✨El hijo de Cernunnos✨

—Deje su enojo mi señor —pide uno de los sirvientes, mano derecha del Dios y Rey Cernunnos—. Su hijo mayor entenderá.

—No me hagas reír. Mew es igual a su madre, son almas libres —manifiesta el rey poniéndose de pies y mira por la ventana de su palacio—. Aunque quiera enojarme con él, no puedo, es igual a su madre, Gea era la diosa más hermosa y con solo una sonrisa caía rendido a sus pies. Perderla fue difícil.

—La Reina Gea era parte humana en la tierra, mi señor, ¿y si hace que el príncipe visite la tierra? Quizás pueda entender el porqué debe tomar sus obligaciones —propone el sirviente—. Además, el príncipe siempre ha querido conocer un poco el origen de su madre.

—¿¡Estás loco?! —regañando el rey—. ¡Mi hijo jamás pisará la tierra! ¡Nuestra especie es cazada y asesinada! ¿¡Quieres que envíe a la muerte a mi hijo?!

—No, mi señor —responde el sirviente arrodillándose—. Pido perdón por decir semejante tontería.

—¡Mi hijo jamás visitará ese lugar! Mew de una u otra forma tomará sus responsabilidades —manifiesta el rey al volver a mirar por la ventana—. ¿Rea?

—¿Rea? —pregunta el sirviente poniéndose de pies—. ¿Qué ocurre con ella?

—¡Ella está aquí! —grita el rey para salir a toda prisa en búsqueda de su hijo, cambiando de forma a un gran ciervo.

—¡Mi señor…!
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★★Bosque ★★

Mew hijo mayor de Cernunnos yacía leyendo en las orillas del río cuando su lectura se ve interrumpida por una extraña que lo hace levantarse y quedar mirándola fijamente.

—¿Quién eres tú? Jamás te había visto por aquí.

—Hola Mew, has crecido bastante, veo que heredaste más la parte de tu padre que la humana de tu madre, lo digo por los cuernos.

—¿Conocía a mi madre? —se atreve a preguntar Mew mirando aquella desconocida que permanecía solo observándolo.

—Gea era mi madre también, soy la diosa Rea —se presenta aquella desconocida—. Somos hermanos, antes que nuestra madre conociera a Cernunnos tenía de esposo a Urano, ella lamentablemente fue desterrada y yo me quedé con él por sus órdenes. No sabía dónde estaba y la busque por mucho tiempo hasta que supe que se quedó con Cernunnos y la vi ya en estado de ti. Te veía desde lejos crecer hasta que se presentaron problemas y me tuve que ir a la tierra. Hoy ya debes tener 18 años más o menos.

—¿Hermana? Tengo 19 años, jamás mi madre o padre me hablaron de ti, tengo 2 hermanos más —responde Mew mirando fijamente a su hermana.

—Pero legítimamente solo eres tú de mi madre, tus otros dos hermanos son de otra madre —responde Rea acariciando el rostro de su hermano—. Eres igual de hermoso que nuestra madre, en ti veo sus ojos.

—¡Aléjate de mi hijo! —grita el rey Cernunnos cambiando de forma—. ¡No sé a qué viniste, pero no te permitiré hacerle daño!

—Dios y Rey Cernunnos —dice Rea con una corta reverencia—. Qué gusto verlo, no me ofenda creyendo que podría dañar a mi hermano, soy su hermana mayor y tengo derecho a verlo.

—¿Es verdad que ella es mi hermana? ¿Por qué jamás se me dijo nada de esto? —se atreve a preguntar Mew—. ¿Qué está pasando?

—¿Cuáles son sus intenciones al venir aquí Rea? —pregunta el Rey acercándose a ella—. ¿Qué deseas aquí?

—Visitando a mi hermano menor, tengo esos derechos, es todo lo que me queda de mi madre, no puede negarme la visita —responde Rea mirando a Mew—. Él es todo lo que me queda de ella, no me trate como si yo fuera un peligro para el porqué jamás he cometido alguna falta para ganarme su desconfianza. ¿O sí?

—No, jamás has cometido una falta para que ganes mi desconfianza —responde el Rey—. No es el lugar para hablar, sé bienvenida a mi palacio y puedes descansar.

—Se lo agradezco enormemente —dice Rea tomando la mano de Mew—. Tenemos tanto de que hablar, eres todo un hombre, seguro, listo para obtener tus deberes.

—Ja, vive siempre huyendo de sus deberes —manifiesta el rey—. Mew no quiere responsabilidades aun con su manada.

—Hermano, debes ser responsable por ser el primogénito de Cernunnos, tienes un deber con tu manada, no puedes estar siempre huyendo de tus obligaciones —manifiesta Rea.

