Capítulo 25.

Editado: 25/03/ 2021

Lo lamento.

[Habitaciones de Suna, Torre principal, Lee]

Una vez la llamada con Guy sensei termina, mi camino incierto da pasos lentos y tambaleantes entre las habitaciones hasta por fin poder encontrar a Gaara, pero él ahora mismo ya está pacíficamente dormido.

Sonriendo ante su silueta tomo una profunda respiración y me siento a su lado para acariciar su mejilla de porcelana con delicadeza, no sé que pensar, no sé como sentirme, pero... ahora mismo, mientras lo veo dormir tan profundamente con el entrecejo fruncido de preocupación... yo... quiero pedirle perdón de rodillas, Gaara me ha ayudado mucho, me ayudo a cuidarlo, me dio ánimos... fue... un personaje clave en la historia con mi hijo, con un hijo que negué... yo... yo no tenía ni idea, Guy Sensei tampoco tenía idea de eso, por eso que cabía la posibilidad ante el hecho del tiempo.

—Gaara, lo lamento —expreso en un susurro.

Tomando mi lugar a su lado puedo sentir como se remueve un poco contra mí, su ceño vuelve a ser el tranquilo de siempre y su molestia se desvanece. Suspirando mantengo mi mirada directa a él, ahora no solo tengo lo de mi hermano en unas semanas, también tengo que encontrar la forma de hablar con Metal sobre esa posibilidad; pero ahora ya es tarde, y han sido demasiadas emociones por el momento, debo descansar y ya mañana romperé mi cabeza de nuevo con este tema.

[Mañana en Suna, Gaara]

Al despertar puedo verlo sobre mi cuerpo profundamente dormido, pero esta vez definitivamente no me encuentro feliz al sentir su calor rodearme. Con cuidado lo aparto y me acerco a la orilla de la cama para mirarlo seguir durmiendo, parece estar muy cansado, casi como si hubiera pasado toda la noche en aquella llamada, suspirando subo mis piernas y me abrazo a ellas con desanimo.

Cuando Tenten me contó aquella vez... lo primero que pensé fue "Es imposible, Lee no sería tan irresponsable" y ahora estamos aquí, con él a mi lado en la cama, con estas increíbles ganas de llorar y el hecho... de que quizá Metal si sea su hijo legítimo; la verdad no me parece un problema que sea su hijo legitimo o no, pero... de cierto modo me siento algo engañado, el chico dulce y animado que pensé conocer parece tener una faceta completamente desconocida, aunque... bueno, debí suponerlo desde aquella velada con Naruto cuando Lee actuó tan... dominante hacia mí, pero aun así parece que él mismo desconoce esa faceta suya, yo... yo no lo entiendo, nuevamente hay tantas dudas dentro de mí. (Explicación del sentir versión autora: Gaara idealizo a Lee como alguien animado, pero "tierno" jamás se imagino que Lee, esa persona que veía con tal control en su vida y casi un ejemplo a seguir, seria capaz de tener un hijo con una desconocida, olvidarlo o ni siquiera pensarlo por el hecho de estar ebrio. La idealización de una persona te lleva a pensar que no tiene defectos cuando en realidad cada ser humano llega a cometer errores en su vida o a tener malos hábitos que podrían no ser de tú agrado. Gaara se siente engañado porque su ideal de Lee no era lo que pensaba.)

—Gaara... —murmura —lo siento... —frunce el ceño —perdón, yo no...

De pronto un ronquido estrepitoso me sorprende de sobre manera, lo puedo ver con una burbuja de saliva sobre su boca y no puedo evitar mi risa que llega en carcajadas sobre sus palabras y acciones; hablando dormido, Lee siempre es tan sorpresivo.

— ¿Um? —se remueve en la cama.

