Capítulo 11
Editada: 04/ 03/ 2021
La festividad y el gran regalo.
Con una sonrisa en cara me encargo de ayudar con los últimos arreglos de la villa, el camino de luces de colores invita a los ciudadanos a pasar a la torre central para iniciar con el festejo; las luces iluminan hermosamente las calles mientras los niños juegan y las personas que van llegando me saludan con entusiasmo iniciando conversaciones entre ellos.
El anuncio de las salas por sección fue dado ayer por la tarde, los que pasarían la noche en la sala principal estaban mas alegres que nunca ya que tienen la oportunidad de convivir conmigo y los demás altos mandos, mientras los otros sectores felizmente pasaban a sus salas saludándome y comenzando a platicar con su sector vecino. Aún recuerdo el inicio de este festejo, todo inicio con Shira y su alma que es casi tan pura como la de Lee... su idea comenzó cuando aun después de intentarlo tanto todos seguían rechazándolo, Suna es un lugar muy triste y apartado, la gente solo se ocupa de sus vidas sin importar como se sientan los demás... no somos muy unidos aun cuando somos pocos, y él quería cambiar eso, quería que todos se conocieran en la villa, que se apoyaran en los buenos y malos momentos... sin importar la diferencia que tuvieran durante este día no se permiten las peleas entre nosotros, no se permite juzgar, alejar, ignorar o decir malos comentarios sobre los demás a menos que quieran tener una muy severa plática con Temari, o al menos eso fue al inicio, ahora esta es una celebración muy querida y todos siguen las reglas sin necesidad de recordarles.
— ¡Kazekage sama!
Regreso la mirada ante el llamado de mi pequeño niño, y solo puedo sonreír alegre al verlo hacer la pose de un ninja cualquiera frente a mí, con la rodilla en el suelo y el puño en el pecho mientras mantiene la mirada baja, él... parece ser realmente fiel ante mí; enternecido despeino sus cabellos un poco.
—No necesitas hacer eso, —lo ayudo a levantarse —somos amigos Shinki.
—Yo quiero ser... —sube la mirada con decisión —un orgullo para usted, y si quiero lograr eso debo comportarme como un ninja correcto que sigue las reglas de comportamiento hacia su Kage.
Entre un asentimiento lo tomo del hombro para guiarlo por la gran sala y mostrarle todo, la felicidad llena su rostro enseguida mientras sus ojos brillan ante la fascinación por los arreglos de la sala.
— ¡Es increíble! ¡No se compara a las otras salas! —retoma la compostura y me mira —jamás... había venido a la sala principal.
—Bueno, —sonrío sujetando su hombro —esta sala debe ser especial, le pongo mucha mas atención que a las otras, aunque las demás salas también son buenas ¿No?
—Claro que sí, —sonríe hacia el lugar —pero esta es increíble, es aún mas grande, y esta usted.
Sonriendo divertido trato de controlar mis ganas de tomarlo en brazos pues se que eso definitivamente no le agradaría, bueno, a pesar de mis grandes ganas de hacerlo solo me detendré por el momento.
— ¡Gaara! —me llama Kankuro —Aquí tengo el regalo de Shinki —eleva los papeles sin mirarme—solo falta tu firma.
Al apartar la vista de los papeles que leía puedo ver su sonrisa desaparecer al percatarse de la situación en la cual hablo, su mirada viaja hacia el pequeño a mi lado y sube llena de arrepentimiento hacia mí, pero yo solo niego regresando mi atención al pequeño que me mira curioso, dedicándole una sonrisa tomo los papeles de las manos de mi hermano y solo doy un asentimiento como agradecimiento para luego mirar el papel.
— ¿Pu... puedo saber que es eso Gaara sama?
—Bueno... —suspiro sonriente —no quería mostrarte esto hasta mas tarde, y tampoco se si quieres que lo firme, pero... —le entrego los papeles —este es tu regalo y se podría decir que también, si aceptas, podría ser un regalo para mí.
Su rostro desorientado parece dudar, su mirada sube y ante mi leve sonrisa sus ojos se cristalizan llenos de felicidad, sus pequeños labios se aprietan tratando de guardar su emocionada sonrisa, pero de un momento a otro solo se lanza contra mí abrazándose a mi cuerpo.
