Sentimientos aclarados

Siendo un nuevo día en la ciudad de Musutafu, el joven héroe de traje y cabello verde se dirigía al hogar de la castaña, saltando con su quirk activado, para poder verla y hablar con ella.

El héroe debía admitir que su cara se enrojecía cada vez que la veía sonreír y que su corazón se aceleraba cuando ella se acercaba mucho a él, invadiendo su espacio personal, pero eso era algo que no le diría, al menos, no por ahora.

Sin tener más tiempo para pensar habia llegado a la casa de la castaña, aterrizando en las escaleras junto a su cuarto, siendo separados por una puerta corrediza de vidrio.

Izuku: Hola Uraraka.

Uraraka: Hola Deku-¡pffffft jajaja ¿qué te paso en la cara?, no me digas que fue el gatito de ayer!. - se burló riéndose en su cama, todo debido a las vanditas adecivas que él héroe tenía en su cara.

Izuku: No te rías, ese endemoniado gato me lastimó mucho la cara. - dijo mientras se sentaba en la cama - Nunca he tenido una buena experiencia con los felinos. Una vez un león trató de comerme cuando lo vi en el zoológico, luego un tigre quiso arrancarme el brazo cuando me dijeron que era seguro acariciarlo, y finalmente una manada de gatos me persiguió por varias calles cuando un villano me arrojó a la basura y salí oliendo a pescado. - relató con enojo - Sí veo a esa bola de pelos otra vez, juró que...

¿?: Meow.

El mismo gato que había rasguñado su cara el día anterior apareció en la habitación, caminó hasta ellos y saltó en el regazo de la castaña, rogando por mimos.

Uraraka: Esa bola de pelos de la que hablas no es más que éste tierno gatito, se llama Haki. - lo presentó para luego acariciar la cabeza del felino - Es un gato callejero que nunca se queda en el mismo lugar.

Izuku: ....Ya veo. - dijo temeroso, pero con el valor suficiente como para acariciarlo pero a diferencia de la castaña el gato no ronroneaba, éste solo lo miraba de forma seria.

Uraraka: Hace un año llegó aquí, rasguño el vidrio para que lo dejará entrar y se acostó en mi cama, esperando un par de mimos. Luego le di de comer algo y se fue. Siempre viene aquí unas veces a la semana y hace lo mismo. Oh, ahora que lo recuerdo, tengo que darle su comida, esperenme aquí, no tardaré. - salió de la habitación y dejó a los dos solos en un incómodo silencio, bueno, no es como si el gato también pudiera hablar.

Izuku: Bien, pienso que podríamos llevarnos bien, ¿qué te parece sí......no....no ¡espera!. - gritó asustado.

Pero era muy tarde para él, el felino saltó hacia su cara y comenzó a rasguñarlo otra vez, pero el peliverde se lo quitó y lo puso en la cama.

Izuku: ¡Espera, ¿no podemos hablar de esto?!.

Haki: ¡Meow grrrrrr!. (Traducción: ¡No!).

Haki bajó de la cama y mordió el pie de Izuku con fuerza, después trepó por su cuerpo hasta llegar a sus brazos y también los mordió y rasguñó.

Izuku: ¡Au au auch!, ¡basta!. - agarró al animal y lo llevó a las escaleras, listo para arrojarlo al techo - ¡Eso te pasa por morderme y rasguñarme!. - exclamó con una sonrisa de satisfacción mientras el gato se retorcía en su agarre, tratando de escapar.

Uraraka: Ya regresé, espero y se hayan divertido...¡Deku ¿qué estas haciendo?!. - preguntó aterrada y sorprendida.

Izuku: ¡Espera, esto no...!.

Haki: Meow. - maulló, retorciéndose dramáticamente, como si fuera la víctima.

Uraraka: Pobre Haki, ¿estás bien? ¿Deku fue malo contigo?. - preguntó consolandolo al tenerlo en brazos para luego darle una mala cara al pecoso - ¡¿Trataste de arrojarlo a la calle?!.