Adormilado se gira en la cama tallando sus ojos aun cansados por la profunda siesta que se ha dado, pero al verlo enfocarme en la habitación recibo su mañana con una sonrisa que lo hace expandir la suya para incorporarse con ánimos abrazándome sin aviso, un poco sorprendido solo lo abrazo con fuerza aferrándome con cariño a su ropa mientras la sensación de hormigueo en mi nariz me hace pasar las lágrimas directo.

—Yo solo... um... —aprieto mis palmas —lo siento —alejándome de su toque limpio mis lágrimas —solo estoy... un poco confundido —le dedico una leve sonrisa —me tomo un poco por sorpresa, eso es todo... —suspiro sonriendo con más calma —hoy tengo el día libre, ¿Te parece si luego de tomar un baño vamos a casa?

Su mirada me examina con duda y preocupación, pero solo da un asentimiento para acercarse y secar mis lagrimas con cuidado, nuevamente me toma entre sus brazos y esta vez ya no me sorprende tanto nuestra unión así que solo recibo más calmado su acción.

[Cuarto de baño, Lee]

Suspirando tomo el jabón de baño consiguiendo atraer su mirada que me sonríe con levedad.

— ¿Estas cansado? Yo debería ser quien este cansado —bromeando se acerca y toma mi shampoo —déjame tallar tú espalda y cabello.

Sonrío sin tantas ganas hacia él, pero aún se acerca con una sonrisa más animada sentándose detrás de mí para comenzar a hacer deslizar el agua caliente por mi cabello mientras su mano se adentra con suavidad entre mis mechones mojando todos y cada uno de ellos... Soy un desastre, ¿Cómo pude tener un hijo sin saberlo? ¿Cómo paso aquello?... ni siquiera lo recuerdo bien... aquella noche...

Sus manos viajan sobre mis hombros y mis ideas se disipan tal luz de un rayo, cerrando mis ojos exhalo un suspiro mientras pongo toda mi concentración en el toque de sus manos sobre mis hombros... ahora solo puedo recordar sus palabras, aquel comentario sobre mi cambio de actitud.

—Quizá... —pronuncio a lo bajo.

— ¿Um? —sin comprender me cede la esponja y vuelve a tomar asiento a mi lado para seguir con su ducha.

—Digo que... quizá es porque me emociono de tenerte, es decir... —nuestras miradas se cruzan —esto es vergonzoso, pero... —bajo mi mirada —cuando te miré tan decidido tan solo quería... tomarte con todas mis fuerzas.

Dejando de tallar mi pecho vuelvo levemente mi mirada hacia su rostro sorprendido que no se aparta de la pared entre su creciente enrojecimiento, su mirada vuelve sobre mí mostrándome su completa vergüenza mientras sonríe de forma tierna e insegura.

—Yo... supongo que... debo sentirme halagado.

Emocionado sujeto su barbilla para atraer su rostro al mío, luego de nuestro beso él aprieta sus labios saboreándolos y al segundo vuelve a ducharse; Es increíble como Gaara ha soportado todo esto, él a aceptado cada uno de mis problemas por querer estar a mi lado... las palabras de Guy sensei no pueden evitar venir a mi mente, fue luego del rechazo de Sakura en mi juventud.

"No hagas de esto algo grande Lee, ya vendrá una persona que te acepté tal cual eres, ¡Aún eres joven para buscar el amor! ¡Confía en mí, vas a conseguirlo!"

Sonriendo ante aquel recuerdo termino de enjuagar mi cuerpo para seguir a Gaara hacia la tina de baño, él me recibe detrás suyo para enseguida recargar su cuerpo del mío mientras peina su cabello hacia atrás con sus manos, mis manos se deslizan por su cintura haciéndolo estremecer, pero no se rehúsa a mi abrazo sobre su cuerpo así que me inclino animado hasta besar su mejilla y descansar sobre su hombro.

— ¿Te molesta? —cuestiono muy relajado —cuando cambio de actitud.