—Es... es... el mejor regalo Gaara sama.
Entre mi alegría lo separo un poco hasta poder estar de su estatura y entonces abrazarlo correctamente, parece estar tan feliz con esto como yo. Con un poco de vergüenza sobre sus mejillas me aleja un poco y me mira con seriedad aferrándose a los papeles que le he dado.
—Gracias Gaara sama, yo... he traído a los chicos responsables del problema.
Algo sorprendido lo veo hacer señas hacia la gente, mi mirada se dirige a los dos pequeños niños con ropas gastadas y algo sucias que avanzan con la mirada baja, la pequeña chica rubia tiene el cabello largo y enredado mientras su fleco largo cubre la mitad de su rostro, mientras el chico a su lado tiene una mascara que cubre por completo su rostro y parece dudoso entre mirarme o no, su ropa esta remendada y la mascara algo sucia y rota de algunas partes.
—Así que... —tomo aire fingiendo enojo —ustedes fueron lo que robaron de reserva.
— ¿Lo lamentamos! —Dicen al unisonó dando una reverencia.
— ¿Y qué hacían con esas cosas? —cuestiona mi hermano con los brazos cruzados.
Ante el desconocer de su voz ambos chicos se miran y de reojo observan a Kankuro, pero finalmente ambos bajan con prisa su mirada.
— ¿Realmente son los responsables?
Esta vez se dirige a Shinki quien con la mirada baja da un asentimiento, yo avanzo hacia mi pequeño sujetándolo por el hombro. En este momento... él esta delatando a sus amigos. Kankuro suspira molesto ante el silencio de ambos niños que permanecen con la cabeza gacha aun pidiendo disculpas en silencio.
— ¿¡Por qué los robaron niño!? —grita con firmeza.
El chico eleva la mirada poniéndose firme mientras toma una fuerte bocanada de aire y traga saliva entre el mirarlo.
— ¡Estamos alimentando a una hormiga gigante que esta inmóvil en una cueva de las afueras!
—No es muy sensato —Digo con tranquilidad —que dos simples niños salgan sin protección a las afueras.
—Además están los guardias —menciona pensativo — ¿Cómo lograron pasarlo? No son del rango mas alto rango, pero nunca han fallado en su vigilancia.
Mi mirada vuelve a Shinki que baja la mirada apretando los labios y las manos, encogiéndose a mi lado trata de no delatarlos mas; sujeto su hombro con suavidad en un intento de calmarlo, pero simplemente parece sentirse muy culpable por traerlos ante mí. Al dirigir mi mirada hacia ambos puedo ver a la chica rubia enderezarse y sacar de sus oídos un par de audífonos viejos, ella enreda el cable alrededor del aparato de sonido y se acerca hasta entregármelo sin apagarlo, aun colocándolos en mis oídos el sonido es casi imperceptible... y al encender el aparato puedo ver el volumen puesto en lo mínimo de potencia.
—Es porque tengo una calidad increíble de oído, —avergonzada baja un poco la mirada —puedo saber dónde se encuentran los guardias y saber si puedo entrar y salir sin problemas.
— ¡Yo...! —menciona el joven de la mascara —tengo...
De pronto se muestra una marioneta delante nuestro, una marioneta idéntica a él, puedo ver la sorpresa hacerse en el rostro de mi hermano y de pronto avanza hasta tocar los bordes de la marioneta mirándolo con total sorpresa.
—Mocoso, —sujeta la marioneta del hombro —esto es trabajo de calidad con productos... —dice algo inseguro.
—Los saque de entre la basura, —menciona un poco alto —y yo mismo lo diseñe —Dice en un susurro —soy... soy su fan Kankuro san... —menciona nervioso bajando la mirada.
Kankuro se levanta tomando al chico del hombro y alejándolo de nosotros entre una charla, a mi lado puedo ver a Shinki disculparse con su amiga entre una mirada de arrepentimiento, y al ver a Kankuro pedir información de la marioneta solo puedo estar seguro de que tomara un tiempo que lo vuelva a traer; exhalando un suspiro entrego el aparato a la joven rubia.
—Tu nombre —pregunto.
—Yodo —Dice sin mas,
—Padres, lugar donde vives —cuestiono.
