Capítulo 20.
Editado: 04/ 03/ 2021
¿Dónde?
[En algún lugar desconocido, Gaara]
Despierto ante el dolor mientras un médico Ninja parece curar la herida de mi hombro, su rostro se encuentra cubierto por una prenda blanca así que solamente puedo ver sus ojos... dolido observo alrededor tratando de identificar este lugar que parece una cabaña...
— ¿Por qué estoy atado?
La persona que me cura da un brinco de sorpresa ante mi despertar y entre su retroceso aterrado termina por gritar llena de miedo pegándose contra la pared, tres hombres se adentran a prisa en la habitación apuntándome con sus kunais, dudoso y aturdido observo sus rostros cubiertos como el de la medico Ninja.
— ¿Cuál es el propósito? —intento girar hacia ellos —ustedes... fueron los que me envenenaron, ¿No es así?
—Si —jactándose se acerca.
—Nuestro propósito —avanza apartando al otro tipo —es detenerlos... a ti, a aquel llamado Naruto y Killer Bee... desaparecer la idea estúpida de que son buenos y nos dañaran cuando sus bestias se vuelvan locas.
—Los Jinchurikis entonces... —musito mareado —pero... —parpadeando intento centrar mis ideas —Shukaku hace mucho tiempo que me abandono, solo tengo... una pequeña porción de su chakra con la cual a veces, rara vez, se comunica conmigo... pero él ya no se encuentra detenido en mi interior.
El hombre que me ha contado su plan empuja al otro alejándolo de mí mientras inician una pelea entre susurros, creo que definitivamente desconocían esa información; suspirando recuerdo por fin lo que ocurrió, recuerdo a mi pequeño Shinki huyendo gravemente herido... mi niño...
—Lamento haber matado a sus amigos, —exhalo un suspiro sintiendo el dolor invadirme —pero no iba a permitir que atacaran a un niño inocente, —dudosos se miran y luego vuelve la mirada a mí —no soy peligroso... siempre y cuando no dañen a mi gente, pero... al traerme mataron a mis ninjas, ¿Había necesidad de matarlos para traerme? Pudieron solo noquearlos y raptarme...
Un ninja de cabellera larga entra con el rostro cubierto al igual que todos... me mirá y al instante analiza a su equipo para luego sacarlos del lugar; no me están diciendo nada, no hablan para nada... shinki... espero que estés bien.
* "Gaara, ¿¡muchacho!?"
Cerrando mis ojos comprendo que Shukaku intenta comunicarse conmigo, y al abrir mis ojos puedo verlo frente a mí analizándome.
—Shukaku...
— ¿Estas bien? —se inclina preocupado — ¿Sabes adónde te han llevado?
—No tengo idea, pero sanaron la herida que causó su explosión... no me han contado por completo su plan, y como seguro viste estoy atado de todo el cuerpo, han apartado la arena de mí, solo hay rocas creando partes del suelo... y madera creando la cabaña... —preocupado lo observo — ¿Sabes algo de Shinki?
—No mucho, Naruto dijo que se encontraba en operación.
— ¿Operación? —Digo con el alma en las manos.
—Dijo algo... sobre que perdió mucha sangre... —retiene información agachando su cabeza.
—Pero si... —abrazándome a mi mismo intento creerlo —solo eran... pequeñas heridas en su costado y cabeza... —inquieto busco su mirada —yo recibí el golpe mas fuerte... yo...
—Pues... quizá era mas que eso chico... —musita a lo bajo.
— ¡Shukaku! —expreso alterado — ¿¡Cómo puedes solo decir eso!?
Mis ojos se abren al escuchar la puerta de la habitación abrirse, una chica de tez morena y cabellera rubia opaca se adentra... parece ser de la nube... lo que formaron, es algo peligroso para nuestra unión. Molesto comienzo a removerme intentando soltarme sin importarme el dolor de mi interior.
— ¡Necesito que me sueltes! —Expreso con desespero intentando liberarme — ¡Mi hijo se encuentra herido, necesito salir de aquí!
Ella parece sorprenderse, pero finalmente baja la mirada mientras yo sigo intentando liberarme moviéndome con desespero sin poder encontrar la más mínima gota de salvación a estos amarres.
— ¡No van a lograr nada! —Digo enfadado — ¡Se están metiendo con los Junchurikis más poderosos! —la observo con rabia — ¡Naruto y Bee los matarán en un santiamén!
