Capítulo 21

Editado: 04/ 03/ 2021

Descanso.

[Residencia Lee, Gaara]

Entre un suspiro acaricio los negros cabellos del pequeño Metal que se mantiene ocupado jugando un videojuego sentado en mis piernas, de reojo veo a Shinki que se quita el delantal en la cocina para ponerlo sobre la barra.

—Padre, el té ya está listo, ¿Quieres que lo sirva?

—Um... —sale de la ducha viniendo con prisa —no te levantes Gaara, ya voy yo a servirlo.

El avanza con una sonrisa hacia la cocina, su cabello aun escurre un poco, pero el agua termina sobre la tolla en sus hombros mientras porta una camiseta y un short suelto. Kankuro y todos han insistido en que me quede un tiempo mas en Konoha, y además, con Shinki herido era imposible partir a la arena así que accedí a sus palabras, desde entonces todos han venido a comprobar mi estado y el de mi hijo; Shinki logro salir al tercer día del hospital gracias a que Sakura había puesto todo su esfuerzo en curarlo... y luego de eso me entere de que Lee le había pedido a Temari que lo dejara cuidarnos, mi hermana accedió así que desde entonces hemos estado en su casa bajo su cuidado.

Dejando mi libro de lado puedo verlos platicar muy amenamente en la cocina, ya no es un secreto el hecho de que Lee le agrada mucho a Shinki, y no solo por el hecho de haberme rescatado y de haberlo ayudado, él realmente le agrada; suspirando regreso mi mirada al sofá... los niños han estado durmiendo juntos en la habitación de Metal, y Lee... él se aferra fuertemente a mí cada noche, no puedo imaginar el dolor y la preocupación cuando no me encontró en aquel desastre lleno de sangre... yo me supongo es diferente el sentimiento de no encontrarme y no encontrar a Shinki, es algo incomparable para cada persona... el temor de pensar que quizá nunca más volverás a ver a esa persona, que nunca más la escucharás o la sentirás a tu lado. Tragando saliva me percato de la mirada de Metal sobre mí, el pequeño se ha recostado contra mi pecho mientras continúa jugando y ganando en su videojuego aun sin verlo, sonriendo con calma lo hago calmarse y volver a bajar la mirada.

—Ya no falta mucho para mí cumpleaños, —vuelve a subir su mirada para verme —para entonces... ¿Ya viviremos todos en Suna Gaara San?

Sonriendo me inclino abrazando su pequeño cuerpo y observando sobre su cabeza como juega, parece ser que va a fingir no haberme visto perdido en mis pensamientos.

—Um... no puedo afirmar nada Metal, todo depende de cuando el maestro de tu padre regrese a la villa.

Shinki y Lee salen de la cocina entre sonrisas y dejando en la mesa de centro el té junto a unas galletas recién horneadas, Lee sirve el té en mi vaso.

—Aquí padre.

—Gracias —sonrío.

Metal se quita de mi regazo para dejarme sentar correctamente en el sofá mientras que Lee me tiende el té con una sonrisa, agradecido inclino levemente mi cabeza mirando como Shinki toma asiento a mi lado tomando mi libro en manos mientras comienza a leerlo en voz alta; por alguna razón, a pesar de que Shinki fue el que salió mas herido todos parecen mimarme.

Llegada la tarde Shinki se ofrece a ir con Metal a pasar el rato en el parque central, y aunque me parece un tanto extraño por sus repentinas ganas de salir, se lo permito ya que parece muy tranquilo en Konoha, y aún más alrededor de Metal.

—Hace rato que estás perdido en tus pensamientos, —suspira dejando unos papeles sobre la mesa —los niños lo han notado y ambos están preocupados por eso... —se levanta de su sofá para acercarse a mi oído —como yo.

Sonriendo le hago espacio en el sofá permitiéndole quedar detrás de mí mientras dejo mi libro en la mesa de centro, su cuerpo detrás de mí se aferra al mío abrazándome por sobre mis brazos mientras se esconde en mi cuello.

—Lo siento... —menciono tranquilo —es qué... aun tengo algo de miedo.