—No tengo, en la orilla norte de Suna junto a Araya.
Doy un rápido asentimiento y luego de acariciar su cabello un poco saco mi sello de firma, le pido las hojas a Shinki y apenas termino de poner mi sello le entrego el papel a su amiga quien lo mira algo sorprendida para después subir la mirada hacia Shinki.
—Por favor entrega eso a Kankuro y... pídele que mande a alistar dos habitaciones para ti y tu amigo, tendremos una seria charla mañana por la mañana —sonrío hacia ambos —disfruten de la fiesta por esta noche.
Aunque sorprendida solo asiente y sujeta con cuidado los papeles en su mano para comenzar a avanzar hacia Kankuro quien enseguida sonríe al mirar la hoja en las manos de la chica, él me dedica una leve sonrisa antes de tomar a ambos niños por los hombros y guiarlos a sus habitaciones de la torre.
—Kazekage sama, —informa un jounin —Bee sama esta llegando.
— ¿Bee? —sujeto a Shinki por el hombro guiándolo a mi lado — ¿Su habitación esta lista?
—Tenemos todo listo en el mejor Hotel de la villa, la habitación esta en perfectas condiciones y tiene la mejor vista también.
Entre mi asentimiento vuelvo la mirada hacia el pequeño que me sigue con una sonrisa, yo le sonrío y aflojando mi agarre sujeto su mano para guiarlo. Avanzamos por el pueblo recibiendo el saludo de la gente que se acerca para estrechar mi mano con alegría y desearme un buen día, yo les regreso el gesto mirando como algunos se atreven a acariciar el cabello de Shinki haciéndolo sonrojar. Al llegar a la mitad del camino puedo ver a Bee avanzando con una chica rubia tomada de su brazo, Bee le canta lo genial de Suna mientras ella solo ríe entornando la mirada entre un suspiro, detrás de ellos hay cuatro ninjas cargando con un palanquín completamente repleto de comida y bien cubierto por mantas. Apenas se percata de mi presencia se acerca despegándome del suelo entre su abrazo.
— ¡Brother!
Entre una leve sonrisa correspondo su abrazo brevemente, apenas me suelta retrocede hacia el palanquín mostrándomelo con entusiasmo, su novia sonríe y me deja ver mas claramente los platillos quitando las mantas que los cubren, con una sonrisa pido a mi acompañante que guie a los ninjas hacia la sección correspondiente mientras observo como la novia de Bee toma un costal con cosas antes de que el palanquín se marche.
— ¿Y eso? —cuestiono hacia su pareja.
— ¡Oh cierto! —interviene a prisa no dejándola hablar — ¡Samui es mi novia! —rodea sus hombros — ¡Una chica linda con grandes y hermosos pechos! —hace señas alrededor de su cuerpo — ¿Qué te parece Gaara?
La sorpresa me llena ante tal presentación, pero ella no parece avergonzada —Yo hablaba del saco, Bee... —tiendo mi mano a su pareja —Un gusto Samui.
—Un placer volver a verlo Kazekage sama, esto, —muestra el saco en su hombro —pensaba darles algunos regalos a los niños de Suna, —lo baja en la arena —por cierto, —sonríe observando el alrededor —es una hermosa decoración.
—Gracias, —sonrío hacia ella mirando como Bee canta detrás nuestro — ¿Iras a explorar con Bee o prefieres que te muestre donde se estarán hospedando?
— ¡Mi chica es fuerte y lista! ¡Ella puede ir y venir por su cuenta porque es un genio Brother!
Sonriendo se dedican una sonrisa y luego de golpear el estomago de Bee ella se gira mirándome con una sonrisa entre un asentimiento; asintiendo sujeto a Bee por la espalda para mirar a mi pequeño niño que ha permanecido en silencio todo este tiempo.
—Shinki, ¿Puedes mostrarle el camino luego?
Mi pequeño asiente y camina al lado de ella causando su sonrisa, mi mirada vuelve a Bee quien moviendo su cabeza al ritmo de su música mental deja caer su mano sobre mi hombro dedicándome una amplia sonrisa.
— ¿El pequeño es tu seguidor? —cuestiona sonriente.
—Algo así... —sonrío mirándolo de frente —legalmente ahora es mi hijo.
