Capítulo 15

Editado: 04/ 03/ 2021

Nos vemos.

Simplemente no podían retrasar mas tiempo su partida, Shikamaru y Lee tenían deberes en su villa; luego del derrumbe pasamos dos días enteros limpiando los escombros... pero al tercer día tuvimos que despedirlos.

Shinki practica como si fuera cualquier tranquiilo día junto a Araya y Yodo, y por mi parte aun no logro descubrir al culpable, no hay huellas o marca alguna en la escena... nada, ni siquiera puedo encontrar una razón para ejecutar un solo ataque sin más daño que a la estructura, la única idea que teníamos era sobre las tuberías dañadas, posiblemente nos cerrarían el paso y terminarían dañando las tuberías para dejarnos sin agua, pero no fue así... aun así, por precaución mande guardias extras a cuidar las tuberías que mantienen segura nuestra villa mientras nuestros obreros se encargan de reparar el daño en ellas. Exhalando un suspiro veo entrar a Kankuro en mi oficina.

—Ningún guardia vio a alguien extraño... —suspira exasperado —solo vieron y escucharon la explosión.

Esto no tiene ningún sentido, no hay nada como una nota de exigencia, entonces... ¿Por qué harían eso? ¿Acaso realmente es un aviso? Se supone que esas personas que iban contra Naruto y contra mí han sido detenidas, o quizá... ¿Puede ser alguien de la arena? Podría ser sobre el tema de mi relación con Lee, no solo por ser de otra villa, también por ser...

—Quizá... ¿Estarán dudando nuevamente de mí?

Su mirada dudosa sube a mí, y yo solo suspiro levantándome de mi asiento para acercarme a la ventana de mi oficina.

—Una relación de dos hombres, —observo llegar a mi hermano —Suna esta atrasada no solo en tecnología, cosas como esas... —Digo con seriedad mirándolo —no es algo que se vea muy seguido por aquí, ¿Comprendes lo que quiero decir?

—Si... —rasca su nuca entre un suspiro —supongo que lo entiendo, —me mira —pero, ¿A tal extremo? Y en todo caso... ¿No debió haber sido un ataque directo a Lee o a ti? —cuestiona pensativo —Lee es de otra villa, básicamente lo hubieran atacado primero que ha su propio Kage.

Sea como sea ahora tenemos otras cosas que tratar, el problema de las tuberías no era tan pequeño como pensábamos, necesitamos cambiar todas, y el problema radica en que no tenemos almacenada el agua suficiente como para tener semanas enteras de reparación constante.

—Gaara...

Un fuerte mareo me invade y ante mis intensas ganas de vomitar me sostengo con fuerza de la ventana, mis piernas... se sienten débiles... me duele el cuerpo...

— ¡Gaara!

Sin poder detenerme caigo de lleno al suelo apenas pudiendo observar borrosamente la preocupación en el rostro de mi hermano que me sujeta mientras pide ayuda en un grito desesperado.

[Horas más tarde...]

— ¡Estamos hablando de un ataque directo al Kazekage! ¡Es mi hermano! ¿¡Como planeas que no busque al maldito responsable!?

Abriendo pesadamente mis ojos puedo sentir unas manos venir sobre mis mejillas, el rostro sorprendido de Shinki se inclina sobre mí con mucha preocupación... sus pequeñas manos tiemblan mientras me toca con cuidado tratando de comprobar mi estado.

—Kankuro, no podemos hacer nada, ya buscamos en toda la torre y ninguna persona parece ser el responsable —menciona un anciano de la junta.

—Si avisáramos al pueblo rápidamente entrarían en la locura —añade una mujer de la junta —un ataque por alguien de la villa... y aún peor, dentro de la torre principal.

—Debes comprender que no podemos hacer nada más que mantenernos en silencio y esperar otro intento de ataque —menciona decaído el anciano.

— ¿¡Y tener en peligro a Gaara!? —me señala entre su disgusto a los ancianos —él no es un conejillo de indias, no dejare... —sujeta al anciano por el cuello de sus ropajes —en tus sueños maldito viejo dejaré que lo utilicen como señuelo —amenaza con firmeza.

Con mi poca fuerza sujeto la mano de Shinki que rápidamente comprende que debe interferir en la lucha de mi hermano, sin soltar mi mano el pequeño utiliza su arena para llamar la atención de Kankuro; apenas se percata de mi despertar se acerca con prisa sujetando mis mejillas y brazos lleno de preocupación y alivio, Kankuro suspira recargando su frente de mi pecho y a su espalda puedo ver como el anciano se levanta del suelo con ayuda de algunos guardias.

—... Estoy bien —sonrío débilmente para tranquilizarlo.

—Yo... —agacha la mirada decepcionado —lamento tanto no haber sabido que tu té...