—Yo también tenía mucho miedo... pero estas bien, y Shinki también.

Su tierna cara sonriente se inclina a mi lado haciéndome imposible el resistirme a acariciarlo con dulzura y acercarme a sus labios... una y otra vez comenzamos a probar nuestros labios en un intento de comprobar que seguimos juntos, que esta es la realidad que nos azota, una realidad llena de calor, de amor... la electricidad recorre mi cuerpo y su calor me... hace volverme un poco loco; con su mano en mi cintura termino alejándome gimiendo lejos de sus labios.

— ¡Mngh! —cubro mi boca avergonzado.

Con la respiración agitada me incorporo de rodillas en el sofá para tomar asiento a horcajadas sobre su regazo, sus manos no dudan en aferrarse a mi cintura y con una leve sonrisa acaricia mi mejilla causando mi desespero... mis ojos están empañados del calor, y entre mi desesperación me acerco a sus labios abrazándome a su cuello. Una y otra vez nuestros labios se unen entre sus dudosas lamidas que no se atreven a entrar en mi boca, de pronto me atrae mas contra su cuerpo, su mano en la línea natural de mi espalda poniendo presión mientras la otra se aferra a mi pierna dudosa de subir mas o no... entre sus suspiros desliza sus labios sobre mi cuello comenzando a besar y succionar, a morder, a obtener mis incesantes suspiros llenos de placer... tenerlo de nuevo.

— ¡Gaara!

Un grito se adentra en la habitación causando la sorpresa de ambos, y... su alejamiento ante la voz clara de mi hermana. Apretando los labios dudo un poco de levantarme, realmente quiero seguir... realmente quiero...

—Solo... —nervioso me incorporo —solo dame un segundo.

Sonriente acaricia mi mejilla —No te preocupes demasiado —levantándose arregla mis cabellos —de cualquier forma, los niños podrían regresar en cualquier momento, voy a... —se inclina al suelo —recoger un poco, deberías invitarla a pasar.

Con una sonrisa algo desanimada doy un asentimiento que lo hace sonreír, y vencido avanzo hasta la puerta exhalando un suspiro antes de abrir; detrás de la puerta mi hermana sonríe mostrándome una tarta en manos.

— ¡Ey! —abrazándome se aparta sonriente y despeina mis cabellos — ¡Hermanito!

Sin mas Temari se adentra en la sala sin darme tiempo de detenerla, frustrado cierro la puerta para volver adentro y mirarla abrazar a Lee como saludo, ella sonríe tomando asiento en el descanso del sofá y haciéndome señas para tomar asiento a su lado... enfadado sigo su pedimento tallando levemente mi rostro para evitar su mirada.

— ¿Qué querías Temari?

—Oh, bueno... —observa a Lee algo dudosa.

Lee solo le sonríe encogiéndose de hombros a lo que suspiro por lo bajo regalando una amplia sonrisa a ambos.

—Mmm... —musita dudosa poniéndose de pie —venía a pedirles prestados a los niños, —sonríe —hoy estoy ayudando a Hinata con los chicos y pensé que sería bueno llevarlos a ellos también —uniendo las palmas busca la aprobación de Lee —un día en el lago saben, suena bien —busca mi aprobación — ¿No? —nos mira a ambos —si quieren hasta podrían venir ustedes, ¿Qué dicen?

— ¡Suena genial! —Expresa animado abrazándola por el hombro — ¡Claro que puedes llevar a Metal!

Y ahí esta el siempre habitual animo de Lee... veo a ambos regresar su mirada sobre mí a lo que solo doy un asentimiento tratando de ocultar mi inquietud y disgusto aun presente por la interrupción.

—Mientras Metal vaya Shinki lo acompañará —poniéndome de pie suspiro —pero realmente no tengo ganas de salir hoy.

— ¿Ha? —preocupada se acerca — ¿Te sientes mal?

— ¿Te encuentras bien Gaara? —se acerca igual de preocupado sujetando mis brazos.

