Capítulo 29.

Editado: 25/ 03/ 2021

Mini Shukaku.

[Konoha, oficina del Hokage]

—Ey Naruto...

—Mmm... —menciona adormecido — ¿Qué pasa?

—Me estaré yendo con Gaara así que no pidas mi ayuda por un tiempo.

—Si... está bien...

La puerta de la oficina se abre de pronto y tomando los papeles en su costado el azabache de coleta niega divertido ante la actitud de su Hokage. Sin prisa acomoda los papeles en su lugar correspondiente y al segundo regresa por los del escritorio de su amigo para llevarlos a su sitio.

— ¿Con quién hablabas? —cuestiona divertido.

—Con Shukaku... —menciona entre un ronquido.

— ¿Shukaku? —expresa con sorpresa deteniéndose en su andar.

— ¿Um? Dijo que ira con Gaara... —bostezando se levanta adormilado.

— ¿Qué? —regresa preocupado.

—Qué... —bosteza entre un estiramiento —Shukaku... él estará yendo con Gaara por un tiempo —explica más despierto.

Con sorpresa los ojos del rubio se abren de par en par y rápidamente se pone de pie mirando entre su pánico a su amigo, Shikamaru entra en pánico y rápidamente deja los papeles para correr hacia el teléfono del lugar y cuestionarle a su esposa sobre lo ocurrido.

[Casa del Kazekage, Gaara]

Tomando un profundo respiro puedo sentir el calor del sol adentrarse por la ventana hasta mi rostro y entre un suspiro comienzo a estirarme removiéndome del brazo de Lee.

— ¡Waaa!

Su grito me estremece y al instante solo puedo escuchar el ruido de su caer, dos golpes fuertes contra el suelo... Lee se levanta con prisa pateando un bulto entre la sabana que arrastro al suelo, las sabanas chocan contra la pared bajo la ventana, y aunque algo perdido por recién despertarme hago salir mi arena dirigiéndola hacia aquella cosa... Lee se hinca detrás de mí en la cama y sorprendido observo lo que he atrapado.

—Shukaku... —musito incrédulo.

— ¿Shukaku? —Dice confundido — ¿Cómo es posible eso?

Alejando mi arena veo como Shukaku cae sentado, luego de sobar su cabeza nos analiza y ágilmente sube a la cama causando la confusión de Lee que mientras lo apunta me mira completamente sorprendido.

— ¿Por qué es... pequeño? Shukaku es... —lo observa —pequeño.

—Y tú no muy listo —menciona sin importancia.

— ¡Shukaku! —le reprendo con prisa.

— ¿Qué? —se encoge de hombros mirando su cuerpo.

Entre un suspiro lo tomo en manos para mirarlo de cerca, Lee solo suspira un poco incómodo y sujetando mi hombro me hace una seña de que ira a revisar a los niños, yo doy un asentimiento y apenas lo veo abandonar la habitación dirijo mi mirada hacia Shukaku.

— ¿Qué es lo que haces aquí, y de esa... forma?

—Me atreví a sacar mi poco Chakra de Naruto, le dije que vendría contigo y él acepto.

—Pero... —lo observo dudoso — ¿Cómo es que te muestras físicamente así? Nunca lo habías hecho antes.

—Oh, es verdad, casi no hablábamos cuando estaba contigo... puedo hacer esto cuando quiera mientras no me encuentre capturado y esposado en tú interior, —rasca su nuca —Naruto nos tiene libres aburriéndonos en su interior con cada una de las tonterías que hace... al menos contigo puedo hablar tranquilamente, los otros también son molestos.

Dejándolo en la cama me abrazo en mis piernas para seguir escuchando sus palabras, de cierto modo se ve algo tierno de ese tamaño, aún recuerdo cuando se veía terrorífico, pero ahora eso parece lejano.

—No lo sé... —pronuncia más seriamente —este es mi hogar, soy de la arena... pensé que seria bueno venir, —expresa apenado —además, con la autorización de Naruto saque un poco de mi chakra y junto con un poco del que deje en ti logre crear este cuerpo de arena, ¿No te parece genial? ¿No lo crees así?