—... No realmente... yo quisiera preguntarte —su mirada viene dudosa —... sobre Metal, ¿Qué piensas hacer?

—Bueno... —rasco levemente mi mejilla —quisiera hablar con él, no puedo ocultarle mi error y solo hacer cargar a mi hermano con la culpa —suspirando hecho mi cabello hacia atrás.

—Deberías esperar hasta que tu hermano venga, yo creo que serpa mejor hablarlo primero con él, —sujetando mi mano entrelaza nuestros dedos —si dicen que es un mujeriego tal vez... realmente sea su hijo, aunque si es tuyo... —sonríe —deberíamos pensar en la forma de decirle a Metal la verdad —separándose de mi piel me mira con una sonrisa tranquila —estoy para ti Lee.

Asintiendo solo lo atraigo por el brazo para volver a la posición en la cual estábamos, mojando su espalda termino recostado sobre su hombro mientras él acaricia mi mejilla con suavidad.

[Centro de Suna, Gaara]

Mi sonrisa se expande al mirar a los niños escoger ropas del bazar con mucho entusiasmo, Yodo se encarga de buscar algunos conjuntos para Metal y Shinki que tranquilamente solo miran de lejos caminando al lado del otro mientras observan las cosas, por otra parte, Araya observa atentamente todo el lugar mientras yo me acerco a una tienda mirando una blusa rosa de hombros descubiertos.

— ¿Qué te parece este color Yodo? —tomo una prenda blanca — ¿O prefieres este?

Dejando de mirar las prendas que escogía me mira algo dudosa de mis gustos y finalmente apunta un mismo modelo, pero de un color rojo intenso, sin dudarlo la pido enseguida. Con las compran en mano siento a Lee abrazarme de pronto por el hombro mientras sonríe animado.

—Los niños quieren algo para picar —hace señas a su boca — ¡Además yo también tengo hambre!

Divertido seguimos hacia un puesto de comida, los niños bromean junto a Lee mientras de vez en cuando algunas personas se acercan para saludarme o pedirme consejos sobre algunas cosas, aunque la mayoría sabe mantenerse al margen ya que me ven pasando el día con mi familia. Todos pidieron su comida y una vez nos dieron nuestro pedido partimos a nuestro hogar. Los niños cada vez se encuentran más animados, aunque... Araya sigue manteniéndose un poco alejado, en especial en los lugares con mucha gente, apenas salimos a las calles puedo ver al pequeño sobre un edificio saludando con tranquilidad.

— ¿De verdad lo dejarás seguir haciendo eso? —se acerca entre un susurro —si sigue de ese modo, eso podría convertirse en una enorme debilidad —subiendo la mirada lo saluda ocultando su preocupación.

—Lo sé, pero no quiero forzarlo... solo contigo fue difícil hacerlo salir.

Con un asentimiento más tranuilo se adelanta tomando a Metal sobre sus hombros, Yodo sonríe con tranquilidad llevando sus manos a los bolsillos de su sudadera mientras Shinki disminuye su andar para quedarse a mi lado.

—Entonces volvamos cuanto antes a casa y preparemos algo bueno que comer, ¿Nos ayudarás en la cocina Yodo?

Ella asiente con una leve sonrisa y solo seguimos nuestro camino con tranquilidad hasta que Araya cae de los tejados al encontrarse con una persona en una ventana que causa sus nervios haciéndolo caer lleno de vergüenza.

Lee me mira, pero no dice nada, se muy bien que eso se convertirá en un problema para que él se convierta en un buen ninja, pero no creo ser quien para exigirle cambiar algo de un día a otro, además creo que los miedos se superan poco a poco, no forzándolo a ello.

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Bien, creo que estoy metiendo mucho relleno, pero esto como que esta fluyendo solo... No lo se, solo... Así me guían mi mente y mis dedos a escribirlo, pronto conoceremos al hermano de Lee, vamos a ver que onda con ello.

Gracias por Leer hasta ahora.

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