren negociar con nosotros — dijo pensativa.

Dante: ¿Quieren hacer negocios con ustedes? — pregunté confundido.

Rias: Se reunirán con nosotros en el salón del club después de clases.

Dante: Suena algo serio. ¿Quieres que esté ahí con ustedes?

Rias: Sería lo mejor — dijo antes de sentarme en el sofá de mi sala con un fuerte suspiro — Para que la Iglesia quiera contactarse con nosotros, deben estar con la espalda contra la pared.

Dante: A veces los humanos hacen tratos con el diablo en momentos desesperados.

Rias: Debe serlo. Ya que un sacerdote que visitó esta ciudad fue asesinado.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Al día siguiente, cuando terminaron las clases y todos nos reunimos en el salón del club. Y no era sorprendente ver a Kiba tan enojado cuando vio a Irina y Xenovia, quienes eran miembros de la Iglesia.

Y yo, al no ser parte de la nobleza de Rias, me quedé solo para escuchar y nada más.

Me apoyé en una pared y me crucé de brazos, atento a lo que van a hablar.

Irina: El otro día, tres de la Espadas Santas de Excalibur fueron robadas durante su almacenamiento bajo la ciudad eclesiástica — fue la primera en hablar.

¿Excalibur?

Issei: Eh… ¿Se refieren a la espada legendaria Excalibur? — preguntó confundido — ¿Cuántas hay?

Irina: Isse-kun, la verdadera Excalibur se rompió en la batalla hace mucho tiempo.

Issei: ¿Rota? ¿Ha pesar de ser una famosa espada?

Xenovia: La forma actual de las 7 partes de la Excalibur, con las cuales se crearon nuevas espadas con el uso de la alquimia… — desenvolvió la enorme espada que tenía en sus manos, mostrando su verdadera apariencia, una espada de dos manos de doble filo con tres puntas, con un mango con diseño parecido al de un hacha y una segunda empuñadura con forma de cadena — Esta es una de ellas… Excalibur Destruction. Y está bajo protección de la Iglesia católica.

Irina: La mía es… — desató la cuerda atada en su brazo izquierdo, lo cual fue moviéndose y tomando forma de una katana con agarre para dos manos — Excalibur Mimic. Es muy conveniente, ya que puede transformarse libremente su forma.

Rias: Así que, ¿cuál es su objetivo? — preguntó, intentando pasar de largo el aura de odio que emanaba Kiba.

Xenovia: De las 7 Excalibur, dos de cada una están en manos de los católicos protestantes y la iglesia ortodoxa, y la restante se perdió durante la Gran Guerra.

Irina: Esto nos lleva al hecho de que una de cada grupo fue robada y traída a la tierra.

Rias: Que imprudente — se cruzó de brazos debajo de sus pechos — ¿Quién haría algo así?

Xenovia: El que las robó es el líder de los ángeles caídos, los mismos que vigilan a los hijos de Dios… Kobakiel.

Rias: ¡El líder de los ángeles caídos! — exclamó con los ojos abiertos — ¡Uno cuyo nombre aparece escrito en la Biblia!

Xenovia: Él, hace unos días acabó con los exorcistas encargados de recuperarlas, lo que nos lleva a nuestra solicitud… no nuestra demanda. Los demonios deben mantenerse fuera de la lucha entre los Grigori y nosotros por las Excalibur. En pocas palabras, vinimos a decirles que se mantengan lejos de este asunto.

Rias: Estás segura de ti misma, ¿verdad? ¿Crees que estamos asociados con los ángeles caídos?

Xenovia: La sede cree que existe esa posibilidad.

Rias: ¡En el nombre de Gremory, no vamos a aliarnos con los ángeles caídos! — exclamó con sus ojos ardiendo de furia.

Xenovia: Es bueno escuchar eso. Y déjame advertirte que no estamos pidiendo su ayuda. Ya que, podría tener un impacto significativo en las tres facciones.

Rias: ¿Y la iglesia ortodoxa?

Xenovia: Están en espera — respondió tranquilamente — Si Irina y yo fallamos, ellos defenderán la pieza restante de Excalibur con sus vidas.

Rias: Entonces, ¿ustedes dos planean luchar contra Kobakiel solas? — preguntó levantando una ceja — Eso es bastante imprudente.

Irina: Sí.

Xenovia: Se ha determinado qué las Excalibur deben ser destruidas que dejar que los ángeles caídos hagan uso de ellas.

Rias: Su fe es simplemente misteriosa… Me pregunto, ¿podrán recuperarlas?

Xenovia: Por supuesto. No tenemos intenciones de simplemente desperdiciar nuestras vidas. La con arma que puede hacer frente a una Excalibur es otra Excalibur.