Las manos de ambos viajan por mi rostro en un intento de comprobar mi estado, así que solo trato de tranquilizarlos rápidamente diciéndoles que no es nada, pero aun así ellos se unen y entre ellos comienzan una charla sobre mí mientras yo me pongo en marcha para arreglar las cosas de los niños. Una vez le entrego las cosas a mi hermana ella solo toma todo y se despide dispuesta a ir por los niños; exhausto me dejo caer en el sofá mientras Lee sigue despidiéndola en la puerta, él vuelve con una sonrisa en cara y toma asiento a mi lado en el sofá.

—Y entonces... ¿Qué tienes? —incorporándose busca mi mirada —Guy sensei me enseñó algunos remedios caseros que puedo elaborar ahora mismo, solo necesito saber que es lo que te duele.

Se que Lee es de este modo así que simplemente suspiro y vuelvo a subir a horcajas sobre él, aun entre su duda y el intento por comprender lo que sucede me sostiene permitiéndome hacer lo que quiera... avergonzado desvío la mirada mientras me acerco a sus labios, sus labios me siguen por un rato, pero termina alejándome por las mejillas entre sus dudas, nuestras miradas se encuentran.

— ¿Qué pasa Gaara?

Mientras veo sus ojos negros puedo sentir mis lagrimas fluir cristalizando mi mirada en un segundo mientras mi garganta se cierra a causa de un inmenso nudo que me causa un dolor increíble; agachando la mirada, limpio mi rostro tratando de recomponerme y quitar el dolor que cierra mi voz.

—Tenía miedo de no verte más... —sollozo a duras penas —de no ver a Shinki y Metal... —trago grueso admirando su rostro —tenía miedo de perderlos.

Su mirada comprensiva aparece y con prisa me abraza dejándome descansar sobre su hombro, a pesar de que mis lagrimas fueron pocas al confesarlo él se aferra a mí de este modo que dice que... comprende mi dolor; me sostengo con fuerza de su cuerpo y finalmente ambos suspiramos al mismo tiempo, no puedo evitar mi sonrisa al mirar como casi pensamos del mismo modo.

—Yo también estaba muerto de miedo, y odio... —musita —pensé que si veía a esos tipos que hirieron a Shinki yo... —sus manos tiemblan y puedo oírlo tragar grueso —los mataría sin piedad.

Dudoso ante su forma de hablar me separo de su cuerpo mirándolo avergonzarse mientras aparta esa mirada llorosa, su mirada me evita y yo solo sujeto sus mejillas tratando de ver sus ojos, él cierra los ojos y sujeta mi mano con su temblorosa piel... no me deja mirar su rostro por completo.

—Jamás había deseado tanto la muerte de alguien, jamás había deseado matar a alguien por venganza, por odio propio... sé que siendo ninja en aquella época muchos iban a caer por mis manos, pero es distinto —cabecea inseguro —es decir ¡Lo haría por mi villa, por proteger el lugar en el cual vivo! Pero... —su mirada se pierde en la nada —cuando lo miré en el suelo, herido... cuando no te encontré entre aquel baño de sangre y pólvora —sujeta mis brazos —cuando miré aquellos cadáveres... yo quería correr en ese instante, ir tras ellos y matarlos uno por uno sin piedad, —negando aprieta sus ojos y vencido busca mi mirada —son muy importantes para mí, Shinki y tú son muy importantes para mí —suspirando sujeta mis mejillas —yo también tenía miedo, miedo de no volver a verte, pensé... " ¿Y si llego tarde? ¿Cómo veré a la cara a Shinki si Gaara no vuelve conmigo? "... Durante nuestro paso por cada trampa esas ideas venían a mi mente junto a las ganas de acabarlo todo de una vez... —besándome une su frente a la mía —por fin encontré a mi alma gemela ¿Cómo podría vivir sin ella ahora?

Tragando saliva se aferra con inquietud a mí, yo suspiro acariciando su cabello y sintiendo como no puede contener mas sus emociones, poco a poco sus lagrimas fluyen cayendo sobre mi ropa... sin poder evitarlo acaricio su rostro hasta sentir su cabello fundirse con mi piel y entonces nuestra lagrimas fluyen a casi un mismo compás. Sigo aquí, con Metal, Shinki y él, pero... eso no me quita el miedo. Sus manos suben hasta sostener mi rostro mientras mis manos se aferran a su pecho.

