Capítulo 2

Editado: 04/ 03/ 2021

Te ayudaré.

Removiéndome levemente en la cama, puedo sentir un pesado brazo sobre mí... y entonces el recuerdo de la noche anterior me llega, es verdad... la otra noche Metal entró en la habitación, pero no solo es su pequeña mano la que me rodea.

Al abrir los ojos me encuentro con el rostro de Lee muy cerca del mío, parece mas relajado, más tranquilo... pero mi corazón por otra parte no puede evitar alterarse al igual que mi estómago, él se encuentra tan cerca de mí, su respiración... esta tan cerca que puedo sentirla, mi cabello se mueve por ella... anoche él lloro bastante, aún puedo notar las lágrimas pintadas sobre sus mejillas. Suspiro entre el sentir de sus manos aferrarse a mi cadera, Metal por igual se acerca aún más aferrándose a mi pecho, y yo solo puedo sonreír, jamás había sentido algo como esto, jamás... había tocado a alguien por la mañana al despertar en mi cama. Suspiro algo atontado deslizando mi mano desde sus nudillos hasta el musculo de su brazo y siguiendo hasta su mejilla, yo jamás había... visto a Lee de esta forma... mi corazón late con fuerza justo ahora... yo...

— ¡Lee, Metal! ¡es hora de levantarse!

La puerta de la habitación se abre y yo alejo mi mano rápidamente de la mejilla de Lee mientras ambos se levantan con pereza abriendo los ojos, yo me incorporo ante sus similares movimientos y no puedo hacer más que sonreír hacia ambos.

— ¿Durmieron todos juntos? —se adentra preocupada — ¡Pero! ¿¡Cómo se te ocurre Lee!? ¡Gaara debió dormir completamente mal!

—No —la detengo —está bien Tenten, no dormí mal... —observo a ambos —pero necesito ir al cuarto de lavado un segundo...

Me levanto pasando sobre Lee y observando sus miradas dudosas sobre mí, ambos adultos lo hacen, pero apenas salgo de la habitación puedo escuchar como Metal pide el desayuno; sujetando mi pecho entro al cuarto de baño y abro el grifo para mojar mi rostro y tratar de recomponerme, lo que hice antes...

Al salir del cuarto de baño me encuentro con Lee en el pasillo, él rasca su nuca avergonzado mientras se gira hacia mí, puedo escuchar el ruido de risas animadas en la sala mientras nosotros permanecemos en un incómodo silencio.

—Yo... —me mira avergonzado —lamento mucho lo que te mostré anoche...

Sonriendo levemente sujeto su brazo sin pensarlo tanto —Todos tenemos nuestros días malos, créeme, lo comprendo bien... mucho más de lo que crees.

Su cara cambia a una de preocupación al instante, y sujetando mi brazo con pena se inclina hacia mí. Él puede ser muy lindo a veces.

— ¡Ha! ¡Lamento traerte malos recuerdos! —Dice con prisa.

—Para nada, —niego sonriente —ahora son buenos recuerdos.

Un poco apenado dirige la mirada por el pasillo hacia la sala principal, y de un momento a otro se abraza a mí, su barbilla sobre mi hombro me hace sentir algo inquieto, pero por igual me sujeto a sus ropas.

—Gracias por darme aquel consuelo a pesar de que no te conté sobre lo que ocurría conmigo —Dice más tranquilamente.

—Supongo, —me alejo más tranquilo —que es por lo de ser padre, dicen que no es tan sencillo como se ve, y no parece serlo para ti.

Algo sonrojado rasca su nuca con ánimos para enseguida mirarme.

— ¿Se nota mucho?

— ¡Chicos se enfría el desayuno! —grita al final del pasillo con una cuchara en mano.

— ¡Comida! —Dice con prisa sujetando el brazo de Tenten — ¡Vamos a comer!

Ambos se miran divertidos y de pronto vienen por nosotros, el pequeño me toma de la mano para llevarme a la cocina mientras Tenten me empuja haciéndome andar. El desayuno pasa entre risas, jalones de parte del pequeño a mi persona y leves miradas furtivas de parte de Lee, al terminar de desayunar y alistarnos, salimos todos juntos de la casa, Lee se encarga de subir al pequeño sobre sus hombros y nos desea suerte en nuestro día para enseguida despedirse pues debía ir a cumplir sus misiones del día; por nuestra parte camino al lado de Tenten hacia la torre del hokage.