—No estoy listo aún, aún soy joven y no he vivido mi vida para tomar tal responsabilidad —responde Mew cambiando su forma y echándose a correr.

—¡Mew! —grita el rey una y otra vez—. ¡Mew! ¡Ven aquí! A eso me refería, vive huyendo, es como si la palabra “deberes” le diera alergias.

—Mi pequeño hermano necesita vivir un poco su vida para luego venir a tomar responsabilidades y deberes. Solo tiene 19 años, dale 2 años para vivirla, a los 21 años estoy segura de que accedería al trono y será líder de su manada.

—¿Qué propones Rea? —pregunta el rey mirándola fijamente.

—Que venga conmigo a la tierra, que conozca el porqué debe ser un líder, que entienda por qué debe guiar su manada —responde Rea—. Dale dos años a mi lado en la tierra y te prometo que mi hermano estará listo para volver aquí como un líder.

—¡No! ¡No permitiré que mi hijo vaya a ese horrible lugar! ¡La tierra no es un sitio seguro para que él vaya! —manifiesta el Rey furioso—. ¡Siempre he cuidado de mi hijo y no lo podría enviar a la muerte!

—Rey Cernunnos, soy una deidad de la fertilidad y la diosa de la cosecha, me simboliza la luna, ¿cree que permitiría que algo le pase a mi hermano? ¿Piensa que no sería capaz de protegerlo? —interroga Rea algo molesta.

—¿Así como protegiste a tu madre? —contraataca Cernunnos—. ¿Así protegerás a mi hijo?

—Eso es muy diferente, tenía 6 años, mi padre era el gobernador y yo con esa edad no podía hacer nada por mi madre, no compare las situaciones, yo soy una mujer mayor ahora y puedo cuidar de mi hermano, si alguien se atreve a tocarlo o hacer algo en su contra destruiré yo misma la tierra, yo misma me encargaré de secar sus mares y dejarlos sin comer por la eternidad —responde seriamente Rea—. Solo son dos años y le aseguro que mi hermano volverá siendo un líder al ver que se tiene que esforzar por su manada.

Cernunnos solo la miro y no dijo nada. Siguió avanzando callado, siendo seguido por Rea en silencio.

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Noche.

★★ Habitación Mew★★

La puerta se escucha tocar y el rey entra.

—Padre, si vienes a pelear no tengo ánimos —manifiesta Mew mirando por la ventana.

—Mew, hijo, todo lo que toca la naturaleza es tu reinado, mira todo lo que es tuyo, esto y más es solo tuyo —manifiesta Cernunnos al acercarse.

—Ya lo sé padre, es la misma conversación cada día, no estoy listo para ser un buen líder para nuestra manada —responde Mew.

—No estás listo porque no has vivido tu vida hijo. Te dejaré ir con Rea a la tierra por dos años, necesitas aprender tantas cosas aún y sé que cuando ese tiempo pase volverás siendo un líder listo para guiar a la manada.

—Padre… ¿Es verdad? —pregunta Mew sorprendido—. ¿No estás jugando?

—Sabes que yo no juego hijo, debes ver por ti mismo ese mundo que tanto te intriga que era de tu madre —responde el rey.

—¡Gracias, padre! —grita Mew abrazándolo—. ¡Muchas gracias!

—Espero no te decepciones y vuelve siendo un líder para tu manada —dice el rey abrazando a su hijo—. Debes cuidarte mucho y recuerda, debes volver aquí.

—¡Lo prometo, padre! —grita Mew feliz—. Se lo diré a Rea.

Mew muy feliz, salió corriendo de la habitación a buscar a su hermana.

—Como te voy a extrañar hijo, pero sé que tú volverás aquí y serás un gran líder.

A la mañana siguiente, Mew estaba siendo despedido por todos para emprender su viaje con su hermana.

—Cuídalo y cumple tu promesa, porque si algo le pasa a mi hijo, tu muerte será dolorosa —amenaza el rey Cernunnos—. Cuídate mucho hijo y sé bueno.

—Ya di mi palabra y esta se cumplirá —dice Rea con una corta reverencia.

—Prometo ser muy bueno y obedecer en todo a mi hermana —responde Mew.

—Ya váyanse o me voy a arrepentir —dice el rey mirando como Rea toma la mano de Mew y luego ambos desaparecen—. Cuídense mucho, te amo hijo.

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Minutos después.

★★ Tierra★★

—Aquí viviremos este tiempo, esta es mi casa aquí en la tierra, los humanos muchas veces pueden ser muy crueles como también pueden ser muy generosos, por nada en el mundo puedes revelar tu identidad o serás cazado y asesinado —le aconseja Rea.