—Te amo Gaara, —me mira con seriedad —y sé que no tiene mucho que comenzamos a sentir esto, y bueno... —se desliza por mis brazos hasta tomar mis manos —nos conocemos mas que nada por cartas, pero las pocas veces que hemos estado juntos —sonríe con ternura —sentí que había algo más que solo... la juventud,—suavemente aparta los cabellos de mi frente —existes tú... —delineando mi marca mira directo a mis ojos —y tú eres totalmente "Amor" para mí tú eres todo lo bello, eres... eres mi todo, y yo estoy dispuesto a hacer todo por verte bien y feliz.

La vergüenza invade mi rostro y sin más comienzo por depositar un beso en su mejilla, él sonríe con algo de vergüenza y une su frente a la mía haciéndome cerrar mis ojos para concentrarme en nuestro sentir compartido, pero... cuando mis ojos se abren puedo admirar esa mirada soñadora que muestra siempre.

—Tú también eres mi todo Rock Lee, —suspirando sujeto sus manos —estaba muy preocupado por Shinki, pero en ningún momento dejé de pensar en ti, pensé... que estarías muy preocupado por mí, y me maldije mil veces por no haberte contado que había gente detrás de mí.

Sus ojos se encuentran dudosos hacia los míos, y al separarse exhala un suspiro que me hace sentir un poco culpable.

—Luego de que te fueras... —suspiro inquieto —alguien logro envenenar mi té, —su ceño se frunce con sorpresa — ¡Por suerte teníamos el antídoto! —trago grueso majando la mirada con inquietud —pero nunca encontramos al culpable... la explosión que les dije fue un error, el té, el rapto... —busco su mirada —hay una nueva persona que intenta encontrar la "Paz eterna" y para ello quiere destruir a los Jinchurikis, las bestias, y los Kages que aseguran que estamos a salvo contando con ellos, por eso... fueron tras de mí.

— ¿Por qué no me habías dicho nada? —menciona inquieto.

—Cuando la entrada colapsó no querías marcharte aun cuando intente por todos los medios sacarte... —menciono apenado —si te decía lo del envenenamiento... y los otros incidentes, supuse que no querrías que si quiera pusiera un pie fuera de la torre, mi plan era resolverlo todo antes de venir, pero...

— ¿¡Y aun así decidiste traer a Shinki!? —expresa molesto levantándose — ¿En qué pensabas Gaara? —suspirando al cielo sujeta su nuca con ambas manos — ¡Pudo morir! —decepcionado me mira —pudieron morir...

Inquieto resopla y comienza a regañarme repitiéndome sobre el riesgo que había sido salir de la villa junto a Shinki.

— ¡Lo siento! —grito manteniendo mi vista baja — ¡Yo tampoco pensaba venir! Sabia que era una locura... —cubro mi cara con ambas manos —pero Kankuro dijo que me encontraba tan distraído que... estaba dejando mi rol como Kage de lado, —nos miramos —no podía evitar que mi mente vagara por ratos, ratos en los que las pistas ni siquiera llegaban, pero aun así él pensó...

Me quedo en silencio al sentirlo caer sentado a mi lado, cubriendo su rostro con ambas palmas termina suspirando.

—Realmente esto esta siendo... —descubriendo su cara me mira — "Problemático"

No puedo evitar suspirar tan desanimado como él, su mano avanza hasta sujetar la mía con suavidad atrayendo mi vista a su rostro.

—Es verdad que yo tampoco puedo dejar de pensar en ti... —sonriendo toma una profunda inhalación —anunciaré mi baja como profesor, —Dice decidido levantándose —y alistaremos nuestras maletas —sonriéndome una ultima vez se pone en marcha a los cuartos —saldremos cuanto antes a la arena.

— ¿Qué? —a prisa detengo su andar — ¡No! No es posible, ni si quiera ha regresado tú sensei para que le des la noticia.