Algo divertido doy un asentimiento observando como su mirada viaja en todas direcciones sobre su cuerpo, parece realmente emocionado con lo que logro hacer, además... supongo que no es divertido estar atrapado dentro del cuerpo de alguien.

— ¡Hace siglos que no veía la luz del sol! —levanta los brazos con entusiasmo dejándose caer en la cama.

— ¡Papáá Gaara!

Sus pasos animados recorren el pasillo mientras grita con entusiasmo, y de pronto lo veo abrir la puerta de golpe, al entrar me analiza y de pronto su rostro cambia... sin dudarlo una sonrisa se extiende por su cara mientras sube de un brinco a la cama sujetando a Shukaku en brazos mientras los chicos se asoman curiosos en el marco de la puerta.

— ¡Ey niño! —empuja su mejilla y barbilla — ¡suelta!

— ¡Es un lindo Gato! —aprieta su agarre — ¿¡Es para nosotros papá Gaara!?

Nervioso intento acercarme para tranquilizar a Shukaku que se revuelve entre los brazos de Metal, pero antes de si quiera poder apartarlo Yodo se adentra apresurada y sujetando a Metal lo hace bajar de la cama tambaleando.

— ¡Es el monstruo de una cola!

Sin dudarlo empuja lejos a Shukaku para luego abrazar a Metal, Shukaku termina cayendo sobre la cama de espalda, y aunque sorprendido por Yodo, me acerco hasta ayudarlo a ponerse de pie para rápidamente levantarme de la cama acercándome a Yodo e intentando calmarla.

— ¡Ey Shinki, Araya, vamos abajo chicos! —menciona animado llegando a la habitación.

Lee analiza la escena y su sonrisa disminuye un poco al notar la cara de terror y odio que Yodo pone, mi preocupación es notada por sus ojos y rápidamente me muestra una sonrisa tranquila para avanzar hacia Yodo tocando su hombro en un intento de transmitirle su tranquilidad.

—Tranquila Yodo, no hace nada —sonríe mirándolo —solo míralo... es casi diminuto.

— ¡Diminuto tu cerebro! —expresa molesto.

Decepcionado por la actitud de Shukaku llevo mi mano sobre mi cara y lo observo de reojo mirándolo encogerse de hombros, Lee sonríe algo incomodo y avergonzado.

—Bueno... él hiere un poco con sus palabras, —sujeta su hombro mirándola directo —vayan abajo, nosotros vamos a hablar con él, nos haremos cargo así que confíen en nosotros.

Metal parece querer volver para acariciar a Shukaku pero Yodo rápidamente se interpone jalándolo de su brazo muy disgustada por la presencia del Biju,, suspirando me pongo de pie mientras Lee se acerca a ella sujetando su espalda para guiarla fuera mientras ambos nos miramos dudosos.

— ¡No vine a hacer nada malo! ¿¡No me ven acaso!? Esto solo es una mínima parte del poder que poseía en el pasado... lo poco que me dejaron, —suspira aburrido —con esto no puedo siquiera comerme a un aldeano.

Suspirando entre mi decepción puedo ver como Lee se acerca a la cama enfrentando a Shukaku con una sonrisa.

—Lo lamento, por lo que sea que haya hecho mi hijo para molestarte.

— ¿Es tú hijo?... si que se hereda la fealdad en tu familia.

Sorprendido y molesto puedo ver como Lee solo cierra sus ojos inclinando levemente la cabeza procesando lo mucho que le desagrada a mi biju.

—Bueno... me supongo que realmente no vienes ha hacer ningún daño, así que siéntete libre de andar por la casa.

—Eso no es algo que te corresponda, —menciona con los brazos cruzados —Gaara, ¿Qué dices?

Intento borrar la molestia de mi rostro para verlo correctamente, Lee se levanta con calma mirándome y ante su mirada exhalo un suspiro intentando calmarme.