Izuku: ¡No, lo quería lanzar al techo!.

Uraraka: ¡¿Qué?!.

Izuku: ¡Los gatos siempre caen de pie, además todo fue su culpa, me mordió y me rasguñó cuando te fuiste!. - explicó enojado, mirando al gato hacerse el inocente.

Uraraka: Haki es un buen gato, no mataría ni a una mosca. - afirmó cuando bajó al gato, dejándolo comer la lata con atún que puso en el suelo - Ahora vamos a curarte.

Con ambos sentados en la cama, la castaña usó su botiquín para curar y desinfectar los nuevos cortes que el felino le había hecho al peliverde.

Uraraka: Si que jugaron muy rudo. - comentó luego de curar su brazo.

Izuku: No estábamos jugando, ese endemoniado gato solo queria morderme. - contestó mirando al gato con enojo.

Haki: ¡Grrrrrr!.

Uraraka: .......Tienes suerte de que mi madre y mi abuela me hayan enseñado algo de medicina. - dijo mientras curaba la cara de su amigo.

Izuku: Genial, eso significa que tengo una enfermera personal. - pensó en vos alta, sonrojando a la castaña, pero ésta no dijo nada y siguió con lo suyo - Y ella no me dará de bastonazos cuando llegue herido.

Uraraka: Y-ya terminé. - avisó solo para darse cuenta de que sus caras estaban muy juntas.

Ambos estaban perdidos en los ojos de su compañero, sentían la respiración del otro, acercándose inconsciente hasta estar a escasos centimetros de juntar sus labios. Cerraron los ojos y terminaron por cerrar el pequeño espacio que los separaba.

Se fundieron en un beso algo torpe e inexperto pero que poco a poco fue tomando ritmo y pasión, haciendolos disfrutar de su primer beso, el cual tuvo que acabar por falta de aire.

Izuku: ....Ochako...yo....

Uraraka: Izuku...yo...

Izuocha: Yo te.... - apuntó de terminar la oración que cambiaría su relación fueron interumpidos por una llamada del héroe.

Izuku: Debo contestar...es Iida. - tomó su celular y contestó - ¿Hola?.

Iida: ¡Yagi ¿dónde estás?, se supone que nos veríamos en el gimnasio Gamma para entrenar!.

Izuku: Lo siento, enseguida voy...adios. - colgó la llamada y miró a la chica sonrojada frente a él - Debo irme. - dijo sonrojado al levantarse.

Uraraka: Si...adios. - se despidió desviando la mirada.

Rápidamente Izuku activo su poder y salió en dirección a la UA, sin saber que por la mente de ambos pasaba la misma pregunta.

Izuocha: ¡¿Qué fue eso?!.

Una hora más tarde, la castaña recibió un mensaje de celular por parte de sus amigas que se encontraban en la academia. Abrió el mensaje y vio que era un vídeo sobre el entrenamiento de los chicos en el gimnasio donde estaba Deku.

Ashido: Y ahí lo tienen, el estudiante número 1 volvió a arrasar en el entrenamiento de hoy. ¡Se dirigen a las duchas, vamos a seguirlos!. - exclamó en un susurró, siguiendo desde la distancia para luego asomar su cámara por la puerta, captando a Deku cuando se quitaba la parte superior de su traje.

Uraraka: ¡Oh por Dios, que músculos!.

Ashido: Seguramente Uraraka está disfrutando de la vista.

Justo cuando Deku iba a quitarse los pantalones, miró la camara y se cubrió el torso con la prenda antes removida.

Izuku: ¡¿Una cámara?, ¿otra vez tu Ashido?!.

Ashido: ¡Me descubrió, hora de correr!. - corrió para salir del lugar, pero siendo perseguida por el presidente de la clase A.

Iida: ¡Ashido, esas acciones no son las de un estudiante de la UA!. - gritó moviendo los brazos como robot.

El mensaje había terminado y la castaña no podía dejar de pensar en los músculos de su amigo.

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