— ¿¡Hijo!? —expresa sorprendido sujetando sus gafas — ¿¡El pequeño Gaara tiene un hijo!?
—Bueno...
Entre mi explicar de la situación sobre Shinki terminamos llegando al cuarto de hotel donde se estarán hospedando, Bee observa con tranquilidad el lugar y al llegar hasta la cama se deja caer de espaldas sobre ella, exhala un suspiro algo preocupado, pero revolviéndose entre las sabanas parece solo disfrutar de la suavidad del colchón, sacando sus gafas frota sus ojos mientras las deja en el mueble de a lado; parece exhausto y al segundo solo cierra los ojos dejándose guiar por el cansancio.
—No necesitamos tanta atención, solo queremos tranquilidad pequeña flama...
Con un asentimiento tomo asiento sobre el sofá mirando por igual la habitación que es llenada por nuestro silencio; Bee de verdad parece cansado, quizá por el viaje, aunque... eso es muy raro en él; Unos segundos mas pasaron y al poco rato los ronquidos de Bee comenzaron a llenar el lugar, aunque Shinki y Samui no tardaron en llegar, ella avanza poniéndose cómoda y saludando levemente entre el mirar a Bee dormir... Shinki llega orgulloso hasta mi lado y toma asiento mientras me percato del suspiro cansado de Samui.
—Parece que el cansancio lo noqueo, —sonríe apenada agachando la cabeza —lamento mucho si te dejo hablando solo.
—No te preocupes, —sonrío con tranquilidad mirándola revisar su equipaje —no fue así, hablamos en todo el transcurso al hotel. —poniéndome de pie avanzo a la salida —de verdad espero que les agrade la habitación, Bee me ha pedido que no los tratemos de forma especial... pero si lo necesitan pueden pedirlo en cualquier momento.
—Si, gracias, pero creo que de verdad será lo mejor... —toma asiento al borde de la cama entre un suspiro —solo venimos para relajarnos, fuera de misiones y la tensión de la aldea... —eleva su mirada hacia mí —él pensó que sería bueno venir a Suna porque es muy tranquilo por aquí... —sonríe con calma —además hablar contigo no es tardar horas y horas para iniciar una tonta apuesta, sabes frenarte al hablar, no como Naruto Uzumaki.
—Bueno, —sonrío divertido —es verdad que Naruto solo aborda a la gente sin mas para hablar con ellos, y... suele mantener conversaciones realmente largas, en especial cuando se trata de Bee ya que son tan buenos amigos.
—Si —toma una respiración profunda mientras se levanta —gracias por dejarnos pasar aquí la festividad, Atsui no esta muy de acuerdo sobre mi relación con Bee, —confiesa desanimada —piensa que solo me busca por mis pechos —cruza sus brazos con enfado —y no sé que otra cosa mas le dijo... —muestra su tristeza por momentos —me molesta bastante así que Bee tuvo la buena idea de venir a tomar unas vacaciones fuera de todo eso...
Algo preocupado por su tono triste me acerco un poco hasta sujetar su brazo con apoyo y dulzura, ella sonríe levemente de lado y toma un profundo respiro tratando de mantenerse feliz.
—Bueno, yo pienso que lo importante es tu confianza en Bee, se exprese como se exprese no creo que sea alguien que solo decide iniciar una relación por el aspecto físico de otra persona, —sonrío —sabemos muy bien que habla de ese modo por su gusto por la música.
—Es verdad —concuerda divertida.
Su mirada viene agradecida sobre mí y al volver la mirada atrás puedo ver como Shinki espera pacientemente por mí en la entrada, observo una ultima vez a Bee y nuevamente le dedico una sonrisa a ella.
—Pero... aun cuando Lee sea mi amigo, un familiar es un familiar, quizá tu hermano este equivocado sobre su pensamiento sobre Bee, pero no deberías alejarte de él por eso... —busco su mirada que me evita —él está preocupado por ti y tu nueva relación, se preocupa porque no vayas a salir herida y eso debe ser lo que cuenta.
Ella da un asentimiento agradecida y luego de volver a darme las gracias le permito seguir con sus cosas; salgo con Shinki a mi lado para dar una ultima mirada a los arreglos de la ciudad.