—Solo... no causes problemas Shukaku, y... —me aferro al brazo de mi pareja —te pido por favor que dejes de insultar a mi pareja.

Observando de reojo a Lee puedo ver la pena en su mirada y el como baja su vista ocultando su vergüenza de Shukaku, a veces puede ser... tan tierno...

— ¡Jum! Ésta bien, —pronuncia molesto poniéndose en cuatro patas —dejaré de molestar al cejon ¿Vamos a comer?

De un salto, Shukaku baja de la cama adentrándose al pasillo obteniendo un nuevo suspiro lleno de decepción por mi parte ante su mal comportamiento; Lee de pronto se inclina sobre mi hombro dejando diversos besos que me hacen reír mientras acerca mi cuerpo al suyo abrazándome por la cintura; sin resistencia me giro contra su cuerpo abrazándome a su cuello para mirarlo de frente mientras mis dedos se entrelazan con su cabello color carbón, encantado puedo admirar sus lindos ojos llenos de vida mantenerse directos a mí... y cerrando de a poco mis ojos lo veo acercarse a mis labios.

— ¡Señor Gaara, este gato es molesto! —grita enfadada.

— ¿¡Gato!? —reniega furioso — ¿¡Cómo te atreves a compararme con un simple gato mocosa maleducada!?

— ¡¡¡Señor Gaara!!! —insiste con molestia.

— ¡¡¡Haaa!!! —grita furioso azotando la puerta — ¿¡QUÉ ES TODO ESE RUIDO YODO!? ¿¡Por qué son tan ruidosos a esta hora de la mañana!? —se detiene — ¿¡Shukaku!? ¡¡¡GAARA!!!

Con el desánimo separándonos ambos bajamos la mirada con un suspiro y salimos en dirección al primer piso donde todo es un caos... Kankuro, Shukaku y Yodo continúan su disputa, la música de Yodo por alguna razón esta al limite apartada de sus oídos mientras los demás cubren sus oídos tratando de mantener la calma, y metal... bueno...

— ¡Lo tengo! —lo eleva en brazos.

— ¡Waaa! —grita preocupada — ¡Aléjate de esa cosa horrenda Metal! —duda entre acercarse o no.

— ¡Horrenda tú abuela! —grita enfadado forcejeando con Metal — ¡Suéltame mocoso!

Metal niega y una sonrisa no puede evitar dibujarse en mi rostro, entre mi diversión me giro contra el pecho de Lee riendo divertido por sus actitudes; y de pronto el silencio se hace de la habitación, tratando de tranquilizarme tomo una profunda respiración y girándome a ellos les dedico una mirada de desaprobación mientras arreglo mi voz... con mi mirada viajando sobre todos los puedo ver encogerse en si mismo a excepción de Shinki y Araya quienes continúan preparando el desayuno con tranquilidad, la mano de Lee se posa en mi hombro con una sonrisa, pero Kankuro y Yodo no pueden retener mas tiempo sus palabras.

— ¡Fue culpa de él! —Dicen al unisonó apuntando a Shukaku.

Shukaku abre la boca sorprendido por tal acusación y de pronto... comienza a reír fingiendo seguir luchando contra el agarre de Metal, por primera vez... lo estoy viendo estallar en risas.

Negando divertido sujeto a Yodo por los hombros para llevarla hacia la cocina para que comience a ayudar con el desayuno mientras Lee se encarga de alejar a Kankuro llevándolo a la mesa donde intenta explicarle todo. Observo de reojo como Metal aún no suelta a Shukaku de entre sus brazos, pero sorpresivamente Shukaku ya no lucha ni intenta liberarse, inclinando su cabeza hacia atrás intenta mirar a Metal.

— ¿Cómo te llamas mocoso?

— Metal Lee —Dice con una sonrisa.

—Um... un nombre simple —asiente con atención — ¿Tienes algún dulce para mí?

Cubriendo mi boca observo divertido como Metal asiente animado.