—Gaara... —sonríe con tranquilidad apartando mi mano —parece que Temari tenía razón, —acaricia mi frente con la yema de sus dedos apartando mis cabellos —pensamos igual, ni tú quieres que abandone mi vida ni yo quiero que dejes la tuya, pero lo he decidido —avanza nuevamente —y Metal también me ha llegado a preguntar cuanto tiempo falta para que podamos vivir juntos.

Entrando detrás suyo a la habitación lo puedo ver sacar una maleta grande mientras comienza a guardar sus ropas; inconforme y nervioso me interpongo sujetando nuevamente su brazo para detenerlo mientras me pongo delante de la maleta.

—Lee, detente por favor... —suspirando bajo la mirada y al segundo vuelvo sobre sus ojos —no volverá a pasar, regresaremos a Suna y me voy a centrar en mi trabajo, así que... —girándome comienzo a sacar sus ropas —espera a tú sensei y dale la noticias.

—No te preocupes por Guy sensei —expresa tranquilo avanzando a su armario —me encargue de escribirle una carta, él va a comprenderlo.

Tomando mas prendas las deja sobre la cama, entre mi inquietud y molestia aparto sus manos de la maleta para evitar que siga llenándola; él inspira profundo y me mira con decisión.

—Tú vida como Kage conlleva muchos riesgos aun en esta nueva era, —traga saliva —cada día temo que alguien te haga daño.

—Lee... —sostengo su mano —tú sabes que no tengo a Shukaku conmigo, solo tengo un poco de su charkra en mi cuerpo, pero hace bastante tiempo que él me dejo, y ahora ese nuevo grupo es consciente de ello... lo que trato de decir, es que probablemente vengan por Naruto a su tiempo, pero no por mí.

—Naruto puede hacerles frente junto a todos los de la villa —acaricia mi mano —además él no acostumbra salir muy seguido de su oficina —sonríe —será difícil que lo embosquen.

—Lee... —exhalo un suspiro —toma tu tiempo, no puedes simplemente tomar tus cosas e ir tras de mí... Metal...

Su mano sujeta mi mejilla haciéndome cerrar los ojos ante su insistencia, mi mirada baja comprendiendo que es alguien decidido sobre sus decisiones, y esto será una batalla complicada.

—Metal es el mas ansioso de irse, y me creo capaz de dejar lo poco que tengo aquí para ir contigo y Shinki, —vuelve la mirada a su maleta continuando —es suficiente Gaara, quiero ir a tú lado, y sé que Guy sensei lo entenderá, además, él aun tiene a Tenten a su lado.

—Pero... —giro desesperado —tú eres como su hijo.

—Mi sensei lo entenderá.

Su decisión es tan firme que me hace molestar y salir entre mi incomodidad sin él siguiéndome; luego de andar sin rumbo por algunas calles me dejo caer de cuclillas furioso conmigo mismos; no quiero hacerlo marcharse tan pronto de Konoha, su sensei no ha vuelto, sus amigos, Metal...

— ¿Gaara?

Subiendo la mirada me encuentro con la sorpresa que llena el rostro de Hinata, me levanto a prisa abrazándola... y al abrir mis ojos puedo ver a los niños venir detrás de ella, apenado me alejo limpiando mis lagrimas para tratar de actuar normal, pero Temari, Shinki y Metal ya acuden a mi lado completamente preocupados.

—Padre —menciona preocupado sujetando mi mano.

— ¡Papá! —se abraza a mi pierna buscando mi mirada.

Negando cubro mi boca mientras ambos se aferran a mí —Estoy bien niños, es que... —frotando mi rostro limpio mis lagrimas —yo solo... extraño a Kankuro saben... —sin creerme solo me abrazan.

—Ha... —me mira dudosa —Hinata, ¿Qué te parece si luego te alcanzo?

—No te preocupes, —observa a los pequeños —vamos niños, es hora de ir a casa.

Avergonzado bajo la mirada, Shikadai, Boruto y sus amigos han visto a un adulto en tal vergonzoso estado; Metal me mira aterrado ante mis lágrimas, y Shinki me abraza a pesar de nunca hacerlo.