Con total miedo en su mirada se pone a temblar sin control y sale despavorida. ¿Hace cuanto que no veo a alguien con tal odio? Solo... solo quiero ver a Shinki, quiero... estar para él... quiero... los compañeros de la chica entran con ella detrás suyo, uno me sujeta por las cuerdas mirándome de frente y retándome firmemente con su mirada; yo sonrío furioso manteniendo nuestra lucha.
—No saben lo que están haciendo... ¿¡Cuál es realmente su maldito propósito!? ¿¡Matar inocentes!? ¡Mi hijo apenas y tiene cinco años malditas basuras!
Arrojándome contra el suelo se acerca a su equipo volviendo a susurrar; es imposible liberarme, estas sogas están muy bien amarradas, no puedo liberarme.
—Nuestro propósito es acabar con esos monstruos y su falsa promesa de paz hacia la humanidad, sinceramente... —ríe — ¿Qué nos garantiza que esos malditos monstruos nos defenderán si inicia otra guerra?
— ¿Quién lo hace? —rio divertido —Lo hace el hecho de que justo ahora, y cuando los capturen por hacer esto, Naruto los dejará vivir... ellos no están aquí para lastimarnos, a menos que nosotros mismos lastimemos a nuestros iguales... los únicos dañinos son gente como ustedes que lastiman a otros sin razón.
El tipo duda con la mirada, pero una voz detrás suya lo distrae, es la risa de un joven que se separa del marco de la puerta para dirigirse a mí.
—Pero Lord Kazekage, en su tiempo usted mato a muchos inocentes sin temor ni pena.
— ¡En mi tiempo la bestia de una cola me controlaba mas de lo que yo podía controlarlo a él!
—Ese es el tema Kazekage Gaara, —se acerca erguido —esas bestias se pueden revelar en cualquier segundo.
—Esas "Bestias" ¡fueron creadas para protegernos!
—Pues luego de tanto daño —se pone en cuclillas —nunca lo noté, —comienza a acariciar mi cara —las pequeñas e insignificantes muertes no son nada comparado a la paz eterna.
—Esa idea estúpida —niego divertido —es la misma que llevo al mundo a ser casi destruido por Madara y Obito... tememos de tantas cosas —observo al grupo —y lo primero que sabemos hacer es ponernos agresivos hacia ellas en el primer momento que nos incomoda... —me dirijo a él —queremos destruirlas sin tratar de comprenderlas. —él ríe desviando la mirada —he vivido con Shukaku toda mi niñez —los ojos de su grupo atienden a mis palabras —me amenazó toda mi niñez con quitarme la vida, pero a una corta edad por fin pude entenderlo... su comportamiento es diferente, pero a pesar de todo quería eliminar el odio entre la raza humana, los hombres que atacaban a otros hombres.
—Como si fuera a creer eso, —Dice molesto —la chica nos dijo que tu hijo estaba herido... ¿Lo viste o... hablaste con la bestia?
— ¡Esta hospitalizado por culpa suya!
Aun ante mis palabras enfadas el hombre sigue riendo, esa sonrisa despiadada tan parecida a... la mía tiempo atrás, ese chico... ¿Realmente quiere protegernos o... solo busca venganza y una forma más sencilla de tomar el control? Es seguro que este es el líder.
—Habló con la bestia, —asegura mirando a su gente —será mejor dejarlo aquí, los de la hoja han estado preguntando por la villa.
Mientras todos salen comienzo a moverme desesperadamente lleno de molestia mientras trato de buscar algo en la habitación con lo que lograr liberarme; al borde de las lagrimas solo puedo pensar en Shinki, mi pobre niño... lo lamento tanto, papá no ha podido estar contigo. Continúo intentando soltarme mientras Shukaku sigue disculpándose por no poder ayudarme.
[Aldea de la cascada, Lee]
Salimos cuanto antes de la aldea, y después de informar a los demás nos encontramos regresando por sobre el túnel; todo era falso, jamás pasaron por ese túnel. Ahora nos dirigimos a una cabaña que los aldeanos mencionaron estaba en los alrededores de túnel; al llegar nos miramos igual de preocupados y tomando sus Kunai Temari da un asentimiento para darme la entrada, ambos nos adentramos con la guardia en alto mientras nos damos la espalda para cubrir cualquier punto ciego, avanzamos por los pasillos y Temari decide adelantarse abriendo puertas de su lado en busca de los culpables... por mi parte hago lo mismo, abro las puertas que se cruzan frente a mí hasta... encontrarlo. Con el corazón en la mano avanzo con prisa hasta él y lo abrazo con fuerza, se encuentra llorando y completamente atado, suspirando comienzo a liberar su cuerpo.
