Capítulo 14.

Editado: 04/ 03/ 2021

Reuniones y más reuniones.

Los días han transcurrido muy atareados desde la última vez que estuvimos juntos, pero aun recuerdo claramente aquel despertar, fue... simplemente hermoso, el despertar con su sonrisa y acurrucarme en su pecho luego de que dulcemente me preguntara si me encontraba bien y besara mi mano... después de eso llego el desayuno, Kankuro y Temari nuevamente habían preparado todo, pero el plan principal había sido de Shikamaru.

— Gaara, —menciona Kankuro — ¿Qué piensas?

—Haa... —sacudo mis ideas —bueno, debemos enviar un escuadrón a verificar que todo se encuentre bien... —arreglo mi voz —si existe un problema así sea el mas mínimo debemos actuar de inmediato, no podemos permitir que haya una escasez de agua en estas épocas...

—Pero... —Dice dudoso — ¿Qué hay sobre cambiar las tuberías?

—Eso... —Digo algo pensativo —no podemos arriesgarnos tanto, las plantas necesitan ser regadas y tenemos a nuestros ciudadanos con sus necesidades básicas... —suspiro cerrando mi carpeta —si queremos remplazar todas las tuberías debimos de haber empezado hace mucho tiempo con el almacenamiento de agua, y si lo hacemos ahora... debemos racionar de sobre manera con los habitantes y plantas, no son pocos metros los que estaríamos remplazando, y no es poco el tiempo que nos llevará hacer algo así.

Todos permanecen en silencio sabiendo muy bien la gravedad del asunto que tratamos, aun entre sus dudas terminan dándome poco a poco la razón. Cuando la noche llego aquel día me atreví a ir con Shikamaru para agradecerle por lo que hizo, él rápidamente me dijo que no era nada, además me informo que Lee estaba que echaba confeti y flores con cada paso que daba, esa información me hizo muy feliz... y aunque la noche siguiente logramos pasarla juntos de nuevo, el día después fue imposible ya que han aparecido unos problemas en Suna que me han mantenido muy ocupado. De reojo vuelvo la mirada a mi hermano pues hace tiempo siento su mirada sobre mí, pero tiene razones para hacerlo... ciertamente no estoy muy concentrado en la reunión, pero de igual forma mis ideas son completamente adecuadas al tema que tratamos. Algo inquieto sujeto la bufanda que cubre las marcas que Lee me ha dejado, y solo vuelvo la mirada a mis papeles.

Luego de la reunión siguió la ronda de papeleo, la tarde ya llegaba y ante mi negación de que me siga cubriendo con el papeleo ahora mi hermana entra a la sala con nuestra comida en manos, con una sonrisa acomoda las cosas en mi escritorio mientras yo solo termino de apilar los papeles en sus lugares correspondientes. Con un enorme bostezo mi hermano comienza a estirarse en su escritorio para dejar los papeles de lado y esperar pacientemente por su comida.

—Temari —me apunta —eso me esta molestando, —frunce el ceño —ya no hay que dejarlos dormir juntos.

Mi hermana cubre su boca desviando la mirada entre su intento por no reír, pero eso solo acrecienta mi vergüenza haciéndome cubrir de sobre manera mi cuello con la bufanda, esto es... de la segunda vez que hice el amor con Lee, él fue algo... brusco... la primera vez fue lento y cariñoso, se preocupo mucho por mi estado, pero al decirle que soy solo suyo quiso experimentar algo diferente, fue más duro... y sinceramente, increíble, pero... dejo algunas marcas en lugares visibles, en especial en mi cuello.

— ¡Déjalo ser! —se recarga de mi hombro con una sonrisa —además, deja de ser tan amargadoo... también te molestas cuando Shikamaru intenta abrazarme, —niega divertida —en lugar de estar molestando a otros deberías ocuparte de conseguir una novia ¡Solterón!

—Temari —tomo asiento —tú también déjalo tranquilo, él tendrá sus razones para no tener pareja.

— ¡Claro! —interviene con prisa — ¡Pues es una completa pérdida de tiempo!

Entre su molestia comienza a comer mientras maldice en voz baja, suspirando inicio mi comida por igual; siempre que iniciamos con este tipo de pláticas Kankuro termina muy molesto, pero supongo que debe tener sus razones... y quizá sea igual que yo y hasta ahora no haya encontrado o sentido el amor.