—Kazekage san —se acerca dando una reverencia —la mujer que cada día lleva su tpe esta detenida por ser cómplice, pero... —eleva la mirada —lamento informar que por el momento no hemos encontrado a ningún otro culpable.

—Déjenla libre... —expreso a duras penas —quiero hablar con ella personalmente, dejaremos pasar esto y veremos si vuelve a atacar.

— ¡Gaara! —grita molesto y preocupado.

—Kankuro, los Kages... —Digo con calma —innumerables veces han sido señuelos para encontrar a los malos, así que... déjalo estar —pido como favor.

—Entonces... —menciona la mujer avanzando al lado del anciano —en un rato traeremos a la muchacha ante usted.

Ambos salen de la habitación luego de una reverencia, apenas la puerta esta por cerrarse puedo escuchar las quejas del anciano con respecto a mi hermano; mi mirada viaja a mi pequeño hijo que me mira con inquietud buscando cerciorarse de mi salud.

—Shinki, —sujeto su mano con cariño —trae a Yodo, dile que necesito verla y... Araya debe venir con ella también.

El pequeño no me cuestiona mi pedimento y simplemente asiente dejándonos solos en la habitación mientras sale con paso rápido; mi mirada vuelve a Kankuro quien entre su indignación aprieta los puños y dientes estando a punto de estallar.

— ¡Demonios! —grita con furia hacia la puerta — ¿¡Es enserio Gaara!? ¡Te envenenaron! —mueve las manos con enfado — ¡Intentaron matarte! —señala afuera — ¡Simplemente no puedo dejar que te sigas poniendo en peligro de ese modo!

—Kankuro... —suspiro agotado —si vamos a atrapar a alguien, tengo un plan.

— ¡No, por dios Gaara! —Dice con enfado arrojando su gorro al suelo.

—Deja de gritar, —sostengo su mano —escúchame... soy el Kazekage —Digo con firmeza —de la villa oculta entre la arena, no pienso estar escondido detrás de mis hermanos mientras un loco esta haciendo estragos en mi villa... deja que lleve a cabo mi plan.

—Pudimos no tener la cura para el veneno —musita alejando su mano — ¿Entiendes eso?

—Kankuro —expreso cansado de su sobreprotección.

Nuevamente sujeto su mano, su mirada analiza la poca fuerza que apenas y recorre mi cuerpo, y exhalando un suspiro desvía la mirada cediendo a mis palabras, rendido toma el lugar que Shinki antes tenía.

—Tuvimos la cura y nada va ha pasarme, tienes que mantenerte tranquilo... vamos a atrapar al que hizo esto, y —sonrío bromeando —podrás castigarlo.

Sin poder escuchar su contestación la puerta de la habitación se abre dejándome ver a Shinki junto a sus amigos que se adentran hasta formar una fila frente a mí esperando por mis palabras; entre su enfado Kankuro arroja su banco lejos y solo avanza contra la pared maldiciendo... puedo comprender un poco a mi hermano, después de todo... en el pasado, con Chijo, casi no logran salvarme la vida. Mirando a los chicos me mantengo serio.

—Shinki, chicos, necesito que hagan algo por mí...

[Horas más tarde]

Luego de platicarles mi plan todos se quedaron en las posiciones acordadas, Araya se encuentra escondido detrás de la puerta que da hacia los medicamentos de la enfermería mientras su marioneta se encuentra de pie a mi lado junto a Yodo que escucha su música con tranquilidad... Kankuro esta en la puerta por cualquier imprevisto que pueda suceder, y Shinki, mi pequeño entra ahora mismo en la sala escoltando a la mujer que sirve mi té cada día y lleva mis almuerzos.

—Yodo, Araya, —ambos volten a mí —ayúdenme a sentarme.

Ambos atienden a mi pedimento, y apenas vuelven a su puesto veo como Yodo se saca los cascos (audífonos) manteniéndose sentada a mi lado con los ojos cerrados en dirección a la pared; la mujer observa a los presentes y entre su nerviosismo y pena baja la mirada no teniendo el valor de verme a los ojos; una vez Shinki cierra la puerta puedo dirigirle una sonrisa calmada a mi invitada.

—Disculpa que te llevarán a prisión, se que no has sido tú.

Su mirada llorosa sube con sorpresa en mi dirección, y de pronto sonríe sumamente agradecida cubriendo su boca para intenta avanzar hacia mí, pero Shinki eleva la palma deteniéndola de su avance, su mirada varía entre los niños en la sala y apenada solo baja la mirada uniendo sus manos y poniendo fuerza en su agarre mientras permanece en su lugar.

— ¡Muchas gracias por confiar en mí Kazekage sama! —se inclina mucho más.

—No es nada, —sonrío tomando una profunda respiración para ponerme serio —cuéntame, por favor, háblame de todo lo que sucedió esta mañana.