—Dime Gaara, ¿Realmente no te molesto el dormir con ellos? Metal es realmente muy malo durmiendo, y Lee... bueno —se encoge de hombros divertida —va por lo mismo.

—Tenten, —su mirada viene enseguida —aun cuando parezca que me desagrada el contacto humano, hace bastante tiempo que eso cambio... —la observo con calma —ambos durmieron muy bien.

Un poco preocupada se disculpa enseguida; aun sigue siendo normal que ellos piensen que sigo siendo como antes... aquel chico que los odia a todos, que solo desea sus muertes y... que no desea tenerlos cerca, pero ya no es así, he superado ese tiempo, he conocido a gente buena que me ha hecho cambiar y motivarme a avanzar, y ahora, luego de esforzarme tanto por poder integrarme soy capaz de aceptar el contacto físico con mas facilidad. Apenas entramos a la torre puedo encontrarme con alguien conocido que alza la mano apenas me ve.

— ¡Gaara! —Dice animado.

Naruto no tarda en levantar la mirada para venir con prisa a abrazarme.

—Gaara, —lo alejo un poco —de verdad lamento no haber podido enviar a alguien antes, pero es bueno ver que llegas con bien —me sujeta por los brazos con ánimos.

— ¿Leiste la nota? —cuestiona Shikamaru.

—Si, no te preocupes Shikamaru, —toco su brazo con calma —solo fue una noche, y Lee no es un mal anfitrión, pero antes de iniciar con nuestra reunión —me alejo mirando a Shikamaru — ¿Cómo esta Shikadai?

—Bueno, hablemos de eso mientras subimos —Dice Naruto mientras me abraza por el hombro guiándome.

—Shikadai esta bien, ahora mismo Hinata cuida de él, Boruto y él son muy buenos amigos así que no te preocupes mucho, tengo a quien me ayude a cuidarlo.

— ¡Si! —ríe —que Hinata cuide a los niños es lo mejor, —abre la puerta de su oficina —realmente no quería verla otra vez en peligro, y además, así ella puede poner completa atención en nuestros hijos.

Tanto Shikamaru como yo dejamos de sonreír por un momento, Naruto parece un tanto triste al mencionar el ultimo problema que paso Hinata, pero aun así toma asiento y suspira entre el mirar los papeles de reojo.

—Te he dicho que te tomes unas vacaciones para estar con ellos, —añade arreglando mas papeles —pero simplemente no haces caso.

Rascando su nuca solo ríe algo avergonzado, este siempre ha sido el sueño de Naruto, para él toda la aldea es como su familia, cada persona de este lugar es especial para él, y de verdad se esta esforzando para protegerlos a todos de cualquier cosa que venga, esta dando todo de si hasta dejarse en total cansancio.

—Entonces... —intervengo cruzado de brazos —la roca nos lo ha informado.

— ¡Ha, si! —Dice con prisa algo atontado —La... —espabila tallando sus ojos —Hierba y Sonido también lo han visto.

—Y estamos esperando información de la lluvia y cascada —informa shikamaru mientras apila papeles en su escritorio.

—No puedo creer que aun ahora —menciona inquieto bajando la mirada —haya ese tipo de gente, a pesar de todo lo que hemos hecho por ellos... —aprieta los dientes.

—Pienso igual que tú Naruto, —suspiro admirando la oficina — ¿Bee ha dicho algo?

—Él parece estar tan tranquilo como siempre, pero nos ofreció su ayuda si algo pasaba, —me mira con seriedad —Debemos tener cuidado, lo más seguro es que vengan por nosotros ya que somos los únicos que podemos controlarlos.

—Bueno... —Digo un poco divertido —Shukaku se la pasa dormido y mucho más tiempo a tu lado que conmigo, —Naruto me sonríe —además eres el único que controla a Kurama.

—Sabes muy bien que Shukaku solo responde a ti.

—Lamento interrumpir su plática, pero... ¿Podemos volver al tema principal? —Dice con gracia.

Asintiendo a las palabras de Shikamaru, me levanto tomando camino al ventanal para mirar todo Konoha, todos los avances que se han hecho por mano de Kakashi y Naruto, toda la tecnología.

—No puedo dejar sola mi aldea, —me giro mirándolos —además, si quieren a Temari aquí yo necesito aun mas estar en mi villa.