— ¡Ya, ya! —se sienta en su escritorio — ¡Vamos señor gruñón! —cruzándose de piernas lo mira —te recuerdo que fue tú idea dejarlos estar solos la primera noche, entonces todo... —apunta su cuello —eso... es tú culpa ¡Sopórtalo!

—Gracias por la comida Temari, pero no quiero tenerte entretenida por aquí... —sonrío nervioso — ¿Qué te parece si vas a verificar el entrenamiento de los chicos?

— ¡Ju! —baja del escritorio cruzándose de brazos —aunque Lee ya lo esta verificando... —abre la puerta entre un suspiro —bueno... voy yendo —se despide con una sonrisa.

Apenas la puerta se cierra dirijo mi mirada a mi hermano que al segundo traga grueso y me apunta duramente con sus palillos.

— ¡Ni se te ocurra! —se queja.

—Kankuro... —comienzo y él entorna la mirada —se supone que soy yo quien se guarda las cosas, pero últimamente has sido tú el único que sigue quedándose en silencio.

— ¡Gaara! —expresa molesto.

—Solo... —me mantengo firme —cuéntame un poco de ello.

Sumamente molesto baja la mirada hacia su comida y dejando los palillos de lado suspira vencido.

—Es una mocosa de la hoja, aunque siempre supe que no tenía oportunidad con ella... —desvía la mirada —ella quería a alguien en el pasado, y ahora... parece que quiere a otra persona.

—Hablas con ella o... ¿Cómo es que sabes que quiere a alguien más?

—Bueno... —musita avergonzado —yo... —rascando su mejilla pasa la mano entre sus cabellos y finalmente se deja caer sobre el escritorio vencido —he tenido un par de Ninjas detrás de ella desde que la conocí... —confiesa avergonzado.

— ¿Qué? —Digo con sorpresa — ¿Es enserio Kankuro?

—Bueno... —me mira sin apartar el rostro del escritorio —realmente atraía, tenía... un encanto único, aunque... —sonríe divertido —dejaba mucho que desear para la pelea.

Lo veo casi sin poder creerlo, mi hermano es... casi un acosador.

—Kankuro por dios, —digo entre el cubrir de mi boca —al menos... ¿puedes decirme su nombre?

—No, eso no Gaara, —niega firmemente —es personal, no pienso decirle a nadie... nunca.

Aun ante mi sorpresa solo lo veo seguir comiendo con normalidad, aunque incomodo con la información trato de seguir con mi comida con la misma normalidad. Al terminar él se pone de pie para tomar los trastos sucios y llevarlos al cuarto de lavado, pero al tenerlo frente a mí se encuentra con mi duda.

— ¿Qué te parecería...? —bajo la mirada algo inquieto —si vamos mas tarde a uno de esos centros nocturnos de la villa...— apenado juego con el lápiz sobre mi escritorio —se que Lee no te agrada, pero quizá él pueda beber mas que yo... contigo.

Su sorpresa es clara — ¿Es... estas seguro? Jamás quisiste aceptar mi propuesta de ir a los antros antes...

—Si, estoy seguro de ello... casi... solo beberemos por tú secreto.

— ¿Mi secreto?

—Por tú chica.

Pensativo termina colorado — ¡Agh! ¡Gaara!

Y con eso sale de la habitación completamente molesto. Con la llegada de la noche me acerco a Temari y su esposo para pedirles de favor que cuiden de los niños por esta noche, ellos no dudan en aceptar con una amplia sonrisa; mi segundo paso es acercarme a Metal y Shinki, ambos se encuentran en mi habitación sentados en la cama en espera de mis palabras.

— ¿Están seguros de que no hay ningún problema? Con esta ya serían tres noches que no estoy con ustedes.

—Ya le he explicado a Metal que tienes mucho trabajo —Dice con tranquilidad con la mano sobre el cabello del pequeño.

—Y no me molesta que pases tiempo con mi padre —sonríe.

Ambos se miran con complicidad entre una sonrisa y yo me acerco para abrazarlos con cariño, aun cuando no se conocen de mucho han terminado siendo muy buenos amigos.

