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–Así que quieres un aumento, ¿cierto, Yoongi? -Dice Choi, el jefe de la empresa en la que trabaja Yoongi y el padre de el chico que supuestamente odia, Park Jimin. Estaba buscando un aumento pues con el paso de los días se fue dando cuenta de que tenía muchas deudas, y si una de ellas no la pagaba rápido se quedaría sin luz, es decir, algo primordial sabiendo que estos días hacia frío y el pálido no quería pasar por aquello, necesitaba un pequeño aumento y por eso estaba ahí, deseando escuchar una respuesta afirmativa de su jefe ante la proposición de hacerle un aumento aunque el menor, estaba sin esperanzas.

–Sí señor, tengo una deuda que pagar y no puedo esperar, por favor solo será por esta vez -Dice el chico juntando sus manos como pidiendo que haga una excepción, el hombre sonrió ladino y en su cabeza apareció una bombilla, era el momento perfecto para obligar al pálido a que tengan una cita juntos, pues seguramente que por ese aumento ese chico haría de todo, todos lo hacían y Choi estaba orgulloso de siempre conseguir lo que quiere, con quien quiere así que cuando ve a el pálido acercarse comienza a hablar, confiado.

Jimin estaba preocupado, no le gustaba que su padre estuviera a solas con su bonito pálido. Pues sabía de las intenciones de ese viejo con el menor y le daba miedo que le haga hacer algo por obligación o algo por el estilo. No podía parar de mirar a la puerta del despacho de su padre moviendo ansioso su pie derecho mientras rellenaba los dichosos informes que le había tocado a él, no podía soportar la inquietud de saber que pasaba ahí dentro.

–Quiero que vengas a cenar conmigo esta noche -El mayor dice, guiñando un ojo al pálido. Es un hombre atractivo para tener la edad que tiene, su rostro luce bastante bien y las canas se ocultan bien con el castaño de su cabello, Yoongi admitía aquello pero no era correcto, aunque quiera un aumento son jefe y empleado así que no deberían ir a cenar, así que agacha la cabeza apenado pues claramente le rechazaría, él no quiere hacer nada correcto además, ese hombre le trasmite desconfianza por alguna razón y estar a solas con él no es la mejor opción.

–Lo siento, no es correcto señor, somos jefe y empleado, aunque me diga que no pasa nada no permitiría malos comentarios de otras personas hacia mi ni hacia la usted por salir a cenar con un empleado. Lo siento, pero si no quiere darme el aumento, yo me las apaño. -Dice Yoongi, no podía conseguir dinero de ninguna otra manera, pero no quería salir con ese señor, le intimidaba y se los demás se burlarían de el por salir a cenar con el jefe y no quiere eso, además, a Jimin le sentaría mal, no es que le importe, o si, estaba confundido con lo que siente acerca de ese tonto Jimin.

Choi se queda sorprendido pues ningún empleado o empleada había rechazado aquello alguna vez, aunque sí que los tuvo que despedir después por los comentarios pero nadie le había rechazado, aprieta su puño por debajo de la mesa y suspira, ordenando de manera un poco agresiva al menor que se retire, claramente aunque quiera y siga aún después de ese rechazo algo con el menor, no iba a permitir estar en vergüenza así que no le daría un aumento, no aún.

Yoongi hace una reverencia y al salir ve a Jimin atento, se acercan y el pálido comienza a contarle lo que ha pasado dentro, nota como Jimin frente el ceño queriendo entrar a 'matar' a su padre pero Yoongi toma de su brazo negando, pidiéndole con la mirada que por favor se controle que todo había pasado. Todos miran la escena curiosos hasta que el mayor de esos dos chicos les dedica una mirada de molestia y apartan enseguida la mirada.

–¿Cómo se atreve? Eres su empleado, no puedes ir a cenar con él. -Dice Jimin sentándose en su lugar echando molesto su cabello hacia atrás. Yoongi lo observa apenado dejando una mano en el hombro de el castaño le dedica una sonrisa de goma, haciendo que el contrario quiera besarlo, esa sonrisa había hecho que Jimin caiga más por ese pálido pues no puede creer que cada segundo, cada momento que pase vea más bonito y tenga más ganas de besar al menor, hacerlo suyo y escapar con él a donde nadie les moleste ni les haga daño aunque eso solo ocurre en fantasías, Jimin seguía queriendo conquistar al menor pero ver que Yoongi se resistía a ello, le hacia querer rendirse.

–No acepté y no me despidió, supongo que es bueno pero ya tranquilo, solo fue un error y ya pasó, vamos a trabajar. -El pálido dice, haciendo que ambos se calmen, que el ambiente ahora sea calmado, sereno para ambos quienes estaban en sus escritorios, uno en frente del otro trabajando entre miradas, entre leves risas que Jimin le sacaba al pálido de vez en cuando por sus comentarios sobre documentos, sobre cosas que pasaban a su alrededor, pero a pesar de eso se concentraban en el trabajo que tenían.

Yoongi estaba cayendo poco a poco, ahora veía a Jimin de otra manera, piensa que el mayor es bueno, amable además puede ser muy seductor y divertido a veces, todos tenemos nuestros errores pero a Yoongi le estaba comenzando a agradar mucho ese chico que antes le caía mal pero ahora no, ahora quería estar cerca de él, sentía protección a su lado y reía por él, nunca creyó que alguien como el le llegue a hacer caer, poco a poco, teniendo cada vez más sonrisas tontas por él, teniendo más brillos de ojos por él, más sonrojos, todo eso significa que está cayendo por el chico de cabello castaño llamado Park Jimin, el hijo de su jefe, al que comienza admirar. Porque todo pensamiento puede cambiar.

Y Yoongi estaba más seguro de que tenía que evitar acercarse al padre de Jimin y Jimin estaba seguro de tener que proteger a el pálido de su padre, aunque tenga que enfrentarse a él, a su propia familia.

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