—Gaara, —suspira entre su sonrisa —eso no es importante ahora, claro que me sentiría más tranquilo de tenerla aquí, —sonríe por lo bajo —pero es Temari, se sabe cuidar muy bien sola, —avanza a mi lado —y sobre todo eres un Kage, no puedo simplemente quedarme viendo mientras estás en peligro, además... —sujeta mi hombro —también eres su preciado hermano menor, si algo te pasará ella me mataría con sus propias manos.

Sonriendo doy un asentimiento para mirarlos a ambos — ¿Qué proponen?

—Que te quedes un tiempo en la aldea, —propone mi cuñado —solo mientras atrapamos al grupo que quiere dañarlos, Sasuke y un grupo de ninjas experimentados les están siguiendo la pista justo ahora.

—También los ANBU están en eso, he elegido a los mejores así que deberíamos poder encontrarlos pronto.

—Bien, mandaré un mensaje a Temari, pero saben que si cualquier cosa llega a ocurrir en mi aldea pienso partir enseguida... sin avisarles.

—Lo comprendo Gaara, —Dice tranquilo abrazándome por el hombre mientras me dirige fuera.

—Entonces, —me dirijo a mi cuñado —me estaré quedando en tu casa Shikamaru, no sería un problema si me dejas a cargo de Shikadai.

Con una sonrisa en cara solo asiente y me despide con la mano mientras se adentra nuevamente en la oficina junto a Naruto. Luego de mandar la carta hacia mi aldea bajó al primer piso encontrándome con Tenten quien aún espera por mí, ella sonríe levemente apenas nota mi presencia.

—No es necesario que cuides de mí todo el día —Digo tranquilamente siguiendo mi camino.

—Sabes que lo es, si un ataque llegará a ocurrir y te vieran sin nadie a tu lado, en una calle solitaria —asiente —seguro que te atacarían sin dudar con el fin de matarte.

—Me creo lo suficientemente capaz de defenderme por mi cuenta Tenten.

—Lo sé, pero son las ordenes que se me dieron, además... siempre puedes necesitar ayuda.

—Aun así, no creo que pase algo ahora.

Me detengo incrédulo de mi andar al poder ver a la lejanía como Metal esta siendo cargado en una porta bebes sobre la espalda de Lee mientras él carga muebles a una casa, el pequeño esta jugando con un avión de papel mientras Lee viaja de un lado a otro con muebles y cajas.

—Eso... —apunto preocupado.

—Oh, es normal —se cruza de brazos mirando la escena —Lee tiene que trabajar de ese modo.

— ¿No sería más fácil conseguir una niñera? —cuestiono mirándola —logre escuchar que Hinata...

—Si, él lo sabe también... —suspira mirándome —pero piensa que es mejor cuidarlo por su cuenta propia, deben conocerse mejor ya que en un principio Metal no... no quería ni verlo.

Mi mirada preocupada regresa hacia Lee, él siempre ha trabajado con una sonrisa sin importar la situación, pero justo ahora... tiene un rostro tan serio, ni siquiera le sonríe a la mujer con la que se encuentra trabajando, solo... parece estar completamente concentrado en su trabajo.

— ¡Um! —me apunta dejando caer su avión de papel — ¡Gaara! ¡Hokage! ¡Hokage Gaara!

Sorprendido puedo verlo agitarse mientras extiende sus manos hacia mí en un intento de alcanzarme, pero sin tener éxito; Lee regresa la mirada confundido hacia el pequeño sobre su espalda percatándose de nuestra presencia, tontamente le dedico una sonrisa y tomo camino junto a Tenten hacia ellos, Lee me mira con sorpresa y finalmente solo baja la mirada con pena dejándome tomar al pequeño en brazos. Finalmente suspira incómodo.

— ¡Lo lamento mucho! —me mira dudoso —Necesito seguir trabajando —observa a Tenten — ¿Podrías cuidarlo un rato?

Tenten lo mira con extrañeza y del mismo modo me observa, yo sonrío sin problema y ella se encarga de asentir al pedido de Lee avisando que estará bien con ello. Comenzando mi camino llego bajo la sombra de un árbol mientras el pequeño ríe entre mis brazos ante las cosquillas que le hago, al menos ríe hasta que beso su mejilla haciéndolo sonrojar de vergüenza.

—Eres realmente lindo —Digo sonriente entre el perderme en su lindura.

—Vaya... —Dice divertida llegando a nuestro lado —Te queda muy bien el ser padre.