Suavemente sujeto la mano de Yodo haciéndola comprender que ya es momento de comenzar, con un suspiro la pequeña se prepara concentrándose en sus oídos.

— ¡Si! —da un asentimiento con prisa —hice las cosas de costumbre, prepare su té como lo hago para cada comida, las bolsas de su té se encuentran dentro del gabinete derecho, detrás de los vasos para vino... el agua es tomada del grifo de siempre y su taza especial la tengo separada de las demás, se encuentra al lado del grifo preparada para su té a cada hora... —suspira pensativa —lo único extraño que ocurrió este día fue... un choque contra alguien, —me mira —prepare su desayuno con mis propias manos y con todo preparado me dirigí a su oficina para entregarlo, pero un amigo me llamo y al regresar la mirada alguien que iba a toda prisa termino chocando conmigo, casi me hace tirar todo...

Algo nerviosa comienza a divagar con la mirada mientras frota sus manos entre si con inquietud, parece culparse. Suspirando dirijo mi mirada hacia mi hermano que parece mirarla con odio, mientras que Araya y Shinki parecen estar preparados para cualquier posible ataque.

—Los papeles de esa persona se regaron por todo el suelo, —baja la mirada apenada —y me atreví a dejar su comida de lado para ayudarlo a levantar aquellos papeles aun cuando me dijo que estaba bien... —sube su mirada —solo en ese momento deje su té sin cuidado, sin supervisión... ¡Pero igualmente no pude ver que alguien vertiera algo tan peligroso en él! —da una nueva reverencia — ¡De verdad lo lamento!

— ¿¡Haaa!? —se separa de la pared molesto — ¿¡Y crees que nos vamos a creer eso!? —la toma por el brazo con fuerza.

— ¡Kankuro detente! —toco la pierna de la pequeña a mi lado —Yodo...

Con un asentimiento la pequeña se levanta firmemente mirando a Kankuro con rudeza, de cierto modo... parece tener esa ruda mirada de mi hermana.

—Esta nerviosa por Kankuro, porque Kankuro la está mirando ella se encuentra nerviosa —con ambos sonrojados Kankuro se aparta —ella no ha dicho mas que la verdad.

Con mas incomodidad mi hermano se aleja unos pasos mas de la chica mientras le pido a Shinki que deje pasar a la joven; entre su vergüenza ella se acerca tomando el asiento que Yodo ha dejado libre para volver a bajar la mirada ante mí.

—Lo lamento...

—Está bien, —sonriendo toco su hombro —no sabías que algo así iba a ocurrir, ve ha casa por hoy, de verdad agradezco mucho tu cooperación con esto —ella da un asentimiento y se levanta —y si puedes... citar al hombre con el cual chocaste por la mañana, solo necesitamos hacerle algunas preguntas.

—Debo decir que él es un trabajador normal de la torre —comenta preocupada.

—No necesitas preocuparte, no va a ocurrirle nada, solo queremos preguntarle algunas cosas.

—Si... —asiente cabizbaja.

—Shinki, por favor acompaña a la señorita a la salida, —asiente —y escolta al hombre hacia la oficina principal, dile que espere por Kankuro.

Con un nuevo asentimiento mi pequeño guía a la muchacha que brevemente se detiene para mirar de reojo la cara sonrojada de mi hermano, pero ante el arreglo de voz de Kankuro ella continua su camino causando la leve risa de Yodo que intenta disimular su diversión; tranquilamente Yodo se coloca los nuevos cascos (audífonos) que Temari le ha regalado.

—Araya ya puedes salir, —con un asentimiento sale de entre las sombras —gracias por tu trabajo, —sujeto el hombro de la pequeña —Yodo, necesito que vayas con Kankuro para interrogar a aquel hombre, debes actuar igual de tranquila que ahora y solo esperar en una silla lejana.

La pequeña sonríe y dando un asentimiento sale con tranquilidad antes que Kankuro, mi mirada se dirige a Araya que tranquilamente espera mi orden, dedicándole una sonrisa lo hago sorprenderse.

—Lamento molestarte, pero estaré encargándote mi cuidado por un rato, el veneno me ha dejado adolorido el cuerpo y... —me recuesto con su ayuda —luego de todo esto me encuentro algo cansado.

Dando un asentimiento simplemente se inclina en una reverencia y avanza hasta una esquina donde toma asiento; mi hermano viene ante mí.

—Se lo de Yodo y su oído tan fino, —susurra —pero estas comenzando a tratarlos como si fueran ninjas experimentados —observa de reojo a Araya —tengo que recordarte que solo tienen cinco y cuatro años, no se ve bien que los metamos en estos temas tan sensibles.