—Y... —sujeto sus manos — ¿Qué tal van sus entrenamientos?

—Shira san dice que somos buenos en ello, y que hacemos un dúo increíble —pronuncia orgulloso mirando a Metal.

— ¡Shinki es veloz y repele los ataques de Araya sin problemas! —Dice emocionado tomando su mano.

—Aunque con Yodo es complicado, —confiesa avergonzado —Temari san a estado entrenando especialmente con ella, y Yodo no ha tardado en desarrollar mas sus técnicas, —despeina a Metal —pero Metal también es muy rápido, solo necesitamos un poco mas de entrenamiento y podremos derrotarla pronto.

Asintiendo beso sus frentes y me acerco a mi armario para tomar mi saco; quedan pocos días para que ellos regresen a Konoha... acercándome a ellos acaricio la mejilla de Metal.

—Ahora mismo solo quedan dos días en los cuales Metal y Shikadai estarán por aquí...

— ¡Si! —afirma animado — ¡De ahí en adelante practicaremos por nuestra cuenta dándolo todo!

Ellos se sonríen y chocan sus puños con entusiasmo, yo sonrío y una vez listo salgo al pasillo luego de despedirme de ambos.

— ¿Piensas ir así?

Cuestiona mi hermano mirándome de arriba abajo, curioso bajo mi mirada sobre mi vestimenta... es verdad que mis ropas son muy tradicionales a comparación de las nuevas que llegan de países lejanos, no me gustan para nada esas ropas nuevas, pero... Kankuro me tiende una bolsa de papel; dudoso dirijo mi mirada a Lee.

—Vamos, —se acerca tomándome por la cintura —seguro que te queda bien.

— ¡No quiero estupideces antes de embriagarme! —Dice molesto dándonos la espalda para avanzar.

Sonrío divertido ante las palabras de mi hermano y simplemente tomo la mano de Lee para entrar en la habitación contigua para probarme la ropa; con mi ropa doblada y al lado de Lee en la cama, comienzo por tomar un pantalón negro y algo ajustado que parece mi hermano escogió especialmente para mí, me coloco los zapatos rojos y para la parte de arriba una extraña camisa manga larga y de cuello de tortuga, es de color rojos y solo las mangas y el cuello tienen tela normal, mi torso esta casi al descubierto, apenas y tiene un estampado de flores que cubre mi cuerpo... algo incomodo me acerco al espejo de la habitación percatándome de que esto... de verdad no me sienta nada bien. Lo escucho levantarse, se acerca detrás de mí y me despeina para luego abrazarse a mi cintura recargando su barbilla de mi hombro.

—Debes tratar de comprenderlo, —me mira a través del reflejo —los antros son... muy diferentes a solo salir a cenar.

—Esta ropa realmente no es lo mío —expreso con incomodidad.

—Aunque esa camisa te luce realmente sexy —susurra con dulzura en mi oído.

Comienzo a reír divertido y lo empujo un poco lejos, aunque enseguida me acerco para robar un beso de sus labios y tomar su mano arrastrándolo al pasillo conmigo, Kankuro me mira de arriba abajo alegre con mi aspecto, y simplemente me rodea por los hombros llevándome fuera de la torre. Avanzando por unos caminos un tanto secretos terminamos llegando al lugar, Kankuro toma con cierto compás la puerta y el guardia no tarda en abrir; el hombre parece un poco incomodo ante mi presencia así que baja su mirada como saludo formal, yo le devuelvo el saludo para luego tocar su hombro y dedicarle una suave sonrisa; al entrar la música es estruendosa y las luces de colores extraños llenan todo el lugar, Lee se agacha un poco para hablarme.

—Entonces... ¿Por qué venimos? No creí que te gustarán estos lugares —sonríe.

—De hecho, lo esta haciendo por mí —se acerca sujetando el hombro de Lee —hubiera estado bien solo beber en casa, pero él se apunto a venir, —me mira divertido —no podía desaprovechar una oportunidad así.

Kankuro avanza entre la gente y mi mirada baja con vergüenza; me siento fuera de lugar, todos están bailando y divirtiéndose con esas ropas demostrativas, y bueno... la mano de Lee se posa en mi cintura.