La noche por fin cubre por completo la villa, y la gente con ropa de gala comienza avanzar hacia la sala central mientras yo los recibo en la entrada con mi traje de gala, dando simples saludos y abrazos les deseo que pasen una noche excelente dejándolos bajo el cuidado de Shinki que los guía a sus mesas permitiéndoles comenzar conversaciones con la demás gente. Con una sonrisa veo a Bee llegar al lado de Samui que modela un vestido negro que deja al descubierto su pierna derecha y sus hombros; hago señas a un compañero de alto mando para que tome mi lugar y me acerco a la pareja tan llamativa.
—Yo mismo los llevaré a sus lugares, —tiendo mi mano guiándolos —la mesa de bocadillos esta por allá, y luego del discurso puedes subir al escenario Bee, —sujeto su brazo —pensé que te gustaría ser el Dj de esta noche.
— ¡Kazkage san! ¡Me conoces muy bien amigo mío!
—Gracias Gaara —besa mi mejilla.
Ambos avanzan a su respectiva mesa y es Samui quien inicia una charla con la gente sentada en el lugar. Al regresar a mi puesto puedo ver entre la gente que me saluda la cabellera rubia de mi hermana, Temari eleva el brazo con ánimos al percatarse del encuentro de nuestras miradas, ella se agacha para tomar a Shikadai en brazos y apresurar el paso, pero en ese breve momento me permite ver como su vestido rojo deja totalmente al descubierto su espalda; mi hermano llega a mí lado recargándose de mi hombro mientras la mira con enojo.
—Se que es la mayor, pero... —señala por lo bajo — ¿No crees que ese vestido es demasiado?
Entre una sonrisa divertida solo niego con tranquilidad obteniendo su enojo, mi hermano gruñe por lo bajo entornando la mirada con disgusto; puedo ver como Shinki comienza a buscarlos en la lista para guiarlos por la habitación hacia su mesa, pero Temari le pide un momento y de inmediato se dirige a nosotros abrazándonos con fuerza, las miradas estupefactas se dirigen hacia la fuerza que nuestra hermana pone en abrazarnos, pero tanto Kankuro como yo ignoramos eso dejándola besarnos la mejilla y volver a abrazarnos con entusiasmo... Shikamaru se acerca con una sonrisa mientras posa la mano en la cabeza de Shikadai que admira todo el lugar analizando, y... la sorpresa me llena por completo y sin pensarlo me alejo de los brazos de mi hermana para avanzar con prisa hacia aquel distraído niño que observa con asombro el lugar, poniéndome de rodillas sujeto sus pequeños hombros mirándolo directo a sus enormes ojos negros.
—Metal... —expreso con una sonrisa —ey, pequeño —acaricio su mejilla — ¿Y tu padre?
Él pequeño sonríe con felicidad y simplemente se abraza a mi cuello completamente emocionado mientras yo recibo su gesto gustoso, al abrir mis ojos puedo ver a Shinki que observa dudoso nuestro acercamiento, al alejarme le dedico una sonrisa y sin soltarlo le pido a Shinki que se acerque.
—Lo lamento, no los he presentado —sujeto la mano de mi hijo —Shinki, este es Metal Lee, es hijo de un buen amigo de Konoha, y Metal... —sujeto a mi hijo por los hombros —te presento a mi hijo Shinki.
— ¿Hijo? —cuestiona dudoso el pequeño.
— ¿¡Hijo!? —interviene con prisa mi hermana.
Doy un leve asentimiento hacia Metal que aunque dudoso accede a tomar la mano de Shinki para saludarlo, mi hijo cortésmente atiende al saludo inclinando un poco la cabeza mientras estrecha su mano. Incorporándome les dedico una sonrisa a ambos mirando como Shikadai se une a su no conversación en curso haciéndola menos silenciosa, Temari se acerca hacia mí atrayendo a Shikamaru a su lado.
— ¿Hijo? —cuestiona molesta — ¿De qué hablas Gaara? No me habías mencionado nada de un hijo.
—Claro que te apoyamos —expresa tranquilo recargándose del hombro de su esposa —pero que no nos hayas dicho nada... —observa a Shinki —ni siquiera por las cartas que le mandas a Temari... —se encoge de hombros —nos tomas por total sorpresa.