—Ha, bueno... —pronuncio avergonzado —Metal es un niño muy dulce, y... —pellizco la mejilla del pequeño —No puedo resistirme a tratarlo así, pero que sea mi hijo ya es una cosa muy distinta.

—Igual —empuja levemente mi brazo mientras toma asiento —yo pienso que serías un muy buen padre.

Sonrío por lo bajo sintiendo la mano del pequeño Metal sobre mi mejilla, él me mira como si yo fuera un ser extraño, pero magnifico, sus ojos negros brillan con la fuerza de su... De Lee...

—Hok... Hokage Gaara —Dice animado.

— ¿Qué es, Metal? —se mantiene mirándome con una sonrisa —Bueno, verás... yo no soy el Hokage, debes llamarme Kazekage pequeño —con una sonrisa pincho su nariz con mi dedo índice —así es como me denominan en mi aldea.

Sorprendido, lo siento saltar sobre mí mientras se enconde en mi cuello, sonriendo con tranquilidad atiendo a su abrazo notando como a la distancia los ojos de Lee se mantienen sobre nosotros aun cuando sigue trabajando, él sigue llevando muebles dentro, y entre cada nueva salida por otro objeto mantiene su mirada sobre nosotros. El rato pasa, y entre las risas de Tenten comenzó a hablar sobre lo difícil que había sido hacer hablar a Metal durante los primeros días, al parecer el pequeño conocía muy pocas palabras y la escritura era un serio problema, además, aun cuando el pequeño comenzó a hablar con mas fluidez volvió a ser muy difícil lograr que le dirigiera la palabra a Lee, el pequeño permanecía en silencio hasta que Tenten hacia presencia, y mientras Tenten me platicaba de eso el pequeño Metal solo se aferraba a mí avergonzado entre el esconderse en mi pecho.

— ¡Bueno! —Dice entre un respiro levantándose de la banca de arena que cree —Iré por unas bebidas y buscaré algún dulce para Metal —pellizca la mejilla del pequeño —vuelvo enseguida.

Doy Un asentimiento mirándola partir entre el tarareo de una canción, mientras que el pequeño en mi regazo jala de mi camisa llamando mi atención, sus ojos brillan con decisión, definitivamente... parece como si fuera el hijo de Lee con esa mirada tan decidida. Tragando saliva dirijo mi mirada encontrándome con los ojos negros de Lee que de un momento a otro muestran tanta sorpresa como los míos, los labios del pequeño ahora están sobre los míos, ante mi sorpresa alejo al pequeño que me sonríe sin malicia en su mirada, pero antes de poder decirle algo Lee llega y lo aparta de mi regazo para abrazarlo mientras da cinco reverencias y finalmente se queda agachado pidiendo perdón, yo solo puedo cubrir mis labios entre mi sorpresa.

— ¡De verdad lo siento tanto! ¡No sé de donde pudo aprender eso! —una y otra vez comienza a inclinarse.

— ¡Televisión! —intenta soltarse del agarre — ¡Lo vi en la... —me mira —Gaa... Gaara es lindo!

Sonrojado solo atino a sonreír mientras me levanto deshaciendo mi banca de arena para detener a Lee por el hombro y arrebatarle al pequeño, una vez en mis brazos beso nuevamente su mejilla acariciando su cabello.

—Tú también eres muy lindo, pero ese tipo de besos —sonrío con dulzura tocando mis labios con mi dedo índice —Solo se le dan a tu pareja, como... novio y novia... ¿Lo entiendes pequeño?

Metal sonríe entre un asentir animado, creo que... ha comprendido lo que le trate de explicar, al menos un poco.

—Creo que tú... eres más lindo Gaara.

Mi mirada sube con sorpresa hacia la sonrisa tan tranquila que se dirige hacia mí, él parece tan calmado aun cuando dijo tales cosas, y yo... yo estoy...

—Tengo que ir... —la sorpresa se muestra en sus ojos — ¡A cobrar mi trabajo!

Asentí aun atontado mirando como se aleja con prisa, creando la banca de arena vuelvo a sentarme totalmente aturdido por aquellas palabras. Poco tiempo pasa para que Tenten regresara, pero ni siquiera he podido dirigirle ni una palabra pues al instante Lee llego apartando a Metal de mis brazos.

—Bueno, Metal y yo tenemos que volver al trabajo, gracias por cuidarlo por el momento...