—No se muy bien la razón, pero sinceramente no soy tan buen bebedor, hubiera sido mejor traer a tu hermana en mi lugar, —ríe acercándome —aunque ya que estamos aquí, ¿Me permites invitarte una bebida?

Y de ese modo la noche siguió su transcurso, comenzamos a tener platicas sin sentido entre cada nuevo vaso de bebida de Kankuro, ahora mismo mi hermano se encuentra muy ebrio y aunque muchas chicas han venido a invitarlo para salir a bailar, él se ha negado en cada intento. Con un suspiro bebo un trago de mi bebida; Lee y Kankuro se llevan mejor de lo que me esperaba, Lee bebe tranquilamente siguiendo la platica a Kankuro, yo no soy de unirme tanto a sus platicas, pero de vez en cuando me atrevo a participar.

— ¡Gaara, vamos a bailar! —Dice muy ebrio rodeando mis hombros.

Sin poner resistencia entro a bailar cerca de la barra para no estar tan lejos de Lee, pero aun así no puedo evitar mirar en todas direcciones; jamás había bailado estos raros ritmos antes.

— ¡Vamos Kazekage sama, suéltate un poco! —hace señas a la barra — ¡Lee, ven aquí!

Asintiendo al llamado Lee llega a nuestro lado chocando los cinco con Kankuro para comenzar a bailar con estos raros ritmos con suma normalidad, parece estar más cómodo que yo en esta situación, esta muy relajado. Al poco rato chicas comienzan a acercarse para bailar con ellos dos, todas se contonean cerca de ellos pegando sus cuerpos... y yo me detengo molesto ante ese baile tan... vulgar; furioso tomo la mano de Lee hasta atraerlo a mí, y tomando a un chico cualquiera lo lanzo hasta la chica que hace poco bailaba junto a mi novio. Dirijo mi mirada molesta hacia Lee quien sorprendido solo sonríe levemente observándome, bufando furioso le muestro mi espalda para comenzar a bailar junto a él tal cual esa chica lo hacía... pegando mi cuerpo al suyo vulgarmente como ella... volviendo levemente mi mirada entre mi furia y vergüenza, lo veo sonreír emocionado.

—Vaya... —sujetando mis caderas se acerca a mi oído —el kazekage se ha puesto celoso... es todo un honor.

Entre mi sonrojo siento mi cuerpo erizarse y como mi enojo se marcha poco a poco mientras siento su cuerpo contra el mío, mas tranquilo me giro contra su cuerpo abrazándome a su cuello para comenzar a bailar a nuestro ritmo mientras reímos, ha decir verdad no somos los mejores bailarines, pero no importa por que... realmente nadie nos mira. Algo inquieto lo jalo del saco propinándole un beso que sin dudar continua, sus manos me sujetan con firmeza de las caderas y sin darme cuenta seguimos moviéndonos al compas de la música, rozando nuestros cuerpos siento sus manos bajar hasta mi trasero y apretarlo con lentitud haciéndome suspirar contra sus labios.

— ¡Señor Kazekage! —me empuja con su espalda — ¡Tampoco se dejen llevar tanto! ¡Apenas es su primera vez aquí como para que hagan eso!

Avergonzado cubro mi boca y tomo la mano de Lee para sacarlo de la pista hacia la barra; mientras mi mirada continua baja puedo escuchar como Kankuro sigue riendo mientras baila con un par de chicas, un suspiro avergonzado escapa de mis labios, pero la mano de Lee sobre mi pierna atrae mi atención hacia su leve sonrisa que me tranquiliza.

—Yo creo que te movías muy bien.

Divertido comienzo a reír entre mi negar contra su pecho. Los días que paso junto a Lee son una completa maravilla, me siento tan libre de ser como sea, todo lo que yo haga a él le parece muy bien; con una sonrisa en cara toma un trago de su bebida y se acerca para besarme, yo sonrío sujetando su mejilla para regresarle el gesto.

—Pero, dime... realmente ¿Por qué estamos aquí?

—Bueno... —digo avergonzado sujetando mi nuca —Kankuro me platico de una chica que le gusta, y al pensar en ella él se puso algo triste... quería compensar el hacerlo hablarme de ella al venir aquí.