—Kankuro... —su mirada viene —necesito dos cartas mas de adopción, —sorprendido frunce el ceño —Araya y Yodo formaran parte del equipo Shinki y espero los enlistes enseguida para su formación en la academia —suspiro ante la duda de su mirada y sostengo su mano —se que ahora estas ocupado, así que busca un buen instructor para Araya por el momento.

—Tengo a alguien, —menciona con una seriedad fingida y se levanta girándose hacia el pequeño — ¡Pero ni pienses que te dejare bajar el ritmo! Por la noche practicaremos lo que hayas aprendido durante el día.

Con algo de sorpresa Araya solo asiente dando una reverencia hacia mi hermano que luego de dirigirle una sonrisa se vuelve hacia mí con seriedad.

—Imbécil... —suspira apretando el tronco de su nariz —deja de ponerte en tanto riesgo, aunque Yodo lo diga, no puedo dejar de desconfiar de esa mujer... esta decidido, desde ahora yo seré el único que se encargue de tus comidas.

—Lo entiendo.

Mi hermano abandona la sala sin decir nada mas, mi mirada vuelve a Araya, detrás de esa mascara desconozco cuales sean sus expresiones, pero aun así le dedico una sonrisa.

— ¿Sabes jugar damas?

El pequeño me observa inclinando un poco la cabeza mostrándome su duda, pero aun así avanza a mi lado mientras yo preparo el tablero con mi arena y comienzo a explicarle como funciona el juego. Ahora mismo solo quiero despejar mi cabeza un poco, es verdad que estoy concentrado con el actual problema de la villa, pero... de vez en cuando no puedo evitar divagar sobre Lee.

Con las horas transcurridas y apenas me siento un poco mejor, le pido a Araya que me escolte a la sala de cocina donde al llegar podemos ver como todo esta preparado y ya ha sido supervisado por mi hermano y cuidado por Shinki y Yodo; todos tomamos asiento y los niños ríen entre sus platicas mientras nos traen la comida a la mesa, al parecer Araya susurra cosas hacia Yodo quien riendo a lo bajo muestra su amplia sonrisa... ahora solo falta hacer llegar el mensaje a Shinki.

—Simplemente nada, —expresa molesto sentándose a mi lado —dijo que un tipo paso corriendo mientras ellos se hacían cargo de las hojas, pero el sujeto fue tan rápido que no pudo ver ni un centímetro de su rostro, y aunque le pareciera raro que el tipo fuera corriendo... ante la explosión del día anterior todos estaban apresurados así que... simplemente se apresuro con lo suyo.

—Y ella tampoco pudo ver nada... —suspiro —bien, necesito un aumento de guardias en las barreras, podríamos seguir utilizándome como señuelo, pero no sabemos de que forma atacaran la siguiente vez... quizá dañen al pueblo, o quizá intenten un nuevo ataque contra mí...

—En cualquier caso no tenemos ninguna pista, no hay ningún jutsu por el cual sospechar, no tenemos desertores en lista y mucho menos aldeas marcadas... —preocupado me mira —podría ser cualquiera, podría ser que como pensaste sea alguien que esta entre nosotros... también, muchos visitantes han estado viniendo a despejar la mente, la villa a crecido...

—Pero puedo estar seguro de que ha sido un ninja, una persona normal no hubiera podido pasar desapercibida mientras colocaba las bombas...

—Por cierto, ya tengo los papeles que me pediste, y ellos pueden iniciar mañana mismo en la academia.

La mirada de Shinki viene dudosa hacia mí a lo que sostengo su hombro dedicándole una sonrisa que lo hace volver la mirada a sus amigos que ríe por lo bajo entre sus sonrisas.

—Te dije que te inscribiría, Kankuro tiene sus cosas listas así que espero que todos se esfuercen.

—Claro —Dice animado.

La noche sigue su curso llevándome hasta mi habitación donde mientras observo por mi ventana no puedo evitar sentirme intranquilo; hoy no hay tormenta alguna azotando la villa, el clima parece tranquilo... pero hay alguien allá afuera que intenta hacerme daño, a mí y a mi hogar.

—Papá —menciona desde la cama — ¿Estas seguro de que estarás bien?

—No estoy seguro... —cierro las cortinas —pero trataré de que nada me pase —avanzo a su lado — ¿Estas listo para dormir?

Mi pequeño asiente, y una vez apago la luz de la habitación me recuesto a su lado en la cama y acaricio su cabello hasta verlo cerrar sus ojos. Lo que sea que pase, por el momento Shinki no debe estar cerca de mí ya que podrían atacar en cualquier momento y al aun no ser tan experimentado podría resultar herido... entre un suspiro observo la poca luz que se cuela en la habitación, también... no puedo contarle a Lee de esto, creo que... lo mejor será no escribirle por unos cuantos días, al menos hasta encontrar al culpable y castigarlo, hasta comprender sus razones.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top