— ¡De hecho...! —Digo con rapidez —Yo podría quedarme con él por el resto del día, —me levanto —claro, si eso te parece bien.

Sorprendido me mira mientras se saca la porta bebes de su cuerpo — ¿Te estarás quedando en Konoha?

—Lee se ha estado quedando fuera de misiones de rango elevado, así que... —sujeta mi hombro —No tiene idea de lo que ocurre contigo.

— ¿Estas en peligro? —Deduce con rapidez acercándose preocupado — ¿Qué ocurre? Debiste... —la mira con algo de enfado —debiste decirme Tenten, y si... —me mira —y si estabas en peligro tú también debiste decirme, hablar conmigo sobre ello.

Lee parece estar en pánico, y causa el miedo en el pequeño ante su alteración, desviando mi mirada de sus ojos deslizo mi mano por su brazo sujetando al pequeño que comienza a lagrimear, suavemente comienzo a acariciar su cabello tratando de tranquilizarlo, y solo dirijo mi severa mirada hacia Lee.

—Estoy bien, es solo un pequeño problema con un grupo temeroso de los Jinchuriki's que quedamos.

Tenten suspira sujetando el hombro de Lee para llevarlo lejos de nosotros a hablar, con un suspiro comienzo a crear diversas figuras de arena para entretener al pequeño chico que olvidando las preocupaciones de Lee comienza a reír mas animado. Lee no parece a gusto con la información, pero da un asentimiento para después volver con ella.

—Bueno, —sujeta mi brazo —si cualquier cosa llegara a pasar... no dude en llamarme.

—Claro que no pienso hacerlo, —niego con una sonrisa — ¿Con quién dejarías a Metal si ese fuera el caso?

— ¡Hinata sería mi primera opción! —Dice con sinceridad para luego sonreír dulcemente.

—No —insisto divertido —Tenten, —la miro divertido — ¿Puedes quedarte con Metal un segundo?

Ella da un asentimiento para luego tomar al niño en brazos y alejarse un poco de nosotros mientras sus miradas siguen atentas a nuestras caras; tomando un profundo respiro sujeto su hombro y su mirada baja enseguida... decaída... quizá impotente; sintiéndome algo extraño solo sonrío con calma.

—Estoy bien, todo esta bien, —lo miro con seriedad —eres el gran Rock Lee de la hoja —sonrío —El siempre fuerte y confiado, cualquier prueba la pasarás con una sonrisa en cara, así que... vas a pasar esto sin problemas y yo... —divertido retrocedo —me llevaré a Metal esta tarde, ¿Bien?

—... Bien... —Dice atontado —pero lo de Metal...

— Muy bien, me lo llevaré entonces.

Con una sonrisa seguida por su sonrojo me sigue hasta el lado de Tenten, aunque parece dudoso, después de mirarme solo sonríe hacia el pequeño despeinándolo un poco, Metal se mantiene firme al gesto de Lee, ni feliz ni triste de ver a su padre marcharse, y apenas lo pierde de vista solo me mira abrazándose a mí.

Pasa un rato caminando y luego decidimos pasar a visitar a Hinata para saludar a los niños... en especial a Shikadai. Nos quedamos en la casa de Hinata gran parte del día hasta que llego la hora de llevar a Metal con su padre, el pequeño estuvo casi todo el rato a nuestro lado durante el día. Regresamos a casa entre el caminar del pequeño, Tenten fue a conseguir comida mientras nosotros seguimos nuestro camino; yo sostengo las manos de Metal mientras avanzábamos a su paso juguetón.

—Bien, —lo tomo en brazos —es hora de ir con papá.

—No quiero —Dice con prisa aferrándose a mi cuello.

Soltando un leve suspiro lo separo un poco de mi cuerpo para mirar su pequeña carita decaída, yo le sonrío levemente para proseguir con nuestra platica.

— ¿Por qué no quieres? —cuestiono acariciando su mejilla.

—No es mi papá, —Dice con la mirada baja apretando los labios —yo no tengo papá...

—Umm... —lo hago subir la mirada —Pero ¿Quién te cuidaría si no fuera él?

—Tenten, Tenten me cuidaría.

— ¿Tenten? Pero... ella solo te cuida porque es amiga de Lee, aunque no lo veas ella lo ayuda cuidando de ti... —sonrío levemente —Lee se preocupa por ti.