Rias: Tienen confianza en ustedes mismas. ¿Podrían tener un arma secreta?

Xenovia: Te lo dejo a tu imaginación — dijo con un guiño inexpresivo — Nuestro asunto ya terminó. Vámonos, Irina.

Akeno: Oh, ¿no quieren una taza de té?

Xenovia: No es necesario — dijo agitando su mano.

Irina: Lo siento. Ya nos vamos.

Pero justo antes de que se fueron, sus miradas giraron hacia un de los miembros de la nobleza de Rias, Asia.

Xenovia: Nos vimos en la casa de Hyoudou Issei. Tú eres la 'bruja' Asia Argento, ¿verdad?

En ese instante mi mirada se intensificó y puse más atención en la conversación cuando me di cuenta que Asia se tensó al ser reconocida.

Irina: Espera un momento — fijó su mirada en Asia — Algo en mi interior me decía que eras una 'mujer santa' y había oído que fuiste exiliada a algún lugar, pero no pensé que te habías convertido en un demonio.

Asia: Am… um… y-yo… — claramente no sabía qué decir.

Irina: Está bien. No voy a dejar que los de arriba descubran que te vi aquí — dijo comprensiva — Sería un verdadero shock para las personas que admiran a la 'Santa' Asia descubrir lo que te ocurrió.

Xenovia: Pero, ¿un demonio? Para la persona quien fue llamada 'La Santa' te llevara a esta situación… ¿aún crees en Dios?

Irina: ¿Cómo puede, Xenovia? Es una demonio ahora — dijo confundida.

Xenovia: No, puedo oler la fe en ella.

¿Qué es ella, un perro?

Irina: ¿Es eso cierto?

Asia: …Es solo que es algo que he creído toda mi vida — respondió con tristeza.

Xenovia: Ya veo. Entonces debería matarte ahora — dijo sacando a Excalibur Destruction de sus vendas — Te salvaré en estos momentos en el nombre del Señor. Él extenderá su mano benevolente incluso a los pecadores.

Okey, eso es todo.

Justo cuando iba a intervenir, Issei se me adelantó y se puso entre Asia y Xenovia.

Issei: ¡Deten toda esa basura! — gritó claramente — ¡Ninguno ayudó a Asia cuando buscó salvación, ¿verdad?! ¡Todos ustedes son unos idiotas por no entender la bondad de Asia!

Xenovia: Los santos no tenemos amigos. Lo importante es su benevolencia y afecto. Todo lo que necesitan para vivir es el amor de Dios y nada más.

Dante: Mateo 22:39. Amarás a tu prójimo como a ti mismo — todos giraron a verme cuando dije eso y caminaba para ponerme a lado de Issei — Dicen ser santos, pero la verdad es que no siguen muchos de los mandamientos. Solo siguen sus propios deseos y se deshacen de alguien a quien odian… como Asia. ¿Qué clase de Dios hace eso?

Irina: Dios nos ama. Si todo esto le ocurrió, entonces su fe era deficiente, ¿o simplemente falsa?

Xenovia: Dante, Hyoudou, ¿qué significa esa chica para ustedes?

Dante: Una amiga.

Issei: Compañera.

Dante/Issei: Familia.

Issei: ¡Así que vamos a cuidar a Asia! ¡La protegeremos!

Dante: Y si intentan tocar un solo mechón de su cabello…

Issei: ¡Yo mismo voy a acabar a cada una de ustedes!

Maldición, Issei, ¿puedes dejar de interrumpirme?

Xenovia: ¿Están desafiando a la Iglesia? Para ser simples demonios, están muy confiados.

Dante: No olvides quien te enseñó a manejar una espada, discípula mía — dije sonriendo confiado — Me sorprende que sepas que soy un demonio… y me extraña que no me hayan atacado cuando estuve en el Vaticano.

Xenovia: Tenías un minúsculo aroma a demonio en ese entonces. Creí que solo era porque te enfrentas a tantos demonios tan seguido que el olor se te pegó… Pero ahora viéndote aquí, con muchos demonios a tu alrededor, me lo confirma — dijo antes de ponerse en posición de pelea con su espada — Te demostraré que mis habilidades mejoraron desde ese día en que te fuiste… sensei.

Cuando iba a responder, Kiba se paró frente a Xenovia.

Kiba: Perfecto, yo seré tu oponente — dijo rezumando un aura asesina que se podía ver a kilómetros.

Xenovia: ¿Y quién eres tú?

Kiba: sonrió sombríamente — Yo soy tu senpai, aunque fui un fracaso — dijo materializando una gran cantidad de espadas de diferentes formas y tamaños.

Oh, genial. Y yo que estaba emocionado por pelear.

CONTINUARÁ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top