— ¿De dónde es ella? —cuestiona interesado.

—De la hoja.

—Vaya... —ríe divertido —parece que la arena y la hoja realmente están... estrechando lazos.

Sonriendo divertido me acerco mas a su cuerpo para intentar seguir besándolo, pero una mano en mi hombro nos interrumpe; en no tan buen estado Kankuro nos mira con una amplia sonrisa y el cabello hecho un lío.

— ¡Muy bien! —se deja caer en mi hombro —creo que tengo suficiente por hoy... —cubre su boca ante una arcada —quiero vomitar.

—Bien, bien —me levanto con prisa alejándolo de mí —no vayas a vomitar aquí, espera un poco, salgamos de este lugar.

Lee rápidamente me ayuda a sacarlo; apenas salimos Kankuro se encarga de sacarlo todo de su sistema, apenas mi hermano termina viene sobre nuestros hombros, Lee lo sujeta por la cintura deteniéndolo de irse de boca a la arena, y yo por igual lo sujeto.

— ¿Crees que mañana estarás en buena forma? —cuestiona divertido a mi hermano —si no me equivoco mañana tienes tu entrenamiento personal con Araya.

— ¡Claro que lo estaré! —Dice muy alto —solo necesito... —musita —dormir, y una sopa mañana temprano —ríe hacia mí —oigan... —nos mira a ambos —ustedes realmente no tienen vergüenza —ríe jalando el cuello de mi suéter —por todas estas marcas ¿cierto Gaara?

—Haa... —Digo avergonzado —pensé que... el cuello largo las cubría bien.

—Lo lamento Kankuro, —expresa con una sonrisa penosa —creo que me deje llevar demasiado.

— ¡No, no! —adelantándose nos detiene con ambas manos —esta bien —asiente entre su risa —me gusta ver a mi hermanito feliz... —lo apunta severamente — ¡Pero no te lo comas! —comienza a reír.

Ambos seguimos a mi hermano entre su risa, pero nuevamente nos vemos deteniéndonos en una banca de arena donde él toma asiento, algo agotado suspiro mirando la luna; es hermoso, la noche siempre me ha parecido hermosa.

— ¡Bieeen! —me jala a su lado para abrazarme — ¿¡Quieres saber de quién estoy enamorado!? —sonríe divertido —bueno... —abraza a Lee sorprendiéndolo —es su compañera.

— ¿Tenten? —cuestiono extrañado.

—Te dije que tiene lo suyo Gaara —Dice divertido —es linda...

—Si, yo sé que es linda —aclaro rápidamente —espera, —me levanto preocupado — ¿Has mandado Ninjas a Konoha y no se han dado cuenta de su presencia?

Lee me mira confuso y Kankuro solo sonríe sin culpa alguna, entre un suspiro inquieto me levanto sujetando el brazo de Lee para pedirle calma.

—Papá los entreno bien, —nos abraza a ambos alejándonos —son los mejores que tenemos y aún les falta para dejar su puesto, se les paga —menciona muy relajado —no se pueden molestar ante el mandato.

—Kankuro —expreso entre mi preocupación y decepción.

— ¿Enserio? —sonríe encantado —deberías presentármelos un día, para que nadie sintiera su presencia deben ser muy buenos.

—Lee —lo reprendo por lo bajo.

Al llegar a la torre fuimos a dejar a Kankuro hasta su habitación y Lee me ayudo a desvestirlo para acostarlo a dormir, juntos nos cercioramos de los niños que tranquilamente dormían abrazados juntos en mi cama; ahora llegamos a la habitación de Lee completamente agotados, sin quitarnos la ropa terminamos cayendo en su cama entre una sonrisa.

—Así que nunca los note —Dice sin mas girándose hacia mí.

—Lo siento mucho, —me incorporo un poco, pero él me detiene —no tenía ni idea de que mi hermano estaba haciendo eso... ni siquiera se quiénes serán esos ninjas —confieso apenado.

—No, no es un problema —Dice sonriente acariciando mi mejilla —es decir... no los utilizó para atacarnos o algo así.

Sin estar por completo tranquilo permito que me envuelva en un abrazo, yo me acomodo en su pecho permitiendo la unión y las sabanas crujen cuando él se aferra con mucha mas fuerza a mí, con un suspiro devuelvo el gesto.