Inflando sus mejillas por su enojo, solo frunce el ceño y al segundo se esconde contra mi cuello evitando que yo vea su rostro avergonzado.

— ¿Tú... me puedes cuidar?

Totalmente enternecido abrazo al pequeño contra mi cuerpo mientras acaricio su espalda —Que mas quisiera, pero no tengo el tiempo para cuidar de un niño.

—Pero mamá no... volverá —Dice con tristeza.

Ante los sollozos del pequeño me apresuro a separar su pequeño rostro para mirarla de mejor modo y secar las lagrimas que empapaban sus mejillas.

—Metal, Lee es una buena persona que te quiere cuidar, ¿Por qué...? —bajo la mirada pensativo — ¿Por qué es que no te gusta?

Bajando la mirada limpia sus lagrimas por su cuenta —Mamá lo busco... y la primera vez que lo vimos... él no quiso cuidar de mí... —se esconde en mi pecho —Luego volvió a buscarlo y... lo golpeó... lo hizo cuidarme, pero se que él no me quiere... no quería cuidarme, pero mamá lo obligo.

Pero... Tenten jamás me dijo que se habían encontrado dos veces... ella solo dijo que esa mujer llego de repente y le entrego a Metal...

—No fue... —Lee sale cabizbajo y con la mirada dolida —exactamente de ese modo Metal —bajando los escalones sujeta el brazo del pequeño —Yo realmente no soy tu padre, soy... —toma una profunda respiración —tu tío.

—No, —apartándose del agarre se aferra a mí —mamá dijo que tú eras mi padre.

—No, lo siento... —sus ojos están vidriosos —ella se confundió, tu padre es... mi hermano, y somos tan parecidos que ella... —la mirada de confusión del pequeño lo detiene —Lo siento, esto es confuso, por ello no quería hablar de esto contigo, aún eres muy pequeño... y no encuentro la forma de explicártelo.

Parece tan inquieto, esta enojado consigo mismo por no poder hablarle, jamás había visto a Lee de este modo; entre su desespero se deja caer en los escalones de la entrada cubriendo su rostro para evitar que veamos sus lágrimas. No lo puedo evitar, tragando grueso hago que Metal se siente al lado de él mientras yo lo acompaño del lado contrario, y aun ante mi nerviosismo sujeto su mano dejándolo descubierto para mirar sus ojos negros llenos de desesperación y lágrimas.

—Lee... —digo con pena.

—Es que yo... —tragando saliva intenta mantener la postura —Gaara, realmente lo estoy intentando, pero... —sujeta mi mano con fuerza llevándola a su pecho —Es imposible, él no me quiere, nunca me verá como un padre o algo similar... —limpia sus lágrimas entre el bajar de su mirada —Y el trabajo, toda esa responsabilidad... solo... solo llegó de pronto y yo...

Ante su desespero y frustración me apresuro a abrazarlo en un intento de calmarlo al menos por un segundo, mi mirada se dirige al pequeño niño que entre sus lagrimas intenta comprender que pasa con estos dos adultos que están hechos un lío. Entre un suspiro me alejo un poco y me acerco a su mejilla en un intento fallido de distraerlo de todo lo que ocurre y le atormenta, pero como resultado solo logro que se aferre con mas fuerza a mí y siga llorando con desesperación.

—Metal... —observo al pequeño con prisa — ¿Puedes entrar a casa por favor? En un momento vamos.

El pequeño me observa sin saber que hacer, se levanta manteniendo sus manos unidas al frente mientras su mirada baja con tristeza, pero aun así asiente y comienza a avanzar hacia la entrada; entre un suspiro me alejo de Lee tratando de mirar sus ojos, pero él regresa y entre su correr se abalanza abrazando a Lee por la espalda.

—Gracias por cuidarme... Papá.

El pequeño corrió hacia dentro con prisa dejándonos completamente sorprendidos, los ojos de Lee comienzan a iluminarse al igual que su amplia sonrisa, su sonrisa incrédula lo hace dejar de llorar.

— ¿Lo oíste? —me abraza con fuerza entre mi asentir — ¡Se escucho tan...!

Aun sin poder creerlo me aleja por las mejillas tratando de buscar la mentira en lo que había pasado, pero solo recibe mi sonrisa que lo hace emocionarse aun más.

—Te dije que el gran Rock Lee puede superarlo todo con una sonrisa.

—Si... —se acerca —puedo superarlo todo....

