(Perspectiva de Lina)

""Lo último que recuerdo es que Emian me había dicho que me arrojara al rio, pero me acuerdo de haberme negado, ¿pero entonces que hago aquí?"" Actualmente Lina estaba en un pueblo, alejada de todo peligro, cuando se despertó un hombre la ayudo y la llevo al pueblo, una curandera la estaba revisando en su casa.

"¿Estás diciendo que tu pueblo fue atacado por goblins?" el que pregunto fue el jefe del pueblo.

"Si, un ejército de ellos" Lina estaba confundida de su situación pero aun así podía hablar con el jefe.

"Ya veo, pero no importa, aquí estas a salvo, ¿Cómo llegaste?" La pregunta era obvia, los goblins tienen una fuerte obsesión con las mujeres, dejar escapar una no era normal.

"Estaba en el rio con Emian y luego de desperté aquí" La curandera y el jefe se miraron con pena, lo habían deducido bastante rápido, el chico se sacrificó por ella.

"ya veo, no voy a preguntar más, a por cierto mi nombre es Lucius Luf como te habrás dado cuenta soy el jefe del pueblo" Con una sonrisa amargada se presentó y salió.

"Ah, ehm, tengo que ir a la capital" Lina no tardo en decírselo a la curandera.

"Mi nombre es Nía Fiz y si es lo que quieres mañana mismo una carreta parte hacia allí, es del ejército, parece que llevan a un montón de chicos" Con solo escucharla Lina salió corriendo hacia afuera, cuando salió el grupo de Gion la reconoció de inmediato.

Corrió hacia uno de los soldados agitada y pregunto.

"¿No esta Emian con ustedes?" El que estaba siendo sujetado por Lina era Guerne el segundo al mando del ejército.

"Primero lo primero, ¿Cómo te llama?" Parecía tener ganas de golpearla por su falta de respeto pero no lo hizo porque era una chica.

"Lina, Lina Fog" El comandante se calló la boca al oírla, recordó lo que el imbécil de Gion había dicho, el Archimago estaba gritando su nombre.

"¿No está contigo?" el comandante no pudo ocultar su asombro al verla a ella y no al héroe.

Lina le explico lo que sucedió y el comandante la miro resignado, en su mente estaban pasando muchas cosas pero la que quedo más tiempo fue "¿Por qué un héroe se sacrificaría por esta?", no era exageradamente linda, tampoco parecía muy especial, entonces ¿Por qué?.

"Sube a la careta tendrás que dar testimonio en la corte" Ya de por si todos estaban escuchando y mirando con impresión pero con esas palabras los dejaron confundidos.

"¿Testimonio?" La más confundida era Lina, ella sabía lo que significaba dar testimonio, no era tan estúpida.

"Si, acabas de decirlo, Emian Stel murió protegiéndote" Las palabras retumbaron en sus oídos con fuerza.

""No, él no puede morir así, ¿es un héroe no?"" Los ojos brillantes de Lina estaban casi marchitos al escucharlo.

En su contraparte el grupo de Gion estaba casi bailando de la felicidad, se reían en voz baja y cuchichiaban.

Estaban en la carreta avanzando hacia la capital, ya habían pasado 3 días desde que habían huido de la aldea y la misma cantidad de días que Emian paso siendo convencido por el rey Goblin en la cueva de Firios.

Quedaba un día para llegar a la capital cuando el equipo de Gion comenzó a empezar disturbios y peleas, todos estaban en su contra pero cada vez conseguían más gente de su lado, la mitad de las persona estaban del lado de Gion y la otra mitad del lado de Cerle y Lina.

"¡Suficiente!" el que grito fue Guerne, estaba impresionado en cuán rápido había Gion podrido la mente de tantas personas, pero más que eso molesto por sus constante peleas buscadas con Cerle "Gion retrocede sino quieres otro puñetazo".

"Tch, ¿necesitas ayuda?, jajajajaja, cobarde" Todos los de su grupo reían con el burlándose de Cerle.

"La única ayuda que necesito es psicológica para poder soportarte" Cuando le contesto el grupo entero de Gion quedo callado y el de Cerle comenzó a reír a carcajadas, de hecho los soldados del reino también comenzaron a reírse de Gion.

"¡Un grupo de slimes azules se dirigen al centro!" Uno de los soldados que estaban de vigilancia grito para alertar.