—Lee... —menciona entre su llanto —Shinki...
Sosteniendo su pequeña cara niego con una leve sonrisa haciéndole comprender que el pequeño esta bien, aunque no tengo completa certeza de esa información no quiero preocuparlo, y, sobre todo, yo deseo que sea de ese modo. Con prisa tomo mi kunai soltando las sogas faltantes, apenas se encuentra libre se aferra a mí tanto como yo a él.
—Yo no pude si quiera protegerlo —Dice a duras penas escondiéndose en mi pecho.
—Gaara —acaricio su cabello —lo hiciste, —acaricio su mejilla alejándolo —mire restos de tu ataúd de arena, eso lo ayudo a huir... —suspirando acarició su hombro —además... estabas herido cariño.
Decaído comienza a llorar de nuevo, sujetándolo a mi cuerpo le ayudo a ponerse de pie mientras llamo a Temari que viene con prisa y casi cayendo, ella se detiene en el pasillo mirándolo con una leve sonrisa.
—Ey... Gaara...
Con prisa lo abraza contra su cuerpo permitiéndole desmoronarse en llanto mientras le da algunas palabras de apoyo. Apenas Gaara se separa de su cuerpo me acerco adentrando mi mano entre sus cabellos mientras sujeto con delicadeza su mano.
—Tenemos que volver —Digo atento a su mirada.
Suspirando sujeta nuestros brazos —Los chicos de Suna se encargarán de informar más tarde sobre este lugar —nos mira —Kiba y Shino seguro se quedan a verificar todo...
Ante el asentimiento de Gaara salimos del lugar con calma, y al estar afuera comenzamos nuestro camino bajo los arboles mientras de vez en cuando intento tocar su mano, él intenta sonreír sin lograrlo por completo, parece muy preocupado.
Apenas volvimos a la villa tomamos camino directo al hospital recibiendo rápidamente la noticia de que Shinki había salido de cirugía y había despertado, y que Metal le hacía compañía en su respectivo cuarto; apenas Gaara entro el pequeño le dedico una amplia sonrisa que lo hizo negar culpable, tomándolo en brazo un y otra vez le pidió disculpas... Shinki negaba divertido pidiéndole que saliera a tranquilizarse, y como todo un adulto me agradeció por traer a su padre con bien, me acerque aliviado y despeinando su cabello me atreví a abrazarlo para luego dejar a Metal cuidando de él. Al estar en el pasillo puedo ver a Gaara encogido entre sollozos mientras se aferra a si mismo, con un suspiro me pongo de cuclillas a su lado para mirar sus ojos llorosos, sus labios partidos y temblorosos... él traga grueso y solo se deja caer de rodillas para esconderse entre mi cuerpo tratando de recomponerse, pero sus lagrimas solo fluyen con mas fuerza causando mi dolor... me aferro a su cuerpo tanto como él se aferra a mí, y sin poder evitarlo mis lágrimas fluyen por igual. Sentí que lo perdía, que nunca más volvería a verlo sonreír... que... nunca más podría tenerlo a mi lado; con la voz rota sujeto su cuerpo contra el mío repitiendo su nombre con dolor, sintiendo su respiración en mi pecho y su cabello contra mi rostro... dos adultos llorando en los pasillos del hospital... creo que es algo que realmente llama mucho la atención.
—Lee, Gaara... —nos mira soltando un suspiro —hermanito, tengo que ir a dar mi reporte... —sujeta su nuca inquieta —ya dejen de llorar ambos, deben recordar que ustedes son los adultos y hay dos niños allá dentro que los necesitan.
Ante las palabras de Temari nos tragamos nuestro miedo por no volver a vernos y entre mi sonrisa sujeto su mejilla haciéndolo sonreír por igual, ambos nos ponemos de pie limpiando nuestras lágrimas y con su mano tomando la mía nos adentramos a la habitación donde los niños dejan de reír para dedicarnos una tranquila sonrisa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top