—Nada de dulces antes del desayuno Metal —lo regaño con dulzura.

— ¡Pero es para Shukaku! —se excusa con una mirada seria.

— ¡Shh! —Dice alterado cubriendo la boca del pequeño con sus patas —y llámame señor Shukaku.

Metal da un asentimiento obediente a las palabras de Shukaku así que decido acercarme sujetándolo por el hombro para ponerme a su estatura, con un suspiro acaricio su cabello y rápidamente jalo las mejillas de ambos.

—Nada de dulces hasta después del almuerzo —sentencio.

—Si papá Gaara —Dice sin problemas.

—Padre... —menciona desde la cocina — ¿Podrías ayudarme con esto?

—Ahora voy Shinki, —observo seriamente a mi biju —Shukaku, por mucho eres un adulto, no lo hagas desobedecer o realmente voy a enfadarme.

—Mmm... bueno —expresa rendido —lo entiendo...

Mas calmado avanzo hacia Shinki depositando un beso en su frente y causando de ese modo el sonrojo de sus mejillas mientras comienzo a ayudarlo para terminar rápidamente con el desayuno; una vez todos estamos en la mesa Lee decide iniciar con la plática ante la incomodidad.

—Me preguntaba, ¿Qué harás mientras Gaara esta en la oficina? No creo que te interese mucho, pero yo trabajo en una pequeña academia de Taijut...

—Tienes razón no me importa, dame más de eso niño.

— ¡Si! —Dice animado.

Sonriendo observo como el pequeño come con tranquilidad mientras por lo bajo sigue ayudando a Shukaku con la comida que no logra alcanzar; Kankuro golpea su vaso con los palillos para comenzar a charlar con la boca llena como de costumbre.

—Ni siquiera se te ocurra llevártelo, —señala a Lee —voy a usar a ese pequeño demonio para llevar los papeles a la oficina de Gaara, —sonríe luego de tragar —me merezco unas pequeñas vacaciones de tanto trabajo.

Shinki se levanta sin prisa tomando sus utensilios y platos para mirarme bajando la mirada —He terminado... —entre una sonrisa mira de reojo a mi pequeño —come a prisa Metal, es hora de irnos.

— ¡Voy hermano! —le dedica una amplia sonrisa.

Araya y yodo por igual se apresuran, Metal baja con prisa jalando el plato para ir a dejarlo al fregadero donde Shinki lo lava por él, de reojo puedo ver como Shukaku se mantiene de puntas en la silla para observar la mesa y las pocas cosas que quedan en ella.

— ¿Qué piensas hacer en todo el día?

—No lo sé, —se encoje de hombros —andar por ahí... —dice sin importancia.

— ¿Cómo un gato callejero sin hacer nada? —lo mira con molestia — ¡Ni lo pienses! Ya te he dicho lo que harás en todo el día —sentencia Kankuro.

—Con permiso —se levanta —ayudaré a los niños.

Ante mi asentimiento recibo un beso en la mejilla de su parte, Lee se apresura a dejar los platos en el fregadero remojando y enseguida sube al piso de arriba haciéndolos reír divertidos.

—Como sea... —menciona enfadado levantándose —iré a limpiarme, tengo muchas cosas que hacer en la oficina.

—En un rato te alcanzó Kankuro.

—Claro, claro...

Apenas se adentra en su habitación tomo los platos sobrantes y los llevo al fregadero para comenzar a lavarlos mientras Shukaku sube a la mesa terminando con las sobras del desayuno. Apenas estoy terminando de secar los platos puedo sentir como se recarga al lado de mi pierna dejándose caer exhausto mientras posa sus manos sobre su estómago.

—Parece que ese chico te hace feliz.

—No te imaginas cuánto —sonrío tranquilamente.

—Su hijo es... algo igual a él.

Sonriendo entre mi asentimiento dejo el último plato aun lado para admirar las fotos en la pared que Metal y los chicos acomodaron.

—Ese chico que te llamo padre...

—Si, es el niño que adopte...