"Quédense atrás cobardes, la elite se hace cargo" El comentario fue de parte de Neon, del grupo de Gion, para cuando veías ya todo su grupo estaba peleando contra los slimes.

"¡¿Qué tipo de elite pelea contra slimes?!" otra vez Cerle les cierra la boca sin hacer mucho esfuerzo

""¿Por qué siempre tienen que pelearse?"" Lina estaba en el carruaje viendo como estos dos se peleaban, ella siempre evitaba a Gion, que parecía tener alguna obsesión con ella.

"Cerle, ¿no puedes solo ignorarlo?" Lina

"Pues lo haría si el imbécil no me molestase ni a mí ni a nuestro grupo, estoy harto" Cerle no escondió su odio en lo más mínimo, sus fanáticos ya no estaban y por eso no tenía ninguna restricción al hablar.

Gion estaba observando con una cara de disgusto como Lina y Cerle hablaban, y descargando su rabia en los slimes los partía al medio sin problemas.

Los continuos ataques por parte de débiles monstruos los hizo llegar relativamente tarde, los soldados esperaban llegar en la mañana y cuando quisieron acordar ya era de noche, unas 20 horas de diferencia.

Una hermosa y bien construida muralla sin un solo rasguño estaba rodeando a un glorioso pueblo medieval, se podía ver cómo la gente caminaba con tranquilidad y los niños jugaban en la calle sin supervisión alguna por sus padres.

"Woaaahhhh" Lina dejo salir su aliento con gran admiración, todos en el carruaje también lo hicieron excepto Gion que parecía como si ya hubiese estado en lugares mejores.

""La capital es tan hermosa"" Lina estaba fascinada, las estructuras estaban bien hechas y las calles eran ordenadas a mas no poder, árboles plantados de vez en cuando y parques cada 5 o 6 cuadras.

"Ahora nos comenzaremos a adentrar en la zona residencial de la nobleza, no se sorprendan tanto" El general Guerne estaba viendo como algunos de sus soldados en las calles le saludaban y se los devolvía, algunos residentes también lo hacían y el siempre respetuoso los devolvía.

Se podía ver una segunda muralla, a medida que se acercaba la carroza la puertas se abrían, eran puertas de una madera sagrada que tenía una resistencia mayor a la del acero pero el mismo peso que el de un pedazo de madera común y corriente, bastante útil para abrirla y cerrarla con rapidez.

Al pasar por las puertas todos quedaron sin palabras, mansiones blancas pura con grandes balcones, patios y jardines enormes y a lo lejos un glorioso y enorme palacio hecho de mármol y otros materiales lujosos que pocas personas llegarían a obtener en toda su vida.

"En este palacio se hospedaran algunos de ustedes" En cuanto Guerne dijo algunos todos se pusieron nerviosos, parecía que los grupos se separarían, eso sería problemático.

Imagina el caso de que una persona queda con todo el otro grupo, no sería una vida muy buena que digamos.

Cuando entraron al palacio fueron recibidos por 3 figuras significativas, el Gran General del ejército del reino Safios Thor, un hombre grande y musculoso tenía una armadura entera de Mithril y un gran martillo de dos manos también de Mithril, tenía una fuerte presencia que aplastaba a todos, su cabello negro y corto le iban perfecto y sus ojos que parecían aplastantes eran de un color morado.

A su derecha estaba Julius Ain, el capitán en jefe de las tropas reales, el encargado de las tropas personales del rey, tenía una enorme cicatriz en su ojo izquierdo que era tapado por su largo pelo lacio y rojo, equipado con un acero de color rojo teñido, no parecía la gran cosa pero su lanza detrás de él era de Mithril y con punta de diamasco, el material más duro del mundo.

Y por último a la izquierda de Safios se encontraba el ministro de finanzas, la persona más adinerada del Reino y el Imperio, con grandes ropas ostentosas bañadas en oro y plata, exhibía una gran variedad de joyas de todo tipo y color, en sus brazaletes, pendientes, anillos y collares, con uno ojos que parecían analizar todo de color verde dejaba en claro que su título y riquezas no eran suerte, porque la última no la tenía, era una persona sin suerte alguna, a los 20 quedo calvo y llevo eso toda su vida, además de otros infortunios, pero aun así no había quien no conociese el nombre de Ogon Gold.

"""Sean bienvenidos héroes""" Los tres saludaron cortésmente y les dieron paso al palacio.