—Es que... —trago saliva ante la mirada molesta de mi hermana —acabo de firmar el trámite de adopción apenas hace unos segundos, yo... —me acerco apenado a ella —lamento no haberte avisado, pero no fue algo precipitado, he pasado el tiempo suficiente con él y nos conocemos bien, Shinki es un niño genial y...
Kankuro se une a la platica sujetando a Temari y Shikamaru por los hombros para tranquilizarlos, pero Temari esta tan enfadada que solo lo aparta con brusquedad.
— ¡Oh, no te atrevas a decir que me calme! —lo señala con enfado — ¡Debiste informarme de este movimiento tan... repentino! ¡Ahora eres el mayor!
Con ambas manos al frente pidiendo su calma, Kankuro parece alterado y entre su temor se muestra su enfado al ser reprendido por nuestra hermana, Shikamaru exhala un suspiro y mirándome se decide por intervenir en la disputa sujetando a Temari por los hombros apartándola de Kankuro, pero ella lo empuja y nuevamente señala a Kankuro entre su molestia obteniendo la mirada de todos los presentes sobre nosotros; mi hermano parece estar en su limite y completamente enfadado la detiene por las muñecas.
— ¡Tranquila! ¡Demonios Temari! —suspira al ver obtenida su atención —vinieron a festejar, no para armar un espectáculo tan ridículo como el que estas montando... —observa de reojo a los niños —al menos trata de bajar la voz, los niños están percatándose de tu disgusto —exhala un suspiro soltando sus manos —y aunque no soy fan de los sentimentalismos infantiles, se que puede ser un fuerte golpe para ellos, en especial para el niño en cuestión, —expresa con firmeza —Gaara tiene sus razones para hacer lo que hace, y sabes muy bien que él no iría tras una decisión estúpida y precipitada.
Disminuyendo su molestia hace viajar su mirada sobre mí y el pequeño a mi lado para luego desviar la mirada, suspirando se cruza de brazos aun con enfado y simplemente ignora la presencia de Kankuro para venir hasta mí.
—Muy bien, —sujeta mi mano mas calmada —señor Kazekage, dejemos este disgusto de lado y simplemente... suba a su despacho, —sonríe mas tranquila —mi regalo está en su escritorio.
— ¿Ha? —expreso sorprendido —oh... esta bien, —doy un asentimiento —simplemente puedo mirarlo mas tarde, seguro que quieres saber todo lo que ocurre aquí y... —aprieto mi oreja avergonzado —la verdad quiero preguntarte por Lee ya que no creo que haya dejado venir solo a Metal.
Con una amplia sonrisa en el rostro me toma del brazo comenzando a guiarme por los pasillos, y aun ante mis dudas y quejas ella me hace subir la escalera hasta llegar a la puerta de mi oficina... rendido tomo la perilla y observo a mi hermana que me señala con las manos para entrar, yo suspiro.
—Espero que como estoy deduciendo... él me esté esperando allá adentro y detrás de esta puerta no haya solo un regalo cualquiera.
Golpea mi hombro frunciendo el labio —Arruinaste mi sorpresa pequeño idiota, —exhala un suspiro dando media vuelta —solo toma tu regalo y mañana espero la explicación completa sobre el niño y esas decisiones a mis espaldas.
— ¿Cómo decían?... Una cucharadita de tu propio chocolate.
La veo molestarse y solo puedo reír divertido mirándola marcharse con prisa, pero al volver la mirada a la puerta siento el calor llenar mi rostro... pensar que Lee puede estar allá adentro esperando por mí. Al entrar observo mi despacho cubierto en total obscuridad, la luna apenas e ilumina ciertas áreas, mi tristeza me llena por completo al mirar encima del escritorio un pequeño regalo... y aunque intento buscarlo entre las sombras simplemente no puedo verlo.
— ¿Lee?
Sujetando la ropa sobre mi pecho simplemente trago saliva mientras avanzo a mi escritorio tomando el pequeño regalo en manos; tiene que ser una broma que solo sea este pequeño regalo. Sujetándolo en manos agito la caja contra mi oído tratando de descifrar su contenido, no es pesado y no suena demasiado, además es de un tamaño regular. Algo desanimado observo nuevamente la habitación y con un suspiro vencido simplemente abro la pequeña caja dejando a la sorpresa invadirme... tomando al pequeño peluche en manos observo cada pequeña costura parecida a...