—Tiene sangre del tercero corriendo por sus venas.

—Lo sé, no hay necesidad de que hables de más.

Shukaku permanece en silencio y simplemente se levanta tomando camino a las escaleras, con un suspiro lo veo subir entre brincos mientras termino de acomodar los platos en su lugar, ahora mismo apenas lo estoy entrenando.

Salimos de casa todos juntos, los niños corren con prisa despidiéndose de lejos mientras avanzamos a la academia; Kankuro se nos adelanto hace poco hacia la torre y ahora mismo Lee camina a mi lado entre un tarareo.

—Lee... ¿No has visto a Shukaku?

—La última vez que lo mire estaba en la habitación de los chicos comiendo frituras en el suelo.

—Bueno... si él decide quedarse.

Creando mi nube de arena lo siento tomar asiento a mi lado, le sonrío y tranquilamente seguimos nuestro camino admirando la ciudad y a la gente que viaja por las calles.

—Pero Dime, ¿Por qué ha venido? No me molesta que esté aquí, pero me preocupa un poco que este cerca de Metal con ese genio suyo.

—No se atrevería a dañarlo... —sonrío con levedad —no me ha dicho exactamente porque ha venido, pero creo que solo está cansado de estar encerrado, además... —divertido rio un poco —Naruto no es muy de su agrado.

Lee ríe levemente, y apenas llegamos a su academia baja de un salto para besarme antes de entrar, sin más continuo mi camino hacia la torre; creo que hoy no podré llegar temprano a casa...

[Academia de Suna, Metal]

Apenas llegamos a la academia me escabullo detrás de mi hermano mayor hacia los salones extras para dejar respirar al señor Shukaku, apenas llegamos y abro mi mochila él sale con prisa tomando una profunda respiración.

— ¿¡Qué metes ahí dentro!? —expresa mareado —realmente apesta...

— ¡Mi ropa especial de entrenamiento! —Digo animado poniéndome en cuclillas frente a él —señor Shukaku, ¿Qué hará mientras estoy en clases?

Su mirada viene sobre mí y enseguida se acerca a mi mochila sacando las frituras que tomo de la habitación del tío Kankuro, con su asentimiento entiendo que es todo y cierro mi mochila para ponérmela en los hombros.

—Mmm... no lo sé, —abre las frituras —estar mirando por la ventana... ¿Tienes más frituras?

Asentí sacando mi bolsa extra, él sonríe animado y avanza hasta una ventana sentándose ahí, sonriente me despido de lejos avisándole que pronto volveré. Apenas vuelvo a los pasillos normales siento la mano de Shinki en mi hombro, preocupado me sujeta por los brazos mirándome de frente.

— ¿Dónde te habías metido? Me preocupe al no verte... —suspira mas tranquilo mirándome —siempre me avisas cuando te alejas Metal ¿Qué paso?

Sonrío negando — ¡Pénse!... haber visto un gato así que lo seguí... —bajo la mirada apenado —pero no era...

—Claro que no, por aquí no hay... ¿Acaso viste a Shukaku por aquí? —analiza el pasillo —si es así debemos buscarlo de inmediato, podría causar algún...

— ¡No! —sujeto su brazo deteniéndolo —quizá solo fue otro animal... o pude haber visto mal...

—Metal... —suspira decepcionado —aun no estas por completo acostumbrado a Suna, no debes seguir a cualquier cosa y... sobre Shukaku, —sujetando mis manos me mira con seriedad —no es un juguete, debemos tener cuidado con él... antes era muy peligroso, aun ahora puede ser peligroso.

Su actitud es aun mas sería al explicarme esto, parece preocupado... pero de pronto solo sonríe y acaricia mi cabello para tomar mi mano y guiarme a mi salón; Mi hermano Shinki es una muy buena persona aún cuando no muestra muy seguido su sonrisa... aunque el señor shukaku parece por igual una buena persona, a pesar de lo que diga mi hermano no creo que mis instintos fallen, voy a confiar en él... parece necesitarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top