—¿Olvidas estos? —apunta Mew sus cuernos—. ¿Debo cortarlos?

—Nada de eso, es tu identidad, los ocultaremos y vivirás como un humano, te enseñaré lo básico de vivir aquí y como moverte por la ciudad, no te acostumbres que la tierra es grande y nos vamos a dedicar a ir por todo el mundo, tienes dos años para conocerla. Debes entender que puedes ver cosas muy bellas como también cosas horribles, si no logras soportarlo me lo haces saber y volveremos con tu padre.

—Sí, hermana —responde Mew muy feliz.

—Me gusta ver tu felicidad hermano —dice Rea pasando su mano sobré la cabeza de él y hace desaparecer sus cuernos—. Así está mejor.

—Wow… Gracias —dice Mew muy feliz—. ¿Cómo me veo?

—Muy guapo —responde Rea—. Ahora vamos adentro para que descanses y luego empecemos a recorrer este primer continente, América del norte.

—Sí —responde Mew siguiendo a su hermana.

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1año 9 meses después.
El continente Eurasia.

Mew yacía escribiendo a las orillas de un río, con su hermana se movían por diferentes partes y eso se lo hacía saber a su padre mediante cartas para hacerle saber que estaba bien.

Al principio le fue un poco difícil adaptarse y comprobar con sus ojos lo que su padre le decía sobre los humanos.

—Padre, hace poco llegamos al continente de Asia, estoy escribiendo en medio de una selva, aquí he visto muchos ciervos, venados y otra especie. Ya me quedan 3 meses aquí y la verdad me he dado cuenta de muchas cosas que me hacen entender que tengo que ser un buen líder…

El sonido de una rama quebrarse hace que Mew gire su rostro en dirección al sonido.

—¡Perdón! No fue mi intención asustarte —manifiesta un extraño sonriendo.

—No me asusté —responde Mew poniéndose de pies y cerrar su agenda.

—Debes ser el nuevo vecino, soy Gulf Kanawut y vivo cerca, estoy buscando a mi pequeño ciervo, se me quedo la puerta abierta de la casa y ahora no lo encuentro. ¿No lo has visto? Tiene una mancha en su frente y en una de sus patas tiene una pequeña cinta roja.

—La verdad que no, aunque es difícil que lo encuentres por aquí, ya que hay muchos ciervos y venados —responde Mew mirando para todos lados—. Y perdón, soy Mew.

—Eso es verdad, pero no quiero perder a Cernu, lo tengo de cuando nació, yo lo ayude a nacer, soy veterinario y lo he estado criando —manifiesta Gulf con un puchero—. Supongo que salió a buscar a su manada.

—¿Cernu? ¿Así se llama? —pregunta Mew con una leve sonrisa—. Es un lindo nombre.

—Sí, le coloque así por el Dios Cernunnos, me gusta ese nombre —responde Gulf sentándose—. Ya estoy cansado, perdón por incomodar tu paz.

—Tranquilo, solo estaba escribiendo un poco —responde Mew para sentarse de igual forma—. Así que veterinario, es muy interesante.

—Sí, es mi pasión cuidar de los animales, llámame loco, pero a veces creo que me entienden jajaja, es mejor tratar con animales que con personas —dice Gulf acostándose en el pasto—. Quizás me hubiera gustado nacer siendo un ciervo o un ave, ¿te imaginas cómo sería poder volar o correr en libertad? Perdón, hablo demasiado.

—No te detengas, me gusta escuchar como piensas —responde Mew dejándose caer—. Correr libre es algo satisfactorio. Aunque la verdad nunca he pensado en ser un ave, si lo pienso bien debe ser algo alucinante, ¿te imaginas ver todos desde el aire?

—Sé que soy en extraño para ti, ¿pero me acompañarías a un lugar? —pregunta Gulf sentándose.

—¿A dónde? —pregunta Mew sentándose.

—Solo ven conmigo —responde Gulf poniéndose de pies y ayudar a Mew a levantarse y tomar su mano para guiarlo por un camino.

—Es muy cálida tu mano —manifiesta Mew mirando ambas manos unidas.

—¡Perdón! ¿Te molesta? —pregunta Gulf apartando su mano.

—Para nada —responde Mew tomando la mano de Gulf y seguir caminando ambos.

Después de 5 minutos, Gulf le había pedido a Mew cerrar sus ojos y este lo guío hasta lo alto de un acantilado.

—Abre tus ojos —pide Gulf.

—¡Wow! ¡Qué hermosa vista! —manifiesta Mew asombrado.