— ¿Qué te parece? —gira la silla —fue difícil encontrar uno parecido a las indicaciones de que Temari me dío.
Tragando saliva avanzó a él sin poder creerlo, su sonrisa me llama a verificar su presencia y dejando el pequeño oso de lado me acerco hasta estar delante suyo; pensé... que yo había dejado así la silla por la mañana.
—Los peluches de ahora llevan demasiados adornos, —informa —tuve que pedirle ayuda a Hinata para que se pareciera al tuyo.
—Es... muy lindo.
Con su habitual sonrisa se pone de pie y envuelve mi cuerpo con sus brazos, sin poner resistencia me entrego a la unión escondiéndome en su pecho con total entusiasmo, puedo escuchar su pecho latir al mismo son que el mío... de pronto lo siento alejarse, pero su mano viene sobre la mía con dulzura guiándola contra sus labios, el calor sube desde mi nuca rodeando por completo mi rostro mientras me dedica esa amplia sonrisa, pero finalmente solo puedo suspirar por lo bajo ante su linda acción.
— ¿Cuánto... planeas quedarte?
—Espero que no sea una molestia, —sonríe rascando su mejilla —que estemos aquí por una semana completa.
Mi sonría crece desmedida, ¿Cómo sería una molestia el tenerlo aquí? Su mano de pronto sujeta mi mejilla haciendo disminuir mi sonrisa ante la sorpresa, puedo ver sus ojos negros que me miran con tranquilidad y decisión... mis ojos se cierran por mero instinto y entre la lentitud del momento puedo sentir su respiración sobre mis labios, y luego... sus labios avanzar suavemente sobre los míos, suavemente deslizo mis labios entre los suyos y siento como nuestro beso termina... mi suspiro marca nuestra separación, y entre mi vergüenza cubro mis labios mordiendo levemente donde antes sus labios tocaron por última vez.
— ¿Leíste...? —subo mi mirada a la suya — ¿Mi carta?
—Si, —sostiene mi mano mientras acaricia mi mejilla — ¿Ya le has dado la noticia al pequeño?
Entre mi asentimiento tomo la caja en manos mientras observo al peluche y recuerdo con ternura los momentos del pasado que viví a su lado, pero mi cuerpo se congela al sentir sus manos en mi cintura y su respiración sobre mi oído... su cuerpo se pega contra mi espalda haciendo que mi piel se erice, avergonzado dejo el peluche en su caja y lo pongo sobre el escritorio... mis manos viajan sobre las suyas...
—Yo, ya... tengo trabajo fijo, —confiesa entre un suspiro sobre mi cuello —Y Metal iniciara en la academia el próximo año... —se acurruca en mi hombro —yo... —tomando mi mano me hace girar hasta mirarlo —realmente quisiera intentar algo contigo, claro... —sonríe con la vergüenza sobre sus mejillas —si tú así lo quieres.
Entre mi alegría puedo ver su traje de gala, esta es la segunda vez que lo veo utilizar un traje formal y... se ve tan bien, pero creo que le falta algo; alejándome de su agarre me acerco a mi escritorio buscando entre los cajones una corbata, y al tenerla me acerco colocándola alrededor de su cuello, él me lo permite aun entre su sonrisa algo nerviosa.
—Claro que lo quiero.
Sonríe al momento de verme comenzar a hacer le nudo, sus ojos están directos sobre mí mientras espera pacientemente a que termine el nudo; al terminar mis ojos suben a los suyos que perdidamente siguen sobre mí, y entonces sonríe enternecido deslizando sus dedos por mis mejillas hasta tocar bajo mi oreja y deslizarse por mi cuello... mi piel se eriza mientras tomo un profundo respiro; mi mirada permanece atontada sobre su elegante apariencia, y mientras su mano derecha permanece en mi mejilla la otra viaja por mi sien hasta llegar a mi frente tocando mi marca... mis ojos se cierran al sentir sus dedos dibujar mi marca, y al mirarlo solo puedo verlo dudar de su avance sobre mis labios, su mano baja y suavemente desliza su pulgar sobre mis labios entreabriéndolos; en mi cuerpo corre electricidad con cada uno de sus toques, puedo ver sus ojos mientras mis manos se deslizan sobre su pecho viajando bajo su saco, parece... tan desesperado como yo. Nuestros rostros se acercan, pero... siento... que esto podría no terminar con un solo beso, y por eso me retengo bajando la vista entre mi alejar, mordiendo mis labios cubro mi boca dejando de mirarlo.