Mi pecho se altera al sentirlo tan cerca de mí, su respiración choca con la mía ante la poca distancia que tenemos... con la electricidad recorriendo mi pecho y estómago, termino cerrando los ojos y permitiéndole seguir, su mano se aferra a mi nuca y la otra a mi cintura haciéndome acercar a su cuerpo y labios... suspirando, deslizo mis labios entre los suyos repitiendo nuevamente el gesto con un poco de brusquedad, su respiración se vuelve mas pesada y me acerca con más fuerza acariciando mi nuca. Al separarnos de nuestro beso aprieto mis labios saboreando la anterior unión, su respiración es tan agitada como la mía, y hay una extraña sensación recorriendo mi cuerpo... es fría... pero caliente a la vez.

—Lee... —susurro contra sus labios.

—Gaara.

Y nuevamente nuestros labios se unen en un nuevo y profundo beso, sus manos me sujetan con más fuerza que antes y sus labios me siguen comenzando a guiarme con mas deseo, nuevamente esa rara sensación me llena el estomago y pecho mientras su mano roza la piel de mis caderas... no me permite alejarme, aunque... yo no quiero hacerlo; deslizando mi mano por su mejilla me levanto un poco hasta poder morder su labio inferior tomando el control por un momento, de verdad alejarme es lo que menos quiero justo ahora. Mi cuerpo se electrifica al sentir su mano viajar por mi espalda baja dibujando mi espina.

—Chicos... —nos congelamos ante el llamado —Eso... —Dice sorprendida mirándonos —No sabía que ustedes habían —relajándose nos mira con más calma cruzándose de brazos —bueno... esto explica lo de la noche anterior —ríe levemente —aunque si lo pienso bien no podría ser posible si no sabias lo de Metal —me apunta dudosa —aunque quizá fue porque estábamos en la misión y con todo pasando tan rápido Lee olvido...

Dejando de inventarse toda esa historia se queda mirándonos con la duda en su mirada, la mano de Lee aun esta sobre mi espalda y bajo mi ropa mientras mis manos se sujetan a sus hombros; nos miramos y al segundo nos alejamos confundidos y apenados con lo que había pasado entre ambos.

—Bueno, yo creo que... —lo observo de reojo —me tengo que ir... —levantándome evito su mirada —tengo que pasar por Shikadai y... —me encuentro con sus ojos —se hace tarde...

— ¡Oh bueno! Pues yo debería ir contig...

— ¡No! —elevo mis manos deteniéndola —Los ANBU nos han seguido toda la mañana, seguro que lo has notado... —aprieto los labios al mirarlo detrás de ella —estoy bien yendo solo por hoy.

—Pero yo... —insiste algo confundida.

—Tenten, —la sostiene por el hombro —Déjalo ir.

Entre un jugar nervioso con mis manos solo sigo mi camino con mil dudas en la cabeza, yo solo... solo me alejo de él... estoy demasiado confundido, yo jamás había pensado en Lee de esa forma, en... en forma amorosa, yo... es verdad que estoy, que he estado muy cerca suyo, pero... pero no... no lo sé... cuando me beso fue tan... Deteniéndome observo el cielo despejado entre un suspiro, mi estomago se sintió tan raro en ese entonces, frío, caliente, con electricidad, había un huracán en mi interior, y cuando él me sujeto yo... aferrándome a la ropa sobre mi pecho vuelvo a apretar los labios como si el sabor de los labios de Lee fuera a volver a mí.

—Kazekage Sama ¿Se encuentra bien?

Cuestiona un ANBU que desciende frente a mí, sin chistar recobro la compostura para solo asentir un par de veces entre el evitar de su vista.

—Son solo cosas privadas.

—Disculpe Kazekage —avanza con la máscara dirigida al suelo —pero una chica debía estar cuidando de usted durante toda su estadía en la hoja, ¿Sabe dónde se encuentra ella?

—Le he pedido que se tomara un descanso por hoy... Pueden hacerse cargo de mí ¿No?

Todo el grupo retrocedió bajando la mirada, y con un asentimiento solo desaparecieron de mi vista. Como sea... lo que haya pasado, como haya sido... no me molestó, Lee siempre me ha parecido increíble y... pensándolo bien, lo que siento hacia él siempre ha sido diferente de lo que siento hacia Naruto, no sé si sea del modo amoroso, pero definitivamente... sé que no es solo admiración.

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