—Niños... —sujeta sus cabezas llamando su atención —vayan con Hinata, necesito hablar con mi hermano menor, ¿Pueden dejar que me encargue de él?

Inseguros me miran, Shinki me examina por completo con su mirada y enseguida suspira pidiendo la mano de Metal que, aunque dudoso, lo sigue en su andar. Apenas se marchan Temari me abraza con fuerza y sim ninguna resistencia acepto el tacto.

— ¿Qué ha pasado ahora? —suspira acariciando mi cabello —si ese idiota te onligo a algo... o si acaso llego a traicionarte ¡Yo misma me encargaré de...!

—No es eso... —expreso con la voz rota —él quiere ir a vivir conmigo en Suna.

— ¿Qué dices? —cuestiona dudoso alejándose para mirar mi rostro —eso no es... no es malo Gaara —pensativa me examina —de hecho, es... bueno... pues es... es bueno.

—No lo es, —expreso con enfado —por todo este desastre él se esta apresurando a dejar la aldea.

—Gaara, —suspira dejando caer su mano en mi hombro —si lo hace es porque te ama, es porque le importas mucho mas tú —cruza sus brazos —que cualquier cosa, además... —exhala un suspiro —hombre, parece que aquel pequeño esta completamente de acuerdo con la idea de su unión, es decir... lo escuchaste, ya te llama papá y todo... —sonríe divertida —simplemente... no puedo ver el problema en eso hermanito, él quiere vivir contigo por su cuenta, no lo estás obligando ni nada de eso.

Furioso la miro — ¡Temari, su vida está hecha en Konoha!

Sorprendida, frunce el entrecejo — ¡Mi vida estaba hecha en Suna! —mantiene su molestia sin arrepentimiento de sus palabras — ¡Despierta de una vez Gaara! ¡No eres el único que tiene voz en su relación, él también esta preocupado! Por ti... —Dice con seriedad —por los niños y... por la vida que ambos están emprendiendo.

Mi mirada baja ante el regaño de mi hermana, ella nunca me había gritado de tal modo, pero... tiene razón, estoy ignorando a Lee en esta decisión tan importante. Con un suspiro lleva una de sus manos a su rostro y posa la otra sobre su cintura tratando de controlarse.

—De verdad agradezco que sea así, —sonríe suspirando —que hayas encontrado a alguien tan bueno que se preocupe por ti, alguien que tenga en claro que tus responsabilidades son de verdad muy importantes, porque lo son, —sujeta mi hombro —porque en estos momentos de verdad lo son. —asiente mirándome con seriedad —ahora mismo él no esta definido en esta villa, a su equipo le faltan dos integrantes y su familia sigue incompleta... —alejándose suspira —esta dejando atrás algo que solo lo mantiene al aire por poner los pies sobre la tierra contigo, le estas dando un suelo firme el cual puede pisar sin miedo, pero ahora mismo tus miedos pueden crear una brecha Gaara... ¿Cómo crees que se encuentra él en este momento? Luego de que salieras molesto y llorando por una decisión que no solo es difícil para ti.

Siempre intento pensar en lo estaría bien con él, me plantee dejar mi villa y mi puesto para solo venir a su lado... deje de tomar la importancia necesaria a mi trabajo a pesar de que él jamás me pidió hacer eso... deje de tomarme un tiempo y nuevamente me coloque en las vías avanzando sin pensar en lo que ambos queremos. La mano de mi hermana termina en mi hombro mientras sus ojos se muestran comprensivos.

—Ve a ver a ese tipo, —sonríe tranquila —se muy bien que te preocupa como se sentirá dejando su aldea, pero después de un tiempo eso deja de molestar, te lo aseguro, todo mejora apenas ves a las personas que amas y te aman dirigirte una sonrisa por la mañana.

Con una sonrisa en cara solo doy un asentimiento sintiendo como el valor llena mi cuerpo permitiéndome volver a ser yo. Al llegar tomo una profunda inhalación antes de entrar, y al abrir y adentrarme a la sala puedo verlo sentado en el sofá con ambas palmas cubriendo su rostro mientras se inclina sobre sus piernas, ni siquiera intenta mirarme; avanzo hasta quedarme parado a su lado y escucharlo suspirar.