—Yo... —recobro la compostura —quiero presentarte a Shinki, Metal ya lo ha conocido.
— ¿Um? —cuestiona confundido.
Divertido sujeto su brazo y él simplemente me sigue sin dudar hacia la planta baja.
—Pero si... Metal tiene un problema para hablar con la gente nueva, se pone muy nervioso.
—Pero yo se lo pedí —menciono con confianza.
Entre risas bajamos a la fiesta donde comenzamos a platicar tranquilamente con todos; la hora de subir al escenario llega, doy mis palabras de inicio para el festejo y luego de eso Bee se apropia del escenario haciéndose cargo de la música para poner ambiente al lugar. La cena transcurre tranquilamente entre platicas y risas, además Shinki y Metal nos sorprenden ante su tranquila amistad, se agradaron al instante y eso de verdad me hizo feliz.
Apenas hace unos minutos nos encontramos con Shira y su ahora esposa, me hizo feliz saber que no era el único que no estaba enterado de su relación aunque la molestia no se borro ante el silencio de ambos chicos sobre su relación, al final pase la mayoría del tiempo a su lado recordando viejos tiempos y mirando a Sen seguir enfadada por no haber sido informada de nada por boca de su mejor amiga; entre su diversión Shira toma el momento para tomarme del hombro y alejarme un poco de las chicas, su brazo rodea mis hombros mientras ambos reímos por la pequeña pelea que dejamos atrás.
—Sabes Gaara, —menciona sonriente apuntando con su copa a la mesa de mi familia —estoy feliz por tu hijo y por ti, él parece tener mucha admiración por ti... bueno, eso es lo que creo ya que no para de mirarte completamente fascinado, además... —se acerca a mi oído —hasta parece protegerte mas que los guardias.
—Es bueno para cuidar de mí, —sonrío divertido —sabes, estaba pensando en retomar mis clases contigo ya que vuelves a la aldea.
—Con gusto, —asiente emocionado —de hecho, pensaba pasar pronto a visitar tu despacho, tengo una buena idea para un trabajo no tan fuera del mundo Ninja, y necesito tu ayuda para hacerlo.
—Bien, sea lo que sea puedes contar conmigo, y... —mantengo mi mirada orgullosa sobre él —realmente te felicito por tu nueva familia.
Dándome un abrazo de agradecimiento solo sonríe continuando su platica de su no tan romántica historia de amor.
Una vez la fiesta llega a su fin me ocupo de despedir a los últimos invitados en la puerta, algo exhausto vuelvo mi mirada atrás mirando como todos cargan con un niño en brazos; Lee se ocupa de Metal que duerme plácidamente en su hombro mientras Shikamaru se encarga de Shikadai y Temari nos ayuda con Yodo, mi hermano se ocupa cuidadosamente de Araya mientras da palmadas en su espalda. Dedicándole una sonrisa a Lee me acerco para tomar a Shinki en brazos mientras Temari comienza a alardear hacia Kankuro sobre lo mucho que la niña en sus brazos la idolatra, pero mi hermano no se queda atrás defendiéndose con la admiración que el pequeño en sus brazos le tiene, nuestras risas suenan de fondo mientras todos subimos riendo por la discusión de aquellos dos.
Al llegar arriba Lee me acompaña hasta mi habitación abriendo la puerta para mí, antes de irse besa mi frente y enseguida me dice que ira a su habitación y me desea una buena noche; entre mi sonrisa recuesto a Shinki en la cama comenzando a sacarle su traje de gala y cambiarlo por un pijama. Una vez termino de arreglarme me recuesto a su lado en la cama y suspiro al mirarlo abrazar el peluche que Lee me regalo momentos antes, esta será una buena semana... solo espero que sea buena para todos.
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