—Sí que lo es, no podremos ser aves, pero de aquí también se obtiene una hermosa vista. Cuando estoy enojado, vengo aquí, puedes venir también aquí, es mi lugar especial y lo estoy compartiendo contigo —dice Gulf sonriendo.

—Muchas gracias Gulf —responde Mew—. ¿Ese no es tu ciervo?

—¡Sí! ¡Es él! Cernu… Cernu… —llama Gulf muy feliz—. Ven aquí pequeño.

—Ven aquí Cernu, no seas desobediente —llama Mew sonriendo.

Aquel pequeño ciervo realiza una pequeña reverencia ante Mew y Gulf lo observa atentamente para luego tomarlo en sus brazos.

—Le agradaste —dice Gulf al acariciarlo—. Jamás lo vi actuar así—. Lo iré a dejar, ¿nos vemos aquí mismo mañana?

—Aquí estaré mañana —responde Mew sonriendo y acariciar al pequeño ciervo.
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Los días fueron pasando y ambos siempre se reunían para hablar y reírse de cada anécdota que Gulf le contaba a Mew con mímicas que le sacaban hasta lágrimas de tanto reírse.

En un abrir y cerrar de ojos, Mew vio que ya era tiempo de partir y solo le quedaba 1 día para volver a su hogar y debía hacer algo muy difícil que estrujaba su corazón, despedirse.

Narra Mew:
No quise seguir viajando y conocer otros lugares, era la primera vez que sentía que era parte de un lugar. ¿A quién engaño? Es Gulf quien me hacía sentir especial y parte de aquí, pero mi realidad es otra, no soy de aquí, hice una promesa y seguro sería un fenómeno para el si le hago saber mi verdadera naturaleza. Es tan difícil despedirme, solo espero que mi corazón soporte.

—¡Mew! ¡Perdón! Me atrasé demasiado —dice Gulf al acercarse y sentarse a su lado—. ¿Me esperaste mucho?

—No, llegué hace poco también —dice Mew girando su vista al acantilado.

—Tu mirada es triste y estás serio —se atreve a decir Gulf para tomar el rostro de Mew—. ¿Qué te pasa? ¿Qué te tiene así?

—Me debo ir, mañana ya vuelvo a mi lugar de origen —responde Mew tomando la mano de Gulf—. Con mi hermana viajamos por tantos lugares y esta vez me quedé más meses aquí solo por ti.

—Oh…

—¿Es todo lo que dirás? —pregunta Mew mirando fijamente a Gulf.

—Pensé que ya estabas establecido aquí y que jamás te irías, mañana que es tu cumpleaños y quería que fueras mi novio —dice Gulf al quitar su mano de Mew y levantarse—. Supongo que mi imaginación fue demasiada, qué tonto e iluso soy, perdón. Otra vez no me para la lengua.

—Gulf… Créeme que despedirme, me duele más a mí que a ti, jamás creí que esto dolería tanto, ahora entiendo el dolor tan grande que sintió papá cuando perdió a mamá, realmente duele demasiado, pero aunque quisiéramos no podríamos estar juntos —manifiesta Mew poniéndose de pies—. No podemos crear una historia de amor, ya que somos diferentes.

—Supongo que lo entiendo, no te preocupes, ten un buen viaje —dice Gulf para irse corriendo del lugar.

—¡Gulf! ¡Gulf! —grita una y otra vez Mew y solo ve irse a Gulf—. ¡Mierda! ¡Rea! ¡Rea!

—¿¡Qué ocurre?! ¿¡Quién te hizo algo?! —aparece rápidamente Rea, preocupada ante su hermano, que solo tenía lágrimas en sus ojos.

—Quiero irme, ya no tiene caso que siga aquí, ya es hora de tomar mis deberes —responde Mew abrazando a su hermana—. Llévame a casa por favor.

—¿Ya te despediste de Gulf? —pregunta Rea—. ¿Es por el que estás así verdad?

—Lo amo hermana, pero claramente jamás vamos a estar juntos —responde Mew sollozando—. Solo llévame a mi hogar.

—Está bien hermano —responde Rea abrazando a su hermano y emprender el viaje
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★★ Palacio ★★

—¡Hijo! Qué alegría verte, llegas antes —saluda el rey para ver los ojos de su hijo—. ¿¡Qué paso?! ¿¡Por qué llora mi hijo?!

—Ahora no padre —dice Mew para abrazar a su padre, dejar un beso en su mejilla e irse a su habitación.

—¿¡Qué paso?! —pregunta molesto—. ¡Habla!

—Se enamoró Cernunnos —responde Rea—. Un chico llamado Gulf robo su corazón y por eso está así.