—Solo quedan dos días —pronuncia desanimado.

—Lo sé... ¿Vas a mandarme cartas Lee?

—Cada día —susurra con tristeza.

—Te extrañaré.

—Sabes que ocurrirá lo mismo conmigo —suspira.

—Metal y Shinki quizá también se extrañen, me comentaron —sonrío —que estarán entrenando por su cuenta.

—SI, eso mismo escuché... hacen un buen equipo.

El silencio llena la habitación mientras me aferro a su cuerpo con mucha mas tristeza, él me sostiene con fuerza; de esto hablábamos... ¿De verdad será posible mantener esta relación? Es decir, Temari y Shikamaru se podían ver mucho más aun cuando a mi hermana no le gustaba dejarme tanto tiempo solo, pero yo tengo muchas mas obligaciones, una villa entera a la cual atender y ahora... un hijo al cual educar, no quiero separarme de Lee, me siento feliz al estar con él... ahora entiendo lo difícil que él veía que esta relación prosperará, me pregunto... si acaso seguirá pensando lo mismo. Exhalando un suspiro me alejo un poco de sus brazos para mirar directamente sus ojos, su mirada sería, pero su sonrisa tranquila me ilumina como siempre... y aun así puedo ver las mismas dudas que llenan mi mente pintarse en su rostro. Entre mi sonrisa acaricio su mejilla con dulzura mientras su mano en mi cadera no tarda en responder acariciando mi piel con suavidad, lleno de calma me acerco a sus labios propinando un beso que es bien aceptado por sus labios; sus manos me acercan a su cuerpo a lo que yo sonrío al borde de nuestros besos hasta poder alejarme un poco para mirarlo.

—Tratare de adelantar la tecnología en Suna, me enteré que Naruto instalará un nuevo servicio llamado teléfono (fijo) al parecer lo puedes tener en casa y llamar a quien quieras a la hora que quieras —comento con ánimos.

— ¡Mm! —asiente sonriente —lo he escuchado entre rumores, pero definitivamente no será lo mismo.

Sonriendo me alejo de sus brazos para incorporarme en la cama, ante mi seriedad él suspira sujetando su nuca con algo de inquietud mientras toma asiento a mi lado.

—Es verdad, no será lo mismo... —confieso con tristeza —por eso... trataré de ir lo antes posible.

Entre mi desanimo comienzo a sacarme el suéter rojo que realmente nada me cubre mientras su mirada permanece sobre mí, sin detenerme prosigo sacándome el pantalón, quedándome solo con mi bóxer negro le dirijo mi mirada, él traga grueso y sonríe con sumo nerviosismo; recargándose de la cabecera tiende su mano a mí, y yo la sujeto, para subir a horcajadas sobre su regazo y deslizar mis palmas por su pecho hasta poder recostar mi cuerpo contra el suyo, sus manos viajan a mi cintura y yo solo puedo suspirar algo encendido; cada vez me siento mas a gusto haciendo esto, ya no me importa mientras solo sean sus ojos los que me miren... mordiendo mis labios me acerco a los suyos suspirando sobre ellos mientras sus manos viajan aún más debajo de mis caderas apretando mi trasero; cerrando mis ojos dejo fluir la sensación de sus manos aferrándose a mi piel con lujuria y fuerza, siento como mis pezones se ponen duros ante las sensaciones que me causan sus manos y solo puedo subir mi mirada vidriosa de excitación en busca de su mirada... apenas comienzo a acariciar su mejilla hago rozar nuestros labios deseosos del contrario... él...

— ¡Gaara! —grita mi hermana tocando la puerta — ¡Ha habido un ataque en la entrada de la villa! ¡Tres explosiones han hecho colapsar parte de la entrada cerrando la salida! ¡Necesitan que vayas a verificar!

Decepcionado me alejo de su cuerpo escuchándolo suspirar, pero el deber es el deber y con prisa me encamino por mi ropa de kage comenzando a cambiarme mientras su mirada permanece sobre mí con algo de decepción, sé que lo comprende, pero al igual que yo... él deseaba este momento juntos, pero aun así no se puede evitar... tengo una villa que administrar y cuidar.

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