Sus manos se apartan y abre la boca sin subir la mirada —Lo he pensado ya muchas veces... no lo estoy diciendo solo por el momento, —enderezándose suspira —no sabes lo extraño que es sentir esto para mí... no es siquiera comparable con la sensación de ir en una misión peligrosa, en esos casos siempre supe sobreponerme... pero esto —niega —es tan... agobiante, y como diría Shikamaru "problemático"... hable con él y parece ser que también lo pensó, pensó en irse de la aldea para estar junto a su esposa, pero Temari no lo permitió diciendo que su trabajo era mucho mas importante que lo que ella hacia... que sus padres aun se encuentran en este lugar, y... que las únicas personas que la detenían de abandonar su villa eran tu hermano y tú, por eso se tomo su tiempo para dejarlos y venir... —inhalando profundamente se pone de pie y me mira con seriedad —lo único que me detiene en Konoha son mi compañera y mi sensei, una mujer y un hombre que solo desean verme feliz al lado de alguien, —sujeta mis manos —y aunque ahora tengo un hijo, él parece estar muy dispuesto a acompañarme en este viaje, por esas razones estoy tomando esta decisión, yo le hablado con mi hijo y aunque se que es mas pronto de lo pensado... —tragando saliva me mira con firmeza —no hay nada más que me detenga en esta aldea, soy libre de irme Gaara, y quiero irme contigo.

Mis ojos sorprendidos dudan sobre el suelo sin sabes que decir con exactitud, Lee ha pensado las cosas aún mas profundamente que yo... conmovido, limpio las lagrimas que siento en cualquier momento podrían escapar de mis ojos, su sonrisa compasiva me atrapa como de costumbre.

—Te amo Gaara de la arena, y quiero encontrar una familia a tu lado... yo...

De pronto comienza a buscar en su pantalón con algo de desespero al no encontrar lo buscado, mi sonrisa divertida sale mientras comienza a buscar con desespero entre los cojines del sillón, pero entonces parece encontrarlo; tomando mi mano se acerca con una mirada risueña, abre la caja blanca que buscaba con tanto desespero y me deja observar un par de anillos a juego mientras sonríe avergonzado.

—Estuve ahorrando —ríe levemente —un pequeño extra —inhala mirándome —Gaara de la arena, ¿Quieres vivir conmigo a pesar de que nos falté mucho que conocer del otro?

—Claro que sí.

Digo animado para abalanzarme a abrazarlo, el cerrar de la pequeña caja resuena en mis oídos mientras sus manos se aferran a mi cintura haciéndome girar; al bajarme entre nuestras risas acaricia mi mejilla con alegría y se acerca a mis labios robando un corto beso, me mantengo mirando su rostro lleno de ilusión y por igual me acerco a sus labios devolviendo el gesto que él hace seguir con un poco de intensidad; al alejarse toma la pequeña caja abriéndola y saca el anillo para colocarlo en mi dedo y darme el suyo para que yo lo ponga, sonriente lo muestra en alto y con orgullo.

—Estos son algo sencillos —Dice avergonzado —así que si lo quieres así podemos comprar unos mejores luego.

—Estos me encantan —Digo feliz y totalmente perdido en la sortija.

—Bueno, ya que tenemos la sortija —levantándome sonríe ampliamente — ¡Es hora de nuestra pequeña luna de miel!

Divertido me abrazo a su cuello enredando mis piernas a su cintura, por última vez observo hacia la sala donde las maletas se encuentran hechas y listas para partir, pero solo vuelvo la mirada hacia su rostro lleno de felicidad y tranquilidad; me pierdo en su dulce manera de dejarme en la cama disfrutando la vista de su cuerpo expuesto ante mí y siguiendo sus pasos hago cambiar su mirada por una llena de lujuria... recostándose sobre mi cuerpo entrelaza sus dedos entre mi cabello mientras sus labios profundizan nuestro dulce beso.

Pase lo que pase, al lado de Lee sé que estaréfeliz.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top