—¿Un chico? Hmmm… Bueno, no soy homofóbico —responde el Rey—. Gulf… ¿Qué puedo hacer para quitar su pena?

—Gulf es un chico veterinario y vive solo, ¿no crees que es buen regalo de cumpleaños? —le hace saber Rea con una sonrisa.

—¿Traer a un humano aquí? —interroga el rey—. Él no sabe la naturaleza de mi hijo, ¿y si no lo acepta?

—Lo hará, te lo aseguro —responde Rea—. Vine a dejar a mi hermano, aún tengo un tema pendiente en la tierra, nos vemos mañana.

Dicho así, Rea se va y Cernunnos queda mirando en dirección a la habitación de Mew y pensar en la posibilidad de traer a Gulf a su mundo.

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Nuevo día.

★★Habitación Mew ★★

🎼 Cumpleaños feliz,
te deseamos a ti…
Cumpleaños Mew
Cumpleaños feliz… 🎵

—Feliz cumpleaños hijo, ya tienes 21 años —saluda el Rey con un pequeño pastel.

—Gracias padre —agradece Mew con una leve sonrisa.

—Uf, qué sonrisa más falsa —manifiesta el rey—. Supongo que te falta motivación.

—Padre, por favor, ahora nada de charlas motivacionales, no estoy de ánimo —dice Mew apagando la vela y mira por la ventana—. Te conté por cartas todo lo que viví en la tierra, fue ver las dos versiones, la buena y la mala.  Conviví con Rea muy bien, es una excelente hermana y cuido muy bien de mí.

—Eso me alegra —dice el Rey.

—Y a mí, pero supongo que no debía pisar el continente Eurasia, Gulf es un chico que conocí por casualidad, me hacía mucho reír, podíamos hablar por horas, jamás le paraba la lengua, pero adoraba escucharlo, padre lo amo y me enamore. Pero no te preocupes, no te pediré nada, solo que necesito tener mi cabeza distraída o me volveré loco pensando en él. Ya es hora tomar mis responsabilidades aquí con mi manada —dice Mew para girar a mirar a su padre—. ¿G-Gulf?

—Hola Mew —saluda Gulf con una leve sonrisa—. ¡Feliz cumpleaños! Mira Cernu también te saluda.

—Pero… Papá… ¿Qué hace el aquí? —pregunta Mew acercándose a Gulf.

—Digamos que hable con Rea y me contó todo sobre este jovencito que de verdad habla y habla jajaja, sabes que odio verte llorar y fui por él —responde el Rey.

—¡Oiga! Así no fue, usted me echo a un saco con mi ciervo —responde Gulf bajando a su ciervo y poner sus manos en su cintura—. Cuando llegamos aquí y me saco del saco recién hablamos.

—¿Hablamos? —pregunta el Rey—. Estabas gritando como un loco, asustaste a mucho.

—¿Y qué quería? ¿Que me riera? ¿O tomáramos el té juntos? Usted me coloco en un saco y me trajo así —responde Gulf—. Fui secuestrado, ya cuando me tranquilice hablamos.

—Después de 2 horas —dice el Rey—. Hablamos y le conté todo. Le conté el motivo de traerlo.

—Secuestro —corrige Gulf.

—Sí, el secuestro y entendió —dice el rey—. Y aquí está como tu regalo, no quiero verte llorar y triste hijo, así como yo acepte a tu madre siendo humana, también acepto a Gulf como humano para ti.

—¡Muchas gracias padre! —grita feliz Mew para abrazar a Gulf—. Perdón por causarte tristeza en el acantilado.

—Ya lo superé, que esté aquí, ahora a tu lado me hace feliz —responde Gulf—. Me hace feliz que tu padre me haya secuestrado jajaja.

—Estoy seguro de que con ese humano jamás nos vamos a aburrir, vamos Cernu, qué lindo eres —dice el rey para salir de la habitación llevándose a Cernu.

—¡Yo no fui! —dice Gulf mirando la cabeza de Mew.

—¿Tú no fuiste qué? —pregunta Mew con extrañez.

—Los cuernos, yo no te fui infiel, jajaja —se burla Gulf tocando los cuernos de Mew.

—¡Gulf! —regaña Mew para luego reírse.

—Así que eres un ser mitológico —dice Gulf—. El hijo de Cernunnos.

—Así es, y ahora tu novio —responde Mew para besar a Gulf—. Y desde ya te digo que te prepares para liderar a mi lado la manada.

—A tu lado, hijo de Cernunnos lo que me pidas —dice Gulf besando nuevamente a Mew.

꧁𝐹𝑖𝑛꧂

Palabras 3468

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