Gilderoy estuvo pensando en todo lo ocurrido. No sabia que hacer... Pero tenía que ir a Hogwarts aunque no supiera que rayos iba a dar en la materia.

Suerte que tenía sus libros. Aunque ahora lo pensaba y quería cambiar por el bien de su hijo ya que Daisy estaba muy feliz con su esposo y él quería lo mejor para ella.

Los días pasaron y ya era el día esperado...

-Papá, mamá... Despierten.

-¿Que hora es?- preguntó Jared mientras se rascaba los ojos.

-Las ocho de la mañana.- Yariel le respondió.

-Bajo ahora cariño, aunque no estoy segura de que quieras ir a Hogwarts.

-Mamá, claro que quiero ir a Hogwarts y mi escritor favorito me va a dar clases que mejor que eso...

Luego de la conversación , el niño se fue a preparar mientras que sus padres tuvieron una gran charla  .

-No estoy de acuerdo que vaya. Que pasa si se encuentra con el tarado de Gilderoy.- comentó Jared.

-Yo se que no quieres que vaya , pero hice lo mas que pude... Además estaba cumpliendo sus sueños .- le dijo Daisy a Jared.

-No importa sus sueños ... ¡Perdón! Es que tengo miedo que descubra...

En ese momento Yariel abrió la puerta.

-¿Qué descubra que?

-Nada, hijo. Que descubras el bosque prohibido.-dijo la madre asustada.

-Ya tengo las cosas preparadas . Annie les hizo el desayuno.

-Hijo, no vas a ir a esa escuela.-comentó su padre.

Yariel se había quedado confundido. ¿Por que habían cambiado de un día para otro? Si días antes querían que fuera...

-¿Cómo que no? Yo voy a esa escuela , ese es mi sueño. Quieras o no...

-Hij..-dijo la madre pero él lo siguió .

Yariel se fue llorando. Rápido buscó sus pertenencias y se fue en polvo flu a King's Cross.

Y traspasó el aden  nueve y tres cuarto solo sin el apoyo de sus padres...